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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
ÁNGEL RAÚL MORINIGO INCHAUSTI
 
Poemas página 02
Poemas página 03
 
Ángel Raúl Morinigo Inchausti

Ángel Raúl
Morinigo Inchausti

Ciudad del Este
(Paraguay)

El elefante (notas fúnebres)

(Jotabé dodecasílabo)


El alma gentil de un gigante evapora...
Bailando al compás de la tecla sonora.

Abstracta melodía de sangre y muerte
el viento desgarra... llorando su suerte.
Pobre elefante, su marfil lo convierte,
en la fúnebre nota que vibra inerte.

Se luce el pianista con gran maestría,
tocando la «fuga» de su alma vacía.

La sabana desierta su extinción llora;
cincuenta y cuatro teclas su sombra advierte,
sonando silente en la noche sombría.



Reminiscencia


(Jotabea)


Cayendo esta la nieve; pintando va de armiño...
Un ángel en el suelo.. que ayer dibujó un niño.

El niño se ha marchado, la nieve está muy fría,
tan fría está la nieve... que volver no podría.
Ayer se fue jugando... creo que al mediodía,
yo me quedé mirando la ventana sombría.

Está todo silente... ¿Por dónde se habrá ido?
Lo busco entre las sombras, sabiéndolo perdido.

Prisionero de brumas, a su sombra me ciño;
cuando jugaba el niño cantando de alegría...
Y dibujaba el ángel... hoy de nieve vestido.



Noche de mar llena


(Jotabé)


Mañana... ya perezoso de río,
sembrado de lunas; de sol, umbrío...

He de tornar a tu playa, silente...
Como una brisa de vuelo doliente,
vestido de nieve, de ayer ausente;
siendo el mismo, pero muy diferente.

Iré sin huellas para ser arena,
tu blanca espuma acunará mi pena.

En la sombra beberé tu rocío,
y con tus olas lavaré mi frente;
ya sin ser, seré, noche de mar llena.



La flor de loto (Las tres preguntas)


(Jotabé)


Es la primera pregunta: ¿Quién soy?
La segunda, un misterio: ¿A dónde voy?

Con la tercera pregunta: ¿Con quién?
Porque solo, jamás estuvo bien,
siendo muchos pero es uno también,
el nacimiento y la muerte en su sien.

El círculo continúo del ser...
La pura conciencia puede romper.

Y la verdad ilusoria del hoy,
pasará de la materia, recién,
cuando de loto pueda florecer.



Rebelde


(Jotabé)


¡Ataca rebelde; escribe escritor!
Que el mundo sienta su amargo sabor.

Escribe sin miedo; di tu verdad,
tú eres farola en la oscuridad.
Deja que miren la realidad...
que celoso esconde la sociedad.

¡No te avergüences nunca de escribir!
Ni creas que es en vano combatir

la bruma que cubre un mundo mejor,
que serán tus letras la libertad
plena, que jamás podrán extinguir.



Canto de vida


(Jotabé)


Llega del alba con rayos vestidos
sueños de verdes caminos floridos.

Viste de aromas las dulces praderas
trinan las aves, maduran la peras,
corre el caballo, cruzando fronteras
brillan las flores de mil primaveras.

Tiemblo mirando de asombro la vida,
nunca se apaga su llama encendida.

Fluye al arroyo murmullos perdidos
vuelve a la fuente dejando quimeras;
mientras... yo, busco la musa dormida.



El viajero


(Jotabea Exacto con rima leonina, 35 letras por verso)


Caminando esta vida, soñando voy depierto,
beso la luz perdida... de la flor del desierto.

Laureles yo no quiero; busco la paz serena,
en soledad prefiero, verter la musa en pena;
sabe ella del viajero, que rompió la cadena,
de un antiguo velero, navegando en la arena.

Pero el búho reclama de mi noche el secreto,
guardo para la dama, los versos de un soneto.

Vive mi alma dolida; mi destino es incierto,
solo encontrar espero, la perenne azucena,
como silente flama... para un viaje discreto.



De carne la noche


(Jotabé)


La pluma oscura de sombra brillante
derrama armonía de tu alma errante.

De carne la noche, desnuda espera...
Pagana en fiesta de sacra lumbrera;
la copa de Baco... fiel compañera
llenó tu cáliz de luna postrera.

Charles Baudelaire tu sendero es testigo,
la oscuridad florece como el trigo...

Y es Pan, del vate su muerte constante,
que bebiendo el mar su barca libera,
buscando a su libertad... un abrigo.



Trencito


(Jotabé tridecasílabo)


Llévame por ese sendero de quimeras
y crucemos valles, montañas y praderas.

No importa el destino, sigamos un lucero,
yo llevaré un suspiro de amor verdadero.
Bajemos en diciembre cuando llegue enero,
y en abril... plantemos una flor de romero.

Sigue trencito, columpiando el corazón...
que dichoso voy pasando cada estación.

Unos llevan otoños, otros primaveras;
yo solo llevo un suspiro de amor y quiero,
cantarle a la vida por tan bella ilusión.



Dulce voz de Valencia


(Jotabea con rima leonina)


Yo le canto a Valencia porque Valencia encanta,
su voz de antigua esencia dulce vuelo levanta.

Del futuro anhelado... será tu son canoro,
el camino sagrado de otro Siglo de Oro.
Martorrell ha guardado para el mundo un tesoro;
tu alma, como legado de la tierra que adoro.

Vive en ti el ruiseñor que canta de mañana,
dulces versos de amor en lengua valenciana.

Como el Turia, tu herencia fluye y su voz levanta,
la llama que ha dejado tu espíritu sonoro,
fúlgido aliento en flor que acuno en mi ventana.



Al gran Antonio Machado


(Jotabea con rima leonina)


Cruzaste cien riberas insigne ruiseñor,
sembrando primaveras, cultivando el amor.

De la fuente cantora, la voz serena fuiste,
con su copla sonora tu corazón fundiste.
Hoy, la plaza te añora, la tarde está muy triste,
con agrio ruido llora la flor que ya no existe.

Tan lejos has marchado de tu Castilla hermosa,
gran Antonio machado de lira tan formosa.

De ensueños y quimeras vestiste tu alma en flor...
Tu luz, la bella aurora, Leonor, a quien diste
tu vida, enamorado; siempre en tu voz se posa...



Letanía


(Jotabé Trirrima eneasílabo)


Amor, serena melodía,
flor morena, melancolía.

Ajena ambrosía, mi albor...
Llena el alma mía un dolor,
cadena y porfía el clamor,
pena que guía tu dulzor.

Sería mejor, la condena
fría al calor de tu azucena.

Mi temblor suena a letanía,
frena mi osadía el valor;
fía el sabor que me enajena.



Bebiendo utopía


(Jotabé tetradecasílabo)


Calla, razón... que alimentas la realidad.
¡Calla! Mi luna está dormida en la oscuridad.

Deja de pintar tu geométrico horizonte
con la rigidez espartana; que aun Jenofonte,
que subió con ática dulzura el sacro monte;
ha guardado un óbolo para el viejo Caronte.

¡Calla, razón, que voy a embriagar mi fantasía!
Juntos sembraremos flores bebiendo utopía,

siguiendo el sendero que huye de tu verdad;
tal vez encontremos de Borges, aquel bisonte,
que ignora del hombre, la realidad sombría.



Los versos del poeta


(Jotabé tetradecasílabo)


Poco importa cómo concibe el vate su obra,
una vez plasmada, por sí misma vida cobra.

Independiente del albedrío del poeta...
Dependerá de quien lea y como lo interpreta,
pues, será diferente, con la misma silueta,
la luz que atraviesa, del cristal una faceta.

En su espíritu habitará la voz ya perdida,
del río que ha cantado su lenta despedida.

Solo el inmutable estado, será lo que sobra.
Y en el silencio que grita de forma discreta;
los versos del poeta... llorará su partida.



Si tan solo pudiera, madre mía


(Jotabé)


Si tan solo, como la mies pudiera,
guardar en un grano la vida entera.

Guardaría tus besos cariñosos,
madre mía; esos besos luminosos
que convierten mis días procelosos,
en pétalos de sueños tan hermosos.

Y lleno de alegría; con tu amor
que llevo en el alma como una flor...

Yo sembraría el grano en primavera,
y antes de llegar los días lluviosos...
Volverías, madre, a mí, con tu albor.



Sustancia


(Jotabé tetradecasílabo)


La cigarra no conoce el ciclo de la luna,
ni que más allá del mar existe una laguna.

Pero el hombre sigue la espiral de la serpiente,
pasando las esferas y rumbo al sol naciente...
Será del tiempo pasado el eterno presente;
el quinto elemento (el éter), de su carne ausente.

El pensamiento, vital sustancia de la vida,
se unirá a la conciencia pura que nada olvida.

Y el tiempo, viejo alquimista, tendrá su fortuna;
la materia inerte. Y la cigarra, de repente
emergerá de la tierra cantando encendida.



Filomena


(Jotabea)


Nacerá de la fuente la doncella cantando,
será bruma y corriente con el río jugando.

Vestida de dulzura como pulcra azucena
florida, su alma pura romperá la cadena
derruida que perdura, con la luna serena
dormida que fulgura, destellando mi pena.

Ella será mi cielo... la esencia de mi ser,
estrella del desvelo, luz de mi atardecer.

Vencerá la silente nostalgia derramando
vida que vida cura... celestial Filomena,
bella musa; tu vuelo será mi amanecer.



Pobre Gréndel


(Jotabé tetradecasílabo)


Más allá de la neblina, en la orilla del lago,
en el fondo de la cueva, Gréndel, el aciago

descendiente de Caín, yace en la oscuridad.
Los bardos cantan- ¡Que siga la festividad,
Gréndel ha muerto, terminó la calamidad,
la torva criatura ya no es, sino eternidad!

(La densidad humana de tu sangre mortal
te legó del hombre la vida, la muerte y el mal).

Y todos, pobre Gréndel, brindaron con un trago,
creyendo que el monstruo ha muerto, pero no es verdad:
Tú, solo fuiste el vástago del hombre; su igual.

 
     
   
     
 
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