El buen colombiano

(Jotabe)


Y en San Pelayo el festival del porro
te hace bailar con Yinyola y Socorro.

Ya en Segovia con la virgen hay fiesta
sale el minero con nueva propuesta.
Y en el Bajo Cauca está la respuesta
para continuar en forma modesta.

En otros pueblos se ríe y se goza
con la gigantona allá en Zaragoza.

Aquí el colombiano es ya un viejo zorro
que vive su afán tocando la orquesta
llevando a su dama en buena carroza.



Amor infinito

(Jotabem 33 pentasílabo)


Hoy nada quiero
partir prefiero.

Quedé sin manto
rogando al santo.
La quise tanto
no saben cuánto.

Tengo una herida
esto no es vida.

Fue mi lucero
risas y llanto
luz sin medida.



Al Dr. Elías Bechara Zainum

(Jotabé tridecasílabo)


Reconocido en cargos de orden nacional
presidente del SENA centro regional.

Hacedor incansable en actos de nobleza
un pedagogo con arraigo y fortaleza.
Caminante raudo con pasos de firmeza
grande entre su estirpe mostrando su proeza.

Aún quizá el algodón lleve su tatuaje
y en el campus de honor su busto es homenaje.

Se arraigó en la historia del buen profesional
fue laureado por mostrar su gentileza
y el hombre hoy contempla valentía y coraje.



Un año de ausencia

(Jotabé tridecasílabo)

a mi madre Q.P.D.


Un año he vivido sin este gran amor
muriendo algo lento sintiendo mi dolor.

Es el ángel de mi vida y en el cielo está
ese espacio inmenso llamado más allá.
En esa angustia siento que ella volverá
porque solo así mi aflicción acabará.

En silencio lloro esta pena en soledad
Pienso que es mentira aun sabiendo la verdad.

Será mi llanto eterno y la vida un temor
qué importa una espina si vivo sin mamá
ya solo tengo ausencias vago en la ciudad.



Hermanos xenxo

(Jotabem Abecedario heptasílabo)


A besos clandestinos
duermen encarnadinos.

Felices ganadores
honestos instructores
Juana, kan locutores
modestos nadadores.

Ño orgulloso paisano
¡qué recuerdo siriano!

Tus usos vespertinos
wagnerianos xenxores
yámbico zamorano.



Amor de madre

(Jotabé dodecasílabo)

En honor a mi hijo Alex Dubián Gómez J.


Ese querer que quisiera en mis ocasos
lleva a cuesta la tristeza de otros pasos.

Vive en mis adentros está en mi presente
a su lado el todo es más que suficiente.
Se queda en esa pena que mi alma siente
y en la lágrima que nunca se arrepiente.

De mi mano asido cual si fuera niño
recibiendo por la vida mi cariño.

Es el retoño sensible con fracasos
camina a mi lado bajo el sol poniente
y si enferma a sus sentires me encariño.



Te dedico un Jotabé

(Jotabé dodecasílabo)

a Miguel Andrés Osorio Estarita


Inseparable aliado ángel del camino
estás aquí cuando gime mi destino.

Te dedico un Jotabé querido amigo
desde el alba hasta el ocaso te bendigo.
Si termino la jornada estoy contigo
Y si vivo en la tristeza estás conmigo.

Al volver la tarde su ansiedad extraña
mi corazón dulce con sabor a caña.

Sentiré al lado de su interior divino
que al volver la brisa traerá consigo
mejores vibras desde su misma entraña.



A esas manos

(Jotabé)


Esas manos marchitas y arrugadas
claman amor en noches agitadas.

Se juntan para orar cada mañana
su piel tostada asoma a su ventana.
son las manos benditas de mi anciana
que decrépitas quieren el nirvana.

Con pecas confundidas en su piel
abrazan la vida y recogen miel.

Y aquellas manitas desesperadas
color dorado igual que la campana
regresan aplaudiendo a su vergel.



A Octavio Paz

(Jotabé)


Un poeta ensayista y diplomático
buen docente infatigable y simpático.

Un vate de una lírica agradable
de talla intelectual inmensurable.
Con eróticos textos es probable
que pretendiera palpar lo insondable.

El toque corporal quedó en su impronta
frontera lábil que el saber confronta.

Gran soñador de su saber pragmático
lingüista y creador infatigable
un todo que en la historia se remonta.



El campano del puerto

(Jotabé tetradecasílabo)


Se expanden tus ramajes y brindas amoroso
la sombra para el cardenal mostrarse orgulloso.

Allí descansan siempre mis largos pensamientos
y otras veces en silencio escuchas mis lamentos.
Y el musgo que te invade se esconde de los vientos
para dejar recuerdos escritos en fragmentos.

Han ornado tus hojas las orillas del puerto
y vigorizas las tardes de este ambiente muerto.

En tu cuerpo deformado busco mi reposo
y en la sombra de tus ramas dejo sentimientos
sucesos del pasado que traen desconcierto.



Añoranzas

(Jotabé tridecasílabo)


Madre añoro tantos momentos a tu lado
siempre pienso en los años buenos del pasado.

Vivo de añoranzas y de recuerdos gratos
anhelando ese vino añejo y tus relatos.
Buscando tu cariño inmenso en los retratos
y respirando en cada sueño tus olfatos.

Aquel día tuve lo que mi vida extraña
el verso dulce como corazón de caña.

Mis mañanas frías con llanto no han bastado
ni mirar al niño gemir por los ingratos
mi dolor es pena real que a nadie engaña.



El manjar de un paisa

(Jotabé tetradecasílabo)


Una bandeja paisa es sabor en Medellín
la busca el extraño caminando por Junín.

Si vas por la setenta te invita el Chaparral
a probar sus variedades y uno en especial.
Los frijoles bien calados y un huevo al final
con carne bien molida un plato tradicional.

Y esos chicharrones con más patas que un ciempiés
la loncha de maduro y el chorizo de interés.

Que no falte una arepa y el arroz hasta su fin
buen trozo de aguacate y el guarapo natural
y música antioqueña para volver después.



La Navidad

(Jotabé hexadecasílabo)


Tantas luces de colores, son deleite del abuelo
buen anuncio decembrino, con traídos desde el cielo.

Cuán felices son los niños que reciben navidad
si hay muñecas y carritos poco importa calidad.
Otros hay que solo lloran, piden de uno la mitad
no se apiadan de los chicos, se perdió la humanidad.

Ya se anuncia el nacimiento, de Jesús en Palestina
se presentan los pastores, hay fervor en su doctrina.

La alegría llega ya, con la natilla y buñuelo
todos cantan villancicos, dejan muestras de bondad
el niño Dios trae juegos, la pirotecnia es rutina.



Creciente súbita

(Jotabé Rimipri)


Ausente orbe de inclinación suprema
creciente súbita que azota y quema.

Crujiente sueño con sabor a olvido
inclemente el tiempo y el querer perdido.
Siente un hombre el corazoncito herido
miente el céfiro y se va el bien querido.

Absorbente hora apocalipsis fiel
suficiente queja y final tan cruel.

Carente de oración todo es dilema
inclemente el viento infla sin sentido
oriente frío se ahogó el clavel.



El Iscariote

(Jotabé tridecasílabo)


Judas Iscariote a Jesús lo traicionó
y sin pensarlo a los esbirros entregó.

Ante el Sanedrín planteó su alevosía
el acerbo apóstol de asociación judía.
Entregó a Jesús en marcada felonía
y con un beso fijó el suplicio y agonía.

No pudo arrastrar con el cargo de conciencia
por su codicia sangraría la inocencia.

Ya arrepentido los denarios devolvió
y en un árbol dejó aflicción y cobardía
un vituperio su calvario y la sentencia.



Sin ella soy hastío

(Jotabea)


A veces esperando que el tiempo devolviera
todito lo arrancado que siempre le pidiera.

Buscando en los ayeres del corazón sombrío
el fugitivo instante que reposar ansío.
Parezco estar dormida cubierta por el frío
pero estoy moribunda sin el cariño mío.

Fue luz del alma mía sin ella me he perdido
la busca mi sentido mi razón la ha seguido.

La nombro en mi silencio traerla no quisiera
moverla de su plano mi mundo es un hastío
ya ni las aves cantan están en el olvido.



Sus ojos lo definen

(Jotabé tetradecasílabo)

dedicado a Alex Silva Jaramillo


Sus ojos son luceros impronta de sus actos
que van con la tristeza de tiempos bien exactos.

Hay pureza en su mirar lo dicen sus ojazos
y va entre la gente recibiendo los abrazos.
Maneja su ansiedad, aunque su alma esté en pedazos
el buen Dios está en su iris persisten esos lazos.

Él lleva en su mirada la paz de los trigales
y su calma se refleja en esos dos cristales.

No es solo belleza lo que causan los impactos
sino el color profundo de párpados negrazos
y esa visión serena con hechos tan puntuales.



Honrando su memoria

(Jotabem)


Dejo pena con sigilo
mientras los recuerdos hilo.

Voy dejando mis amores
con pesares y dolores.
Oraciones de pastores
y con queja ofrezco flores.

Por mi madre es este llanto
por la que amé y quise tanto.

Entre vientos lo ventilo
no habrá amor con más dulzores
que aquel que honras con un canto.



Sin madre y sin ilusión

(Jotabé Alfa pentadecasílabo)


Avisté tu cuerpo inerte con la ilusión perdida
bañada en lloro intenso no importaba ni la vida.

Cuando me aproximé a su rostro le besé la frente
desdibujé en silencio lo que el corazón presiente.
E inicié un camino largo viviendo como ausente
fingiendo continuar bien cuando la verdad no miente.

Guardé en mi pecho su luz y sonrisa angelical
huérfana siguiendo en llanto el trayecto del raudal.

Infiero un futuro infausto y sangrando por la herida
jadeando entre lo incierto y viviendo sin presente
kinesia mi expresión y solo nada hasta el final.