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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
ANÍBAL JOSÉ GARCÍA ESPINOZA
 
Poemas página 01
Poemas página 02

Poemas página 03
Poemas página 04
 
Aníbal José García Espinoza

Aníbal José
García Espinoza

San Félix De Guayana, Edo. Bolívar (Venezuela)
Reside en Manaos (Brasil)

Condenados

(Jotabé decasílabo)


Nos quedamos los dos atrapados,
como dos cautivos condenados.

Nos faltó valor para escapar,
y una nueva vida comenzar,
en la soledad de algún lugar;
donde el alma pueda descansar.

Lo que un día fue pasión dulzura,
ahora causa tanta amargura.

Nos ven como dos enamorados,
aprendimos bien a disfrazar;
el sentimiento que nos tortura.



Sonrisa cósmica


(Jotabé)


Venus, Saturno y la luna creciente,
nos regalan un cielo diferente.

Creo que nos llaman a sonreír,
olvidar por un instante el sufrir;
a través de la risa descubrir,
esa magia sublime de vivir.

Unámonos para dar alegría,
hacer de este mundo una poesía.

Alegrar al niño convaleciente,
al que no tiene para subsistir;
a los que sufren por la noche fría.



Sapiencia


(Jotabé)


En la vida debes tener cuidado,
del hombre que se muestra muy callado.

Decían los viejos en su sapiencia,
pues son un volcán en plena potencia,
al no poder ocultar su apariencia;
su falsedad hará acto de presencia.

En nuestro andar hay que ser precavido,
no importa si aparece un ofendido.

Seguro evitarás ser salpicado,
si sigues el consejo de la ciencia;
porque hasta el Nazareno fue vendido.



Tus huellas buscaré


(Jotabé tetradecasílabo)


Dime, amado, dónde tus rebaños pastoreas,
¿a qué hora de la tarde sobre el pasto sesteas?

Me quiero encontrar contigo en tu dura jornada,
para que pruebes los besos de tu dulce amada;
entre mi pecho aliviaré la carga pesada,
y tu alma sedienta con mi amor será saciada.

Si no me dices dónde, tus huellas buscaré
con la fuerza de una doncella, te encontraré.

¡Soy dichosa entre todas las mujeres hebreas!
mi amado me reveló el lugar de su morada,
y por siempre entre sus tiernos brazos estaré.



Celo bendito


(Jotabé)


Él entró al templo cargado de celo,
las monedas rodaron por el suelo.

Y con el látigo que preparó,
los cambistas ladrones expulsó;
también a los vendedores que halló,
palomas, bueyes y ovejas soltó.

Por la vil ganancia fue profanada,
el lugar donde habita su morada.

Con la autoridad y poder del cielo,
Jesús el santuario purificó;
la oración de los pueblos fue escuchada.



Comed de mi cuerpo


(Jotabé)


Un pan sin fermento ha representado,
su cuerpo puro que fue traspasado.

Con santidad debemos de Él comer,
también de su sangre viva beber,
así la santa esencia de su ser;
en el corazón va a permanecer.

Quién no come de su carne sagrada,
al reino glorioso no tiene entrada.

Bendito el hombre que ha participado,
del dolor de su amargo padecer;
su alma del polvo será levantada.



Mario Vargas Llosa


(Jotabé)


Se nos fue un exelente ser humano,
orgullo latinoamericano.

Nos hará bastante falta su prosa,
sus poemas con esencia de rosa,
siempre con la reflexión luminosa;
frases que fueron cual piedra preciosa.

Premio nobel de la literatura,
un amante también de la lectura.

De dolor se llena el pueblo Peruano,
y el mundo llora a Mario Vargas Llosa;
hoy se vistió de luto la escritura.



No es una carga


(Jotabé decasílabo)


No es una carga ni está pesado,
le dijo el niño triste, al soldado.

Al que llevo conmigo es mi hermano,
por eso lo siento tan liviano,
vengo desde un camino lejano;
para que se haga polvo en su mano;

Se alejó con un peso mayor,
el peso de un amargo dolor.

Mas nada se aprendió del pasado,
la guerra es algo tan cotidiano;
que nadie está libre del terror.



Un mundo colorido


(Jotabé dodecasílabo)


El artista en su mente un mundo imagina,
y lo plasma en el lienzo de forma fina.

Muchas veces es difícil percibir,
el mensaje que desea trasmitir,
pero cuando no unimos a su sentir;
entre líneas un lago puede fluir.

El artista no busca ser comprendido,
apenas nos deja un mundo colorido.

Al final soy uno más de los que opina,
que cada quien es libre de compartir;
su sentir, sus sueños, o lo que ha vivido.


Cuadro: From the lake de Georgia O'Keeffe



Reconciliate con tu hermano


(Jotabé dodecasílabo)


Antes de dejar tu ofrenda en el altar,
con tu hermano te debes reconciliar.

¿Cómo ante Dios vas a elevar tu oración?
con raíz de amargura en tu corazón,
si no eres capaz de ofrecer el perdón;
vana es en toda forma tu devoción.

Hay que seguir el ejemplo del Señor,
hasta al enemigo le mostró su amor.

Si perdonas en paz, podrás descansar,
y del cielo una fuente de bendición;
dará cura a todo tu ser interior.



Mi propio reflejo


(Jotabé decasílabo)


El viento se quedó en su guarida,
los árboles parecen sin vida.

El sol hoy no quiso aparecer,
por las sombras se dejó vencer;
dejando triste el amanecer,
que espera siempre su renacer.

Se cubre de tinieblas el día,
en el campo se fue la alegría.

Esta mañana tan deprimida,
mi propio reflejo puedo ver;
la tristeza nubla el alma mía.



Amor entre penurias


(Jotabé dodecasílabo)


En una vieja calle de la ciudad,
miré un amor entre la insalubridad.

Abrazados compartían sus temores,
su misma miseria sus mismos dolores,
compartían también sus vicios y olores;
aquel lugar era su jardín de flores.

Parece que el amor no tiene barrera,
y florece donde el hombre no lo espera.

Cuántas almas se aman en la oscuridad,
entre las penurias sin admiradores;
tal vez es la forma de amar más sincera.



Hoy puedo vivir


(Jotabé)


Cada vez que contemplo tu pasión,
no consigo detener la emoción.

Tanto amor en tu corazón fluyendo,
sin importar lo que estabas sufriendo,
tu cuerpo herido, la sangre corriendo;
debilitado en el suelo cayendo.

Mas seguías firme sin desistir
decidido, estabas pronto morir.

Y me alcanzó tu gracia y compasión,
cuando mis pasos se estaban perdiendo,
por ti mi Jesús, hoy puedo vivir.



Jotabeando


(Jotabé)


En Jotabeando encontré un hogar,
donde el niño interior puede soñar.

Buenos amigos para compartir,
a todos nos une un mismo sentir,
pintando con letras un porvenir;
donde en igualdad podamos vivir.

Al frente de este barco un veterano,
siempre con amor extiende su mano.

Juntos con fuerza vamos a lograr,
que este grupo no deje de existir;
seguirá en pie la obra del Valenciano.



Mi despedida


(Jotabé)


Oh, mi amor, cuando me toque partir,
con la luz de tus ojos me quiero ir.

Tomado de tus manos cariñosas,
que me hicieron sentir cosas hermosas,
y en aquellas horas muy dolorosas;
fueron cual lluvia que riega las rosas.

Y antes que mi cuerpo se quede tieso,
como el mayor trofeo, dame un beso.

Moriré feliz si más que pedir,
viajará mi alma con las mariposas;
y se quedará en mí tu amor impreso.



Oveja negra


(Jotabemo)


Muy diferente al rebaño era yo,
oveja negra, el mundo me llamó.

Despreciado y solitario vivía,
la luna era siempre mi compañía,
las aves sabían de mi agonía;
volar lejos muchas veces quería.

Esa lucha incansable, sin final,
palabras que fueron como puñal.

Pero de pronto un hombre se acercó,
con su gracia y sublime simpatía;
me hizo sentir algo lindo, especial.


Y dijo que desde siempre me amó,
que mis tristes gemidos escuchó.

Arrancó de mi alma la rebeldía,
y las ropas rasgadas que tenía,
al redil me llevó aquel bello día;
me recibieron con gran alegría.

Por fin siento un amor puro y real,
trasciende cualquier cosa material.

Mi diferencia, Jesús comprendió,
cosa que este mundo jamás haría;
solamente él nos ama por igual.



Alégrate con ella


(Jotabé tetradecasílabo)


Alégrate con la mujer de tu juventud,
no la desampares, ámala con prontitud.

Que en sus pechos, como vino, te embriague de amores,
en sus labios suaves, descubras nuevos sabores,
y en su fuente bendita, se curen tus dolores;
vuelve a reconquistarla, con un ramo de flores.

Y recuerda que, como carbones encendidos,
son los falsos amores, los placeres prohibidos.

Envejecer los dos juntos es una virtud,
es como ver el cielo en diferentes colores;
y que, en la eternidad, sean otra vez reunidos.



Amado Jesús


(Jotabea)


Hoy la vida te entrego, mi amado Salvador,
eres mi dulce luz, eres todo mi amor.

Sé que tú, mi Jesús, lleno eres de bondad
te puedo contemplar al ver la inmensidad;
de las estrellas mil, el cielo en majestad
toda la creación habla de tu Deidad.

Yo también me doblego, rindo mi adoración,
con el mejor perfume que da mi corazón.

Líbrame de negar tu gran nombre Señor,
que gobierne en mis labios tu sublime verdad;
si por ti he de morir, que sea con pasión.



Un presente


(Jotabé dodecasílabo)


Sabíamos que sería diferente,
mas lo vimos como un hermoso presente.

Un síndrome que para nada afectó,
la sublime inocencia que Dios le dio,
y con su manera de ser nos amó;
cosas maravillosas nos enseñó.

Lamento que fue muy corta su estadía,
quise disfrutar más su gran alegría.

Un triste vacío en la casa se siente,
en cada rincón una marca quedó;
mas su esencia se transformó en poesía.



Simón Bolívar


(Jotabea)


El cielo nos bendijo, con un hombre admirable,
que nos dejó un legado todavía entrañable.

Caracas el lugar donde un día nació,
entre muchas riquezas que después ignoró;
a muy temprana edad, huérfano se quedó
para su mala suerte, también su amor perdió.

Influenciado o tal vez por designio divino,
fue sembrando con fe sueños por el camino.

Su caballo Palomo junto con su buen sable,
montañas y llanuras en batalla cruzó;
se le unieron los negros, también el campesino.



Sobre olas

(Jotabé tridecasílabo)


Los que están en la barca no pueden juzgar,
a los que con fe andamos por el bravo mar.

Mismo que nuestros pasos parecen hundir,
y al ver las tormentas querramos desistir;
mas sabemos que a Dios podemos acudir,
pues de Él vienen las fuerzas para proseguir.

Las olas se calman ante su autoridad,
y se disipan las sombras de oscuridad.

Si a Jesús fijamente podemos mirar,
sin importar lo que nos quiera sacudir;
jamás moriremos en la profundidad.



La fuerza de una reina


(Jotabemo dodecasílabo)


El pueblo Judío en la cautividad,
fue cubierto con sombras de iniquidad.

Un malvado contra ellos se levantó,
y su muerte en su corazón diseñó,
en su casa una gran horca levantó;
para Mardoqueo que no se inclinó.

Con engaño un edicto real fue dado,
todo hebreo en Pérsia sería extirpado.

Hubo lloro y angustia en cada ciudad,
hasta la novia de luto se vistió;
un grande clamor al cielo fue elevado.


Y Dios en su inmensa y sublime bondad,
alzó su brazo contra la oscuridad.

Una hebrea el alma del rey conquistó,
ella nunca su identidad reveló;
sin ser llamada al patio real entró,
la reina Ester favor del rey alcanzó.

Para un gran banquete Amán fue convidado,
ante el rey su odio infame fue revelado.

Los hebreos derrotaron la crueldad,
un regozijo en las calles se escuchó;
Amán en su propio dogal fue colgado.



Me llamarán poeta


(Jotabé dodecasílabo)


Oh, vida mía no me llames poeta,
son palabras que brotan con tu silueta.

Es el suave susurro de un sentimiento,
que se despierta cuando entro en tu aposento,
y la suavidad de tus labios yo siento,
saciando la sed de un corazón sediento.

Sin embargo, si te marchas de mi lado,
entonces si poeta seré llamado.

Escribiré de tu amor en mi libreta,
de ese tiempo feliz que duró un momento;
en mi pecho por siempre estará guardado.



Mi sueño

(Jotabemo Espejo dodecasílabo)


Aunque siga pareciendo una utopía,
seguiré soñando por ese gran día.

Cuando todos seamos iluminados,
los corazones en fe sean juntados;
y en el valle de la paz reconciliados,
los pesares del mundo sean borrados.

Mi sueño tal vez no lo consiga ver,
mas es una semilla que irá a nacer.

Lo seguiré regando con alegría,
llevando mi mensaje por todos lados;
pronto nos espera un nuevo amanecer.


Los campos de sangre van a florecer,
las armas y cañones serán quemados;
no tendrá dominio la tecnología.

En familia volveremos a leer,
y en la mesa nos volveremos a ver.

Los padres con sus hijitos abrazados,
por la vanidad no serán separados;
bajo la luna novios enamorados,
y los viejos no serán abandonados.

Ese es mi sueño o parte del yo diría,
por defenderlo creo que moriría.


(Jotabemo ganador de la Décima Distinción del XIV Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



Triste Fatalidad


(Jotabemo)


Estabas feliz aquel bello día,
tu pequeño a este mundo venía.

Mas se marchitó tu felicidad,
en la sala de la maternidad,
una doble y triste fatalidad;
dejó tu corazón en soledad.

Ah, perdiste a tus dos grandes amores,
nada puede consolar tus dolores.

Al cielo reclamas por tu agonía,
la fe se vistió de incredulidad;
y la esperanza de agudos temores.


Mas aunque sientes el alma vacía,
y te niegas a cualquier compañía.

Jesús en la mas densa oscuridad,
te está ofreciendo su inmensa bondad,
no es fácil entender su voluntad;
mas que Él nos ama es una gran verdad.

En tu jardín pueden brotar la flores,
y el cielo gris pintarse de colores.

Oh, no luches mas, amigo confía
ellos te esperan en la Eternidad,
¡Vuelve a vivir! Por favor ya no llores.



Caudal de inspiración


(Jotabé tridecasílabo)


Escribirte un poema es algo tan sencillo,
como encontrar en las flores el amarillo.

En tu esencia existe un caudal de inspiración,
los poetas te han entregado el corazón,
llenas de magia las notas de una canción;
del artista eres su máxima creación.

Oh, mujer tú que enciendes la luz de la vida,
de belleza angelical fuiste revestida.

Te declamo versos al son de un pajarillo *,
cuando tu perfume inunda mi habitación;
y cuando te veo andando por la avenida.


* Pajarillo: Baile típico venezolano.



Amor que palpita


(Jotabé)


Fue tu amor, una experiencia bonita,
me dejó una marca que aún palpita.

Quise tanto que fuera duradero,
mas la vida tenía otro sendero,
lo fantástico es que fue verdadero;
pasión y pureza en cada te quiero.

Y cuando salíamos a escondidas,
era las hazañas más divertidas.

Imposible que el fuego se repita,
pues en tu primavera fui el primero;
si nuestras almas quedaron unidas.



Las tres ratas


(Jotabé tridecasílabo)


Un hombre alcohólico una noche soñó,
en su sueño tres feas ratas él miró.

La primera estaba muy bien alimentada,
la segunda tenía la vista nublada,
la última se veía hambrienta y maltratada;
se despertó con la cabeza perturbada.

A sus familiares les narró la experiencia,
su hijo menor dijo que entendía la ciencia.

El dueño del bar con tu salario engordó,
no lo ves porque tienes la vista tapada;
tu familia está sufriendo la consecuencia.



Tentación


(Jotabé tetradecasílabo)


Aquella tarde paseando por el balcón,
a los ojos del rey le llegó la tentación.

Una mujer espléndida de textura fina,
mojaba su cuerpo con el agua cristalina;
libre como se baña la flor en la colina,
mostrando sin pudor su belleza femenina.

El rey David, seducido la mandó a llamar,
del fruto prohibido comió sin nada importar.

Y contra su marido actuó con maquinación,
su alma noble y pura se transformó en asesina;
un pecado que con dolor tuvo que pagar.



Fracasé


(Jotabé decasílabo)


Todo mi ser quedó destrozado,
la noche en que te miré esposado.

No fue así como te imaginé,
serías un gran hombre, pensé
lo mejor de mi alma te entregué;
ah, si supieras cuánto luché.

¡Cómo se calma mi corazón!
se te va la vida en la prisión.

Y me siento un padre fracasado,
parece que en nada te inspiré;
seguir a otros fue tu decisión.



Amor en la llanura


(Jotabé)


No olvido esos momentos de locura,
que vivimos por aquella llanura.

Nos dimos besos bajo la palmera,
tus labios suaves como primavera,
vibraba tu piel de quinceañera;
con pureza fue nuestra vez primera.

Te marchaste del campo con la aurora,
ah, fue una noticia desbastadora.

Entre la ciudad mi alma te procura,
para consolar esta amarga espera;
de todos mis versos tu eres la autora.



Noble celebridad


(Jotabé dodecasílabo)


El corazón de los poetas aflora,
cosas lindas cuando es propicia la hora.

Y majestuosa es esta oportunidad,
para honrar a una noble celebridad,
un hombre de valor lleno de bondad;
el cielo lo bendijo con humildad.

Sin temor revela su sabiduría,
su consejo ilumina sirve de guía.

Como es hermoso el despertar de la aurora,
así también lo es su sincera amistad;
con su obra evolucionó la poesía.



La envidia y la rabia


(Jotabé tridecasílabo)


Aquella tarde se presentó una porfía,
Juan machete, contra el Catire arremetía.

El asunto fue por una vieja gallina,
muy querida por Juan por ser de raza fina,
pero el Catire teniendo carne bovina;
con malicia pasó el ave por su cocina.

Juan cuando se enteró de la nefasta acción,
calmar no pudo la ira en su corazón.

Una familia quedó enlutada aquel día,
y la otra recibió el título de asesina;
la envidia y la rabia hacen perder la razón.



Los prefiero naturales


(Jotabé eneasílabo)


Lo siento, a mi no me emociona;
unos pechos de silicona.

Yo, los prefiero naturales,
como fuentes de manantiales,
que abriguen y disipen males;
sentir experiencias reales.

Amo los pechos que dan vida,
sin miedo alguno a la caída.

Bendita dama que apasiona,
sin adornos artificiales;
entre muchas es distinguida.



¡Qué no pese la conciencia!


(Jotabé tetradecasílabo)


Sobrevivir es su desesperada misión,
ni selvas ni mares detendrá su decisión.

Su espíritu no está en búsqueda de una aventura,
solo quiere consolar su terrible amargura,
huye del hambre, las guerras y la dictadura;
su corazón está cubierto de niebla oscura.

Mis señores, les ruego un poquito de clemencia,
no todos se dedican a la vil delincuencia.

Cuidar del emigrante es una gran bendición,
así lo dice Él Señor en su santa escritura;
¡Actuemos hoy para que no pese la conciencia!



Job


(Jotabé)


Es difícil cuando se pierde todo,
ver que la vida se la lleva el lodo.

Job se miró en esta realidad,
hasta lo sucumbió una enfermedad,
mas a pesar de la fatalidad;
contra el cielo no habló con impiedad.

Lo dejaron, parecía morir;
ni su mujer consoló su sufrir.

Él Dios justo siempre actúa a su modo,
tiró a Job de la vil oscuridad;
al doble le supo bien restituir.



¡No seas burro!


(Jotabemo tetradecasílabo)


Después de la entrada triunfal en Jerusalén,
el burro trataba a sus amigos con desdén.

¿Acaso no saben ustedes lo que pasó?
como la multitud alegre me recibió,
con palmeras y mantos a las calles salió;
glórias y alabanzas, todo el pueblo se postró.

Sepan ustedes que no soy un burro cualquiera,
soy reconocido, fui llevado a otra esfera.

Mas le dijeron: ¡Jamás serás un palafrén!
no fue por tu causa que la ciudad adoró;
fue por Él, para que la palabra se cumpliera.


Mas el burro no atendió las palabras de bien,
declaró que demostraría quién era quién.

Corriendo, nuevamente a la ciudad regresó;
para su triste sorpresa nadie lo miró,
con regaños y piedras la gente lo corrió,
en su humillación la realidad comprendió.

Cuántos como el burro aparecen en cada era,
el orgullo de sus corazones se apodera

El que vive así no tendrá parte en el Edén,
bendito el hombre que a Dios la gloria le entregó;
será como árbol plantado junto a la ribera.



El último canto de Kauaʻi


(Jotabé tridecasílabo)


Aquella noche se escuchó su último canto,
aunque más que una canción parecía un llanto.

Cansado estaba del bosque sobrevolar,
buscando una compañera para anidar,
la llamaba a gritos con su bello trinar;
preparaba su entrada para cortejar.

Qué era el último de su especie no sabía,
un nido para su amor jamás construiría.

La floresta lo envolvió con su santo manto,
su misión sagrada no pudo completar;
en las sombras del bosque su voz se extinguía.



Mi dolor


(Jotabé Tepén)


Jotabé madre

Me duele ver el decadente estado,
a donde el vicio fatal te ha llevado.

Y no consigo dejar de llorar,
todas las noches me pongo a pensar;
busco el punto donde pude fallar,
si el cariño no supe demostrar.

Recuerdo que decías con esmero,
que querías ser un buen ingeniero.

A pesar de todo estoy a tu lado,
aunque tú no me quieras escuchar;
mil veces te voy a decir te quiero.


Jotabé hijo 1

Me duele ver el decadente estado,
a donde el vicio fatal te ha llevado.

Quiero pensar que tu alma está dormida,
y que pronto volverás a la vida;
podrás retomar la senda perdida,
con gozo te daré la bienvenida.

Pero mientras dure esta oscuridad,
mi mente no tendrá serenidad.

Por ti cada día a Dios le he rogado,
para que te revele la salida,
y no aparte nunca su gran bondad.


Jotabé hijo 2

Sé que todo tiene una consecuencia,
a la muerte lleva la delincuencia.

Y no consigo dejar de llorar,
todas las noches me pongo a pensar;
busco el punto donde pude fallar,
si el cariño no supe demostrar.

O tal vez no pudiste comprender,
que guiar tus pasos era mi deber.

Cada día recuerdo tu inocencia,
cuando ansioso esperabas mi llegar;
era mi alegría verte correr.


Jotabé hijo 3

En la vida todo puede cambiar,
se vuelven rojas las aguas del mar.

La primavera pierde su esplendor,
se parece un verano abrasador;
los rosales se mueren de dolor,
en el árbol no canta el ruiseñor.

Recuerdo que decías con esmero,
que querías ser un buen ingeniero.

Confieso que esto no lo vi llegar,
¿dónde quedó mi niño soñador?
que también quiso, ser un gran bombero.


Jotabé hijo 4

En la misión sagrada he fracasado,
se seca el fruto que había brotado.

Amigos, si ven tristeza en mi andar;
ya saben que arrastro un grande pesar,
los que no entienden van a señalar,
nada importa me pueden condenar.

No sé quién se quedará en el sendero,
si mueres tú o muero yo primero.

A pesar de todo estoy a tu lado,
aunque tú no me quieras escuchar;
mil veces te voy a decir te quiero.



Privado de nacer


(Jotabé)


La noche escuchó su triste lamento,
y la luna lloró de sentimiento.

Privado del derecho de nacer,
a su madre no pudo convencer;
había soñado con su querer,
y en su pecho ver el amanecer.

Le cantan las hadas y duendecitos,
mientras se lo llevan los angelitos.

Él Señor le preparó un aposento,
en el paraíso podrá crecer;
tendrá también millares de hermanitos.



Ven amor


(Jotabé)


Ven conmigo sin importar adónde,
tal vez iremos donde el sol se esconde.

Pasaremos por aquella laguna,
donde se lava la cara la luna;
y le cantan una canción de cuna,
los grillos escondidos en la bruna.

Estando a mi lado podrás soñar,
recostada en mi pecho junto al mar.

Corazón mío, ¡por favor responde!
para amarnos es la noche oportuna;
ven sin miedo, acompáñame a volar.



Sombras pasajeras


(Jotabé decasílabo)


Los años son sombras pasajeras,
son como fugaces primaveras.

Para que tanto afán en contar,
lo más importante es disfrutar;
sin nada despues que lamentar,
y las horas grises olvidar.

El tiempo es un regalo divino,
pero no influye en nuestro destino.

Las acciones sabias o ligeras,
son las que van a determinar;
risas o llanto en nuestro camino.



El difamador no tiene amor


(Jotabé decasílabo)


Perdonar setenta veces siete,
para algunos parece un juguete.

Insisten en su nefasto error,
hablando mal sin ningún temor,
después de regar el vil rumor;
levantando el dedo acusador.

Vienen a ti, demandan perdón
diciendo que no era la intención.

La biblia contra ellos arremete,
y castiga al cruel difamador;
que nunca mudó su corazón.



Triste caída


(Jotabé)


Estuvo a punto de tocar el cielo,
pero de pronto detuvo su vuelo.

Fue triste su inesperada caída,
estaba feliz amava la vida,
más llevaba oculta una vieja herida;
luchó pero ella ganó la partida.

La tarde llora el cielo está nublado,
y la luna por él ha preguntado.

Ella conocía su desconsuelo,
en soledad su alma estaba oprimida;
en la tierra su memoria ha quedado.



Janucá


(Jotabé)


Una fiesta de luces y colores,
donde se promueven bellos valores.

Recordamos la vil perversidad,
que quiso destruir nuestra identidad,
sembrando en el corazón su maldad;
el templo se cubrió de oscuridad.

Hombres sencillos mas con gran valor,
derrotaron a un imperio mayor.

Y en Jerusalén brotaron las flores,
una gran luz alumbró en la ciudad;
Hashem nos amparó con su favor.


Nota: Janucá es una fiesta judía que conmemora la lucha de los Macabeos, contra las fuerzas del imperio Griego-Sirio que quiso destruir la identidad del pueblo hebreo.



Piedras


(Jotabé eneasílabo)


Papá me dijo un cierto día,
algo que nunca olvidaría.

Cuando decides caminar,
muchas piedras vas a encontrar,
y tal vez te hagan tropezar;
mas tú te puedes levantar.

Después de tanto haber caído,
aprenderás el recorrido.

Las piedras serán poesía,
junto a ellas podrás soñar;
te sentirás agradecido.



¡Que brille la estrella!


(Jotabé tridecasílabo)


Aquella noche se vistió de poesía,
el poeta de la cruz en Belén nacía.

Celebraron con alegría su llegada,
nobles pastores en aquella madrugada,
y en el firmamento una luz fue colocada;
para guiar a los reyes hasta su morada.

El mundo con fe conmemora ese momento,
el legado de su amor no lo borró el viento.

Que aquella estrella brille en la noche sombría,
nuestra alma junto a Jesús será restaurada;
y en la tormenta recobremos el aliento.



Policarpo de Esmirna


(Jotabé dodecasílabo)


Amarrado a la estaca, aquel hombre anciano,
no le teme a la muerte ni al vil tirano.

«Que traigan las fieras», dijo con valor,
pero nunca negaré a mi Salvador;
le entregué toda mi vida con amor,
morir por su evangelio será un honor.

El fuego arderá por un breve momento,
pero luego mi alma entrará en su aposento.

Policarpo murió como fiel cristiano,
ejemplo vivo del más puro fervor,
de una fe inmutable como el firmamento.



Me alcanzaste de nuevo


(Jotabé decasílabo)


Padre, postrado estoy ante ti,
no sé en que momento me perdí.

En la oscuridad de mi pecado,
herí nuevamente tu costado,
tu palabra la había olvidado;
sin notar ya no andaba a tu lado.

Más tú con paciencia me esperaste,
mereciendo no me desechaste.

Y por eso padre estoy aquí,
con el espíritu quebrantado;
con tu amor otra vez me alcanzaste.



Sublime gloria


(Jotabé)


Aquel día revestidos de gloria,
cantaremos el himno de victoria.

Ah, será un momento tan especial,
adorar ante el trono celestial;
al que vive y reina santo inmortal,
Dios poderoso, no existe otro igual.

Desde lejos las naciones vendrán,
ante su majestad se postrarán.

Del dolor nadie más tendrá memoria,
y la paz por fin será algo real;
el lobo y el cordero jugarán.



Que tu suerte sea diferente


(Jotabé)


En tu blanco suelo llevas guadado,
las huellas imborrables del pasado.

El hombre busca repuestas hallar,
cosas que tal vez no van encontrar;
en ese afán de querer escrutar,
pueden dañar ese bello lugar.

Antártida, mágico continente,
que tu esplendor sea firme, imponente.

Aquí del hombre nada ha escapado;
la destrucción va dejando al pasar;
ah, qué tu suerte sea diferente.



¡No moriré reventado!


(Jotabé)


Hoy la medicina lo ha declarado,
retener el pedo no es adecuado.

Yo por hacerle caso a la receta,
lo deje salir de forma discreta,
mas el ruido fue como de trompeta;
o más bien, parecía metralleta.

Las críticas sin duda no faltaron,
y los que estaban cerca se apartaron.

lo siento, ¡no moriré reventado!
por pena, me bajé de la «buseta»
¿Será que nunca un pedo se tiraron?


Nota: Buseta en Venezuela se refiere a un transporte de pasajeros, más pequeño que el autobús.



Negro soy


(Jotabé dodecasílabo)


No me llame de moreno, mi señor
negra es mi raza; moreno no es color.

Llevo con gusto el rastro de mi pasado,
la bemba colorá y el pelo rizado,
y por dentro un corazón agigantado;
que bastante tristezas ha soportado.

Pienso que no necesitamos de un día,
el mundo es quien necesita de empatía.

No usen de tanto eufemismo por favor,
Negro o negrito, así debo ser llamado;
porque orgullo tengo de la raza mía.



Un pequeño huésped


(Jotabé)


A su nido no pudo regresar,
no tenía fuerzas para volar.

Mi pequeño con su gran corazón,
lo recogió, de él tubo compasión
lo trajo a casa lleno de emoción;
y lo cuida con gran dedicación.

Ya se ve bastante recuperado,
vuela por la casa de lado a lado.

Muy pronto lo vamos a liberar,
nos hará mucha falta su canción;
fue una alegría haberlo ayudado.



Víctima del placer


(Jotabemo)


La buscaron sin poderla encontrar,
en la esquina donde solía estar.

Siempre dispuesta para complacer,
a las almas sedientas de placer,
con sus encantos de bella mujer;
a más de uno lograba enloquecer.

¿Por qué lo hacía ninguno indagó?
tan solo el sexo fue lo que importó.

Se ha quedado vacío aquel lugar,
su extraña muerte se dio a conocer;
con un vil disparo, alguien la mató.


Dos inocentes lloran sin parar,
su linda madre no pudo llegar.

Y al fin su historia se pudo saber,
era para sus hijos mantener,
pero se perdió sin poder volver;
la oscuridad la supo retener.

Aquella noche cuando terminó,
la cena para sus hijos compró.

Más un extraño la quiso violar,
y para salvarse evitó correr;
al saciarse con su vida acabó.



Sálvame amigo


(Jotabé tridecasílabo)


Un buen amigo es lo que necesito ahora,
para hablarle de este sentir que me devora.

Tal vez consiga sin miedo desahogar,
la tristeza que no puedo más soportar,
está cansada mi alma de tanto llorar;
grita angustiosa, consuelo quiere encontrar.

Oh, amigo si estás por ahí, ¡ven por favor!
sálvame con la fuerza de tu gran amor.

Lentamente, se está terminando mi hora,
la luz poco a poco se ha querido apagar;
los espinos no dejaron brotar la flor.



Lo tienes todo


(Jotabé)


Sabes que eres lo que siempre soñé,
por todos los años te lo diré.

Tal vez preguntes por curiosidad,
cómo es que tengo tal seguridad,
en tus besos no existe soledad;
y a tu lado mi mundo es de verdad.

los minutos parecen florecer,
abrazado a ti en cada amanecer.

Le has dado un mejor sabor al café,
si contigo sabe a felicidad;
tú lo tienes todo amada mujer.

 
     
 
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