Por el amor a mi madre

(Jotabé tridecasílabo)

En su memoria: Libia Jaramillo C.


Tan abstraído y saturado el corazón
por la última ausencia que nubla la razón.

Fue mi mágico ángel difícil de olvidar
la luz cósmica que no dejo de admirar.
serafín de la tarde, voz de mi cantar
pensamiento lúgubre viento en alta mar.

Y como un río voy por la febril pradera
arrastrando afán, avistando la palmera.

Enfermó ahora la roseta del bastón
lánguido el día no es el tiempo de callar
la llamo, voy tras ella porque allí me espera.



Aunque a veces las cosas no se den

(Jotabé tridecasílabo)


Y por esas cosas que pasan en la vida
las que suceden sin que el tiempo así lo pida.

Varios son eventos que van y vienen bien
y otros sinsabores que a veces suman cien.
Cuánto hemos anhelado estar en el edén
pero hay casos viciados sin saber por quién.

Aunque este mundo brille casi siempre lloro
porque no siempre el hombre actúa con decoro.

Como esta historia por amor será regida
sigue esperando que las cosas se te den
que al final todos pretendemos el tesoro.



Al inolvidable Bécquer

(Jotabé dodecasílabo)


Un poeta y narrador con cierta fama
casado sin conquistar la bella dama.

Expresivo de aparente sencillez
sin padres, pero con mucha sensatez.
Autor lírico popular con fluidez
que dibujó amor y tristeza a la vez.

Firmó crónicas y cartas literarias
sus obras son rimas extraordinarias.

Sobrellevó nueve meses en la cama
vivió en soledad sufriendo su viudez
hoy una alusión a sus redacciones diarias.



El sabor de los sesenta

(Jotabé dodecasílabo)


Si cumples seis veces diez eres amor
Sexagésimo con el mejor albor.

Muchos días esperando los sesenta
y más rápido se cuentan los cincuenta.
Los primeros ricos con sabor a menta
y en los demás que alguien solo te consienta.

Allí el sabor es poquito y mucho importa
llegar a esta edad en algo reconforta.

No sé en qué aniversario hubo más dulzor
se respira feliz aun en forma lenta
aunque sientas tanto que la vida acorta.



Luz y sombra

(2 Jotabems)


Esa luz baja del cielo
y parece entrar al suelo.

Se halla una pared rocosa
alrededor de una fosa.
Es quizá fría y boscosa
y al final algo miedosa.

Muchos árboles resecos
y sonrisas ya sin ecos.

Toda helada como el hielo
una cueva tenebrosa
ennegrecida y con flecos.


Hay un lago oscuro y azulado
con reflejos a su lado.

El silencio escucha y gime
y al buen tiempo lo deprime.
A las sombras las oprime
del clamor que las exime.

El musgo crece entre piedras
y galantea entre hiedras.

Y al ver este lago arcado
por el miedo que reprime
todo bien sentir lo arredras.



Imprudencia

(Jotabem)


Tu vecino es un hermano
que te da siempre la mano.

Si la puerta está cerrada
con cortina ya bajada
y ves lámpara apagada
tu vecina está acostada.

Cuántas veces una ausencia
es efecto de imprudencia.

Puede haber algún anciano
sin dormir en la jornada
y añorando la prudencia.



Los dinosaurios

(Jotabé dodecasílabo)


La prehistoria nos conserva en la memoria
las criaturas fantasiosas de la historia.

Gigantescos dinosaurios temerarios
extraordinarios seres legendarios
de la era mesozoica estos milenarios
que hoy presumen diferentes calendarios.

Su dentadura puntiaguda rasgaba
a su paso toda yerba que encontraba.

Cada maestro los nombra en su oratoria
y dicen que de ellos quedan sus calvarios
fueron grandes, pero el niño los amaba.



El bien y el mal

(Jotabem Monosilábico)


Ay bien que me da la ley
y buen juez que no es un bey,

h Hay en mí un no sé qué sin miel
que me da la flor sin hiel.
No es mi Dios, es el mal cruel
un ser que no es lord ni fiel.

Ya soy cruz sin fe en el mar
voy sin fin sin ser ni fiar.

H hay un tal tren sin riel y un rey
con un sol y luz en piel
que es el mal y fue a su bar.



La avaricia

(Jotabé tridecasílabo)


Hay deslices que representan impureza
acciones donde el hombre muestra su flaqueza.

De los pecados capitales la avaricia
pretensión de tenerlo todo, una codicia.
Un gran anhelo de riqueza sin justicia
hace sentir que el hombre baja a la inmundicia.

Si el hombre es un avaro no es un ser correcto
es manchar con su falta lo que está perfecto.

Muchas ambiciones son como la maleza
que crecen alto con ambages y malicia
un antónimo para el bien algo imperfecto.



Cruel invierno

(Jotabem Kigo)


Ese abril cruel y triste
tu adiós dijiste.

Se fue mi ser amado
ya mora en lo sagrado.
Mi cuerpo vive helado
sola he quedado.

Arrasador invierno
nada es eterno.

Mi amor por siempre fuiste
un pétalo rosado
cálido y tierno.



Los libros

(Jotabé tetradecasílabo)


Los libros son maestros que guían el camino
de niños y adultos a elegir mejor destino.

La ciencia está en empaques con nombres personales
son páginas impresas en tomos especiales.
Algunos ya los buscan en medios digitales
y se enseñan con altura en actos culturales.

Hay de todos uno que ha viajado por la historia
Y lleva los preceptos para alcanzar la gloria.

Ella es la biblia santa de inspirador divino
el todo del hombre desde tiempos ancestrales,
pabellón viajero registrado en la memoria.



Presintiendo su partida
Libia Jaramillo

(Jotabé tridecasílabo)


Habla mi pena con la luna en soledad
y ella de mis miedos conoce la verdad.

Sabe que le temo al dolor de su partida
porque sin madre la existencia es una herida.
Esa luna que me acompaña por la vida
palidece y se muestra a mi tristeza asida.

¡Señor! cuánto llanto hay temiéndole a su ausencia
no quiero desprender mi amor de su prudencia.

Su paso impreciso lo llevo en mi ansiedad,
solo el tiempo sana esta angustia presentida
que llora sin saber que el llanto está en la ciencia.



Penas profundas en el alma

(Jotabé acróstico Sérmico)


Hay dolor que perdura en el corazón
penas que en silencio lloran sin razón.

Profundas heridas dejan los engaños
en los andares de la vida y los años.
El amargo llanto necesita paños
alma, coraje y vivencias como extraños.

Que no te importe algo más que hacer el bien
ni te niegues de la brisa su vaivén.

Sepultadas las penas queda opresión
pasarían siglos para olvidar daños
inadvertidas cosas pasan también.


Acróstico: Hay penas profundas en el alma, que ni sepultadas pasarían inadvertidas.



Antónimos de la naturaleza

(2 Jotabés dodecasílabos)


En un jardín de hermosura natural
la pluma exótica a veces es cristal.

El hombre que desalmado es un demente
la fractura y descompone con la mente
y no es posible que sin piedad atente
contra la naturaleza y medio ambiente.

Cruel y trastornada está la humanidad
tira el árbol de la vida sin piedad.

El faisán lleva un color original,
en las flores esa esencia que se siente
y en el alma un niño lleva la verdad.


La naturaleza y vida son sinónimos
destrucción con amor serían antónimos.

Por el campo la belleza es admirada
hierbas frescas bajan siempre la cascada.
Busca miel el colibrí en la madrugada
y el reptil lento su piel desdibujada.

Continuemos el lenguaje de las cosas
lo vital con el prodigio de las rosas.

Si un todo destruye tu mundo no hay anónimos
simplemente es una acción que se degrada
o un camino con espinas dolorosas.



Compañero de la vida

(Jotabé dodecasílabo)


Mi niño de ayer está conmigo ahora
es de todos, el amigo que se añora.

Exageradísimo amor le profeso
a mi pesadumbre le regala un beso.
Queda mi apego por siempre en su embeleso
y a su sensibilidad mi afecto expreso.

A su compañía rindo un homenaje
amor y tierno abrazo es nuestro lenguaje.

Para este cariño soy su soñadora
y él es tierra y luna, es cielo que atravieso
aunque una fatiga lleve en largo viaje.



El amarillo de mi patria

(Jotabé dodecasílabo)


Hay países que enarbolan su bandera
y en el acérrimo campal es primera.

Mi pigmento favorito es amarillo
lleva el auténtico sello Jaramillo.
El azulado inmenso es otro cintillo
que incrementa al estandarte en un trapillo.

Empinada serpentea en los albores
y con regocijo luce sus colores.

Se galantea en una asta de madera
un laurel adorna el centro como anillo
y es arraigo del patriota en sus amores.



Feliz Navidad

(Jotabé Verbus tridecasílabo)


Otro diciembre que a mi pecho concedió
la sonrisa que en otro tiempo le negó.

Feliz navidad, los niños y adultos gritan
los más pequeños saltan y otras veces pitan.
Alegres cantan villancicos y recitan
los versos que al niño Dios escriben y editan.

Útil regalo el niño Dios me traerá
bonito diciembre, una nueva me vendrá.

El año que se va que bien se manejó,
me dejó alegrías que en mi interior palpitan
y un modelo nuevo que el tiempo bordará.



Un recuerdo de abril

(Jotabé eneasílabo)


Recuerdos felices de abril
con su canto y voz tan pueril.

Hoy es solo una memoria triste
alusión que tanto quisiste.
Una nube gris y te fuiste
pero contra el mundo te diste.

Lloraron los ojos del tiempo,
salieron como un pasatiempo

lágrimas teñidas de añil,
la vida sintió que cumpliste
y quizá todo fue a destiempo.



Trazo perfecto

(Jotabé)

dedicado al hombre


El hombre en las llamas de un beso apura
el cáliz que lo absorbe con premura.

Él siempre ahoga un grito en la distancia
y oculta los temores en su estancia,
es plata, oro y de todo en abundancia,
es muestra del clamor y la constancia.

El hombre riega el campo con sudor
y por la vida va dejando amor.

Es el trazo perfecto en mi escritura,
en los espacios del edén fragancia,
y del tiempo mañanero es albor.



Un festín exótico

(3 Jotabés dodecasílabos)


I

Canta la calandria, goza el gavilán
y el frondoso árbol es cuna del faisán.

Tanto gorjeo la fiesta inicia aquí,
danzan los mirlos, se siente el popurrí,
llegan las aves también del Timbiquí
y las buenas nuevas trae el colibrí.

Muestra en su plumaje el bello cardenal
la elegancia de su vuelo colonial.

Las palomas mensajeras y un tucán
no asistieron, pero notaron que allí
el revoloteo de aves fue especial.


II

La oropéndola hace su presentación
y para este festín ¡qué interpretación!

De otro árbol baja el azulejo y un turpial,
la urraca trae su banda musical,
congo y canario desde un cañaveral
llevan al cóndor como ave principal.

El pájaro carpintero a trabajar,
su hembra tiene huevos para calentar.

Otro talento cantor es el gorrión
que abre sus alas como el pavo real
llega el sultán que no podía faltar.


III

Luce el guacamayo su plumaje azul
con una suavidad parecida al tul.

Prosigue el jolgorio con mejor actor
un jilguero manso muestra su color,
mucho punteo, sonidos sin tambor
y en la fiesta el halcón es animador.

Justo llega el mochuelo hay felicidad
da muestra el flamenco de amor y amistad.

No entró el cuervo, dejó el pase en el baúl,
el búho en un adiós les dejó una flor
y felices todos a su gran ciudad.



Un Jotabé a la infancia

(Jotabé tetradecasílabo)


Ellos son el todo del amor y de la vida,
una estirpe donde la inocencia dulce anida.

Los niños llevan en su sonrisa la ternura,
en su centro corazón está la esencia pura,
dejan en el campo buen encanto con frescura
y su lengua es verdad sin ambages ni censura.

Son el presente y serán futura procedencia,
donde se forje el cambio, la técnica y la ciencia.

De su mano tierna la caricia no se olvida
y sus ojos hablan de su historia Y su dulzura,
del recreo esperado, exhortando la paciencia.



Buena elección

(Jotabé)


Un buen libro alimenta la conciencia
puede evitar temprano la demencia.

Observar y leer lo que veía,
constante invitación que permitía
hacer buen aporte a mi ortografía,
ejercitando la caligrafía.

He de seguir viajando por la vida
con el gran libro que a leer convida.

Los libros forman parte de mi esencia
de mi niñez recuerdo que sentía,
pasión y por las letras conmovida.



Mi constelación

(Jotabé tridecasílabo jitanjáfora)


Me alidanaba la intensidad de la luna
y en brazos cautivada quedaba en la cuna.

Cuántas angustias mayitaban en secreto
y me detuve con pensamiento indiscreto
quizá con el recuerdo farcado y coqueto
de amores conducidos en un amuleto.

Le dio el sol nibetonga a mi estrella fugaz
sentí que arrancársela al cielo era incapaz.

Y espolestringa proseguiré sin fortuna
sin pluma de oro, con pena y corazón quieto
bachumingo el rostro con un fino antifaz.



Qué importa el color de la piel

(Jotabé dodecasílabo)


Qué importa el tono de tu morena piel
si eres maravilla del color buriel.

Poco interesa cuál sea tu bandera
si ambos cruzamos la misma cordillera,
si lloras y sufres quiero ser primera
en secar tu llanto de cualquier manera.

Somos hermanos y amigos del destino
tal vez cristianos o ateos del camino.

Una patria a veces llora en el laurel
y mano nativa toma la extranjera
y se mezclan clases con el mejor vino.



A la Feria de las Flores

(Jotabé tetradecasílabo)


Voy para Medellín a la Feria de las flores
a contemplar silletas de todos los colores.

Desfila el silletero saliendo en la mañana,
en la tarima una trova con carriel y ruana
y el placer del arriero es la rumba provinciana
con la luna en los tablados que la noche hilvana.

La antigüedad de carros también son gran tesoro
que engalanan la ciudad sin ser carrito de oro.

Al son de papayeras se premian los cantores
mientras el turista brinda y canta «la fulana»
y al terminar la feria con ansiedad la añoro.



EL niño de la calle

(2 Jotabés)


I

Y le escribí al silencio que lloraba
por el niño en la calle que fumaba.

Estuvo en mí, el dolor de la indigencia
a tantos otros los vi en la demencia
fui testigo de vicios y violencia
cuando falló el control de la conciencia.

Miserable y con un costal a cuestas,
deambulaba sin hallar respuestas.

Alejado del mundo ni pensaba
en el dolor causado por la ausencia
de las vidas que quedan descompuestas.


II

En sus luceros llevaba el pasado,
y se arrastraba por la vida ahumado.

Clavó en mis ojos su fría mirada,
esperando hallar en los míos su hada,
me acerqué un poco a su piel ya gastada,
y dejé en su ala una bolsa cerrada.

Su dolor le abrió a mi pecho una herida,
y no cesa mi llanto, estoy abatida.

Un mundo incierto y presente enterrado,
cambió su futuro y vida sagrada,
y dejó en la calle el alma tendida.



Gemidos naturales

(Jotabé tridecasílabo)


Veo el mar bravío, con ansiedad y frío
vencido en las sombras, perdido en el hastío.

Pálidas las rosas y el mundo natural,
veo llorar picos y al hombre intelectual,
arden las montañas y llora el buen cristal,
la humanidad gime, culpable de su mal.

Son íntimas penas, son noches que se van
carencias del campo, estaciones sin pan.

Niños sin praderas, el nido tan vacío,
árboles caídos, se extingue el animal
hombres tan ufanos, creyéndose un don Juan.



Ella... el diario de mi vida

(Jotabé Estructura dodecasílabo)


Aquí estás madre, en el diario de mi vida
así voy contigo a tu silencio asida.

Busco en el arcón vetusto mis memorias
bellas palabras que narren mil historias
brillante hogar con gritos, risas y euforias
bonitos recuerdos y tú en mis victorias.

¡Cómo no amarla si deja en mi escritura,
cien abecedarios para su ternura!

Así proclamo que es ella mi elegida
bien puedo afirmar que son mis nuevas glorias
con homenaje retado a su hermosura.



¡Cómo olvidar a mi amorcito!

(Jotabem)


Lo recuerdo tan chiquito
juguetón y muy gordito.

Usaba los zapaticos
y jugaba en los raticos,
comía los mecaticos
contando sus relaticos.

Se metía en su camita
y a dormir la siestecita.

Bien cantaba mi amorcito
y escribía cuarteticos
cuando estaba en su escuelita.



Mal tiempo

(Jotabé tetradecasílabo)


Mal tiempo, la ventisca se lleva lo tenido
en la tierra hojas secas y el árbol ya sin nido.

Y esas que se fueron sin volver una mirada
cortando con sus alas el aire entre la nada,
bordarán otros cielos cambiando la puntada
y vendrán de nuevo con su aleta remendada.

Le contaré a la vida que el viento me ha fallado
que sopló en mi contra cuando lo he necesitado.

Y suplicaré en silencio a veces con aullido,
presenciar la primavera dulce y perfumada
porque así soy feliz, a pesar de aquel pasado.



Cuando la amistad se va

(Jotabem)


Un amor que extraño tanto
lo llevo entre pecho y llanto.

Lo busqué entre el azul cielo
se esfumó tal como hielo
triste lo busqué en el suelo
ya ese amor batió su vuelo.

Me acongoja su recuerdo
algo duele cuando pierdo.

Oración al Padre Santo
ya voy elaborando el duelo
caminando a paso lerdo.



A mi tierra natal

(Jotabé tetradecasílabo con heterostiquios 6-8)


Segovia querida, grande mi patria de hazañas,
grabé sus recuerdos, los esculpí en mis entrañas.

Ausencia sentida, por el color escarlata
lagunas de sangre, junto a columpios de plata
la vieron mis ojos, desfallecer insensata
en un campo santo, donde el rencor se desata

estuvo en mis sueños, dejó un abrigo en mi cuna
ella es hoy mi musa, mi pedacito de luna.

Volveré a mi patria, recorreré sus montañas,
ilusión suprema, le cantaré mi sonata
le llevaré flores, tantas para mi fortuna.



Abriles de gloria

(Jotabé dodecasílabo)

al maestro Juan Benito Manzanares, en su cumpleaños


Hoy cumples felices tus anhelos y años
grandes ramilletes de sueños en paños.

Pasa ahora la hoja dejando su historia
y el corazón henchido de amor y gloria
sesenta sus años para la memoria
abriles felices para la victoria.

Sesenta tus años grandioso maestro
ellos están para el regocijo nuestro.

Son jornadas de rectitud sin engaños
que dejan en alto su buena oratoria
y por los que ahora elevo un padrenuestro.



Mi lírica

(Jotabé dodecasílabo)

Al liceo Santo Cristo de Zaragoza


A ustedes liceo de sabiduría
donde me hice verso y canto a la elegía.

Arraigada estás en mí como estampilla,
y grabada más donde el recuerdo brilla,
aquí escribí mi primera redondilla
y me hice oda y madrigal en otra orilla.

Al Liceo Santo Cristo de mi tierra
donde la ciencia su corazón entierra

les dejaré esencia, amor y poesía
y el romance de la fémina sencilla
como patrón para rechazar la guerra.



Quiero la paz y libertad

(Jotabé tridecasílabo)


Quiero que el hombre cambie guerra por encanto
quiero firmas audaces, claras y sin llanto.

Quiero creer en los fusiles apagados
quiero advertir corazones mansos y alados
quiero los acuerdos fatales anulados
quiero ver libres a los hombres secuestrados.

Quiero creer en las palomas colombianas
quiero escuchar que hablen de paz en las mañanas.

Quiero conmemorar la paz con este canto
quiero a los hombres fusionados y abrazados
quiero que ondeen las banderas como hermanas.



¡Oh Colombia inmarcesible!

(Jotabé dodecasílabo)


Colombia de costas, llanos y canciones
con orquídeas que adornan sus balcones.

Es un suelo de poetas y de flores,
una patria grande de arrieros y albores
donde un cóndor va surcando los alcores
dejando el café bohemio en sus vapores.

Me inspiro en sus vates, mares y maizales
en las bellas madrugadas y lumbrales.

A veces lloran trapiches y pilones
y queda el rosario en lienzos de pintores
y la paz soñada es trino de turpiales.



Albores deseados

(Jotabé)


Luz y belleza del amanecer
hilos que no se dejan de tejer.

Imponente y sublime asoma el día
dejando en cada estrella su adestría,
trayendo en sus destellos armonía,
no hay dudas, mostró el brillo que debía.

Y así un excelso despertar de glorias
ya definen esplendor con euforias.

Un atractivo encanto en el dosier
reflejo del albor con simple ansía
deleite de expresión en oratorias.



Idiosincrasia de una mirada

(Jotabé)


Hay miradas tan profundas e intensas
que hablan, abrazan, dicen lo que piensas.

Unas son vituperio de la vida,
te castigan, te dejan resentida;
otras fingen, te dejan convencida
y así vas por la tierra prometida.

En tantas hay lesiones de dolor
las ha causado un grande desamor.

son muchas las que encantan, son inmensas
nunca querrán que el corazón despida
en el ocaso a su mejor actor.



Un Jotabé para mi ángel

(Jotabemo Cúver dodecasílabo)

Juan David Pineda Jaramillo


Mi Juan David, un ser alado y especial
serafín con grande flanco celestial.

Acrisola a mi favor si han blasfemado,
afloja el nudo con que otros me han atado,
corre a remendar mis alas si han fallado
es la dicha que la vida me ha negado.

Tiene un no sé qué consolador si enfermo
es inmediatez y velador si duermo.

En su risa escucho el canto del turpial
cuando está mi corazón encarcelado
o simplemente cuando mis ansias mermo.


Mi Juan David un ser alado y social
con bello plumaje y canto natural.

Acrisola a mi favor si han resoplado
las ventiscas que sin amor me han dejado
Juan está en mi absolución cuando he pecado
él sabe la soledad de aquel pasado.

Tiene un no sé qué consolador si aduermo
es fertilidad en el terreno yermo.

En su risa escucho el canto del marcial
cuando recorre el camino ya surcado
registrando los niveles de isotermo.



Mi fortuna es ella

(Jotabé Rivol Tridecasílabo)


Son tantísimos años para mi fortuna
con su voz como guía y de noche la luna.

La sigo, es el modelo que siempre querré
con las hebras ya blancas así la amaré
y esa arruga tan frágil que aquí la dejé
para tatuar el rostro que no olvidaré.

Al emigrar la madre se queda un vacío
el corazón afligido y lleno de frío.

Como mi madre no hay dos, como ella ninguna
es el amor eterno que no olvidaré
siempre unido estará su corazón al mío.



Ella es mi Navidad

(Jotabem)

Libia Jaramillo


Para mí no hay navidad
pensando otra soledad.

Esto es todo lo que tengo
alma, vida, mi abolengo.
ante Dios hincada vengo,
lo que pido siempre obtengo.

sin tonada ni bullicio
tan solo ecos a mi juicio.

Una madre es amistad,
el amor que siempre arengo
es ejemplo que acaricio.



El niño indigente y la Navidad

(Jotabemo dodecasílabo)


El indigente que vive en soledad
al mundo esta carta enseña en navidad.

Soy niño, no tengo carritos ni aviones,
solo vivo entre basuras a montones,
casi siempre con rasgados pantalones
la noche fría me arruma entre carbones.

Quiero de traído mucho amor y paz
que persiga el niño su estrella fugaz.

Mi deseo resumido en la bondad
con anhelos infinitos de ilusiones
es un reto para un mundo tan falaz.


Ya de mis manos se fue festividad
de mi costal se burla esta sociedad.

Camino y otros niños pisan mis talones
o me tiran cuando enredo en los cordones
y caigo desmadejado en ocasiones
hasta grandes tienen malas sus acciones.

En la fiesta navideña uso antifaz
así muestro mi villancico eficaz.

Quiero mi aguinaldo así por caridad
que las guirnaldas adornen los balcones
y que de amar cada uno sea capaz.



Mi tierra querida

(Jotabé Anverbo dodecasílabo)


Bella aldea con palmeras y arreboles
tierra calurosa de oros y crisoles.

Mi Zaragoza de gente bondadosa
con su cristo la reliquia más valiosa
territorio con la imagen milagrosa
de placeres, pero fe tan asombrosa.

De mi Antioquia la región con gozadera
inspiradora para una jotabera.

Su río tan misterioso y sin faroles
el pescado su comida más sabrosa
y ese verde con naranja en su bandera.



Mi Antioquia

(Jotabé dodecasílabo)


Antioquia de farallones encumbrados
de serranías y ríos encantados.

tus cicatrices grabadas en granito
son la lírica del verso que digito,
y los rezos del triste labrador grito
mientras lloran los pilones en el rito

pájaros y flores ornan madrugadas
cruzan océanos vuelan en bandadas

sus maizales y cafetos son llevados
al simpático lugar donde musito
las últimas expresiones destacadas.



Oración

(Jotabé 5-7-5)


Por Ti la vida, Señor eres mi guía, todo contigo
no me abandones, si estás me fortalezco, la sed mitigo.

Sentí el pasado, con angustias y llanto, fui soledad,
los tiempos pasan, la vida continúa, también la edad,
le hablo al presente, solo pido salud, es mi ansiedad,
con nada vine, desnuda y sola voy, clara verdad.

Camino lento, con el cansancio a cuestas, ¡cuánta tristeza!
los vientos suaves, el olor de las flores, ¡tanta belleza!

Quiero dormir, sin recuerdos ni penas, gracias amigo,
oyes mi voz, a veces fatigada, pido piedad,
sana un poema, con oración se olvida, cada torpeza.



En ti confío

(Jotabé dodecasílabo)


Señor… Jesús mío tengo helada el alma,
mi corazón sangra se perdió la calma.

Dios no me abandones que jamás me olvido
de tu amor divino contigo he vivido
veranos e inviernos de todo he sufrido
amores y olvido también he sentido.

Vendrán primaveras todo pasará
Seguiré tus pasos mi alma sanará.

A tu mano asida nadie se desalma
el camino es lento mi paso abatido
las espinas hieren el amor vendrá.



Mi amigo indiscreto

(Jotabé)


No todo amigo viaja en el bolsillo
protegiendo color y su bordillo.

Mi amigo escucha y dice lo que siente,
habla en alta voz, calla de repente,
ha evolucionado, es inteligente,
es mensajero, pero a veces miente.

Diferentes son todas sus funciones,
y me sorprenden sus aplicaciones.

No todos como el mío tienen brillo,
pero a veces dice, hace y se arrepiente,
entonces borra datos por montones.



El indigente

(2 Jotabés)


I

Y le escribí al silencio que lloraba
Por el niño en la calle que fumaba.

Estuvo en mí el dolor de la indigencia
a tantos otros los vi en la demencia
fui testigo de vicios y violencia
cuando falló el control de la conciencia.

Miserable y con un costal a cuestas,
Deambulaba sin hallar respuestas.

Alejado del mundo ni pensaba
En el dolor causado por la ausencia
de las vidas que quedan descompuestas.


II

En sus luceros llevaba el pasado,
y se arrastraba por la vida ahumado.

Clavó en mis ojos su fría mirada,
esperando hallar en los míos su hada,
me acerqué un poco a su piel ya gastada,
y dejé en su ala una bolsa cerrada.

Su dolor le abrió a mi pecho una herida,
Y no cesa mi llanto, estoy abatida.

Un mundo incierto y presente enterrado,
Cambió su futuro y vida sagrada,
Y dejó en la calle el alma tendida.



Todo lo aprendí

(Jotabé)


Inicié un buen trabajo y lo acabé
Fue el gran curso de Rima Jotabé.

Aprendí que la rima es consonante,
que una estrofa es de todas la importante,
Su nombre es un acrónimo brillante,
Creado por un hombre de talante.

Repasé lo aprendido con Benito,
y si pierdo el examen lo habilito.

Al final once versos le conté,
pareado y monorrimo adelante
del terzo para hacerlo completito.



Plenitud

(Jotabé)


A veces quedan cosas sin decir
despertar y alegrarse de vivir.

El sol entra fugaz por la ventana
y se escucha el tilín de una campana
anunciando las seis de la mañana,
alcanzando la plenitud nirvana.

Inmensa la felicidad sentida
si hay regocijo y de llorar se olvida.

Pasa el tiempo y volvemos a dormir
y si hace frío siempre habrá una ruana
que de calor para seguir la vida.



Amor y olvido

(Jotabé eneasílabo)


El tiempo nunca dijo nada,
a su olvido me dejó atada.

¿Por qué al irse enterró mi vida?
¿Por qué si de su mano asida,
padecí el dolor de otra herida?
¿Por qué el amor así se olvida?

Solo preguntas sin respuestas,
Siempre silencios como encuestas.

por siempre me dejó olvidada,
con corazón y alma destruida,
¡qué ironía, al amar molestas!



Cuando el amor se va

(Jotabé)


No hay vivo que a la muerte no le tema,
ni persona feliz y sin problema.

No hay seres que solos sean felices,
ni dicha si te quedan cicatrices,
no se ama solo haciendo lo que dices,
sino cuidando lo que así bendices.

Se irá a su tiempo y quedaré sin luna,
como ella… solo ella, pero solo una.

Sin ella mi vida es solo un dilema,
se vestirán de olvido mis raíces
y será su partida inoportuna.



De uno a once

(Jotabé Numérico)


Un ser dueño y señor de mi universo,
dos hemisferios, un mundo diverso.

Tres personas, solo un Dios verdadero,
cuatro evangelios, sangre del cordero,
cinco profetas dejaron primero,
los seis pasos para guiar un lucero.

Los siete días de cada semana,
camina a las ocho la misma anciana.

Y nueve musas con quienes converso
diez veces pasan y dejan su agüero,
en los once versos a una gitana.



Aquellos amores

(Jotabem)


He perdido tantas cosas
y alejado las lujosas.

Ni un adiós me dio mi gata,
pero si gastó mi plata,
hasta el perro me dio lata
así fue mi vida grata.

No podré vivir sin ellos,
lloro sus recuerdos bellos.

Sus cenizas y las rosas
quedarán en mi posdata
bien firmados y con sellos.



Cuando se va el ocaso

(Jotabemo Rimispal)


Amo la madre que me dio la vida,
mi alma está de su corazón asida.

Un solo amor con fuerza me acompaña,
nació en la depresión de la montaña,
es dulce como corazón de caña
y asistir mi vida es su gran hazaña.

La quiero lejos del febril ocaso
Y si ha de partir viviré un fracaso.

Habrá de saber que jamás se olvida
lo tierno que la intimidad extraña
y el placer constante en la vida escaso.


Si he de volver quiero la misma en vida
Para tener su amor a mi alma asida.

Por la senda larga ella me acompaña
Y no siento frío al subir montaña,
me deja un beso con dulzor de caña
y sigue el viaje en su agitada hazaña.

Si se va primero vendrá el ocaso,
Y no habrá sonrisa sino fracaso.

No habrá alegría si al partir se olvida
la paz constante que el silencio extraña
Y el placer cortés de lo mucho escaso.



Mi patria llora y se desgarra

(Jotabé)


Viene la ventisca y también el frío,
desaparece el sol, todo es sombrío.

La tormenta que azota y desamarra
el artista que llora su guitarra,
una patria que a veces se desgarra,
es la condena que el desastre amarra.

Tierra de vates, de flores y amores,
de sueños y de pájaros cantores.

Cuando llega con el agua el hastío
Y el vendaval destruye la gamarra
gime y llora Colombia sus dolores.



La sombra del ocaso

(Jotabé Terzimas tridecasílabo)


Todo hoy perdido, estoy viviendo en soledad,
las penas y tristezas son mi gran verdad.

En tantas sombras tenebrosas de este ocaso
regresan a mí los recuerdos de un fracaso,
cien mil sonrisas disfrazadas de payaso,
serán los resultados del amor escaso.

Ahora la tarde en su noche va corriendo,
sin conocer lo que el querer está escribiendo.

La soledad y verdad irán con mi edad,
ocaso y fracaso, un payaso escaso y raso,
siempre estaré corriendo, escribiendo y aprendiendo.



Raudo llanto

(Jotabé Rebote)


Cruel dolor que la lástima maquina
luz del alba que al asomar margina

Anhelo raudo por valle llevado
a darle el color a un todo dorado,
me deja en penumbra así silenciado
y va muriendo mi ocaso soñado.

Siento el dolor por la vera raída
con un ala rota y poco cosida.

Y un solo recuerdo que ya es espina
hizo pedazos mi crisol soldado
y eterno llanto así romper perdida.



La dama de hierro

(Jotabé dodecasílabo)


Mirando el cielo se levanta altanera,
luciendo el traje que el mundo mereciera.

un metraje como nunca imaginado,
terminó el hombre lo que había empezado,
de su gracia el parisino no ha dudado,
viaja el hombre y la contempla impresionado.

De hierro es su faz, lo mismo su vestido
son trescientos metros, orgullo admitido.

Belleza universal luce cual bandera
y muestra el corazón que nadie ha tocado,
fina hasta el final así lo he presentido.



Honorable soñador

a Juan Benito Rodríguez Manzanares


Hispanoamericano, moldeas hoy mi escritura,
combinas de azul la vida, para verle su figura.

Don Juan Benito Rodríguez, dramaturgo soñador
va dejando su legado, transcribiendo su interior
mil historias habladoras, avezado profesor
es poeta jotabero, de escritores el mejor.

Honorable valenciano, como usted no existen dos.
Su novela es otra historia, que también le llega a Dios.

Fabulosa trayectoria, nominado con altura,
es decencia entre los hombres, en la rima superior.
Es amante de lecturas, se recrea como vos.



Esencia de las flores

(Jotabé tridecasílabo)


Toda esencia suave de rosas es pasión
un olor en noches serenas de ilusión.

Para esos detalles según la sociedad
hay más que gestos de sentida humanidad
todas las cosas son así por voluntad
dádivas son para la sensibilidad

vamos siempre buscando por la vida amor
y sin saber esas pasiones son dolor.

Con esa flor habla de amor el corazón
perciben su frescura, dan tranquilidad
así es la existencia, todo está en un olor.



Sentires nada más

(Jotabé Amirrima dodecasílabo)


Razón trastornada que quiere olvidar
ratos nostálgicos de nunca acabar.

Nacida entre amores que vienen y van
nadando en las dichas que tarde verán
navegaré harto y las ansias volverán
nada es eterno y los tiempos cambiarán.

Asolado el jardín, no tiene una rosa
Asoma el mal tiempo, la tarde es lluviosa.

Rasgar otras alas, volver a volar
navío del tiempo sin un capitán
asombrosa calma llegará suntuosa.



Complejidad del tiempo

(Jotabejoa)


Los días pasan lentos con bondades con vientos,
es todo tan incierto como los viejos cuentos.

Pasa el niño sediento por las calles estrechas
con las manos abiertas esperando cosechas
el anciano lo mira sin levantar sospechas
con invierno en las calles la codicia desechas.

Y se ven a lo lejos tantos nidos vacíos
es el tiempo difícil con los sueños sombríos.

Es todo tan incierto como los viejos cuentos,
con invierno en las calles la codicia desechas,
es el tiempo difícil con los sueños sombríos.



Los solapados del convento

(Jotabé dodecasílabo)


Iba esbelta y maja la madre Sor Presa
Oculta llevaba una pulsera gruesa.

Sobre altos tacones iba muy asustada,
Pensaba en su tequila con limonada
Un secreto guardaba su Sor amada
Sor Tilegio quiere llevarla casada

enamorados los dos, todo secreto
el padrecito Juan pedía respeto.

Sor Insiste en echarle mano a la presa
que en el convento dejen tanta bobada
Y que el superior Juan saque otro decreto.



La Sor Prendente enamorada

(Jotabem)


En la iglesia sentadita
repita el rezo, repita.

Estaba la Sor Prendente
escondida entre la gente
buscaba afanosamente
a un amor seguramente.

Y no es que sea chismosa,
¡estaba tan sospechosa!

Que el niño Dios no permita
que el joven le saque el diente
sino que le dé una rosa.



Rezando y pecando

(Jotabé decasílabo)


Aquí llegó la benedictina
con morral y todo la Sor Dina.

Ojalá no corrompa el convento
y ni que alborote el aposento
segura estoy no hizo el juramento
y será un problema lo presiento.

Le trajo máscara a la Sor Tija
para asomarla por la rendija.

Como cocina la Sor camina,
y del pecado no me arrepiento
todas se esconden bajo cobija.



Las sores parranderas

(Jotabé)


Sor Prendida y Sor Tija la querida
Del convento se van sin la comida.

prefieren presentarse en la parranda
afirmando que el padre es de la banda
y que bailar el corazón ablanda
que el encargo fue hacer la propaganda.

Se inventan mil historias las terribles
Y ante el castigo se hacen invisibles.

Una sale y la otra va escondida
Se bailan un porro, dos y otra tanda
Y sin ser vistas vuelven las temibles.



El dolor

(Jotabé)


Y le contó al silencio que lloraba
por las rosas que el tiempo maltrataba.

Le dijo que las nubes angustiadas
pasaban los albores agitadas
que las dudas quedaban silenciadas
y el pasado clavaba mil espadas.

Sintió pena y desnuda su figura
lloró una gota helada de amargura.

Cayó el dolor, transido no pensaba
y así habló de las noches abusadas
nada calló, fue toda una tortura.



La gata Cata

(Jotabé Bivocálico decasílabo)


Bebe leche, repele ver gente
embellece el edén, es demente.

Caza ratas la afamada gata
araña a Martha, daña la mata
rasga la hamaca, baja la pata
pasa amargada la parda Cata.

Vence el estrés, rebelde se crece
entenderle de frente merece.

De repente emerger tendré en mente
para amar a la galana sata
desde ese verde vergel decrece.



La encantada de la pereza

(Jotabé)


La gata parda deja la belleza
enredada en escalas de maleza.

Ve estrellas grandes desde la ventana
se recrea en la teja más cercana
aparece cansada en la mañana
es la terneza de la edad lejana.

Al decaer la tarde se relaja
cena carne, bebe leche en la caja.

Ella tan amable ama la pereza
se mece en las hamacas en semana
para cazar pasea entre la paja.



Dedicado a James Rodríguez

(Jotabé Vereal decasílabo)


La fama no daña su semblante
lo hace un gigante, lo hace un gigante.

Si juega Colombia está presente,
admirando al zurdo más decente,
el gol lo hace así tan de repente,
grita la gente, grita la gente.

Nuestro orgullo es un crack colombiano,
es buen cristiano, es buen cristiano.

En el Real Madrid fue brillante,
en Bayern Múnich más competente,
James paisano, james paisano.



El pasado y el presente

(Jotabé Misrrimo)


Fue mi amor y lo lloré intensamente
cuando me dio su adiós tan de repente.

Una lágrima avizoré en sus ojos
y quedaron sus órganos tan flojos
que mi vida se fue entre los abrojos
muriendo y demostrando mis enojos.

Pasó el tiempo y viví la soledad
mis afugias guardé en la oscuridad.

Guardaré este cariño eternamente
y le pondré a mi vida mil cerrojos
porque Cuinsi fue única verdad.


Después volvió a mi vida la alegría
cuando el alma a poquitos se moría.

Rebusqué en el prado para él manojos,
de comestibles para sus antojos,
no fue purina sino frutos rojos
y pocas cantidades de redrojos.

Aquel querer lo sepultó el dolor,
y otro de rabo blanco encantador.

Sanó el centro de aquello que sentía
y ahora muy dichosa entre sonrojos
vivo feliz y en paz con este amor.



Implosión del corazón

(Jotabem Agudo)


El perdón viví por ti
Y al final me trató así.

No querré ni tu perdón,
ni seré tu relación,
no tendrás mi bendición,
usted fue mi vil traición.

Y así fue mi gran querer,
no entendí su proceder.

De pensar me consumí,
fue traición con implosión,
ya bien sé lo que es perder.



Foco navideño

(Jotabé Palabra dodecasílabo)


Foco, resplandor de amor, paz y esperanza
y el anhelo inagotable de alabanza.

Un foco se enciende en esta navidad,
es el sueño de vivir en unidad,
el foco que deja atrás oscuridad
y la espera por otro año y su bondad.

Foco que irradias el corazón que toco
navidad del niño con amor te evoco.

Foco navideño que deja confianza,
y pide al mundo con febril ansiedad
que de mil colores enciendan su foco.



Presumida

(Jotabem Escala pentasílabo)


Apresurada
y enamorada.

Sencillamente
es diferente
dice la gente
y así lo siente.

Esplendorosa
y presuntuosa.

Acostumbrada
es evidente
a ser hermosa.



Sólo deseos

(Jotabé tetradecasílabo)


Me dejan tus besos en la lumbre difundida,
y mi pasión retoza en la brisa suspendida.

Sabor a uva fresca en mis fortuitos devaneos,
cortejas mi universo y despiertas mis deseos,
invades mi nido con suspiros y gorjeos,
libando las mieles sin reservas ni rodeos.

Y la ventura entonces que en el azul divaga,
satisface el ánima aunque la ilusión naufraga.

Incendian tus fulgores las nubes de mi vida,
y la bohemia luna me trae galanteos,
aunque el deseo arde, pero la distancia apaga.



Mis palabras contrarias

(Jotabé Antos dodecasílabo)


Mi sonrisa a veces se convierte en llanto
y al dolor con gozo por decir le canto.

Días y noches que corren abrumadas,
por largos caminos y cortas cañadas,
fueron tiempos perdidos y ansias halladas,
en cielos abiertos y tierras cerradas.

Menores angustias, mayores anhelos,
traeré conmigo, llevaré en mis vuelos.

Vestiré de blanco, aunque negro mi manto
y no habrá muerte sino vidas sagradas,
con altos y bajos sin más desconsuelos.



La noche estrellada

(Jotabé écfrasis tridecasílabo)

(Écfrasis sobre el cuadro La noche estrellada de Vincent van Gogh)


En el silencio de la fría noche estaba
y titilaban mucho las que tanto amaba.

Eran tan bellas, rutilantes y sencillas,
unas grandes, siempre brillantes y amarillas
otras pocas y más pequeñas cual bombillas
bajo el azulado girando como anillas.

Una realidad soñada en el pincel,
pueblo imaginado y pulido sin cincel.

Y la noche espléndida en su correr miraba,
al gigante árbol que volverían astillas
bajo la luna, luz propia de aquel dosel.






Genidos naturales

(Jotabé tridecasílabo)


Veo el mar bravío, con ansiedad y frío
vencido en las sombras, perdido en el hastío.

Pálidas las rosas y el mundo natural
veo llorar cerros y al hombre intelectual,
arden las montañas, arrasan el trigal
la humanidad gime, culpable de su mal.

Son íntimas penas, son noches que se van,
carencias del campo, estaciones sin pan.

Niños sin praderas, el nido tan vacío,
árboles caídos, se extingue el animal,
hombres tan ufanos, acaban con el plan.



La paz, acto de amor

(Jotabé)


La paz no es feliz, vive destrozada,
y en batallas se quedó olvidada.

Quieren la paz el rico y pueblerino
cuando encuentra la sangre en el camino,
en los campos la quiere el campesino
un diseño de paz es mi destino.

Nuestra paz no tiene paz, pero espero
que al llegar sea un pacto verdadero.

Y ha de llegar la paz tan esperada,
mi anhelo silencioso no declino,
la paz, acto de amor lo considero.



Sólo llanto y dolor

(Jotabé)


Perdí la calma, no me queda nada,
es, fue y será una vida enajenada.

Hoy ni un adiós se le dice al amigo,
sin besos, sin abrazos, sin abrigo,
sin rezos, ni riquezas, sin testigo
se va, pero nos queda el enemigo.

Lloro pesares y largas ausencias,
es dolor que internamente silencias.

Sin rosario, ni imagen recordada,
sepultan corazón como castigo
y será soledad lo que presencias.



Escondida

(Jotabé)


Tuve tanto en la vida y ya no tengo,
perdí libertad, reposo y abolengo.

Se escondió mi madre y murió mi perro
dejé amor y llanto en ese entierro;
ella volverá fuerte del encierro,
yo lloraré mientras la puerta cierro.

Ella seguirá, él será recuerdo,
no vivo en paz con este desacuerdo.

No me quedo entre rejas yo me vengo
mil veces me declaro en el destierro
aunque siga la vida a paso lerdo.



Traición a la confianza

(Jotabé)


No sé de los amigos que perdí,
se han ido sin saber lo que sentí.

Sabes vida que no sanó la herida,
que se alejó perdiendo la partida,
que su alma con la mía estaba unida,
y que al irse sentí perder la vida.

Ya no hay tranquilidad en su conciencia,
ha de asumir inquieta consecuencia.

Una duda en silencio padecí,
se quejó, pero ya su voz perdida
finalmente, una prueba lo silencia.