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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
JAIME BONILLA MEDINA
 
Poemas Página 01
 
Jaime Bonilla Medina

Jaime
Bonilla Medina

Cúcuta (Colombia)

Al sabor de tus besos

(Jotabé hexadecasílabo)


Tus manos, tus bellas manos, están cerquita del cielo,
Y tocan mis esperanzas, como tul y terciopelo.

Tus labios apasionados, al ritmo de tu cadera,
los soñaba desde niño, como la abeja y la cera,
y ahora que soy un hombre, tenerlos la vida entera,
!ay tus labios de durazno!, de invierno y de primavera.

!Qué trinen los ruiseñores!, !qué vuelen las mariposas!,
y en el jardín de tu vida, florezcan nardos y rosas.

Amor desde mis entrañas, de mis noches de desvelo,
dame tus labios de encanto, tus besos de enredadera,
y toma mi corazón, vivo en tus manos piadosas.



Mi esposa, mi compañera


(Jotabé hexadecasílabo)


Gracias te daré Dios mío, por esa transformación,
en el día es aliciente, por la noche el corazón.

Muchos años han pasado, pero sigues en mi vera,
como una flor que amanece, con tu aroma de pradera,
contigo anhelo morir y ser una calavera,
para decirte, te quiero, como si vivo estuviera.

Eres el sol de mi vida, la luz eres de mi hogar,
un tesoro tan valioso, ¿dónde lo voy a encontrar?

Del mismo fondo del alma, nace el sueño y la ilusión,
de que pasen estos años y la postrer primavera,
para morir en tus brazos, igual que un río en el mar.



Margarita y azucena


(Jotabé hexadecasílabo, con versos franceses)


Yo quisiera regalarte, un presente muy sencillo,
cuatro rosas, dos claveles y un girasol amarillo.

Te los daré en el verano, cuando el trigo esté dorado,
y el agua de la montaña, baje en un río encantado,
que venga soñando versos, igual que un enamorado,
y entonces sienta el aroma, de tu pasión a mi lado.

Tengo un dolor en el alma y en la mano una azucena,
tu tienes la medicina, para curarme esta pena.

Sáname sólo con besos, sin bisturí y sin cuchillo,
con un corazón sin freno, de pasión ya desbocado,
que me rompan carne y huesos, tus labios de yerbabuena.



El baile de la vida


(Jotabé hexadecasílabo)


Yo soy como aquel payaso, que en vez de llorar reía,
con un puñal en el pecho, muy feliz él parecía.

Arrastro como un arrollo, troncos viejos y quebrantos,
arrastro traición y envidias, despechos y desencantos,
pero a pesar de todo esto, de mi duende y mis espantos,
no vivo de envidia ajena, ni mis pecados son tantos.

En el jardín de mi vida, ya mi flor está marchita,
no hay canciones, no hay suspiros, ni fuentes de agua
[ bendita.

Este baile de la vida, no todo es pura alegría,
también con las serpentinas, me suena la orquesta
[ llantos,
mas sólo dejo la fiesta, si Dios me lo solicita.



Encantaqmiento


(Jotabé hexadecasílabo)


Esta mujer que es tan bella, me tiene un encantamiento,
unos ojos de esmeralda, que están en mi pensamiento.

Es verdad que eres bonita, con tu boca y tu sonrisa,
pero baja de esa nube, que caes como la brisa,
que yo para que me quieras y te pongas bien sumisa,
te haré un brebaje sin pierde, de ruda con altamisa.

No me importa que te cuiden, cien guerreros, cien lebreles,
que yo los podré vencer, con mirtos y con laureles.

Yo quiero volar contigo, las alas echar al viento,
y en un cielo de suspiros, que nos vayamos sin prisa,
en un vagón de ilusiones, sin dirección y sin rieles.



Te quiero tal como eres


(Jotabé hexadecasílabo)


Yo quiero ser pecador y que seas mi pecado,
acceder entre tus brazos, a ser de amor condenado.

No me importa tu pasado, te quiero tal como eres,
Ni las garras, si las tienes, ni tus dedos de alfileres,
para mí serán placer, los dolores que me dieres,
el corazón no los siente, si vienen de tus quereres.

Benditos tus santos besos, tu boca y todo tu brillo,
el aroma de tu cuerpo, con tu clavel amarillo.

Yo quiero morir de amor, pero ser resucitado,
Con un beso de tu boca, que me digas que me quieres,
y que al oído me cantes, te adoro en un estribillo.



La flor del amor


(Jotabé hexadecasílabo)


Para la niña adorada, lo que yo les recomiendo,
que le den la bella flor, así les estoy diciendo.

Esa es la misma ternura, de los que saben amar,
con caricias y con besos, siempre la habrán de regar,
con la sonrisa en los labios, cuando le quieran hablar,
así seguirá creciendo, será como un ancho mar.

De fantasía su aroma, más mágico su color,
es algo bello y sencillo, como vemos una flor.

Que le des mucha ternura, de nuevo te estoy pidiendo,
cuídala que es delicada, pudiéndose deshojar,
con ella serás feliz, ésta es la flor del amor.



La casita soñada


(Jotabé hexadecasílabo)


Esa casita tan bella, que sueñas con mariposas,
que quieres con azucenas, con claveles y con rosas.

Así con todas las flores, con el aroma encantada,
de amor todos los colores, de caricias decorada,
con mirlas y ruiseñores, que alegren con su tonada,
y te hagan sentir del mundo, feliz dichosa y amada.

Quisiera verte en tu casa, con una espiga y su trigo,
estar contigo a mi lado, que fueras siempre mi abrigo.

Qué felicidad se siente, soñar con cosas hermosas,
por eso es que pido y rezo, por tu ilusión tan ansiada,
tu casa entre las estrellas, y tú y tus besos conmigo.



Dios hará el milagro


(Jotabé dodecasílabo)


Extiende tus manos, bellas y piadosas,
convierte estas penas, en flores hermosas.

Señor te pedimos, con fe y devoción,
que tu pueblo sufre, tenle compasión,
llora, llora el mundo, triste el corazón,
Tú eres la esperanza, dadnos la ilusión.

Clamemos a Dios, calme este dolor,
que se oiga de nuevo, dulce el ruiseñor.

Ya hoy es primavera, se abrirán las rosas,
Dios hará el milagro, con fe en la oración,
porque Dios es vida, tan sólo es amor.



A Juan Benito Rodríguez


(2 Jotabé hexadecasílabos)


Al mundo que va girando, con sus rimas ha venido,
con tanta sabiduría, parece nació aprendido.

Desde España nos deleita, su poesía tan bella,
como de antiguos poetas, que dejaron sello y huella,
con su rima neoclásica, tan buena o mejor que aquella,
su letra maravillosa, que entre los genios destella.

En el mundo conocido, señor, poeta y figura,
su prosa que nos encanta, sus poemas qué dulzura.

Que Dios lo guarde y lo cuide, que grande en la vida ha
[ sido,
que brille y siga brillando, su linda, su hermosa estrella,
que nos sigan deleitando, sus versos y su escritura.


Lenta pasará la noche, más rápido pasa el día,
así es que vive el poeta, creando su poesía.

Seguro estará soñando, con el lucero temprano,
o en el palacio imperial, con la princesa y su mano,
que tiene la argolla puesta, nupcial de un rey soberano,
que en un Pegaso por ella, viene de un mundo lejano.

Escribe sobre el amor, del beso delicia pura,
o del que está padeciendo, su despecho y su amargura.

Así es que pasa la vida, siempre con su fantasía,
para con su inspiración, hablar del cielo y lo humano,
para seguir expandiendo, por el mundo la cultura.



Tan linda


(Jotabé hexadecasílabo con versos franceses)


Seguro que estoy aquí, pensado en ella y lo ves,
será que la quiero así, al derecho y al revés.

Corazón que está sufriendo, tan sólo por un amor,
se ahoga en aguas profundas y siente que gran dolor,
no se cura con canela, ni con frío ni calor,
debes olvidarla pronto, o sino será peor.

Le voy a dar una pócima, una que sea efectiva,
para curarle su mal y el corazón le reviva.

La tomo por la cintura y le acaricio los pies,
la veo tan linda y bella y en su boca hay una flor,
la palabra que me arrulla y el beso que me motiva.



Mi sueño dorado


(Jotabé dodecasílabo)


Es la aurora, el ave levanta su vuelo,
remonta los aires y alcanza hasta el cielo.

Al igual que el ave quisiera volar,
ir al infinito y poder divisar,
a Dios en su trono, su gloria y hogar,
y un milagro en mi alma se va a presentar.

Esta maravilla la que rezo y pido,
toda mi esperanza, la que nunca olvido.

Tenerlo siempre al lado, es mi gran anhelo,
mi sueño adorado, que quiero alcanzar,
que lo ruego y lo imploro, a mi Dios querido.



Todo tu encanto


(Jotabé hexadecasílabo)


Tu sonrisa que me encanta, parece flor en su rama,
tu aroma qué gran delicia, que el viento al aire derrama.

Veo la magia que existe, todo en la luz de sus ojos,
contigo tan solo hay rosas, sin espinas los abrojos,
sólo dulzura en tus besos, delicia en tus labios rojos,
calmas todos mis deseos, satisfaces mis antojos.

Es porque te quiero tanto, todo el impulso en mi vida,
toda la dicha y encanto, la bendición recibida.

Sé que en mi vida estás tú, siento tu voz que me llama,
para arrullarme en tus brazos, con ternura y sin enojos,
y al despertar la mañana, de beso es tu bienvenida,



Parece que está embrujado


(Jotabé hexadecasílabo)


Pobre el hombre de apariencia, tan triste y tan amargado,
todo el mundo lo comenta, parece que está hembrujado.

Pero es que no me coincide, la mente con la razón,
que aún sigamos creyendo, que el brujo es la solución,
tiene los naipes marcados, tu dinero es su ambición,
la mentira su estrategia, tu angustia y preocupación.

Para toda buena suerte, su bañito de romero,
hágalo así nueve veces y le consigue el dinero.

Que tiene la mala vibra, la ruina y el mal pegado,
dame primero lo mío, que te conjuro el jabón,
así seguro que irás, de pobre hacia pordiosero.



La Bella Durmiente


(Jotabé hexadecasílabo)


Que porque sueña despierta, ¿la niña está enamorada?
déjenla seguir soñando, se ve que está ilusionada.

Soñando está con su príncipe, que ágil como un picaflor,
trae la argolla nupcial, con muchos besos de amor,
con un coro de sirenas y el trino de un ruiseñor,
no piensa que hay otro cielo, tan sólo el de su señor.

La princesa no despierta, ni ríe como lo hacía,
y así seguirá en sus sueños, un día tras otro día.

Que no le pase a usted, la vida sin hacer nada,
de la noche a la mañana, ya se marchita esa flor,
y ya no hay sueño de amor, ni magia, ni fantasía.



Todo por este amor

(Jotabé hexadecasílabo con versos franceses)


Tu has sido mi gran amor, toda la magia y encanto,
por ti es que lucho la vida, si me caigo, me levanto.

Que se abra el verano en flor, el trigo si está dorado,
amor de los dos tan bello, puro fuego apasionado,
el beso solo en tu boca, ardiente y enamorado
y yo pidiéndole al cielo, que siempre estés a mi lado.

Sólo por ti mi cariño, es que he tentado mi suerte,
unas veces por la vida y otras enfrente a la muerte

Por este amor es que brindo, por ti por quererte tanto,
por esta felicidad, por lo vivido y soñado,
por el presente y futuro, contigo por no perderte.



El cielo y la tierra


(Jotabé hexadecasílabo)


Lo que es el cielo y la tierra, distintos se pueden ver,
del cielo sólo amo a Dios, de la tierra a la mujer.

El cielo se ve distante, talvez sea una ilusión,
pero de todas maneras, lo ansío de corazón,
sabemos que hay que pedirlo, rezarlo con devoción,
que Dios perdone el pecado, dándonos la salvación.

Dicen que en el cielo todo, todas las calles son de oro,
ay qué tan bello sería, llegar hasta ese tesoro.

Que talvez en la otra vida, millonario puedo ser,
vestido de finas galas, de linos y de algodón,
pero yo prefiero ahora, me den algo de eso, imploro.



Miren cómo es la vida


(4 Jotabé hexadecasílabos con versos franceses)


Yo no quisiera saber, ni de traiciones, ni olvido,
ni de la mujer ingrata, que engaña hasta su marido.

Para sacarme de dudas, no creo en la margarita,
ni de santos, ni de riegos, hechos con agua bendita,
yo no discuto con nadie, si es que el muerto resucita,
y que hablen a mis espaldas, ya ni me da, ni me quita.

Miremos como es la vida, se muere el joven y el viejo,
el necio se muere pronto y aquél que no oye consejo.

Yo soy feliz en la vida, talvez un poco sufrido,
al ciego le doy la mano y al que de mi necesita,
mis penas las echo al viento, no imploro ni me acomplejo.


Si me ven que estoy llorando, el problema es personal,
llbrame Señor ahora, del chisme y de todo mal.

El que llora está sufriendo, será por una razón,
hay penas que son del alma y hay penas del corazón,
seguro Dios se las sana, rezando con devoción,
o haciéndole un exorcismo, se quita la maldición.

No sé de amarres de amor, tampoco de brujería
ni menos de encantamientos, hablando de hechicería.

No creo en adivinanzas, ni en el signo zodiacal,
ni todo lo que me dicen, de temas de religión,
y del político honesto, talvez me sorprendería.


Donde quiera que tú vayas, debes hacer lo que vieres,
como la vida es muy corta, disfruta de sus placeres.

El que anhela demasiado, con la frustración se queda,
sólo con su fantasía, con el encaje y la seda,
como aquél que anda con lobos, entre mordiscos se
[ enreda,
yo sólo le pido a Dios, que más vida me conceda.

Que si miro las estrellas, es que estoy enamorado,
o que si triste me ven, una traición me han jugado.

No necesito de agueros, para saber si me quieres,
al mundo no le interesa, sigue girando en su rueda
y yo que me quedo aquí, luchando lo que he soñado.


La juventud que se va, el tiempo que no me espera,
qué frío será el invierno y triste la primavera.

La vida como es ligera, se va sin dejarnos nada,
sólo me quedan las ganas, de aquella gloria esperada,
con un poco de nostalgia y hacia abajo la mirada,
mustio se queda el clavel y la rosa deshojada.

Con estas ganas que tengo, de curar la vieja herida
decirle al presente ya, que le doy la bienvenida.

Yo le apuesto a la victoria y ganaré esta carrera,
sin importarme los años, ni la derrota pasada,
poniéndole el corazón, batallaré con la vida.



A Dios que siento a mi lado


(5 Jotabé hexadecasílabos)


Que Dios existe en mi vida, segura es la conclusión,
me acompaña a todas partes, lo llevo en el corazón.

Que si lo busco lo encuentro, si pido con gran fervor,
en los montes, en los valles, donde trina el ruiseñor,
imposible sin su mano, la belleza de una flor,
y mi alma que está sedienta, del agua de su pastor.

Con Dios que siento a mi lado, mi gloria está asegurada,
el paraíso en la mano, con la dicha en la mirada.

A Dios, mi mayor tesoro, le imploro con devoción,
a diario envío mis preces, con puro y sincero amor,
en sus manos mi destino, con Él no le temo a nada.


Que me haya dado la vida, yo le quiero agradecer
que no haya desdicha o pena, ni piedra me haga caer.

Que no se aparte de mí, llevarlo siempre en mi mente,
rocío que me acaricia, pura agua fresca en mi fuente,
aquella estrella polar, mi lucero en el oriente,
lo vivido, lo soñado, mi futuro y mi presente.

Yo soy como ave viajera, que no entona una canción,
mas soy feliz en la vida, con Dios en mi corazón.

Al despertar la mañana, tan sólo anhelo saber,
que tengo en Dios un tesoro, de los hombres diferente,
que soy el ciervo que brama, por agua y su bendición.


Perlas bellas tiene el mar, del mundo la admiración,
más tu imagen celestial, no tiene comparación.

Tú te muestras por doquier, con santo y divino amor,
en la vida natural, en un pájaro cantor,
en la oración de un anciano, que pide por un favor,
o cuando invocan tu nombre, que quites pena y dolor.

Quiero tenerte en mi vida, con mi presente y futuro,
porque eres lo más precioso, mi verdadero amor puro.

Que abran las puertas del cielo, lo anhelo de corazón,
que el mundo pueda sentir, las manos de su Señor,
y que se doren los montes, de espiga y trigo maduro.


Los ojos que nunca veo, pero que siempre me miran,
los labios que nunca siento, pero de cerca suspiran.

Aunque no le llego a ver, ni jamás le haya alcanzado,
aún dormido lo siento, muchas veces lo he soñado,
estrella de mi esperanza, lucero resucitado,
la más linda y bella flor, aroma que me ha encantado.

Teniendo su luz divina, tendré tesoros valiosos,
estando en mi corazón, seré de los poderosos.

Quisiera que me escucharas, estos versos que me
[ inspiran,
pedirte que ya al final, pasando hacia el otro lado,
alumbraran mi camino, tus ojos maravillosos.


Dicen que soy un iluso, que voy contra la corriente,
pero si sueño con Dios, ¿porqué no ser diferente?

Si estoy mirando hacia arriba, yo sueño el cielo que quiero,
la luna me reconforta, más bella en el mes de enero,
una estrella que me alumbre, que me ilumine un lucero,
y así entre iluso y poeta, por nada me desespero.

¿Para qué quiero fortuna? talvez me sobra la fama,
seré feliz siendo un ciervo, por agua a Dios que le brama.

Quisiera ser como lluvia, que baje por la corriente,
sin ninguna pretensión, sin ansias y sin esmero,
tan sólo que pueda oír, la voz de Dios si me llama.


(Poema ganador del Decimoprimer Accésit del IX Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



Lo que sabe todo el mundo, pero que pocos lo aplican

(Jotabé hexadecasílabo)


Si te vas a contemplar, hazlo con un buen espejo,
Que no sea en espejismos, ni en agua sucia el reflejo.

Mirando siempre hacia arriba, cómo el cielo está
[ estrellado,
sé parco y sea prudente, con argumentos lo hablado,
con los pies siempre en la tierra, buscando lo que has
[ soñado,
pero no debes llorar, si algo se te ha derramado.

Si te vas a comparar, busca siempre los mejores,
que en el mundo hay cosas bellas, como el color de las
[ flores.

Por eso te recomiendo, si quieres feliz ser viejo,
tolerancia con tu hermano, perdónate si has pecado,
y si es que te han ofendido, ya olvídate de rencores.



No todo es felicidad

(Jotabé hexadecasílabo)


Sabiendo que eres un hombre, no entienden de tu pesar,
a veces porque no ríes, creen que vas a llorar.

Una sonrisa en los labios, sentirte con alegría.
subirte hasta las estrellas, qué bello sueño sería,
pero también la tristeza, puede traerte agonía,
porque de todo tenemos, un día tras otro día.

Si tú quieres ser feliz y pasarla muy contento,
olvídate de pesares, disfruta el mejor momento.

Eres dueño de tu vida, puedes fallar o triunfar,
el sendero que recorres, de rosas te encantaría,
pero que no te sorprendan, espinas y sufrimiento.



¿Qué le pasa al Señor?

(Jotabé hexadecasílabo con versos franceses)


¿Qué le pasará al señor?, parece que no ha rezado,
y ya estando que se muere, seguro está condenado.

Que si como demasiado, seguro voy a engordar,
que si seguimos pecando el mundo se va acabar,
que el diezmo de lo ganado, a Dios lo tengo que dar,
con todo lo que me dicen, ya no puedo ni pensar.

Me gritan desde la iglesia, el cura y el sacristán,
con tanta reclamadera, no resiste ni un titán.

Me siento ya deprimido, me dicen que eso es pecado,
que si como, que si fumo, que si dejo de rezar,
y yo con esta pobreza, no tengo trigo ni pan.



Ella era la reina

(Jotabé dodecasilabo)


Ya se fue la rosa de hermosos colores,
la más linda y bella de todas las flores.

Era de ojos negros y alegre mirada,
era el alma mía, mi flor, mi adorada,
aroma del alma, de amor perfumada
la del campo verde, con tierra mojada.

La llevo en la mente, como una ilusión,
Siento sus caricias, con gran emoción.

Si le pido al cielo, no oye mis clamores
de estar junto a ella, la que fue mi amada,
y sentir de nuevo, vivo el corazón.



Versos de amor

(Jotabé)


Mariposa que aprendió a encantar,
Sólo en sus brazos el placer de amar.

Palmera y sombra en el desierto ha sido,
hermosa y tierna en mi pencil florido,
aliento de mi vida, amor querido,
con ese beso que jamás olvido.

Ella es simiente y mi trigo dorado,
ella es el sueño que no he despertado.

Me arrulla su boca y me enseña amar,
siempre está en mi mente y jamás la olvido,
y sólo quiero tenerla a mi lado.



No creas en falsas promesas

(Jotabé hexadecasílabo)


¿Cuántos que te están diciendo, que para ti hay un
[ tesoro?,
y tú de ingenuo creyendo, que vuela el pájaro de oro.

Eso sí van prometiendo, llevarnos al mismo cielo,
y el hombre que va creyendo, se muere por ese anhelo,
mordiendo así la carnada, lanzada con ese anzuelo,
pero ya al final de cuentas, se queda con su desvelo.

Todo aquél cuando es corrupto, no cree en filosofía,
sólo llenar sus bolsillos, es su meta cada día.

El empeño en la palabra, la honradez con el decoro,
el hombre que ya las tenga, que nos sirva de modelo,
para que no se conviertan, en sólo una fantasía.



Hebras de dolor

(Jotabé dodecasílabo)


Yo que estaba enamorado de una flor,
fui volando entre las nubes del dolor.

Era el sueño de mi vida deseado,
el escudo y estandarte más preciado,
ya se ha ido de mi lado y me ha dejado,
ni se acuerda de mí, ya me ha olvidado.

Amor este, pero el de uno, el más sufrido,
amor siempre, si es que llega, bienvenido.

Fui tejiendo entre las hebras del amor,
una historia de amargura que ha quedado,
con un cuento de cariño que se ha ido.



Sin besos no hay amor

(Jotabé hexadecasílabo)


Amor el de mis amores, con la rosa florecida,
tan bello fue aquel amor, que se llevó hasta mi vida.

No sé si fue de verdad, o fue una vana ilusión,
talvez fue un sueño o deseo, tan sólo una presunción,
¿oiré su voz si me llama, tocándome el corazón?,
pues ya no sé lo que pasa, con toda esta confusión.

Me duele el alma y el cuerpo, pues tengo roto los huesos,
en este amor convertido, farsa de verdad sus besos.

Me confunde y no lo sé, si es que hubo una despedida,
si mis ojos ya cansados, lloraron de la emoción,
en esta historia de amante, que se fueron sin regresos.



No más contaminación

(2 Jotabé hexadecasílabo con versos franceses)


¿Quién no vive de ilusiones, o quién no sueña despierto?
que todos están de acuerdo, en que se hable bien del
[ muerto.

En la vida tengo un sueño, que algo bueno va a pasar,
no más contaminación, ni plásticos en el mar,
que Dios hasta el paraíso, el hombre vuelve a llevar,
sin manzana, ni serpiente, que a Eva vaya a tentar.

Cierro los ojos no veo, se cumpla mi fantasía,
al contrario está peor, cuando pasa y vuelve el día.

No creo ya en espejismos, ni que haya agua en el desierto,
ni tampoco que en un sueño, la vida se va arreglar,
que el mundo nos da parejo, tristeza con alegría.


Mirando hacia las estrellas, qué bella sorpresa tuve,
era un cóndor de los Andes, viajando por una nube.

Que no se agreda la especie, que no se acabe la vida,
todos los hombres respeten, la bendición recibida,
ya no levantes tu mano, para causar una herida,
que vamos hacia la muerte, con cada especie extinguida.

Que cante el ave en el monte, que trine su libertad,
que se proteja el ambiente, que acabe la mortandad.

Quería talar un árbol, pero al pensar me contuve,
tiene derecho a vivir, que tanta gente se olvida,
del beneficio que brinda, del aire y su claridad.



Me duele en el corazón

(Jotabé hexadecasílabo)


Me duele en el corazón, señores tengo una pena,
le llaman una traición, yo le digo una condena.

Yo que era feliz sin ella, todo el mundo sonreía,
pero no hablen por hablar, que toda la culpa es mía,
no me digan que es un sueño, ni que es una fantasía,
¿cómo voy a estar soñando, si vi amanecer el día?

El recuerdo de sus ojos, lo llevo en la mente entero,
tan brillantes, tan hermosos, son dos lunas y un lucero.

Ya ni la miel de sus besos, no hay abejas, ni hay colmena,
tan sólo un sabor amargo, me queda entre cera fría,
pero ah corazón el mío, con flores aún la espero.



El paraíso

(Jotabé hexadecasílabo)


Yo sueño vivir allí, donde se mecen las rosas,
Hay aroma de azahar y bailan las mariposas.

Parecen hilos de seda, las aguas por los raudales,
entre suspiros se mueve, la espiga de los trigales,
con fe y con agua bendita, se curan todos los males,
los que maltratan el cuerpo, de plata y sentimentales.

Vivir en el paraíso, con esa brisa y canciones,
cubierto de sólo amor y un cúmulo de ilusiones.

Este jardín del Edén, con las flores más hermosas,
trinando los ruiseñores, con un coro de turpiales,
qué felicidad tan grande, se siente en los corazones.



Todo por este amor

(Jotabé hexadecasílabo con versos franceses)


Tú has sido mi gran amor, toda la magia y encanto,
por ti es que lucho la vida, si me caigo, me levanto.

Que se abra el verano en flor, el trigo que está dorado,
la vida con su esplendor, el firmamento estrellado,
el beso siempre en tu boca, que se siente enamorado,
y yo pidiéndole al cielo, que siempre estés a mi lado.

Sólo por ti mi cariño, es que he tentado mi suerte,
unas veces por la vida y otras enfrente a la muerte.

Por este amor es que brindo, por ti, por quererte tanto,
por esta felicidad, por lo vivido y soñado,
por el presente y futuro, contigo, por no perderte.



El renacer del águila


(Jotabé decasílabo)


¿Qué pasó con el águila al vuelo?
no remonta sus alas al cielo.

Ya su andar más parece una queja,
ya no vuela como antes, ya vieja,
ni del nido siquiera se aleja,
sólo angustia y dolores refleja.

Desde enero es su cruel agonía,
pasó la noche, amanece el día.

Es abril de esperanza y anhelo,
ave fénix igual se asemeja,
renació, ahora es toda alegría.



Ni cenizas quedan

(Jotabé dodecasílabo)


Ese pacto entre los dos que ayer hicimos,
fue tan sólo un juego que los dos perdimos.

Tantas lunas y luceros soñadores,
tanta estrella que alumbró nuestros amores,
ya se han ido, ya no brillan nuestras flores,
ya no suenan, ni repican los tambores.

Tú tan bella, tú tan tierna, tan querida,
eras toda mi esperanza en esta vida.

Ni cenizas de ese amor que ayer vivimos,
ni la luna, ni sus bellos. resplandores,
han quedado de esa apuesta ya perdida.



Tan sólo sigue adelante

(Jotabé hexadecasílabo)


Que lo que pasó, pasó, que se quede en el pasado,
que ya no critiquen más, ni que hablen de tu pecado.

Somos tan solo mortales, el mismo que peca y reza,
árbol que nace torcido, nunca jamás se endereza,
no es bueno ser muy pasivo, ni la flor de la pereza,
son bellas las noches claras y el sol que a nacer empieza.

No sabes de dónde vienes, si es que del cielo has nacido,
sólo sabes de tu madre, que de su vientre has venido.

Mejor seguir adelante de la vida enamorado,
disfrutar las alegrías, olvidando la tristeza,
que el día que ya te mueras, te darán por bien servido.



La mano de Dios

(Jotabé hexadecasílabo)


Sólo la mano de Dios, convierte la escoria en oro,
en realidad, lo imposible, lo sin valor en tesoro.

Con toda esta maravilla, que mi alma está sorprendida,
con el dulce ruiseñor y la rosa florecida,
el misterio de la muerte, la fecha de la partida,
con todo lo natural y el milagro de la vida.

Convierte las amarguras, en manantial transparente,
lavando dolor y penas, se los lleva la corriente.

Tú eres el Dios celestial, con el que sueño y adoro,
creador del universo, con tu venia consentida,
y así en lo vivo y lo inerte, tu mano es la que se siente.



Los sueños del soñador

(Jotabé hexadecasílabo)


Yo no quiero las espinas, tan sólo pido una cosa,
que me acaricie la lluvia, que me hable la mariposa.

Dejen que siga soñando, lo que de vida me queda,
que tengo una estrella de oro, con un pañuelo de seda,
tan sólo lo estoy pidiendo, que mi Dios me lo conceda,
una luz de ojos azules, de una princesa en su rueda.

Yo sólo tengo un deseo, con la ilusión requerida,
que es la eterna juventud y el elixir de la vida.

Cuento con algo especial, qué cosa maravillosa,
una escalera de ensueño, que entre los cielos se enreda,
con Dios en su trono de oro, que me da la bienvenida.



Así también es mi vida

(Jotabem)


Sol que naces por oriente,
te mueres por occidente.

¿Qué sabes tú de alegría
si terco eres todavía?,
un día, pasa otro día,
siempre estás en agonía.

Aunque sea grande y fuerte,
en ocaso se convierte.

Tiene sentido y es fuente,
de una verdad que sería,
naciendo se va a la muerte.



Que no se pierda el amor

(Jotabé hexadecasílabo)


Tú que conmigo me dices, que estás muy ilusionada,
y yo te digo que te amo, pero no contestas nada.

¿Qué es lo que nos pasa a veces, con toda esta
[ indecisión?
¿Será que así son las cosas, cuando son del corazón?
unas tantas nos quedamos, tan sólo con la ilusión,
y después que se ha perdido, tristes con la frustración.

Dile ahora si lo quieres, no deje el amor pasar,
que así se nos va la vida, toda en pensar y dudar.

El amor es lindo y bello, como la flor perfumada,
por eso pídale a Dios, con toda su devoción,
que pueda abrir bien los ojos, para poderlo encontrar.



Corazón de mis amores

(Jotabé hexadecasílabo)


Quiero un amor verdadero, de colores celestiales,
que cure viejas heridas y alivie todos mis males.

Como la rosa en el campo, con brillos encantadores,
será razón de mi vida, motivo de mis sudores,
como este no habrá ninguno, corazón de mis amores,
con su perfume y fragancia, no habrá penas, ni dolores.

Qué bella la vida cuando, parece el cielo encantado,
no importan los avatares, todo el tiempo enamorado.

Yo quiero bien de mi vida, beber de tus manantiales,
que amanezca siempre el día, gozando de tus sabores,
y el alma feliz se sienta, contigo siempre a mi lado.



El que peca y reza

(Jotabé hexadecasílabo con versos franceses)


Si mis penas echo al viento, ¿qué haré yo con mi pecado?
lo tiraré de contento, a un cesto que esté olvidado.

Porque es que si peco y rezo, la balanza está igualada,
ni sobra, ni me hace falta, la deuda ya está saldada,
de este modo son mis cuentas, con álgebra adelantada,
donde tan sólo se suma, y nunca se resta nada.

Aquel que se cree joven, tiene mucha confusión,
siempre será el mismo joven, no importa la situación.

Yo creo que en esta historia, hay algo que me ha fallado,
porque en esta situación, la cuenta está embolatada,
ni el joven por siempre es joven, ni el rezo es la salvación.



Vanidosa

(Jotabé decasílabo)


Ya no sabe de amores tempranos,
ya tocaron el cielo sus manos.

No calienta ya el sol su ventana,
ya no siente tañer la campana,
ya no sabe del saco y la ruana,
de ser linda en el mundo se ufana.

Pero pronto será la partida,
sentirás que te duele la herida.

No abrirán los claveles lozanos,
ni en su huerto ha de ver la manzana,
y sabrá del gusano en tu vida.



El sol de mis ojos

(Jotabé hexadecasílabo)


Una mujer su sonrisa, como alegre, enamorada,
ella era el sol de mis ojos, faro y estrella encantada.

delicada y bella rosa, que derramó su dulzura,
como agua de la corriente, trasparente, fresca y pura,
pero que contradicción, que lo bueno nunca dura,
y, ¿quién calmará está pena?, ¿Quién sanará mi
[ amargura?

Mi alma que está ahora triste, sola entre sombra y
[ penumbra,
mi sueño con mi ilusión, con mi pena no columbra.

La vida que me golpea, con el puñal y la espada,
tan sólo ofrece una fosa, la flor y la sepultura,
ya ni la luz de sus ojos, ni su estrella ya me alumbra.



El pañuelo encantado II

(Jotabé hexadecasílabo)


Aquel pañuelito blanco, con que sequé tu sudor,
tenía tus labios rojos, que me inspiraban amor.

Yo me lo apropié aquel día, pues me sentí ilusionado,
de los besos de tu boca, de tu pañuelo encantado,
en un baúl lo guardé con aquel olor sagrado,
pero la esencia se fue, con el aroma soñado.

Así se nos va el amor, como se pierde una esencia,
de la noche a la mañana, sin perdones, ni clemencia.

El amor es un perfume, de una hermosa y bella flor,
y si un día se marchita, ya se viste de amargado,
y no lo curan los rezos, ni el poder de la indulgencia.



Amor sombrío

(Jotabé dodecasílabo)


Mariposas que volaron con el viento,
todo en vano y un recuerdo sin aliento.

Ese beso que fue dulce y ya no es mío,
sólo lluvia, sólo gotas de rocío,
hojas secas que cayeron y hace frío,
tantos sueños y el futuro está sombrío.

Con tus besos otros labios has quemado,
sólo gotas de veneno has derramado.

Pero ahora solitario vuelvo y siento,
que de amor el corazón está vacío,
ya no llora, ni sufre, te ha olvidado.



Nuestro amor

(Jotabé decasílabo)


Eres tú la belleza en el día,
y en la noche eres sólo alegría.

Eres llama y mi fuego sagrado,
el amor que por siempre he soñado,
flor del alba que no se ha secado,
la virtud, la que nunca ha pecado.

Yo te llevo en el alma y soy preso,
de este viaje de amor sin regreso.

En mis sueños y en mi fantasía,
no hay hechizo, ni muro encantado,
que no rompa el poder de tu beso.



Los dos unidos

(Jotabé)


Gracias al cielo porque estás conmigo,
a todas partes con afán te sigo.

Que pase el tiempo, tan feliz la vida,
sin una queja, ni la fe perdida,
siempre los dos y con el alma unida,
ningún temor porque el amor nos cuida.

Lleno de flores estará el camino,
habrá un lucero y marcará el destino.

La luz del sol nos brindará el abrigo,
estará siempre nuestra llama ardida,
y en cambio de agua beberemos vino.



Porque así es la vida

(Jotabé dodecasílabo)


Va pasando el tiempo, que la vida es corta,
y, después de muerto, ¿ya que nos importa?

Que nazca un clavel, que muera una rosa,
que siga volando, la ágil mariposa,
se pinte los labios, la flor vanidosa,
si al final de cuentas, vamos a una fosa.

Mientras unos mueren, otros van naciendo,
y la llama que arde, se va consumiendo.

Dame una aspirina, que el gobierno aporta,
con agua bendita, porque así es la cosa,
o recen un salmo, si me estoy muriendo.



Así es como la recuerdo

(Jotabé hexadecasílabo)


Color canela su cuerpo, como el tono de su piel,
sus ojos bellos brillantes, pintados de negro y miel.

En su boca las palabras, que al oirlas qué dulzura,
y sus caricias y besos, de puro amor y ternura,
con su pelo crespo y negro, que le llega a la cintura,
con su andar y sus caderas, con su porte y su figura.

Y aún me siento feliz, sabiendo que ella fue mía,
en tantas noches de luna, de tanto sol en el día.

Pero ven que aún te espero, yo soy como un perro fiel,
que no sabe de traiciones, que no entiende de amargura,
con un beso de tu boca, mi pena se calmaría.



Versos de amor

(Jotabé)


Mariposa que aprendió a encantar,
sólo en sus brazos el placer de amar.

Palmera y sombra en el desierto ha sido,
hermosa y tierna en mi pensil florido,
aliento de mi vida, amor querido,
con ese beso que jamás olvido.

Ella es simiente y mi trigo dorado,
ella es el sueño que no he despertado.

Me arrulla su beso y me enseña amar,
siempre está en mi mente y jamás la olvido,
tan sólo quiero tenerla a mi lado.



¿Qué le pasará al señor?


(Jotabé hexadecasílabo con versos franceses)


¿Qué le pasará al señor?, parece que no ha rezado,
y ya estando que se muere, seguro está condenado.

Que si como demasiado, seguro voy a engordar,
que si seguimos pecando, el mundo se va acabar,
que el diezmo de lo ganado, a Dios lo tengo que dar,
con todo lo que me dicen, ya no puedo ni pensar.

Me gritan desde la iglesia, el cura y el sacristán,
con tanto chisme de ahora, no resiste ni un titán.

Me siento ya deprimido, me dicen que eso es pecado,
que si digo, que si pienso, que si dejo de rezar,
y yo con esta pobreza, no tengo trigo, ni pan.



No importa que me critiquen


(Jotabé hexadecasílabo)


En este mundo moderno, no sé si estuve o estoy,
como es el tronco en el mar, no sé si vengo o si voy.

No importa que me critiquen, que el loro no aprendió
[ hablar,
siendo el mejor de la cuadra, ya me puedo consolar,
y yo para que se enojen y hacerlos recalentar,
les digo que desde ahora, del Nobel soy titular.

Me gusta escribir del alma, del cielo con emoción,
del aroma de las flores, la seda y el algodón.

De la grandeza de Dios, de lo que fuí y lo que soy,
de la luna y las estrellas, de los azules del mar,
y siempre haciéndolo así, poniéndole el corazón.



La belleza de la vida


(Jotabé dodecasílabo)


Toda esa belleza que muestran las flores,
y lo dulce y bello de nuestros amores.

Mira los colores que tiene la rosa,
y el encanto mismo de la mariposa,
junto a la orquídea que se ve preciosa,
o los azahares, flor que es deliciosa.

Qué lindo este amor y decir que te quiero,
bajo las estrellas que alumbre un lucero.

Que la vida es bella, si está en sus albores,
la mujer sincera, que no es vanidosa,
y el amor del hombre cuando es verdadero.



A dios que siento a mi lado


(Jotabé hexadecasílabo)


Los ojos que nunca veo, pero que siempre me miran,
los labios que nunca siento, pero de cerca suspiran.

Aunque no te llego a ver y nunca te haya alcanzado,
aún dormido te siento, muchas veces te he soñado,
estrella de mi esperanza, lucero resucitado,
la más linda y bella flor, aroma y cielo encantado.

teniendo tu luz divina, tendré tesoros valiosos,
si estás en mi corazón, seré de los poderosos.

Quisiera que me escucharas, estos versos que me
[ inspiran,
pedirte que ya al final, pasando hacia el otro lado,
alumbraran mi camino, tus ojos maravillosos.



Dios me da la inspiración


(Jotabé hexadecasílabo)


Los versos que yo compongo, Dios me da la inspiración,
por eso escribo del cielo, del alma y el corazón.

Qué maravilla será, tener a Dios en la vida,
El corazón sin rencores y sana la vieja herida,
el amor que nos conmueve, sin la traición concebida,
el perfume de una rosa, con el alma bendecida.

Habrá nuevas primaveras, con verde y rojos colores,
el mundo que sigue andando, con nuevo y viejos amores.

Que vibre con Dios el alma, toda una bella ilusión,
que el futuro nos espere, que nos dé la bienvenida,
con un cúmulo de estrellas y una galaxia de flores.



Con todo vivo la vida


(Jotabé hexadecasílabo)


Yo soy el mismo o aquél, que sólo te está esperando,
conmigo habrás de venir, sin saber cómo, ni cuándo.

La vida puede ser bella, de colores y armonías,
a veces con muchas penas y con pocas alegrías,
llorando así es como empieza, llorando y con aguas frías,
puede que dure cien años o solo unos pocos días.

A mí me están esperando, Neruda y Pablo Picasso,
Federico con Miguel, Juan Ramón en el Parnaso.

Con todo vivo la vida, la gloria que estoy soñando,
no tengo encuenta dolores, olvido mis agonías,
mi flor siempre en primavera, sin noches y sin ocaso.



A Dios que me da la vida


(Jotabé hexadecasílabo)


A Dios que me da la vida, yo le quiero agradecer,
que no haya desdicha o pena, ni piedra me haga caer,

Que no se aparte de mi, llevarlo siempre en mi mente,
rocío que me acaricia, pura agua fresca en mi fuente,
aquella estrella polar, mi lucero en el oriente,
lo vivido, lo soñado, mi futuro y mi presente.

A Dios en mi vida quiero, llevarlo en el corazón,
todos los hombres del mundo, que encuentren su
[ salvación.

Al despertar la mañana, tan solo anhelo saber,
que tengo en Dios un tesoro, por el que soy diferente,
seré su ciervo que brama, por agua y su bendición.



Con la fe en mi oración


(Jotabea)


Tal vez no tengo historia, porque todo se olvida,
pero busco los cielos y a mi Dios que es mi vida.

Es tan largo el andar y es que nada me queda,
ni el tesoro encantado, ni el pañuelo de seda,
y yo sigo esperando, que algo bueno suceda,
y me lleve triunfante, por la gloria en su rueda.

Esa senda soñada, será mi único anhelo,
y saber de la luz y de Dios mi consuelo.

Venceré la fatiga, los dolores, la herida,
con la fe en mi oración, que en el alma se hospeda,
he de hallar el camino, que me lleve hasta el cielo.



Sólo pido un milagro


(Jotabé hexadecasílabo con versos franceses)


¿Quién puede darme una ayuda, para sacarme de pobre?
que nunca falte el amor y que el dinero me sobre.

A Dios mi punto de apoyo, al que venero y adoro,
solo le pido un milagro, por el que rezo e imploro,
me gustaría me diera, la gallina de huevos de oro
un Potosí para mí, de Salomón su tesoro.

Una estrella que me guíe y que me pinte el camino,
de verde y rosa mis sueños y de ventura el destino.

Por último, pediré, que mi barco no zozobre,
una princesa y su rueca, que toque el clave sonoro,
y de bodas me regale, la lámpara de Aladino.



Si busco el cielo


(Jotabé)


Te estás mostrando ahora y no te veo,
quieres llevarme al cielo y no te creo.

Hay una esencia que es una luz divina,
que se derrama en gota cristalina,
baña el cielo y al mundo y no termina,
y aquí en la tierra el ruiseñor lo trina.

Sino me atrevo he de seguir sufriendo,
con frustración lo seguiré perdiendo.

Busco el cielo, sin peros, ni rodeo,
habré de hallar su luz que me ilumina,
entonces Dios, en mi estará viviendo.



A Dios le pido


(Jotabé hexadecasílabo)


Tan solo le pido a Dios, fe de mostaza un granero,
le pido y sigo pidiendo, que en el corazón la quiero.

Ya convencido en la vida, según promesas hermosas,
que tu tienes el poder, en tus manos poderosas,
sí invoco tu santo nombre, con fe las preces piadosas,
de cambiar llagas y penas, por ramilletes de rosas.

Mi corazon que te pide, con la palabra a ti unida,
con mucha fe y devoción, mi súplica sea oída.

Entonces te pido y quiero, quita mis penas primero,
dame una tierra de ensueño, con azules mariposas,
y un coro de ruiseñores, que me hagan feliz la vida.



Alma vieja, flor de rosa


(Jotabé dodecasílabo)


Es el árbol viejo sin flores hermosas,
ya no lo visitan, ni las mariposas.

Solo hay hojas secas que han muerto de frío,
ni la lluvia siente, ni bebe rocío,
ya sin esperanzas y el tronco vacío,
talvez algún día, se lo lleve el río.

Ya sus hojas verdes no van a volver,
quedará el recuerdo de aquel bello ser.

Pero mi alma vieja, marchitas las rosas,
abrirá un retoño, ya con otro brío,
y con nuevas galas, volverá a nacer.



Brindo por este sueño


(Jotabé hexadecasílabo)


Yo sueño que estoy soñando, con la pasión encendida,
que tengo un amor sincero, que a la dicha me convida.

Sueño la luz de sus ojos, en su alma está la nobleza,
una orquídea real, que le sobra la belleza,
es un sol de la mañana, la alborada cuando empieza,
es un diamante tallado, que tiene brillo y pureza.

Brindo ya por este sueño, tan consentido y amado,
por toda esta fantasía, que el cielo me ha regalado.

Que no se acabe jamás, una ilusión en la vida,
con toda fe y devoción, mi corazón pide y reza,
a Dios me dé una mujer, igual a la que he soñado.



Cuando hay verdadero amor


(Jotabé hexadecasílabo)


Que en cada copa de un árbol, encuentre el ave su nido,
que si hay alguien de otra parte, decirle que es bienvenido.

Sin egoísmo y sin rabia, lo debemos pregonar,
que todos somos hermanos, en este mundo sin par,
no importa la raza, el credo, ni la forma de mirar,
que si me ofenden lo acepto, sin que me vaya a vengar.

Tan bella como es la vida, la rosa con su color,
no se sienten las espinas, tan solo se ve la flor.

Y no importan las distancias, si el corazón los ha unido,
cuando ya en el alma empiezan, virtudes a germinar,
aroma y beso se funden, en el cáliz del amor.



Cantares


(Jotabé dodecasílabo)


Canta el jilguero su dulce melodía,
el niño canta en lo azul su fantasía.

Todos cantamos, el ruiseñor su trino,
el caminante a la vera del camino,
el sacerdote canta al compás del vino,
al cielo canta, la voz de un peregrino.

El moribundo que anhela su partida,
susurra su canto con la fé encendida.

Ahora pasando de la noche al día,
todo lo humilde hasta en lo más divino,
seguimos cantando que morir es vida.



No hay trago que cure penas


(2 Jotabé hexadecasílabos)


Puede doler en el alma, doler en el corazón,
ver un amor que se aleja, que nos roba una ilusión.

Los engaños traicioneros, el veneno que nos dio,
por esa mujer que amamos, que una traición nos jugó,
no queremos ya saber, de la herida que causó,
de toda nuestra esperanza, que sin pensar se esfumó.

La pena, que triste pena, con qué amargura el sabor,
pero es que duele y reduele, perdiendo una bella flor.

No vaya a rogar de nuevo, porque ya no hay solución,
no se preocupe amigo, si es que ella ya lo olvidó,
el tiempo lo cura todo, todas las penas de amor.


La copa que me has brindado, te la dejaré servida,
no quiero que me entristezca, ni que abra una vieja herida.

Es más prudente y sensato, volver las penas al viento,
si un amor nos ha dejado, quitarlo del pensamiento,
sí, no es fácil olvidar, hacer de nuevo el intento,
pero jamás amargarnos, ni llorar de sentimiento.

Aquí termina la historia, con un abrazo y es eso,
tiempo que se va no vuelve, no hay camino sin regreso.

Para que dolor ingrato, siendo tan corta la vida,
no hay trago que cure penas, ni que alivie el sufrimiento,
ni sabor más agradable, que el dulce que tiene un beso.



¿Hacia dónde va el amor?


(Jotabé hexadecasílabo)


Pintadas están sus gracias, se ven de cerca o de lejos,
idénticas al color, que resalta en los espejos.

Con su tono gris o negro, su transparencia y blancura,
con su hábito celestial, con su porte y su figura,
con palabras rebuscadas, las que arrullan con ternura,
con su ilusión de caricias, de pura miel y ternura.

Y va pasando el amor, el alma que ya no es fuerte,
talvez alguien es feliz, pero será pura suerte.

El tiempo que no respeta, los jóvenes, ni a los viejos,
tarde o temprano nos lleva, de la dicha a la amargura,
el amor se sufre entonces, en dolores se convierte.



Deja una puerta abierta


(Jotabea)


Río que va al desierto, talvez se va a secar,
sin dejar rastro ni huella, nunca llega hasta el mar.

Este corazón mío, corazón siempre herido,
no le reclama nada, todo lo que ha sufrido,
yo con mis ilusiones, triste en la vida he sido,
solo busco una flor y el aroma perdido.

Mi amor por ti un lucero, lejano en la distancia,
nunca alumbró la flor, ni aspiró su fragancia.

Deja una puerta abierta, para poder entrar,
besos pondré a tus pies, lo vivido lo olvido,
del cielo nos lloverán, gracias en abundancia.



Un sueño de ayer


(Jotabé hexadecasílabo)


Anoche estuve soñando, sueño que no he olvidado,
el agua era cristalina, los campos verde y dorado.

No había holocausto nuevo, ni bombas para explotar,
ni las lágrimas, ni penas, ni nada que lamentar,
eran primaveras nuevas y tiempos para soñar,
no había sombra en el cielo, ni tempestad en el mar.

¿El que se encuentra en un sueño, podría algo bueno
[ hacer?
Yo quise el mundo cambiar, en este sueño de ayer.

Así soñando mis sueños, la vida se me ha pasado,
pero hay una gran tristeza, ! qué dolor y qué pesar!
porque cada vez despierto, sin nada mejor que ver.



La rosa vanidosa


(Jotabea)


La aurora en su agonía, lenta se va muriendo,
mientras hay un nuevo día, con el astro naciendo.

Una rosa saliendo, bella la vanidosa,
con el sol se compara, cree que es más hermosa,
ágil sigue volando, la alegre mariposa,
¿estará ella de acuerdo, mentirá la piadosa?

Rosa la bella rosa, se hace la sorprendida,
no hay duda es toda frágil y por mucho atrevido.

Astro rey su calor, grande tan estupendo,
será bella la flor, en su color preciosa,
pero gracias al sol, que le ha dado la vida.



El gran señor


(Jotabé hexadecasílabo)


De fina estirpe nací, como príncipe me crie,
de las damas consentido, muchas mujeres amé.

Tengo poder en el mundo, también sobra la riqueza,
a mí no me falta nada, no conozco la pobreza,
entre reyes soy el rey, de los pies a la cabeza,
del mundo principio y fin, el punto en que el día empieza.

Bien sé que lo tengo todo, también que soy poderoso,
héroe de mil batallas, de los hombres soy glorioso.

Brillaré igual que mi sol, el que será y el que fue,
todos envidian mi vida, pero tengo una tristeza,
tan solo soy, de verdad, engreído y vanidoso.



Tengo un tesoro grande


(Jotabea)


Pariendo está mi madre, naciendo está mi vida,
en sangre está mi cuerpo, con alma conmovida.

Mi madre me acaricia, con todo el corazón,
y nace una esperanza, que es toda su ilusión,
ella dará la vida, seré su devoción,
tan solo por ser su hijo, no habrá otra condición.

Tengo un tesoro grande, del día que nací,
es este amor de madre, que al verla conocí.

Me alegra en las tristezas, me cura si hay herida,
es un tesoro inmenso, más que de oro un montón,
mejor que una esmeralda, diamante o un rubí.



Deja para mí las penas


(Jotabé dodecasílabo)


El lucero de los dos ya está apagado,
como el río del amor que se ha secado.

Se acabaron desde ayer nuestros amores,
no me miran ya tus ojos soñadores,
no hay jardín para los dos, ni existen flores,
todo ha muerto, solo quedan mis dolores.

Yo soñaba de verdad con lunas llenas,
con aromas de claveles y azucenas.

Hoy te digo con tristeza y amargado,
apartándome los odios y rencores,
sea feliz que yo sigo con mis penas.



Los ojos del niño Dios


(Jotabé hexadecasílabo)


Qué no lloren las cigarras, que no se escuche un lamento,
porque llega navidad, en el ambiente la siento.

Quiero mirar a los cielos, para encontrarme una estrella,
que alumbre mi corazón y me haga soñar con ella,
de todas mis ilusiones, me conceda la más bella,
poder hallar el camino, que me lleva al Niño y su huella.

Que con la luz de sus ojos, a mi alma deje encantada,
con tanto amor que me brindan, mi gloria está asegurada.

Déjenme seguir soñando, que estoy feliz y contento,
entre una flor y suspiros, el Niño me da y me sella,
que me llevarán al cielo, sus ojos en la mirada.



Un amor sin olvido


(Jotabea)


No hay sol que me caliente, solo en mi vida hay frío,
lo busco en lontananza, no encuentro el amor mío.

Las tardes que pasamos, cerca de los cerezos,
cuando éramos palmeras, vibró el alma y los huesos,
jugando entre la yerba, cual dos chicos traviesos,
cada tarde muriendo, por ver nuevos regresos.

El alma se entristece, mi corazón herido,
y duelen los recuerdos, del amor que se ha ido,

Ya ni la lluvia cae, ni en la aurora hay rocío,
hoy no miro en sus ojos, me hacen falta sus besos,
pueden pasar los años, pero yo no la olvido.



La sinfonía del amor


(Jotabé hexadecasílabo)


Quererse morir no entiendo, ni del suicida su anhelo,
se va directo al infierno, cierra las puertas del cielo.

Vivamos con optimismo, con mucha fe y alegría,
que se anime cada ser, con el sol de un nuevo día,
se realice el milagro, de amor nuestra fantasía,
que nos arrulle el oído, su canto y su melodía.

Que no haya otoño, ni invierno, tan solo la primavera,
que llueva maná del cielo, las mieles que el hombre
[ quiera.

Seamos de nuestros hijos, ejemplo, espejo y modelo,
amemos los semejantes, igual que Cristo lo hacía,
y que en cada corazón, renazca un alma sincera.



Lección de vida


(Jotabé)


Con estas dudas que del cielo tengo,
¿por qué no sé, cuándo es que voy o vengo?

¡Oh necedad, que terquedad la mía!,
como el canario que en su jaula ansía,
volar el mundo entre la nube fría,
y con su trino, aumenta su agonía.

Busco en la noche, pero busco en vano,
busco la gracia entre el placer insano.

Pobres los necios que no ven, sostengo,
buscando sombras entre el sol del día,
sin ver a Dios cuando les da la mano.



Al llegar la hora


(Jotabé)


Yo quisiera que sepas, te lo digo,
que la vida se acaba como el trigo.

El destino con su hebra voladora,
mueve mundos, alguien ríe, otro, llora,
hay quien tiene su noche sin aurora,
va volando en su nube aterradora.

Esta rosa que está ya entristecida,
delicada, en el tiempo está vencida.

Ya no importa ser rico o ser mendigo,
en este instante, de verdad la hora,
que ya sobra el trigo y se va la vida.



Sierva y esclava


(2 Jotabé hexadecasílabos)


Se envenenó la señora, del fulano y del señor,
ella lo es todo en la vida, porque es perfume y es flor.

Qué dolor, pero qué pena, que pesar en esta vida,
reproche de la señora, que nota tan aburrida,
que, si le lava los platos, que, si le hace la comida,
siempre le queda debiendo, favores a su querida.

Señor Dios del universo, ¿qué karma estaré pagando?,
¿qué falta habré cometido?, que siempre está renegando.

Qué sincero, bello y puro, cuando conocí su amor,
ahora que estamos juntos, ya la veo entristecida,
y los trapos al revés, con sus reclamos andando.


Empiece usted con la cera, que yo me como la miel,
esa es la ley del embudo, que le aplicaba ella a él.

Que, si salió qué problema, ¿con qué mujer habrá
[ andado?,
ella que es pura y sincera, ¿por qué no lo ha engañado?
Líbrame Señor ahora, perdóname este pecado,
la verdad no puedo más, con esta cruz que me has dado.

Quería mostrarle amor, hipocresía aplicaba,
con sus besos de amargor, el veneno le dejaba.

Si ha escondido las garras y del lobo ya no hay piel,
se sienta a contar la historia, del hombre malhumorado,
así es como está pensado, porque es la sierva y la
[ esclava.



El gran amor de los dos


(3 Jotabé hexadecasílabos)


Aunque el final no fue bueno, ni estamos juntos los dos,
fuimos dos almas gemelas, que se acercaron a Dios.

La vida, ¿cómo es la vida?, yo no lo puedo entender,
lo que para mí era todo, tal vez ya no puede ser
era mi gran devoción, era mi dicha y placer,
pero pronto se esfumó, todo este amor y querer

El ave levanta el vuelo, parece ave de estación,
lleva una pena en el alma, la angustia en su corazón.

Ni un beso de despedida, ni siquiera ni un adiós,
cada quien cogió su rumbo, ¿dónde está?, ¡vaya a saber!
como sucede en la vida, se convirtió en frustración.


Un día querrá volver, ¿o son fantasías mías?
¿tendré de nuevo sus manos, sus risas, sus alegrías?

Por si quisiera volver, sí acaso va a regresar
la puerta la dejo abierta, por si decidiera entrar
paso las noches despierto, para abrazarla al llegar
con sus aromas y besos, de nuevo volverla amar.

Nunca más quiero saber, que está conmigo y me deja
que, por ignotos caminos, con paso triste se aleja.

Voy a empezarte de nuevo, como empiezan nuevos días
escribiré nuestra historia, junto a las olas del mar
y borraré con mis besos, toda la tristeza vieja.


Tú fuiste mi bella estrella, con tantas luces y encanto,
pero ahora que no estás, no quiero pensarte tanto.

Esto que había soñado, con tu aroma y tus sabores
la dulzura en tu mirada con todos los resplandores
se quedó en solo ilusión, y penas con mis sudores
nunca volverá a cantar, el poeta sus amores.

Queriendo estar a tu lado, me ha hecho viejo la vida
pronto se apagó la llama, la que dejaste encendida.

Ya se van las golondrinas, llevándose mi quebranto,
ya se murieron los besos, de tus labios redentores,
pero la luz de tus ojos, en mi alma quedó prendida.



Nostalgia


(Jotabé)


Con el alma la amaba y no mentía,
feliz momento en la existencia mía.

Recuerdos son de la ilusión dorada,
de tanta estrella por amor bajada,
por esa senda por los dos marcada,
sin un lamento, ni la voz quebrada.

Esta nostalgia y el lamento triste,
me duele el alma, el corazón resiste.

Yo fui feliz desde que el sol nacía,
sentí tu cuerpo, tu calor mi amada,
todo en tus besos de pasión me diste.



Las manos del campesino


(Jotabé dodecasílabo)


Las manos sagradas, del campo dorado,
de vientos y brisas, de olor perfumado.

Yo admiro esas manos, las del campesino,
que riega los surcos y abriendo el camino,
con sudor y sangre, lucha su destino,
lo acompaña el sol y el ave en su trino.

Su fruto es el grano, la espiga es consigo,
qué gran corazón, que admiro y bendigo.

A esas manos tibias y al brazo cansado,
voy agradecer, y al cielo divino,
por darnos el pan, de la mies del trigo.



Lo que yo aprendo de ti


(Jotabea)


Contigo estoy que aprendo, como se debe amar,
con abrazos sinceros, que a dos hagan soñar.

Tú me estás enseñando, como es de bello el día,
ojos llenos de encanto, miran con alegría
esa persona íntegra, todo amor y armonía,
que me lleve a los cielos, esta es mi fantasía.

Tú eres la diferencia, de lo que siempre ha sido,
aroma que acaricia, bello labio sentido.

Las palabras sinceras, que me hacen despertar
qué dichoso tener, tu alma junto a la mía,
solo una voz, la tuya, la que arrulla mi oído.



No será el último verso


(Jotabé hexadecasílabo)


No será el último verso, ni el primero que te escriba,
te quiero como aceituna, como el aceite de oliva.

Tus ojos que son mi encanto, tan bellos como las flores,
son del día la alegría, son la luz de mis amores,
la misma dulce tonada, que trinan los ruiseñores,
ardiente sol que amanece, con todos sus resplandores.

En el jardín de mi vida, tú eres la azucena santa,
entre rosa y azahar, el aroma que me encanta.

Eres la belleza misma, de mirada persuasiva,
contigo se van las penas y se olvidan los dolores,
tus labios los que me inspiran y el beso que me levanta.



Necesitamos un cambio


(Jotabé hexadecasílabo)


El mundo se está acabando, no hay alimento que sobre,
sólo en la mesa de algunos, nada en la casa del pobre.

Ya se acabaron los panes, en el sexto no hay pescado,
el pobre con su pobreza, con su dolor arrastrado,
no hay estrella que lo oriente, las puertas se le han
[ cerrado,
hay mucho discriminado, los parias se han condenado.

Hay mucha gente que sufre, carentes de pan y hogar,
que nos llegue de este mundo, del cielo no va a bajar.

Necesitamos un cambio, puede que el barco zozobre,
la mano en el corazón y la avaricia hacia un lado
¿quien será nuestro mesías?, ¿alguien nos podrá salvar?



La tierra de mis sueños


(Jotabé dodecasílabo)


Es la patria la que veo, yo en mi mente,
con las manos siempre abiertas dulcemente.

Con un sol primaveral en cada día,
unas aves entre nubes de alegría,
ríos dulces con tonada y melodía,
sin fronteras, ni violencia, tierra mía.

Unos cielos donde está la mariposa,
y en el aire fluye aroma de la rosa.

Grandes mares, de agua clara, transparente,
y los montes son de magia y fantasía,
con encanto derramado, patria hermosa.



El sol que nace y muere


(Jotabea)


Se termina la noche, pero el sol impaciente,
pues al llegar la aurora, saldrá por el oriente.

Que alumbre todo el campo, valle con la vereda,
que venga y me acaricien, esos hilos de seda,
que me haga muy feliz, que mi Dios lo conceda,
con esperanza y fe, lo que de vida queda.

Como se va ocultando, con la nube escondida,
está ya en el ocaso, como sombra perdida.

El sol es bendición, noche es del imprudente,
hay que vivir alegre, todo el tiempo que pueda,
qué poco dura el día, poco también la vida.



Amor flor de un día


(Jotabé)


Me estoy acordando, de aquel viejo amor,
de aquellos besos y la roja flor.

De tanta palabra y las despedidas,
de tantos placeres y horas sufridas,
aún no se apagan velas prendidas,
brindo por ella y las noches vividas.

Todo ese llanto, lamentos de un día,
estoy pensando, ¿tanto me quería?

Se ha ido tan lejos, no hizo el favor,
de dar consuelo y sanar mis heridas,
¿sería que me amó o fue flor de un día?



¿Con quién estaré soñando?


(Jotabem con estrambote)


Si encuentro paz y la calma,
entre un cirio y una palma,

habrá valido la pena,
y estando en mi última escena,
yaciendo sin vida plena,
tengo un premio y no condena.

La llama se está apagando.
¿Con quién estaré soñando?

Con Dios el amor de mi alma,
con una flor de azucena,
su cielo me está esperando.

A ti enviando,
las preces de mis amores,
encontraré solo flores.



Amor aunque duela


(Jotabea)


No la voy a olvidar, si entre más, más la quiero,
ella es dosis de vida, sin tomarla me muero.

Este amor mi cariño, que se va y no se ha ido,
noche de luna triste, de un sol que ya ha caído,
le clavarán la espina, lo verán que ha sufrido,
liba la amarga copa, la del adiós y olvido.

Como hago si la llevo, la siento entre los huesos,
si dulce es su recuerdo, gratos son sus excesos.

Pero se ve distante, lejos como un lucero,
solo de ella una cosa, la única que le pido,
que me dé el corazón, para comerlo a besos.



Amor que mueve la vida


(4 Jotabé hexadecasílabos con versos franceses)


En una esquina de un pueblo, un hombre pensando va,
con una dama en sus brazos, soñando con ella está.

La luna ya está brillando, con resplandor los cristales,
estrellas y mil luceros, de amores son las señales,
los jazmines perfumados y pintados los rosales,
amor único remedio, que cura todos los males.

Vestida de tul y encaje y con enaguas de seda,
en un amor de la noche, la bella dama se enreda.

La noche deja una historia, que sucede acá o allá,
un hombre que busca amor, con la mente en sus cabales,
tan solo le pide al cielo, que mi Dios se lo conceda.


Bajando vienen los montes las aguas enfurecidas,
maderos con hojas secas les impiden las salidas.

Es tiempo de primavera, de aromas y bellas flores,
el campo con su hermosura, trinando los ruiseñores,
de fresas y zarzamoras, de dulzura sus sabores,
aflorando está el idilio, entre dos nuevos amores.

Galopando la montaña, en su caballo un jinete,
en sus piernas una dama, a quien el cielo promete.

El amor, amor del alma, como nos mueve las vidas,
los hombres con sus deseos, las damas con sus favores,
el corazón se acelera y la pasión que arremete.


El viento mueve las hojas como bellas mariposas,
y la luna que ilumina y las estrellas hermosas.

El jinete y bella dama ya se encuentran en el río,
ella lo arrulla con besos, el ambiente y el rocío,
ya no siente su corpiño, sin enagua y hace frío,
pero tiene un nuevo amor, amor aunque cause un lío.

El agua y sus remolinos en las piedras se estrellaron,
el amor que nace y muere, el ambiente perfumaron.

No había sábanas blancas, tan solo aromas gozosas,
fue aquella historia en la noche, en el paisaje sombrío,
entre el agua que se aleja y entre los dos que se amaron.


En el amor de la vida, todos vivimos soñando,
Que nos llegue lo más bello, sin saber cómo, ni cuándo.

Brindemos por ese amor, con el tequila y el ron,
brindemos por esa ingrata, por esa ardiente pasión,
brindemos con alegría, cantemos una canción,
brindemos con esta copa, el alma y el corazón.

No nos dejemos tentar, por la pasión atrevida,
ni busquemos laberintos, sin puertas y sin salida.

Caminemos adelante, con nuestras cargas andando,
no soñaremos despiertos, con una vana ilusión,
pero hay que seguir soñando, con el amor de la vida.



Tú la niña


(Jotabé decasílabo)


Quiero ver en tus labios sonrisa,
y tú aroma se expanda en la brisa.

Bella niña, pasión tan ardiente,
es un lago, ternura una fuente,
sus palabras se oyen diferente,
sus ojos que miran dulcemente.

Sé feliz con la vida en albores,
trinan para ti, hoy los ruiseñores.

Son tus besos caricia precisa,
es tu alma como agua transparente,
la más bella entre todas las flores.



Amor a Dios


(Jotabé dodecasílabo con versos franceses)


Invoco su rostro, que a soñar me invita,
con un alma viva, que siente y palpita.

Este es el mensaje, que enviaré hasta el cielo,
será de esperanza, deseo y anhelo,
a su bondad santa y a su amor impelo,
para así entregarle, mi pena y desvelo.

Solo pido a Dios, su luz me convida,
a buscar su gracia y a sanar mi herida.

Luchar por su gloria, con agua bendita,
regar en sus plantas, arar en su suelo,
y hacer que germine, su amor en mi vida.



La eterna primavera

(Jotabé)


Soñando con la eterna primavera,
de afán la busco pero no me espera.

Le ruego a Dios de corazón sentido,
me dé su gloria, sin que sea oído,
yo no soy malo, ni jamás lo he sido,
por eso el cielo con amor le pido.

Quiero sus aguas, en el cáliz vino,
hallar mi estrella, mi feliz destino.

He de luchar contra cualquier barrera,
aunque cansado pero no vencido,
llegaré a Dios y a su perdón divino.



Una flor natural


(Jotabé decasilabo)


Que tus aguas estén en la orilla,
transparente, tan dulce y sencilla.

Todo viene en tu beso encantado,
todo llega en tu labio rosado,
la pasión y el deseo soñado,
paraíso jamás alcanzado.

Qué dulzura es la miel de tu boca,
néctar puro que al placer invoca.

Esta flor que eres tú, maravilla,
que hasta el cielo se inclina a tu lado,
y hasta el alma de amor se provoca.



Que te vaya bien


(2 Jotabé dodecasílabos)


Que te quise con el alma y no lo niego,
la batalla la he luchado a sangre y fuego.

Este idilio de los dos como ninguno,
que nos ha unido hasta el alma y fuimos uno,
ya se acaba y este amarre los desuno,
sin que haya revancha, ni rencor alguno.

Sufro tanto que me enferma la emoción,
fue una nube, fue tan solo una ilusión.

Son tus cartas y mensajes los que entrego,
tus caricias y tus besos los reúno,
y los dejo, así me duela el corazón.


Porque ya te fuiste sin saber con quién,
lo único que digo, que te vaya bien.

Brindo de amargura, mi copa levanto,
sé que su recuerdo me causa quebranto,
mas me apego a ella, su placer y encanto,
a la misma vela, que alumbraba al santo.

A pesar de todo, porque ya se ha ido,
la sigo extrañando, !como la he querido!

Me quedan recuerdos, los tengo en la sien,
mis ojos mojados, mi lágrima y llanto,
y toda esta historia de su amor fingido.



Busco unos ojos


(Jotabé dodecasílabo)


Busco bellos ojos, estoy deseando,
ojos sean dulces y tiernos mirando.

Ojos de arcos iris, o azules pintados,
sean blanco y negro, los dos combinados,
como de amapolas y rosas cruzados,
ojos bellos siempre, solo enamorados.

Que se llenen todos, de luz y de amores,
tengan más belleza que todas las flores.

Sean para mí, si es que están amando,
como dos luceros, de luz encantados
que me den la vida, ojos redentores.



La vida y sus desvelos


(Jotabé dodecasílabo)


No tengo azadón de palo ni soy herrero,
solo lucho la vida como un guerrero.

Muchas veces hacia abajo o cuesta arriba,
y no encuentro mis tristezas quien describa,
ni mis quejas quien las oiga o las perciva,
ni unos labios que mis besos los reciba.

Pero siempre hacia adelante la mirada,
Todo el tiempo con el alma ilusionada.

Miro el cielo solo en busca de un lucero,
de algún ángel que en su gracia lo conciba,
me dé un triunfo en esta vida tan luchada.



¿Quién entiende el amor?


(Jotabé dodecasílabo)


La vida es de sueños y solo ilusiones,
el amor a veces, mentira y traiciones.

Amor pasajero que ya es desamor,
que causa las penas, angustia y dolor,
y ya no hay belleza, ni aroma en la flor,
y pasa la vida quedando el rencor.

Ningún sentimiento, caricia o ternura,
ya se olvida todo, besos con dulzura.

Un martirio ingrato rompe corazones,
quedando rescoldo, más ya no es amor,
y deja una historia, que fue una amargura.



¿Vivo o muero?

(Jotabé decasilabo)


Pregunto a Dios si viajo a la muerte,
¿Cuál será mi destino y mi suerte?

Con mi vela que ya está encendida,
tengo un sueño, en la mente una herida,
que a pensar en la muerte convida,
si me espera de flores vestida.

Paso el tiempo con mis desconciertos,
un futuro, de ratos inciertos.

Dormido estoy y no sé si despierte,
continúe mi viaje en la vida,
hacía el sueño final de los muertos.



Amor a Dios


(Jotabé decasílabo)


Este amor que en mis días florece,
es de encanto y de luz, resplandece.

Corazón que al amor me convida,
con la fe y mi esperanza encendida,
con la luz y mi antorcha prendida,
yo te pido que estés en mi vida.

Te agradezco por cada mañana,
el mensaje en tu voz de campana.

Es tu amor que del cielo aparece,
que me ha dado la mano y me cuida,
con la dicha infinita que emana.



Qué mujer tan bella


(3 Jotabé dodecasílabos, con versos franceses)


historia de amor, de sueños y vida,
de aromas y flores y pasión ardida.

Besando sus labios, los míos sintieron,
que tocaba el cielo, y entonces se abrieron,
su vida y la mía, de amor se perdieron,
y dos corazones, por siempre se unieron.

Que momento aquel, la luna y la estrella,
sus ojos, sus labios, qué mujer tan bella.

La aurora que abrió, al sol su salida,
y brisas de dicha, del cielo cayeron,
sentí que mi vida, la dejaba en ella.


Su copa marcada, con labio sereno,
con la cual yo brindo, por amor del bueno.

Bien lo sé que es ella, la mujer amada,
porque arden sus labios, se ve enamorada,
sus ojos me dicen, que está ilusionada,
mi vida también, a la suya anclada.

Estará encendida la pasión por eso,
sentiré las ganas, amar en exceso.

Me veo feliz, convencido y pleno,
sintiendo que es de ella, la buena mirada,
y el dulce sabor, que me da en su beso.


Repiquen tambores, redoble campana,
porque la mas linda, está en su ventana.

Ella es mi soporte, mi paz recibida,
la que viene a mi, como cierva herida,
llena de dulzura, del bien concebida,
de besos su boca y amor bendecida.

Esta la que quiero, tener a mi lado,
con el corazón, siempre enamorado.

Estar junto a ella, en cada mañana,
me miren sus ojos y alumbren mi vida,
y llenen de dicha, su beso encantado.



Ya no llores


(Jotabé dodecasílabo)


Ya no llores por la leche derramada,
perdida está y lo perdido ya no es nada.

Lo pasado, pasó y ahora se olvida,
porque todo es pasajero en esta vida,
ved la rosa con su aroma florecida,
en un día su belleza está perdida.

No lloremos y brindemos por amor,
y lo haremos con lo dulce de una flor.

Y luchemos por la vida ilusionada,
y la estrella que hacia el cielo nos convida,
que nos lleve hasta las manos del Señor.



Se va la vida


(Jotabé dodecasílabo con versos franceses)


Esta vida ingrata se va en un momento
¿dónde estará el cielo, en mi pensamiento?

¿Y qué pasará, con la vida entera?
la que nace y muere en un día cualquiera,
sigue y corre el tiempo, aunque no se quiera,
esta vida mía, que se va y no espera.

Que la vida pende por decir de nada,
mientras yo agonizo por la cruel espada.

Pasando los días llegará el lamento
de que haya cenizas, pero no habrá cera,
y entonces la llama, estará apagada.



Regálenme flores


(Jotabé)


Denme flores ahora que estoy vivo,
con el abrazo, fuerte y explosivo.

No busco plata, ni sueño o intento,
lo mío es alma, puro sentimiento,
somos solo hojas, que se lleva el viento,
riqueza y poder, serán sufrimiento.

Mi felicidad es el día a día,
seguiré el viaje con mucha alegría.

Solo bendición de Dios la recibo,
que no más tristeza, o padecimiento,
si Dios me oyera, que feliz sería.



Siempre adelante


(Jotabé)


Con el temple y la fe del carbonero,
seguiré con mi arcilla de alfarero.

Que no se torne mi mañana oscura,
ni se rompa el amor por amargura,
ni se marchite entre la mano impura,
el cáliz de la vida y la dulzura.

Ni mis pecados serán los peores,
ni que ya muerto me toquen tambores.

Aunque no he sido, ni seré el primero,
en esta vida tan amarga y dura
no busco espinas, si recibo flores.



La vida es buena


(Jotabé decasilabo)


Gracias al cielo porque he nacido,
mirada al frente y jamás vencido.

Si me caigo vuelvo a intentarlo,
que si me ofenden, voy a olvidarlo,
el triunfo llega, si hay que lucharlo,
pues nada es gratis para lograrlo.

No me doblego ni me acomplejo,
lucha y constancia será el consejo.

Y nunca llores si algo has perdido,
la vida es buena no hay que dudarlo,
siempre adelante, joven o viejo.



Te amé con el alma


(Jotabé dodecasílabo)


Te amé con el alma, te amé con pasión,
como amar no puede más el corazón.

Tus manos que fueron calor y ternura,
tus labios repletos de tanta dulzura,
tu piel, tú perfume, tu linda figura,
todo en ti fue bello, la delicia pura.

Cuanta luz del alma dejaste encendida,
cuanto aroma tuyo, hacia mi prendida.

Yo sigo viviendo de aquella ilusión,
pero no me queda, pena, ni amargura,
fuiste el mejor vino, que bebí en la vida.



Tu pan y tu espiga


(Jotabé)


Tú que deseas que Dios te bendiga,
dale al mendigo tu pan y tu espiga.

Ahora extiende tu brazo y tu mano,
saluda al amigo, como al hermano,
hazlo en primavera, invierno o verano,
que tu gentileza no será en vano.

Tendrás el cielo con fe y esperanza
y vendrá hacia ti la mayor bonanza.

Siempre la hallarás, una mano amiga,
y en tu cosecha la espiga y el grano,
vendrá la lluvia que la dicha alcanza.



Te quiero así


(Jotabé)


Si vas de mi mano, lenta o de prisa,
viéndote feliz que mueres de risa.

Si estás contenta, con mucha alegría,
viviendo de cerca una fantasía,
te veré bella, feliz cada día,
más feliz seré, sintiéndote mía.

Traspasa el mundo como una canción,
llegando a tu cielo en una ilusión.

Te quiero volando con tu sonrisa,
mariposa azul que volar ansía,
muestra el encanto de tu corazón.



Esos celos míos


(Jotabé dodecasílabo)


¿Por qué me atormenta y me sangra la herida?
Pensar sea de otro que amar la convida.

Amante de besos, mi niña morena,
único remedio que cura mi pena,
endulza mis días, como una colmena,
con tantos detalles que amar me condena.

Ella la marea, mi tormenta en calma,
por ella estoy cautivo entre la alta palma.

Cámbiame los celos por besos de vida,
que yo estoy luchando con mente serena,
y con el corazón, llegar hasta su alma.



La vida es como una flor


(6 Jotabé hexadecasílabos con versos franceses)


Yo nací en el siglo veinte, más allá de los cincuenta,
la vida me volvió viejo, sin darme tiempo, ni cuenta.

Tantas flores ya marchitas, tanta rosa deshojada,
el mundo que gira y gira, se va sin dejarnos nada,
ya con los años acuestas y hacia abajo la mirada,
ya está colgada la lira y en su funda está la espada.

Mirando en la noche veo, la luna y cien mil centellas,
si volteo al campo verde, todavía hay flores bellas.

El tiempo que me acongoja, la vida que se presenta,
talvez con cierta tristeza, pero el alma enamorada,
de recuerdos del pasado, del cielo y de las estrellas.


Esa flor tan dulce y bella, ? porqué se va a marchitar?
el sol ayer no más vió y hoy se empieza a dehsojar.

Como gime el alma mía, de penas se siente herida.
la vanidad ilusión, solo belleza fingida,
las flores que ayer vivían, hasta su aroma se olvida,
más rápido pasa el tiempo, tan frágil, así es la vida.

Como regalo del cielo, la vida es tan sólo amor,
también alegría y pena, felicidad con dolor.

Mi viaje por este mundo, que pronto se va acabar,
se llevará mi esperanza, mi fe que estará pérdida,
qué fácil se va la vida, dura el tiempo de una flor.


Hojas tiernas de mi infancia, de la primera estación,
solo recuerdos me quedan, de aquella bella ilusión.

Perfume de primavera, la rosa está florecida,
hojas verdes de verano, la alegría está en mi vida,
otoño que llega pronto, y la hoja estará caída,
ahora con el invierno, con la flor entristecida.

No hay calor en la mañana, ni cantos, ni melodía,
las hojas del calendario, ah! pocas mi compañía.

Pasan días que tristeza, me dolerá el corazón,
la última rama del árbol, se ha secado, está vencida,
ya se aproxima el momento, que la muerte me sonría.


Existe un cirio encendido, que el tiempo va consumiendo,
así es la vida del hombre, que lenta se va muriendo.

Que incertidumbre Señor, esta existencia del día,
el tiempo lo acaba todo, lentamente que agonía,
inexorable se apaga, le llega la gota fría,
Dios te pido por favor, deja aún el alma mía.

¿El cirio con su pabilo, qué tan extenso será?
igual que aroma en la flor, el tiempo me lo dirá.

Yo quiero gozar la vida, corta aunque sea sabiendo,
no hay mal que dure cien años, ni el cuerpo resistiría,
y más temprano que tarde, el pabilo no arderá.


La muerte me está rondando, la muerte, la calavera,
bate el aire enfurecida, buscándome por doquiera.

Me sonríe y le estoy huyendo, por no tenerla a mi lado,
pero cada vez más cerca, por los años que han pasado,
ahora agradezco a Dios, por la vida que me ha dado,
por amores que recuerdo, por otros que he olvidado.

Cuando florezcan duraznos y esté roja la manzana,
quiero morirme ese día, con el brillo en la mañana.

Sean tiempos de verano, con olor a primavera,
mirando por mi ventana, se vea el trigo dorado,
que me despidan con versos y repique de campana.


Yo quiero darte las gracias, tu amor quiero agradecer,
que si estoy cerca de tí, qué bello y qué gran placer.

De hinojos voy a adorarte, con el corazón entero,
lo más bello de mi vida, mi sol, mi luna y lucero,
cuando se trata de amores, siempre serás el primero,
sin ti imposible serían, unos besos y un te quiero.

Cuando venga la hora plena, mi vida se esté apagando,
¿quién será mi gran amor? ?en quien estaré pensando?

Siempre serás para mí, mi incondicional querer,
si ya se acaba la vida, mi tiempo y estoy que muero,
sólo tú, mi Creador, solo contigo soñando.



Sé feliz con o simple y sencillo


(Jotabé)


Estas flores para ti que me encantas,
te las dejo de amor bajo tus plantas.

Blancas rosas, claveles y azucenas,
vienen del cielo por nubes serenas,
están de cariño y ternura llenas,
y te calmarán dolores y penas.

Toma pues en tu mano angelical,
estas flores de aroma celestial.

Un consejo te doy, palabras santas,
sea feliz con las flores, son buenas,
con un beso y abrazo fraternal.



Amor sediento


(Jotabé)


Eres mi vida, mi razón y aliento,
es sólo amor, lo que hacía ti yo siento.

Por esos labios que me dieron vida,
y ese momento que jamás se olvida,
tan solo pido que le des cabida,
a tanto amor que el corazón anida.

Deja tu aliento entre mis brazos preso
que yo por siempre te amaré en exceso.

Dame tus aguas porque estoy sediento,
moja mis labios con pasión florida,
te daré el alma en el placer de un beso.



Qué bella es la vida


(Jotabé)


Todo el mundo dice, es bella esta vida,
y alguien se muere y su plata escondida.

Avaro y pierde toda su fortuna,
de harapos lo entierran, dejan sin una,
estrella lo guíe o que brille luna,
ni flores lleva, ni prez oportuna.

La vida desnuda, así es como empieza,
y viene la muerte aunque haya riqueza.

Bella la mía, porque es bendecida
no tengo dinero o plata ninguna,
no hay preocupación, afán, ni tristeza.



El amor, sólo un momento


(2 Jotabé)


Recuerdo tuyo que mi mente asalta,
de la conciencia al corazón me salta.

Aquellos tiempos cuando tú a mí lado,
me acariciabas con el beso amado,
y me subías hasta el sol dorado,
sin otro cielo en mi existir soñado.

Cómo me duele la profunda herida,
la que dejaste con tu cruel partida.

Aún te pienso, pero no hace falta,
el lucero de ayer ya está apagado,
y las flores que alumbró, están sin vida.


¿Para qué he de buscarla, para qué?,
mejor sea feliz la que se fue.

Se acabó nuestra bella primavera,
y el otoño ha llegado, que no espera,
ave fue vuestro amor, que ni siquiera,
espera el frío y se va, ave viajera.

La historia de los dos ya está olvidada,
solo existe en mi mente ilusionada.

Corazón ciego el mío que no ve,
que el amor se marcha un día cualquiera,
sin un adiós, sin explicarnos nada.



Bendito amor


(3 Jotabé)


Hoy te agradezco mi Dios adorado,
porque insistente a mi puerta has llamado.

Tanto lo has dicho y lo sigues diciendo,
venid a mí que te estoy bendiciendo,
pero hoy tus palabras, no oigo, ni entiendo,
se va haciendo tarde, está oscureciendo.

Tengo que despertar y ver la flor,
linda y bella que ofrece el Creador.

Hoy es el momento de estar a su lado,
de dar el paso que me está pidiendo,
y entregar todo en sus brazos de amor.


Ahora vengo a tus pies a adorarte,
versos del alma y amor quiero darte.

Que me concedas mi Dios tus favores,
te pido en medio de fe y mis dolores,
que me libres siempre de odio y rencores,
y apartes la copa de agrios sabores.

Todo el consuelo al vaivén de mis horas,
viene a mí de tus manos creadoras.

He venido de nuevo a implorarte,
me des el aroma que hay en tus flores,
y el sol que brille todas mis auroras.


Bendito amor del alma, amor bendito,
esperanza en Dios del gozo infinito.

Espíritu Santo, gloria y poder,
hoy llega a mi vida este gran placer,
trae del cielo saber y entender,
la dicha bendita que voy a tener.

Yo te pido y ruego en fe y oración,
que tu luz me guíe a la salvación.

Acercar el alma a Dios necesito,
tenerlo siempre, volver a nacer,
y sentir que vive en mi corazón.



Amor verdadero


(Jotabé)


Verdadero amor sin traición, ni ruego,
que ve defectos con ojos de ciego.

Los amores que de ti he recibido,
son amores que del cielo han venido,
sentimiento del corazón nacido,
tenerlo conmigo es ser bendecido.

Amor que derrama un alma sincera,
incondicional, la que siempre espera.

Amor encendido, amores de fuego,
amor de madre, sin dudas ni olvido,
la única que ama, así de esta manera.



Con el corazón


(Jotabé)


Te quiero siempre con mucha alegría,
me gustan tus besos de noche o día.

Decirte versos como una canción,
pedirle al cielo con fe y devoción,
sordo o ciego que seas mi ilusión,
pues te oigo y veo con el corazón.

Bendito el aroma que hay en tus flores,
tus labios de miel y ojos soñadores.

Me gusta tu piel tocando la mía,
tu boca y labios con gran emoción,
y todo lo bello de estos amores.



Amo hasta tus pies

(Jotabé)


Te amo completa, tus manos y pies,
te amo al derecho, también al revés.

Amo lo negro y también tu blancura,
tus pecados y tu santa dulzura,
amo lo alegre, como tu amargura,
te amo todita, tu pecho y cintura.

Cada día más, te amaré en exceso,
es del corazón, sé feliz con eso.

Eres buena como el trigo y su mies
en cambio de agua derramas ternura,
y en tu boca fresca, siempre hay un beso.



¿Qué es el amor?


(Jotabé)


Amor, ¿qué es el amor?, pregunta un niño,
es todo en la vida hecho con cariño.

Tal vez pudiera ser dar un consejo,
darle la mano y saludar un viejo,
es un buen vino que se torna añejo,
solo tristeza si lo pierdo o dejo.

Valioso como el oro o el diamante,
se le puede perder en un instante.

El más sabroso sabor del aliño,
no ve defectos ni por un espejo,
dulce dolor que sufre el que es amante.



No volverán


(Jotabé dodecasílabo)


Sé fue sin volver, tiempo aquel amado,
aquel que vivimos del amor soñado.

Esa niña mía tan linda y hermosa,
entre flor y flores tan feliz, gozosa,
era incomparable su aroma y la rosa,
igual o más bella que una mariposa.

Pero el tiempo pasa, ya se derrumbaron,
aquellos castillos, viejos se olvidaron.

Aunque ayer fue bueno, pero ya es pasado,
como está en el cielo la oraclon piadosa,
o las golondrinas que también volaron.



Mira mi pobreza


(Jotabé dodecasílabo)


Hermano del alma que ansías un pan,
buscando trabajo de prisa y de afán.

Con casas de tablas y pisos de tierra,
con esta pobreza que a todos aterra,
que vives a diario librando una guerra,
tu voz sin aliento, lamentos encierra.

Señor de los cielos oye mis clamores,
ven calma mis penas y no más dolores.

Mira mi familia, lo pobres que están,
esta vida ingrata que el amor destierra,
y después de muerto, ¿de qué sirven flores?



Un cuento de hadas


(Jotabé dodecasílabo)


Està amaneciendo, ya comienza el día,
hay un soñador con su real fantasía.

Una historia cierta de noche ha soñado,
un castillo de hadas que lo ha conquistado,
todo un pueblo bello, rey lo ha coronado,
y un tesoro inmenso mayor a El Dorado.

Despertad ahora del sueño del hada,
que la vida es corta y pronto está acabada.

Si caminas lerdo, sin norte y sin guía,
sordo, terco, mudo y el ojo vendado,
la puerta del oro, la tendrás cerrada.



Con lazos de amor


(Jotabé)


Esa luz blanca como una azucena,
hoy es solo sombras, recuerdos y pena.

Es luz ardiente del amor vencida,
historia triste con dolor tejida,
la que me dejó con el alma herida,
tiene mi perdón, pero no se olvida.

Ni mis penas se irán sino lo intento,
ni el mismo alacrán de mi sufrimiento.

Con lazos de amor, en vez de cadena,
ato el pasado de toda mi vida,
y voy a ser libre, libre como el viento.



Los miedos del guerrero


(Jotabé dodecasílabo)


Me duelen los ojos y no estoy llorando,
es mi vida entera que se está acabando.

Hay muchos recuerdos de amores perdidos,
tristezas y penas y agravios sufridos,
hay caminos viejos que están recorridos,
luceros y estrellas hoy desconocidos.

Este es el momento, la noche y el día,
toma ya las riendas, galopa alegría.

Eres un guerrero que no està luchando,
ya no te lamentes, no estamos vencidos,
enfrenta tus miedos que son fantasía.



El pañuelo


(Jotabé hexadecasílabo con versos franceses)


Aún conservo el pañuelo, con que sequé tu sudor,
tu pañuelo mi tesoro, con su fragancia y color.

Tenía esencia de rosas, de azahares y clavel,
estaban tus labios rojos y el aroma de tu piel,
los mil besos que le diste, que se quedaron en él,
con sabor a yerbabuena, canelas y dulce miel.

Busqué un baúl encantado, para llevarlo a guardar,
para no perder su esencia, ni se fuera a marchitar.

Vuelvo a oler tu pañuelo, pero ay Dios mío el dolor,
no importa si en caja fuerte, en baúl o en un carriel,
todo en el tiempo se esfuma, hasta un olor de azahar.



Sé feliz ahora


(Jotabé dodecasílabo)


Sé tú mismo el genio, real fantasía,
el que va cantando lleno de alegría.

Que tus ojos sean sol en la mañana,
en tus labios frescos la sonrisa sana,
te sientas feliz al tañer la campana,
igual que ese niño que está en su ventana.

Pero siempre arroja tus penas al viento,
que no haya una queja, tristeza o lamento.

Mira el sol saliendo, como nace el día,
como se ve dulce la roja manzana,
sé feliz ahora, que este es tu momento.



Siempre bella


(Jotabé dodecasilabo)


Te veo tan lejos, estás tan distante,
ya ni oigo, ni siento, tu voz de diamante.

Separados ambos por cielos y mares,
habrán otros dioses con otros altares,
y si estoy pensando, te hallo en mis andares,
y estando contigo se van mis pesares.

Aunque pasen años y pasen los días,
de mi mano estarás, en mis fantasías.

Con todos tus besos de miel por delante,
tu voz que me colma de alegres cantares,
tan linda y tan bella como antes lo hacías.



El sueño de la vida


(Jotabé)


Despertar de este sueño de la vida,
sin dulces besos, ni pasión sentida.

Sueño despierto que entre nubes vuelo,
siendo hoja seca que se va hacia el suelo,
en otros lares diferente cielo,
perdida el alma y el mayor anhelo.

Así es la vida como son las hojas,
se va volando sin que tú lo escojas.

No seré rey, ni en mi existencia herida,
porque al final me perderé en el duelo,
Y estaré mustio entre mis flores rojas.



Un buen consejo


(Jotabé decasílabo)


Quiero darle del alma un consejo,
que es oír, si llegar quiere a viejo.

Y no importa si al rey o al mendigo,
mucho hablar es error, soy testigo,
mira el campo, dorado está el trigo,
y en silencio oye el viento, te digo.

El rumor y el hablar demasiado,
es más que una virtud un pecado.

Oye bien que el hablar es reflejo,
de tu luz interior y es contigo,
que es mejor ser humilde y callado.



Montañas de amor


(Jotabé)


Este es el día, ahora es el momento,
de hablarle a la vida y gritarle al viento.

De dejar la ira y olvidar la espada,
volver al cielo y en una mirada,
aún sin rosas, ni espiga dorada,
ver la vida bella, hoy enamorada.

Que cause alegría admirar la flor,
sentir la dicha y dejar el dolor

gozar la vida, feliz y contento,
saber que nos sobra y no falta nada,
que hay en el alma, montañas de amor.



La flor perdida


(Jotabé decasílabo)


¿Estás triste y vencida paloma?
¿Ya no encuentras ni valle, ni loma?

Se ha perdido la flor de tu vida,
ya no vuelas pareces vencida,
hasta tu alma se siente abatida,
sólo cantas tu gloria perdida.

Deja ya tu tristeza y tu duelo,
ve a luchar por tu sueño y anhelo.

Es verdad se quebró la redoma,
pero el tiempo sanará tu herida,
y hallarás esa flor en tu cielo.



Brindis


(Jotabé)


Levanto mi copa, es cristal y vino,
brindo por la vida y por el destino.

Brindo por los años, los que he vivido,
un abrazo fuerte, un amor sentido,
lo que pudo ser, pero nunca ha sido,
y el futuro, que sea bienvenido.

Porque el pecado, sea perdonado,
por los placeres, los que no he gozado.

Brindo por amor, un amor divino,
ese que canta y arrulla al oído,
y por los labios que ya me han besado.



Amor amargo


(Jotabé decasilabo)


Te fuiste mujer y aún te quiero,
fue tu amor como el mar traicionero.

Aunque sé tu mentira y engaño,
y he sufrido por ti desengaño,
cada día te pienso y te extraño,
ese amor y las noches de antaño.

Solo quiero tus besos de frío,
que regrese a mi lado confío.

No me importan tus garras de acero,
más me duele que en meses o el año,
sea de otro el amor que fue mío.



Esa niña


(Jotabé decasilabo)


Esa niña que ves pura y buena,
es tan bella como una azucena.

Son sus ojos bajados del cielo,
el remedio de insomnio y desvelo,
su sonrisa es motivo y consuelo,
esa niña de sueño y anhelo.

Su voz trino de los ruiseñores,
y su aroma lo envidian las flores.

Esa niña tranquila y serena,
de la vida toda es un modelo,
del corazón, todos son amores.



El trigo ya está dorado


(Jotabé pentadecasílabo)


Amor ya ni te acuerdas, el día que tú te fuiste,
y aún te sigo pensando, desconsolado y triste.

Cada día una pena, que me embarga el corazón,
un sueño, una esperanza, talvez sea una ilusión.
El aire mueve las hojas y suena una canción,
la que oíamos juntos, ahora sin emoción.

El trigo ya está dorado, el ruiseñor que se asoma,
las rosas en el jardín, con su color y su aroma.

Después de tí no habrá cielo, el paraíso no existe,
no hay caricias, ni besos, tan solo resignación,
mas yo te sigo esperando, el canario y la paloma.



Si Dios lo permite


(Jotabé dodecasílabo)


Si Dios lo permite, veré la mañana,
sentiré en el alma su voz que se afana.

Bendito sabiendo, de Dios cada día,
alcanzar su amistad, que gran compañía,
no quiero rencores, dolor, ni agonía
buscando su gracia, tendré en demasía.

Con fe y esperanza, en el alma lo espero,
su amor infinito tan puro y sincero.

Sentir su presencia, su ley soberana,
todo un gran tesoro con paz y alegría,
mil felicidades, si en su gracia muero.



Un consejo


(Jotabé)


Para todo hombre normal y optimista,
que es sincero en su hablar y es realista.

No comparta ni promulgue sus quejas,
ni su dolor, ni aguijones de abejas,
que las noticias de ayer hoy son viejas,
y lo malo será un bien si lo dejas.


Qué lindos y bello es oír un sinzonte
entender la vida y mirar el monte.

Le pido y le ruego, luche y persista.
en resolver situaciones complejas
y la desgracia que llegue la afronte.



Caridad


(Jotabé)


La vida, no hay poder que la recobre
igual se muere el rico y muere el pobre.

Es cierto que el dinero reconforta,
que la clase social también importa,
la vida ni se alarga, ni se acorta,
y al final ya no suma, ni recorta.

Bella virtud, se llama caridad,
corazón que disfruta en la bondad.

Para qué tanta plata y tanto cobre
si la vida es un sueño y es muy corta,
y a tumba vamos todos sin piedad.



La vida es ligera


(Jotabé)


Juventud que eres, tan bella y hermosa,
y te vas rauda, como mariposa.

Gózate ahora, la vida es ligera,
que no se vaya como ave viajera,
los años pasan, el tiempo no espera,
ya será corta, nuestra primavera.

Este es momento del beso de amor,
de enfrentar la vida y sembrar la flor.

Dar cada día un clavel y una rosa
sentirnos fuertes como una palmera,
seguir luchando y ser un triunfador.



Te necesito mi Dios


(Jotabé)


Dios aliento, mi sol en el oriente,
Oye plegarias, mis dolores siente.

Ahora vengo ante tus pies rendido,
para pedirte Dios ser bendecido,
no importa lo pasado o lo vivido,
si tan bueno o tan malo, en vida he sido.

En cada amanecer mi voz te llama
y veas mi alma que tú luz reclama.

Flor de la vida, aroma del ambiente,
razón de mi existencia, Dios querido
oye tú ciervo que por agua brama.



Copa de amargura


(Jotabé)


Licor de ensueño que ve en la botella,
no parece ser, de luna ni estrella.

Que te lleva al cielo en vana ilusión,
que cura males como una canción,
sólo mentira, todo sin razón,
mientras más bebes, mayor frustración.

Doy mi consejo de amigo y hermano,
deja ya esa copa y limpia tu mano.

Mucho cuidado que la vida es bella,
pon muchas ganas, alma y corazón,
y oye consejo, que no será en vano.



Uvas verdes


(Jotabé)


Las uvas maduras, la uva está verde
pensaba la zorra, la uva se muerde

Intentó de nuevo hallar solución,
todo fue inútil, tan sólo ilusión,
entonces grita, con gran emoción,
verdes las uvas, feliz conclusión.

Ni hambre tenía, ni pudo pensar,
ni las uvas verdes pudo alcanzar.

Si no hay esperanza el juicio se pierde,
duele la espalda, los pies y el riñón,
como la zorra, no vas a triunfar.



Nada es gratis


(Jotabé)


Equivocado si estás esperando,
que venga gratis, lo que estás pensando.

Si tu mundo es tan sólo un espejismo,
Ambición, odio, celos y egoísmo,
estarás en la orilla de un abismo,
y puedes caer, con tu cruel cinismo.

Las riquezas y derroche que ansía,
más que realidad es fantasía.

Despierta ahora y no sigas soñando,
mejor sincero y honesto tú mismo,
no desperdicies la flor de este día.



La cruz del calendario


(Jotabé)


Hoy vengo con la cruz del calendario,
trayendo puesto mi postrer sudario.

No tengo penas, ni odios, ni rencores,
se acabaron, se fueron mis dolores,
no se oye el viento, ni hablan los señores
ni un triste adiós, me dieron mis amores.

Ya superé la amarga despedida,
llegó la hora de mi final partida

Adiós, adiós, repica el campanario,
y bien se yo que para mí no hay flores,
aunque digan, que pasé a mejor vida.



Ya que te vas


(Jotabé)


Tan bello fue tu amor, flor de azucena,
que ha terminado en una horrible pena.

El beso dulce de tu boca ardida,
es el tormento de mi propia vida,
ahora duele y duele tu partida,
el alma rota y la sangrienta herida.

Vete a volar con tu sonrisa al viento,
igual mis males en el alma siento.

Mis flores muertas en un mar de arena,
revivirán si en mi pasión sufrida,
no encuentro quejas, ni ningún lamento.

 
     
   
     
 
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