
Raúl Óscar
Taborda
«Lindor del Monte»
Nogoyá (Argentina)
|
Disriminación
(Jotabé)
La discriminación da introducción
a un trato que lleva a la destrucción
de modo gradual en lo emocional
de la gente, resultando exicial
por contaminar la salud mental
y afectar profundo en lo personal,
ocasionando un horrible dolor
en el ser que precisa del amor
de otros con los que tiene comunión,
convivencia, en su entorno natural
que lo conoce como poblador.
Boda con luz de luna
(Jotabé)
Frente a la mansión y bellos rosales
los dos dan sus votos matrimoniales.
La boda se sella en lazo amoroso
debajo de un sopórtico lujoso,
barroco, adornado en un blanco hermoso
que deja ver un marco decoroso;
y aún más que, espejada en la laguna,
los honra con su presencia la luna,
(madrina de honor en actos nupciales)
quien bendijo, mediante un don precioso,
el enlace con salud y fortuna.
Amor en la playa
(Jotabé)
El viento oyó clarito en esa playa
cuando te hablé sobre el amor, Soraya.
No lo guardó y lo contó a veras
del mar, e incluso a todas las palmeras
que estaban más allá de las laderas
donde la arena extiende sus riberas.
Muchas gaviotas, como en largas colas,
vieron y oyeron danzar a las olas
que festejaron lo que se desplaya
por los verdores de las mil praderas:
¡el gran amor que unió dos almas solas!
Fracasada
(Jotabé Palíndromo tetradecasílabo)
Seria, sola, Adelaida Día le da a los aires*
negativos. Muestra notable de sus desaires
a su propia vida que le resultó mezquina.
Sentada en un banco del parque, justo en la esquina
donde un árbol añoso sostiene una glicina,
ella lamenta: - «¿por qué mejor no fui ladina
si siendo laburante honrada no progresé
sino que, al contrario, de tan pobre me atrasé?
Mis amigas crecieron y gozan sus donaires;
y yo por ser tonta me quedé sola en la ruina.
¡Soy tan fracasada que alquilo y no me casé!»
* Verso palíndromo.
Más bella que la rosa celosa
(Jotabea acróstico doble)
Mamacita, adorable te muestran esos ojos
inmensos, aún más usando lentes rojos.
Divina, que te vistes atractiva, pomposa,
altamente elegante mucho más que la rosa
misma, que natural observa esta tal cosa
a lo lejos con claros rasgos de estar celosa.
Temor sufre pues tú eres toda envidiable,
excepcional; tu brillo siempre luce admirable.
Ansiosa y vil, la rosa mastica sus enojos
mientras cae la infiel ínfula vanidosa:
odio que metió más odio en la flor afable.
Acróstico: Mi dama te amo, tu amor es mío.
Discordia entre hermanas
(Jotabé utilizando el recurso del anagrama)
La bella Nadia* tiene aires* de Diana*,
no por ser de Aries*, sino por hermana.
Diana está seria*, Nadia divertida
y le aconseja: -¡Ríase,* querida!
Si siempre reías* enloquecida.
Sé que así sería* feliz tu vida.
Y Diana la mira* pero no rima*;
carece de manía* y no se anima*.
Porque se pelean* en la semana
hace que no apelen* a una salida
y que Diana planee* por su estima.
Palabras que son anagramas: Nadia, Diana. Aires, aries, seria, ríase, reías, sería. Mira, rima. Manía, anima. Pelean, apelen, planee.
Herencia poética
(Jotabé)
Joven locuaz, no has de olvidar la meta
que te fijé, de servir al poeta;
hombre leal que sabe ser mi amigo.
Debes ser fiel. Óyeme lo que digo:
pronta tendrás que compartir tu abrigo
porque este bardo va a crecer contigo.
Vas a guardar su elemental sapiencia
pues confiará a ti también su ciencia.
Él te sabrá, siempre, mostrar coqueta;
(este es el pacto que acordó conmigo)
también cuidar, pues te dejé de herencia.
Estrella adolescente
(Jotabé)
Joven amada, eres un gran tesoro;
tú significas un real decoro
para la gente que te vio nacer.
Esas personas que te ven crecer
desde que aquel se dignó en creer
que, tu existencia, esencial iba a ser.
Sigue creciendo colonial doncella;
luces genial, adolescente y bella.
Dulce criatura, son tus versos, oro
fiel del poeta que consigue ver
en tu silueta la brillante estrella.
La esmeralda
(Jotabé hexadecasílabo)
Esmeralda, la piedra verde, en el mundo está dispersa
y posiblemente su nombre tiene un origen persa.
Su color viene del cromo, de una belleza exquisita,
y del vanadio. Pero para ser cara, necesita
ser transparente para superar a la malaquita
que en la antigüedad fue apreciada junto a la variscita.
En el antiguo Egipto este cristal tuvo explotación
y Cleopatra le sentía inmensa fascinación.
En muchos lugares del mundo la gente está inmersa
en hallarla; pero aunque la esmeralda sea bonita,
precisa ser gema para tener más valoración.
Que sea un buen amor
(Jotabé Tresacén tridecasílabo)
Quiero que lo de Mónica sea real
y pueda disfrutar de un cónyuge leal.
Porque lo de Úrsula resultó muy malo
con el infiel Rómulo que fue como un palo;
el que le dejó a Américo de regalo
y demostró un odio acérrimo a Gonzalo
en aquel lamentable episodio patético
donde un instante tonto se volvió frenético.
Violencia física con maltrato verbal
por celos ácidos, que en especial señalo,
no sirve, si vale un amor alto en lo ético.
No te puedo olvidar
(Jotabemo Espejo Rimispal)
Todavía no me puse a pensar
en el cuándo te podré olvidar
y de mí vas a desaparecer
pues no puedo dejarte de querer;
sos mi amor, y quieres permanecer
muy prendido en el fondo de mi ser.
Aunque lo tuyo estuvo demás mal,
desde un punto de vista racional,
es algo que podría perdonar
en caso de que quisieras volver
con un arrepentimiento total.
No me importa si fue mucho en total,
porque lo que en verdad quiero es volver
a acariciar, besar y perdonar
como lo hace el humano racional
que no registra la cuenta del mal.
Porque es así como tiene que ser
si unido se quiere permanecer
junto al lazo fornido del querer
que no dejará desaparecer
aquello que no se quiere olvidar
y tampoco se deja de pensar.
Pintura
(Jotabé)
Lento se marchaba cansado el sol
dejando un rastro rojo en arrebol
en un cielo que antes era un azul
que parecía un desplegado tul
alzándose sobre el bello abedul
donde cantaba armonioso un bulbul
en aquella tarde primaveral,
en la que de manera magistral
pintó un cuadro con aerosol
el artista talentoso Raúl
en la inmensa cara sur de un tapial.
Es mejor terminar la relación
(Jotabé Tepén)
Jotabé madre
Tal vez nuestras desencontradas vidas
no están destinadas a estar unidas.
Me di cuenta que: no vale la pena
rogar el amor de quien no fue plena
compañera. Seguir, sólo condena
a nunca crecer. Ella me encadena
a su repetitiva negación
de no aportar para la relación.
Las cosas que pintan estar podridas
llevan con certeza, de forma llena,
sigilosamente, a la destrucción.
Jotabé hijo 1
Tal vez nuestras desencontradas vidas
no están destinadas a estar unidas.
Si así es, no conviene estar porfiando,
ni sirve estar constante peleando
siendo carne de esos que están mirando
el cómo nos estamos lastimando.
Porque sólo somos hazmerreír
de los que opinan para destruír.
Somos personas que somos tenidas
para teatro. Vivimos actuando
para quienes observamos reír.
Jotabé hijo 2
De esto de veras que ya me cansé;
por eso un día que reflexioné
me di cuenta que: no vale la pena
rogar el amor de quien no fue plena
compañera. Seguir, sólo condena
a nunca crecer. Ella me encadena
a un peligroso mal sin sanación
que puede llevar a la perdición.
De cometer locuras me cuidé;
y siempre rechacé lo que envenena
la conciencia y también el corazón.
Jotabé hijo 3
Conforman la familia dos humanos,
hombre y mujer, que luchan como hermanos.
Si uno nomás lucha, se va a cansar
prontito y va a dejar de pelear
la vida difícil que hay que enfrentar.
Por tal causa, no me puedo adaptar
a su repetitiva negación
de no aportar para la relación.
No me alcanzan los brazos ni las manos
para que el amor se pueda salvar...
no depende de mí, no hay solución.
Jotabé hijo 4
Por suerte las hijas están crecidas
y tienen estas cosas asumidas.
Saben que nuestra relación no es buena
y que nuestra charla ya no es serena.
Además sabemos que las apena
el saber que somos vergüenza ajena.
Por eso para acabar la aflicción
es mejor terminar la relación.
Las cosas que pintan estar podridas
llevan con certeza, de forma llena,
sigilosamente, a la destrucción.
Eres todo mi amor
(Jotabea con rima leonina)
Eres quien me encontró porque estaba perdido,
también la que me amó cuando no fui querido.
Eres mi salvadora la que me rescató
haciendo de doctora, que el interior sanó.
Eres mi seductora la que me enamoró,
sensual conquistadora que el alma me endulzó.
Eres esa, Analuz, la que tuvo valor
al quitarme la cruz que me daba dolor,
esa que consiguió convertirme en marido,
la que mi vida adora luego que revivió.
Eres mi dulce luz, eres todo mi amor.
Familia Real
(Corona Jotabé)
Jotabé madre
La reina, en el palacio y sus recintos,
engendró y crio once hijos distintos.
Por ser simientes de varios esposos,
algunos poseen nombres honrosos,
formados caballeros, poderosos,
otros no, que son menos exitosos.
Goza de algunos por sus grandes glorias;
de otros padece sus malas historias.
Entre los jardines en laberintos
oyen las damas, con modos hermosos,
cuando se los dibuja en sus memorias.
Jotabé hijo 1
La reina, en el palacio y sus recintos,
guarda las pruebas de reinos extintos.
Son los trofeos que, su hijo mayor
a quien se lo cree como el mejor,
trajo de las guerras con todo honor
como testimonio de vencedor:
coronas de reyes irrespetuosos
que, contra ellos, se alzaron belicosos.
Triunfos de un hombre de fuertes instintos.
Entre hermanos se nota que hay rencor
por ser simientes de varios esposos.
Jotabé hijo 2
Por ser simientes de varios esposos,
hasta en los éxitos están celosos.
Como el mayor es muy bueno en la guerra,
por esto el segundo hijo se destierra:
la envidia lo hace viajar a Inglaterra;
quiere la reina y dominar la tierra.
Busca tener razones meritorias
de cuantiosas riquezas y victorias.
Pero sus intentos son infructuosos.
La reina, después de que el hijo erra,
goza de algunos por sus grandes glorias.
Jotabé hijo 3
Goza de algunos por sus grandes glorias;
y de empresas de excelsas trayectorias
el tercer hijo, que es de pinta, mono;
por sus hermanos, nunca siente encono.
Él es un ambicioso de otro tono:
de negocios, de los que es su patrono.
Cría y vende buenos caballos pintos.
Fábrica, de cueros, bolsos y cintos.
Para él han sido satisfactorias
las obras de su madre que, en el trono,
engendró y crio once hijos distintos.
Jotabé hijo 4
Engendró y crio once hijos distintos,
como el cuarto hijo que toca requintos,
la mandolina, el arpa y la guitarra.
Cuando a las bebidas dulces agarra,
se va a la plaza para estar de farra;
y si ve soldados, se despatarra.
Suele meterse en lugares lodosos
y caer dormido en grandes reposos.
Éste se pone a beber vinos tintos
con amigos, debajo de la parra;
algunos poseen nombres honrosos.
Jotabé hijo 5
Algunos poseen nombres honrosos,
pero el quinto hijo con dones valiosos.
Oficiar de doctor, le es placentero,
pero hay quienes le dicen hechicero.
En realidad, él es un yuyero
que cura gente como un curandero:
con aloes, con cremas de achicorias,
con jarabes de miel y zanahorias.
Este es uno de los hijos virtuosos
para la reina, así como el primero.
De otros padece sus malas historias.
Jotabé hijo 6
De otros padece sus malas historias,
como la del de mañas predatorias.
El sexto hijo se plantó de matón.
Anda en cosas sucias como un bribón.
De una pandilla, él es el patrón;
no le gusta que lo llamen ladrón.
Lleva a cabo negocios sospechosos
que consigue con actos mentirosos.
Suele asaltar carretas migratorias,
donde ataca con fuerza de león
formados caballeros, poderosos.
Jotabé hijo 7
Formados caballeros, poderosos,
comandan hombres guerreros famosos.
El séptimo es el que dirige y guía
un ejército de caballería.
Príncipe que cuida con valentía
el castillo y la reina, noche y día.
Hombre guapo, de cabellos retintos;
cortaba para su amada, jacintos.
A estas flores de colores brillosos,
el príncipe siempre las conseguía
entre los jardines en laberintos.
Jotabé hijo 8
Entre los jardines en laberintos
se crearon cuadros de variopintos.
El octavo hijo es maestro pintor;
también es un diestro restaurador.
Para sus súbditos es un cultor
reconocido como: «Gran Señor».
Él está entre los más talentosos
porque hace trabajos maravillosos.
(Usa derivados de terebintos).
Para la reina, este hijo es ganador,
otros no, que son menos exitosos.
Jotabé hijo 9
Otros no, que son menos exitosos,
como esos que se muestran codiciosos.
Al noveno le gustan los «quereres»
que posean bellezas y poderes
para disfrutar de ellos los placeres
que jamás obtiene con sus haberes.
Sus grandes ambiciones son notorias
que hasta visita damas vejestorias.
Por esta clase de hijos vanidosos
la reina se apena entre las mujeres
cuando se los dibuja en sus memorias.
Jotabé hijo 10
Cuando se los dibuja en sus memorias,
su majestad lamenta las escorias
entre diez hijos que ella ha concebido.
Una es la primera hija que ha nacido;
quien tuvo un comportamiento atrevido
robando una propiedad y un marido.
Tiene los motivos más desastrosos
con vanos pensamientos asquerosos.
Sus acusaciones son ilusorias.
De esta hija, con derrotero torcido,
oyen las damas, con modos hermosos.
Jotabé hijo 11
Oyen las damas, con modos hermosos,
de una joven, sus logros estudiosos.
La hija número once es la más pequeña,
que en un colegio superior se empeña
para alcanzar eso con lo que sueña:
ser actriz y, de un castillo, ser dueña.
Desembuchó en relatos sucintos
sus planes con grados cuartos y quintos.
Ella le obsequia los ratos dichosos
en que de veras se siente risueña
la reina, en el palacio y sus recintos.
(Corona Jotabé ganadora de la Sexta Distinción del XIV Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)
La mujer
(Jotabeíno)
Es la exquisitez de la miel, el dulzor;
alma de panal, puro néctar de amor.
Irradia la luz su mirada melosa
impartiendo paz en su tez luminosa.
El dulce tonal de su voz armoniosa
calma el corazón con cariño, la hermosa.
Contiene en su ser el poder de la vida
al ser creación especial, bendecida.
Recibe de mí merecido loor,
porque tu esencial existencia es preciosa:
la vida, mujer, es por ti concebida.
En la madurez
(Jotabé Tresacén tridecasílabo)
A esa edad vive plácido en lo emocional
pues no tiene el ímpetu de lo pasional.
Controla el estímulo normal que madura
por percibir que su psíquica es más segura
en el género que, imparcial en su postura,
mantiene la lívido en su gradual cordura.
El deseo sexual se torna más pacífico
sin motivo puntual ni detalle específico.
Pero él está lúcido en lo personal
sin temer la trágica relación futura
que muera por no ser, en el amor, prolífico.
Un canto a Juan Benito
(Jotabé dodecasílabo)
Más que un homenaje, lo digo en concreto,
a Juan Benito doy gracias y respeto.
Por eminente poeta, estoy cantando
los versos que están alegres resonando
en mi guitarra, inspirados y rimando
con esencias del grupo Jotabeando.
Con floreos de oro le canto al Maestro
al son de una milonga, versar de ancestro.
Al honrar su persona quedo completo,
retribuyendo al saber que me está dando
para forjar Jotabés como alguien diestro.
Sólo amigos
(Jotabé)
¡Qué dulce mujer! su suave ternura
fusiona perfecto con la hermosura.
Por resultar tan honesta y sincera,
además de sencilla y verdadera,
me gusta que sea mi compañera,
especial, que no posee cualquiera.
Es, de acciones buenas, gran productora;
su gana de ayudar nunca demora.
Tal vez haya una relación futura,
quizá no. Pero de cualquier manera
disfruto su amistad a toda hora.
Adulterio
(Jotabem Mensaje Oculto Silábico)
Afligido moriría
lealmente, altercaría.
Escribiría mirando:
aventurados morfando,
sentaditos degustando
románticos, disfrutando.
Tinta toda deflecada,
vaga, loca, resfalada.
A Teziel sofrenaría
rabioso. Dos meneando.
Josemarí, rescatada.
Mensaje oculto: Amo leal. Es mi amor sendero distinto de valores atesorados, mejores.
Corrupción
(Jotabé Mensaje Oculto eneasílabo)
Esta rara excusa social
es sólo amnistía mundial.
Un juego extraño reparado,
pecado oscuro reiterado,
que un incapaz empoderado
no conocido, obró, nombrado.
Osado zorro, craso, ocioso;
en lo alto me oprime rabioso.
Fuiste ilustre, excelso, leal;
y sólo irás nomás comprado,
esperando robar, odioso.
Mensaje oculto: Eres esa mujer por quien conozco el amor fiel y sincero.
Pimpollos de amor
(Jotabé Críptico dodecasílabo)
Jacon másestas tiebonitas nenflores
quete sadeclaro bermis poramores.
Quésus nopétalos eson xisacentos
teque lallevan mulos jerpensamientos
ende mipimpollos, vipor damomentos,
esa quesurgir nunen casentimientos.
pienen sotus camanos sarabrirán;
melos soysecretos unte tidirán,
pode nepasiones, ciosus quedulzores.
nolos creperfumes, econ enatentos
elmodos, abesos morte fieldarán.
Mensaje críptico: Jamás tienen que saber por qué no existe la mujer en mi vida. Es que nunca pienso casarme;
soy un tipo necio que no cree en el amor fiel.
(Jotabem troncal)
Con estas bonitas flores
te declaro mis amores.
Sus pétalos son acentos
que llevan los pensamientos
de pimpollos, por momentos,
a surgir en sentimientos.
En tus manos abrirán;
los secretos te dirán,
de pasiones, sus dulzores.
Los perfumes, con atentos
modos, besos te darán.
Payaso Piñón fijo
(Jotabem)
Genio que alegró mi hijo,
el payaso Piñón Fijo.
Desde su traje atractivo
hace un humor constructivo
con lenguaje selectivo,
sentimental e instructivo.
A su «chuchu wa» famoso
lo canta mi nieto hermoso.
Cantor, músico prolijo,
su mensaje es positivo,
muy alegre y cariñoso.
Me volví a...
(Jotabeíno)
Con quien tropecé, no querré tropezar;
y...me la encontré. No lo pude evitar.
Jamás aprendí sobre temas de amores,
por más que sufrí sus tremendos dolores
y que degusté los amargos sabores,
siempre recaí con los mismos errores.
¿Qué se puede hacer si no existe razón
que consiga entrar al senil corazón?
En el juego estoy, volveré a jugar.
¿Y si estos, tal vez, son los tiempos mejores?
¡Quizá al amor le llegó la sazón!
Ladrón de amor
(Jotabé Tresacén tridecasílabo)
Me mantuve incrédulo frente al vil error
cuando fui cleptómano por aquel amor.
Fue etéreo aquel instante descabellado
por el éxtasis que me dejó elevado,
cual si algo mágico, infiel, me guiara obligado
a ser un impertérrito ladrón osado.
Es que mi brutal impulso era casi ilógico
por ese terrible descontrol fisiológico
que ella me causó. Frígido frente al pavor
me planté. Mórbido me sostuve parado
cuando recibí el castigo, que era lógico.
¡Cómo olvidar esa boca!
(Jotabeíno)
De cuando sentí su paseo de boca,
quedó el calor que en mi cuerpo se evoca.
Las gotas de miel que bajaron mi pecho
en roja pasión, dibujaron, un trecho,
el surco sin par, donde halló el provecho
del oro viril ocultado en mi lecho.
No puedo olvidar esa boca y su beso
de tibio desliz en lingual embeleso.
En la soledad, el deseo me invoca
aquella mujer, y su amor muy bien hecho;
que regresará repitiendo el proceso.
El primer amor
(Jotabemoa Espejo Rimispal)
- Escúchame mujer, ¿qué ves en el balcón?
»¿Existe alguna cosa que llama tu atención?
- No nada mi abuelita, sólo respiro afuera
el aire fresco y puro que da la costanera
y admiro la belleza del gran río y su vera
que logra renovar mi alma quinceañera.
Pero aquella abuelita, por su mucha sapiencia,
sospechó que mirara tanto con insistencia.
La causa era un mocito, dueño del corazón
de la tierna doncella, la que por vez primera
tendría del amor, la melosa experiencia.
Tirana es la pasión, y es dura su experiencia
en quien no le conoce su jugada primera,
donde con cachetazos entrena el corazón.
Comprueba la constancia, controla la insistencia
para poder donar su valiosa sapiencia.
Así fue que lo supo la tal quinceañera
una noche escondida resguardada en la vera
abrazada a su «río» junto a la costanera,
cuando, al dormir la abuela, pudo salir afuera.
La abuela se enteró, le llamó la atención;
y aunque puso cortinas, mira desde el balcón.
Sacrificio
(Jotabé Tepén)
Jotabé madre
Hijito, si un día me ves caído,
jamás vayas a pensar que he perdido.
Nunca olvides: la hoja debe caer
para que otras más puedan obtener
la vida, desarrollarse y vencer
la tormenta para lograr crecer.
Pero dejaré mi semilla pura
que un día tendrá su fruta segura.
Tú serás el que se alzará erguido
cual fruto que habrá de prevalecer
como mi imborrable herencia futura.
Jotabé hijo 1
Hijito, si un día me ves caído,
jamás vayas a pensar que he perdido.
Mira, tiene que caer la cascada
para ofrecer su fresca agua sagrada
a la tierra que suspira cansada
y que ya no da su espiga dorada.
Entregar sus aguas, no es desperdicio;
cumple un deber de amor, ese es su oficio.
Cuando te enteres bien que ya he partido,
acepta que mi vida fue ofrendada
a favor de mi pueblo, en sacrificio.
Jotabé hijo 2
Jamás debes sufrir ante mi muerte
por lamentarla; tienes que ser fuerte.
Nunca olvides: la hoja debe caer
para que otras más puedan obtener
la vida, desarrollarse y vencer
la tormenta para lograr crecer.
Mi sangre abonará todo este suelo
para hacer crecer el pan del consuelo.
No te pongas a renegar mi suerte
cuando me veas desaparecer;
salvar mi gente es mi único anhelo.
Jotabé hijo 3
No permitiré que acabe mi raza
el hombre malvado que anda en la caza
de nuestras cabezas en la cruel guerra.
No vencerá ese mal que me encierra
aunque tenga que caer, por mi tierra
y mi nación, en manos del que erra.
Pero dejaré mi semilla pura
que un día tendrá su fruta segura.
La decisión de mi tribu me abraza,
de jamás entregarse al que se emperra
en acabarla, aunque se la haga dura.
Jotabé hijo 4
Escucha, por más que haya fallecido,
de tu lado, yo jamás me habré ido.
Estaré para brindarte poder
en el viento, que tendrá que correr
en tu ayuda si estás por decaer
en fuerzas. Él te habrá de proteger.
Confianza debe inspirar tu postura
y fe inquebrantable tu compostura.
Tú serás el que se alzará erguido
cual fruto que habrá de prevalecer
como mi imborrable herencia futura.
Copas de lágrimas
(Jotabeíno)
Esta Navidad no será halagüeña,
porque no hay razón para un alma risueña.
Es que, no estará ya quien fuera la dama.
Aquella especial gran señora que llama
con tanta ansiedad, pues de veras la ama.
Se fue la mujer que nombró: «bela mama».
No estará feliz. No tendrá esa amiga
que, con dulce voz maternal, lo bendiga.
Extrañará ver, en su silla, a la dueña.
Lágrimas de amor en la copa derrama...
Él pide perdón, la tristeza lo obliga.
Por este amor
(Jotabeíno)
Dedicado a una amiga
De verdad no sé si podré olvidarte...
No lo lograré, porque siempre he de amarte.
Pero esa mujer, la que tienes ahora,
nunca te amará ni siquiera una hora
pues sólo será la fatal predadora
que no puede ser verdadera señora.
No puedo entender el por qué haces esto.
Nunca te fallé. Para mí es funesto.
Hoy lo decidí, de que voy a esperarte
porque siempre fui la tenaz luchadora.
Yo por este amor, echaré todo el resto.
Mudanza de amor
(Jotabé Tresacén dodecasílabo)
Empieza el éxodo de mi corazón;
seguro que es épica la decisión.
Buscará un hábitat más saludable;
ambiente natural, prístino, agradable
de tranquilidad etérea, loable;
donde el valor máximo sea alcanzable.
Desea dejar ese mundo malísimo
porque el nivel de respeto ya es bajísimo.
Que sea el génesis de su salvación
esa mujer cándida bella y sociable
que le ofrece un espacio de amor purísimo.
Antártida en peligro
(Jotabé tetradecasílabo)
El polo norte de la tierra está en el Ártico
y el polo sur se ubica en el continente Antártico.
En este último está la zona más austral
llamada Antártida; su existencia es esencial
para la vida, y sufre un gran problema ambiental:
el derretimiento, clara amenaza mundial.
A muchos nos tiene impacientes, preocupados;
a otros, realmente, demás atemorizados.
Ojalá que un pronto arreglo resulte catártico;
que nos libere del peligro a nivel global
que acosa y nos tiene emocionalmente atrapados.
La haré mi novia
(Jotabem Verbus)
Recuerdo cuando pasó
lo mucho que me miró.
De nuevo otra vez me mira
ahora. Camina y gira;
puedo oírle que suspira,
hasta un beso que me tira.
Creo que la aceptaré
en hora que le hablaré.
Porque una señal dejó
de que, ser mi novia, aspira;
por eso la buscaré.
Mama, te recordaré
(Jotabé Agudo eneasílabo)
Jamás podré vivir mejor
al padecer el cruel dolor,
pues falleció mi corazón,
la que fue mi mayor pasión,
quien me brindó la educación
y me forjó un buen varón:
mi mamá, la especial mujer
que desplegó su leal ser.
Viví, gocé, lloré su amor
que evocaré con emoción
y no va a desaparecer.
En vuelo
(Jotabeíno)
En punto final se prepara mi alma
para cabalgar, en la nube, en la jalma.
Ella quiere ir, remontando del suelo,
queriendo lucir su blanquísimo velo,
en lento flotar, cadenciosa en el vuelo,
buscando llegar tan purísima al cielo.
Desea dejar el dolor infernal.
Ya quiere partir al recuerdo inmortal.
Después de caer como aliento en la palma
de su creador, logrará ese anhelo
de permanecer con el ser celestial.
Así es la amistad
(Jotabeíno)
Sé que la amistad no es lugar de exigencia;
en ella no estás, por favor, a insistencia.
Es el corazón el que elige en verdad.
Tiene la virtud de buscar lealtad
en el que también va a querer igualdad
buscando tener la esencial amistad.
Sí, tiene que ser de alma fiel el amigo;
la sinceridad es su aval y su abrigo.
Sólo por amor mantendrá existencia
la pura amistad, que conlleva equidad.
Jamás puede estar obligada contigo.
Discurso especial
(Jotabeíno Tresacén)
Quiere preparar el atípico esquema
que pueda tener un poético lema.
Que por general, específico, diga
que una enfermedad es su rígida amiga.
Su estado mental, algo tácito abriga
que puede sentir como mórbida liga.
El señor sufrió siempre un límite en esto;
por eso expondrá tan enérgico el resto.
Podrá componer un magnífico tema
si puede escribir con la máxima intriga;
o lo tirará pronto al rústico cesto.
Noche de bailes y tragos
(Jotabemoíno Espejo Rimispal)
Un amanecer, inspirado, tomando
un fuerte licor, me encontraron cantando.
Marché a buscar alegría solito;
lo que fue: a bailar al boliche, bonito.
También a tomar un pausado traguito;
y al tiempo quedé demasiado loquito.
Sin dejar de hablar, mareado, seguí;
cuando al caminar, al final, me perdí.
Pensando adónde ir, continué delirando.
Por largo reír, me encontré muy tontito
al reconocer que embriagado me vi.
Pero en conclusión, divertido me vi.
Al reflexionar el que estuve tontito,
no me molestó terminar delirando.
Y no me importó si por ratos perdí
toda ubicación, pues tranquilo seguí.
Es algo normal el ponerse loquito
momento después de tomarse un traguito;
eso es aún más si te mira bonito
esa juventud que te nota solito.
Esta es la razón de que, alegre cantando,
mucho me pasé de la raya, tomando.
|