Tus ojos

(Jotabé decasílabo)


Cuando miro tus ojos amados
veo brillos de astros reflejados.

Son tus ojos azules, un cielo,
un remanso lleno de consuelo,
donde puedo encontrar lo que anhelo:
tu mirada franca en vivo vuelo.

Tu mirar con amor me persuade
y una dulce armonía me invade.

Hoy tus ojos aterciopelados
de azul mirar, en sutil revuelo
ríen si mi alma el dolor evade.



Las horas del amor

(Jotabé acróstico Sérmico dodecasílabo)


Un tranquilo atardecer se ha transformado
crepúsculo es todo rojo anaranjado.

Ardiente tiñe en derredor de colores,
y grillos ofrecen sus cantos mejores,
silencioso el cielo se inflama en fulgores
cubre y se dilata en bellos resplandores.

La noche prepara radiantes destellos,
tarde las estrellas muestran rayos bellos.

Pensativa la luna y su brillo helado
con magia ilumina las horas de amores:
prisa y alegría, los instantes aquellos.


Acróstico: Un crepúsculo ardiente y silencioso cubre la tarde pensativa con prisa.



Playa vacía

(Jotabé tetradecasílabo)


Misteriosos destellos de luz iridiscente
refleja el mar en su oleaje resplandeciente.

Cielo transparente , inmensidad azul y fría,
nada turba la paz de las aguas todavía,
resplandor en la ardiente arena, roja utopía
de la playa silenciosa, mágica y vacía.

Verde marco dan altivas y enhiestas palmeras,
saturadas de trinos en sus hojas ligeras.

Lejano horizonte junta mar y cielo ardiente,
el rumor de las olas en rara sinfonía
es preludio de sueños que nacen cual quimeras.



El amor

(Jotabé)


El amor en su afán de ser eterno
cambia su forma en su silencio interno.

Son varias sus caracterizaciones:
muy tierno y dulce, lleno de atenciones,
soñador y tranquilo, sin pasiones
o exaltado, con fuerza de ciclones.

Romántico total, es un poeta,
es mágico, como de otro planeta.

El amor tiene fulgor sempiterno,
es encanto total y no ficciones,
y en sueños tiene brillos de cometa.



La tarde

(Jotabé)


Lento, desde el cenit, el sol desciende,
esparciendo su brillo que trasciende.

Ávido de placer, siento el calor,
penetra mis células, sanador,
mientras la tarde brinda su candor,
ya todo va cambiando su color.

El dorado va siendo anaranjado,
color naranja, todo está incendiado.

El cielo de pronto, el naranja enciende,
el horizonte es mágico esplendor,
para despedir un sol esfumado.



Navidad

(Jotabé dodecasílabo)


Época de magia para celebrar
con espíritu para reflexionar.

Es un tiempo con fervor espiritual,
que transmite un sentimiento sin igual,
envuelve en notas de música ideal
los corazones de vibración astral.

Es el día de la «Feliz Navidad»
pues está pleno de infinita bondad.

Dios Niño nos trae la paz para dar,
esparce en el mundo su amor celestial
cual bendiciones, sobre la Humanidad.



Sueño

(Jotabé eneasílabo)


Quiero surcar el infinito,
entre mis sueños, yo musito.

El corazón siento febril,
soy de pronto un ave gentil;
como nave en el cielo añil
va llevando en proa un candil.

Puedo volar, me lleva el viento,
rápido como el pensamiento.

... Se termina el viaje fortuito,
al final del sueño sutil,
quedándose en mi sentimiento.



Momentos

(Jotabé)


Miro mi árbol en el atardecer,
sus hojas sobrevuelan con placer.

Su brillo refleja rayos de sol,
su mágica fronda es como un crisol,
su verde es ahora un suave arrebol;
por su tronco camina un caracol.

Entre sus ramas comienza el trinar
de pájaros que inician su cantar.

De pronto, llega el dulce anochecer
y la bella luna toma el control,
luego el alba llamará a despertar.



Niños

(Jotabé dodecasílabo)


Son los niños, viva imagen de pureza,
tienen el alma impregnada de belleza.

Desde que nacen ya siguen su destino
van creando sin saberlo su camino.
en juegos , sus sueños son un torbellino,
sin saber que son el futuro genuino.

A su tiempo sienten deseos de ser,
cada sueño-niño comienza a crecer.

En cada corazón nace una certeza,
lejos los espera un mundo peregrino,
con obstáculos que deberán vencer.



Alfonsina Storni

(Jotabé tetradecasílabo)


En el mundo de letras, Alfonsina es mayor,
sus poesías, de alma desnuda, lo mejor.

Con su rima incomparable le escribió a la vida,
con dolor o con ternura, su pluma era fluida,
como triste mariposa con alma partida
atravesó la tragedia en su vida asumida.

El ascenso a la gloria fue tiempo de ironías,
no pudo cumplir, a veces, sueños, fantasías.

Sintió triste abandono al escribir con dolor,
y pensó en la muerte como su única salida.
Pero Alfonsina, aún pervive, en sus poesías.



El libro

(Jotabé tridecasílabo)


Dueño de increíbles historias y paisajes,
sus páginas muestran la vida en bellos viajes.

Guarda tesoros de inmensurable riqueza
para los que van indagando con certeza,
brinda esperanza, penas, amor y tristeza
y mágicos vuelos de cósmica grandeza.

Las emociones que provienen de sus hojas
llegan al alma como extrañas paradojas.

La simpleza silenciosa de sus mensajes,
las páginas de luz, de saber, de belleza,
están en el libro que con placer escojas.



Los poemas de Amado Nervo

(Jotabé tridecasílabo)


El gran Amado Nervo en México nacía,
y fue numen de la prosa y la poesía.

Sus versos destacan en fluidez y soltura
románticos, de espontaneidad que perdura,
su lírica realza dolor y ternura
y vibra en mensajes al alma, con bravura.

El dolor de su amor perdido lo atraviesa,
es su fuente de inspiración y una promesa.

Sus versos de amor llenan el alma vacía,
llegan al lector para borrar la amargura,
y como canciones, su lírica regresa.



El duende

(Jotabem Jitajánfora)


Don Dondi Dendue armaíllo
mécose gustoso embrillo.

Dormi, dormi linda siesta,
nacami alegre a la fiesta,
crash, crash, divisa una cesta!
no besa el susto que cuesta...

Uf, uf, uf, qué gran calor,
cerca brilla un resflector.

Chistrillo cri - cri de grillo
la roja brillasom puesta
don Dondi Dendue es cantor.



Manos

(2 Jotabem)


Dame tus manos hermano
para ayudar al anciano.

Con un canto delirante
formaremos por delante
círculos de amor constante,
el amor es fascinante.

Y las manos elegidas
están en color fundidas.

Salen de todo pantano,
como caballero andante
en milagros convertidas.


Con nuestras manos unidas
sanaremos las heridas.

De aquellos que necesitan
de caricias que palpitan
sin angustias que dormitan,
y en el corazón crepitan.

Porque hay manos sanadoras
siempre listas, bienechoras.

Manos en amor nacidas
en gestos y hechos se agitan
en labor a todas horas.



Mágico Machu Picchu

(Jotabé dodecasílabo)


Viajar es un placer de hondos sentimientos,
llena el corazón de alados pensamientos.

Machu Picchu sagrado fue el bello viaje,
lugar de magia, de energía y paisaje;
tal vez fui buscando un antiguo mensaje,
fue la paz abierta, su libre lenguaje.

Como todo viaje tenía un destino
encontrar lo ignoto al final del camino:

bella ciudadela se eleva a los vientos
con toda la estirpe de ancestral linaje
en la cumbre abrupta con cielo azulino.



Renacer

(Jotabea con versos franceses)


La tristeza descubre los delirios del alma
un proverbial momento ofrece paz en calma.

Penoso el corazón, su energía apagada
se prepara dolido frente a la noche helada,
sin hogar ni refugio, con angustia asolada
tiene solo silencio, soledad asombrada...

Una luz se avizora: vestigios de ternura,
un aire diferente se expande con premura.

Ya sin melancolía, feliz el alma empalma
arrullos celestiales con dicha constelada,
hay seducción y paz, todo es una hermosura.



Mariposas

(Jotabea con versos franceses)


Amo las mariposas de pequeñas alitas
con figuras doradas que forman estrellitas.

Son alas ensoñadas que vuelan despacito
removiendo la brisa con sutil sonidito
llenas de sortilegio y un pequeño truquito
invisible a los ojos de quien sueña poquito.

Su grácil movimiento semeja lucecillas
que brillan cuando vuelan sobre las florecillas.

Amo las mariposas de alitas tan bonitas
cuando adornan el cielo con su vuelo exquisito
haciendo las piruetas y hermosas figurillas.



Transformación

(Jotabé decasílabo)


El cielo dejó de estar nublado,
el día se transformó irisado.

Hay resplandor de magia en la brisa,
la mañana alegra con la risa
de pájaros jugando de prisa;
solo brillo de amor se divisa.

Soy feliz entre rayos del sol
de un ocaso pleno de arrebol.

Encendido horizonte asombrado
me dibuja una dulce sonrisa,
solo ver destellos tornasol.



Pájaro azul

(Jotabem)


Mi alma es un pájaro azul,
de alas de invisible tul.

En vuelo puedo alcanzar
inmensidades sin par,
sobre el cielo y sobre el mar
y la esperanza encontrar.

Es un pájaro intangible,
pero como alma, sensible.

En un mágico baúl
de sueños y bienestar,
queda todo lo posible.



El viaje

(Jotabé tetradecasílabo con heterostiquios 6-8)


Mi alma se detiene, siento energía de viaje,
loco el corazón organiza el equipaje.

Como una ilusión, bello sueño me domina,
libre en el espacio, desconozco la rutina
soy de nuevo el alma, soy magia que predomina,
soy mis propias alas, soy impulso que alucina.

Sigo mi sendero, voy como saeta en vuelo,
en mi vida-tiempo, no conozco el desconsuelo.

Es vuelo esencial, la energía es un mensaje,
para el mundo azul, con su capa cristalina;
del sueño estelar, por fin despierto ¡en el suelo!



Juan Benito Rodríguez Manzanares

(Jotabé tetradecasílabo)


Nace un doce de abril con el alma de poeta.
En Valencia sus letras brillan como saeta.

Sensible, en poesía, hace cambios importantes,
con reformaciones creativas y brillantes,
su Rima Jotabé cambió las estrofas de antes
por nuevos grupos de versos, al fin fascinantes.

Juan Benito dio al poema, con gracia, su nombre,
quedando un formato inconfundible, de renombre.

Jotabé alude a su inteligencia ágil e inquieta,
a ideales de renovaciones deslumbrantes...
¡Feliz cumpleaños al poeta y superhombre!



Aún la guerra

(Jotabé tridecasílabo)


Decir paz, es decir amor, es decir vida,
es la esencia de la existencia consabida.

Decir paz, es decir trabajo bendecido,
que hace milagros en manos del entendido,
que construye salud para el hermano herido,
bienestar y alegría en el Orbe extendido.

Convivir con la paz, desterrando la guerra,
es deber de los habitantes de la tierra.

¿Por qué la guerra atroz, aún el Hombre anida?
Por qué, si la Paz es el Don más bienquerido,
no se logra el Amor que la lucha destierra?



La tierra donde nací

(Jotabé tridecasílabo)


Argentina, inmensa tierra de mis amores,
yo nací entre montañas de bellos colores.

Toda su gran extensión, pinta la belleza:
el Aconcagua imponente, es todo grandeza;
sus rubios trigales son fuente de riqueza;
Iguazú, asombrosas cascadas y fineza.

Ischigualasto, Valle de Luna ancestral,
es la ruta al pasado de saurios, genial.

De Norte a Sur es la tierra para pintores;
tiene un corazón puro y pleno de nobleza,
para los que llegan buscando lo esencial.



Amanecer

(Jotabé)


Repentino claror de la alborada:
la vida, exaltación arrebolada.

El Sol, resplandeciente se levanta,
eufórica, la verde fronda , canta,
ya la luz, sin sigilo, se adelanta,
la sublimación del momento encanta.

Estallan fulgurantes melodías,
apacibles, serenas armonías.

El tiempo, claridad multiplicada,
es la belleza que Natura planta
dando gracias a Dios con alegrías.



Esencia

(Jotabé tridecasílabo)


Para ir a buscarte le pedí alas al viento
y un anhelo urgente de viajar al momento.

Ilusión del alma de verte en otro mundo,
remontando la brisa, el espacio profundo
ilusión de altura más allá del trasmundo
¡encuentro las palabras y tu verso fundo!

Con ellas nacieron poemas de distancia,
puedo verte en ellos, en versos con prestancia.

Y mágicamente estás en mi pensamiento,
asomado a mis días con amor rotundo
y cada poesía tiene tu fragancia...



El adiós

(Jotabé dodecasílabo)


Me miraste, amor, con mirada de duelo,
de un ave cautiva que ansía otro vuelo.

Me miraste, amor, con la mirada ausente
sin luz en tus ojos, vacía tu mente,
me miraste, amor, y un adiós transparente
hablaba con pesar, lenguaje silente.

Me miraste, amor, quizás por vez postrera ,
mi alma siente pena, tu alma ya está afuera.

Entonces los dos, en busca de consuelo,
de acuerdo pensamos un adiós ardiente:
tan solo una mirada... muda y ligera.



Serenidad

(Jotabé)


I

Siente mi corazón un dulce gozo
al recordar mi amor con alborozo.

En la tarde de azul melancolía
oigo a lo lejos una melodía,
y toda la dulzura de este día
tranquila yo siento, que es solo mía.

Y siento en mi cara a la suave brisa
como halo tenue besarme sin prisa.

La vida parece alegre retozo,
todo brilla hoy, con mayor simpatía,
todos ostentan la mejor sonrisa.


II

Hoy colma mi alma, un sueño ya lejano,
cuando marchaba feliz de su mano.

Cuando un bello sol besaba mi frente
y él admiraba la tarde naciente,
cuando yo soñaba una dicha ardiente
y él sonreía con gusto patente.

Cuando era dueña de todo lo bello,
sintiendo sus besos en mi cabello.

Entonces el amor era cercano,
y todo parecía transparente...
Hoy ya no existe ni sombra de aquello.


III

Miro las estrellas, sueños que vuelan
hacia otros cielos lejanos que anhelan.

La noche ha llegado oscura, profunda.
y trae un remanso donde el sol se hunda.
la luz de la luna, en el cielo inunda,
rompiendo la pena en forma rotunda.

El alba se enciende y de pronto estalla,
el sol desde Oriente es una medalla.

Las horas del día, alegres pincelan
que mi nueva vida en amor se funda
y con serenidad, la pasión se halla.



Búsqueda

(Jotabé Cúver)


I

Mi loco corazón me eleva en sueño,
puedo volar por los cielos sin dueño.

Mi cuerpo despojado de ansiedades
y mi alma en expansión y sin maldades
va detrás de alboradas y verdades
en busca de un sol que evada deidades.

En el remanso de un cielo encendido
tengo plenitud del rayo elegido.

Recupero pensamientos que empeño
guiados por mariposas y bondades,
que me indican mi tiempo renacido.


II

Mi loco corazón me eleva en vuelo,
vuelo detrás de mi alma sin consuelo.

Mi cuerpo despojado de esperanza
siente la pasión que da la tardanza;
busco recuerdos y la remembranza,
para alcanzar mi espíritu en bonanza.

En el remanso de un cielo azulino
se enmaraña el silencio cristalino.

Recupero pensamientos que anhelo,
el amor me refleja y da confianza
y yo encuentro mi ser y mi destino.


III

Mi loco corazón me eleva en calma
para arropar la soledad de mi alma.

Mi cuerpo despojado de reflejos
busca nubes para cubrir espejos;
un relámpago alumbra los manejos,
en un cielo con luceros complejos.

En el remanso de un cielo ilusorio
me asombran los colores de un jolgorio.

Recupero pensamientos que empalma
los horizontes distantes y añejos
con mi ayer esperanzado y notorio.



Mi liquidámbar otoñal

(Jotabé decasílabo)


Varias primaveras han pasado,
las hojas de mi árbol han cambiado.

Ya no son las pequeñas estrellas
que bailaban mágicas y bellas,
con la brisa, en las tardes aquellas,
doradas por el sol en las huellas.

Han crecido en aspecto y color
y lucen, hermosas su candor.

Al ocaso, mi árbol encantado
acuna aves y canta con ellas,
desparramando su resplandor.



Llovizna

(Jotabé decasílabo)


Continua llovizna pertinaz,
sin brillo de una luna fugaz.

De un cielo silencioso de trinos,
como los ensueños cristalinos
se bifurcan los grises caminos,
sin amaneceres azulinos.

Sigue la llovizna, no se fue,
pero en dulce rocío adecué,

y besa mi cara con su paz
de divinos giros ambarinos,
y su tristeza en mi ama atenué.



Mágica garúa

(Jotabé Rivol)


Eres, garúa, hálito que viví
cuando en tus oleadas me fundí.

Junto a tus gotitas de agüita pura
sentí tus caricias con gran ternura,
tenían un aroma que perdura
y un etéreo brillo que fulgura.

Entre los árboles cantó un jilguero,
sentí el corazón con latir ligero.

En tu mágica bruma me envolví,
tenues mis sueños fueron a la altura
donde brillaron con muy buen agüero.



Mi café

(Jotabé)


Despierto de sueños de horas sin huellas,
de la noche vacía y sin estrellas.

Y en una turbulenta madrugada,
recobro al fin mi conciencia enredada,
con toda el alma y la piel erizada...
hay una sensación de café soñada.

Entonces salto y con amor preparo
un café fuerte, espirituoso y raro.

Y el alma renace con galas bellas,
y cubre la vida con luz dorada
brillando radiante cual luz de faro.



La noche

(Jotabé dodecasílabo)


Crecen las sombras a la luz de la luna,
imbuidas del misterio que las acuna.

Surgen remansos y valles siderales,
en nebulosas de manchas espaciales,
cuando la noche libera los cristales,
en claros instantes de hielos celestiales.

La noche impera con silencio en la vida,
reposa el vuelo, descansa el ala fluida.

Es ya la hora del amor sin duda alguna,
la hora de los sueños de amor ideales,
de brisa con dulces sonidos astrales.



Dos navidades

(Jotabé)


Es la Navidad, el amor más puro,
vestida de esperanza yo la auguro.

Hay dolor, existen dos navidades,
una de ricos, con muchas bondades,
y otra de pobres, con necesidades,
¿dónde estará el Niño con sus piedades?

En Navidad nace un Niño muy bueno,
que no haya un niño que nos sea ajeno.

Quizás podamos en pronto futuro
donar grandes bienes en caridades,
sentir alegría y sentirse pleno.



Natividad

(Jotabé dodecasílabo)


La noche era toda un corazón divino,
palpitando oscuridad en el camino.

Largo camino de desierto y de estrella,
tenía en sus horas la carga más bella:
en el seguro vientre de una doncella,
el Niño que en el mundo dejará su huella.

Belén fue el refugio que le brindó amor
y los animales le dieron calor.

Cada Rey Mago ofrece un presente fino,
el poder del Niño es bondad que destella,
su sabiduría la da con fulgor.



Ocaso

(Jotabé eneasílabo)


El atardecer y su magia,
su sutil belleza contagia.

El cielo se ve anaranjado,
todo alrededor es dorado,
cambiando a púrpura esfumado,
pasando al violeta asombrado.

Espíritu del Universo
de tono rojizo diverso.

La noche , con color presagia
sublime momento sagrado
del astral ocaso disperso.



Destino

(Jotabé)


Creamos el destino que habitamos,
para vivirlo mientras caminamos.

En el devenir en paz de la vida,
se añora la mejor suerte elegida,
pues yendo siempre hacia la luz querida,
está la vida con placer cumplida.

Al andar y desandar el camino
vemos los dones que nos dio el destino.

Siguiendo nuestro sino nos forjamos,
la ternura soñada , agradecida,
del vivir en un halo cristalino.



Tú serás

(Jotabé)


En la noche sin luz, serás mi sueño,
un pensamiento feliz y risueño.

Un almendro de blancas mariposas
que alegra las angustias silenciosas,
y en horas de esperanzas jubilosas,
un perfumado ramito de rosas.

Serás esa luz clara de la Aurora,
que presagia amor y el dolor ignora.

Serás el sutil pulso de mi ensueño,
los instantes de caricias gloriosas
que nuestro vital sentimiento añora.



Como el río

(Jotabem)


Hoy soy río vagabundo,
que va buscando su mundo.

Mirando constelaciones,
atemperando pasiones,
entre totoras marrones,
grillos , ranas y gorriones.

Soy un río que cantando,
su alegría va soñando.

Y atravesando, errabundo,
las distancias y ficciones
yo logro mi fin brillando.



Cambio

(Jotabé decasílabo)


La mañana es clara invitación
a cambiar de a poco la emoción.

Repensar en silencio la vida,
perseguir la alegría perdida,
en la brisa que corre abstraída
y que trae la paz elegida.

Con la magia de sutiles alas
volar otra vez, con nuevas galas.

Ser golondrina y con su pasión
descubrir la esencia ya asumida
y emprender un cambio sin escalas.



Mi vida en tu vida

(Jotabé dodecasílabo)


Mi vida transcurre como un torbellino,
mi sueño se escurre junto a tu destino.

Me enciende la dicha de tu fresco aliento
mi encanto es tu risa, sos mi pensamieto;
no vivo mi vida si no te presiento,
divago en tu orilla, siento alejamiento.

Vaivén de misterios es nuestra existencia
ardientes delirios nutren nuestra esencia.

Aún no encontramos el mismo camino,
para ligar al fin, este sentimiento
en el que mi vida aguarda tu vivencia.



Despertar

(Jotabé dodecasílabo)


Este despertar es solo luz y euforia,
un día luminoso y de paz notoria.

El sol tiene lumbre clara y renovada,
irradiando una energía constelada,
y un curioso renacer de vida dada
es el culmen de la pasión acentuada.

Un nuevo impulso despertó mi latido,
y siento el crecer de mi vuelo perdido.

Entonces quiero volar tras la memoria,
traspasando una dimensión no pensada,
quedar en la paz de un abrazo encendido.



Grafitis

(Jotabé tridecasílabo)


Negros mensajes, en la pared, silenciosos,
vociferan exultantes sueños gloriosos.

Mensajes de locas pasiones sin sentido,
en trasnochado idioma, ignoto, oscurecido,
como golondrinas en vuelo atardecido,
dibujando extraños ritos de amor partido.

Declaran amores sutiles o profundos,
reminiscencias de dolores extramundos.

Cuantas almas, en sus giros vertiginosos
encontraron la cura a todo amor perdido
en los textos de filósofos errabundos.



Ficciones

(Jotabé)


Amo un amor utópico y lejano,
convive con mi sueño más profano.

Es en las luminosas madrugadas,
bellas ensoñaciones irisadas,
y al resplandor de las horas aladas,
golondrinas en sutiles bandadas.

La nostalgia se enreda en su existencia
que es igual a los días sin su esencia.

Es un amor que aún sigue cercano
a pesar de las penas olvidadas
que eclipsan los espacios de la ausencia.



Mi vida

(Jotabem Anverbo)


A mis ochenta, feliz,
la vida, el mejor cariz.

En mí, la lluvia ilusoria,
la brisa y su suave gloria,
el silencio y su victoria,
en los días de mi historia.

En mi alma, sutil misterio,
mis versos y mi criterio.

Sin dolor ni cicatriz,
un regalo, mi memoria
y mi alegría, un imperio.



Al fin, paz

(Jotabé Anverbo tridecasílabo)


En este mundo de principios y finales,
entre chispeantes fenómenos astrales,

ambiguo, fascinante trayecto espacial.
Un viaje incierto de energía colosal,
navegación laberíntica no real,
pensamiento cósmico, culmen del final.

Dura incertidumbre por extraños senderos,
negación última y clara de los viajeros.

Por fin, tiempos de serenidad ideales,
no más transmutado submundo artificial,
sólo paz, momentos ansiados y sueñeros.



El viaje

(Jotabé Anverbo)

Deseos de mi vida, un alma errante,
existencia vital y delirante.

El viento, el alba , la brisa azulina,
misteriosa, sutil, senda ambarina,
yo siempre ansiosa de la luz genuina,
ante mí, todo el mundo sin rutina.

Una energía abrasadora y rara,
con las ansias y la mirada clara.

Fin del camino, el sol extravagante,
anunciador de la aurora divina,
y el retorno con el sol en la cara.



Renacimiento

(Jotabé)


Árbol mío, cruel, te corte las ramas,
y con dolor tu desnudez proclamas.

Todos los días del invierno crudo,
el viento silbando y mi árbol desnudo;
acaricio el tronco y mirarlo eludo,
más, cada mañana, yo lo saludo.

Y un día ¡albricias! sus hojas renacen
aún muy pequeñas, sonidos hacen.

Como un director cambia sus programas,
su fronda es tupida, a su sombra acudo.
Y el trino de aves , a mi alma complacen.



Líricos sueños

(Jotabé)


Luz tornasolada y son de caireles ,
bullen en mi sueño entre unos papeles.

Una Musa vuela en ligera nube,
regala un poema al bello querube,
que en un unicornio hasta el cielo sube
pero con afán los versos retuve.

Son versos alados, van de salida,
Musa los trae otra vez a mi vida.

En un sortilegio, hojas de laureles
son letras de poemas que mantuve,
formando una bella estrofa sentida.



Día nublado

(Jotabé)


Un día nublado es triste rareza,
pero, con su gris, ostenta belleza.

Sin brillo de sol es un día ausente,
sin cantos de aves, un día silente,
pero en su quietud hay paz transparente
encendida de luz, iridiscente.

Sus mañanas no tienen resplandor,
sus tardes tienen un suave candor.

El cielo nublado adquiere tibieza,
hay serenidad, un estar paciente
¡como si las nubes fueran de amor!



Transición

(Jotabé)


La tarde va, con su tono rojizo,
llega la noche, con su suave hechizo.

Fantástico y mágico es el momento,
sin vestigios de lluvia ni de viento,
tranquilo, sin zozobras ni tormento,
con un cielo que se oscurece lento.

De pronto, infinito... muy alto la luna,
estalla con luz sutil y oportuna.

De profundo índigo el cielo se rehizo.
Sopla la brisa... suave movimiento,
la luna de plata es pura fortuna.



Libélula

(Jotabé)


Libélula, alas de volátil seda,
tu bella magia en mi retina queda.

Te veo volar, gentil, en mi sueño,
temblorosa y sutil, sobre mi empeño,
de lograr tu halo mágico, y ser dueño
de tu leve ser, sublime diseño.

Azul libélula, utopía de hadas,
sol en tus alas, lucen irisadas.

Libélula, haces que el brillo suceda
cuando apareces pendiendo de un leño
derrochando tus gracias consteladas.



Día de sol

(Jotabé)


El día que nace es maravilloso,
maravilloso sol, calmo y glorioso.

También el aire, energía vital,
aromado cristalino y espacial,
inunda el ser de vigor celestial
en una conjunción vívida y astral.

Un cielo diáfano es muy diferente
sobre la fronda bella y sugerente.

Espectacular día esplendoroso,
en derredor, vibración de cristal,
el canto de los pájaros, ferviente.



Límites

(Jotabé)


Romper límites, seguir adelante,
para alcanzar un destino brillante.

Necesario es, para lograr la meta,
que el sueño te dé fórmula secreta,
para trabajar la idea completa,
logrando el fin, con euforia discreta.

Sigue tu pasión con trabajo duro
y siempre sintiendo el triunfo seguro.

No aceptes límites, sé un delirante,
escucha el decir de tu mente inquieta,
y sigue tu sueño... apunta al futuro.



Espejos...

(Jotabé)


De agua fueron los primeros espejos,
y esparcieron la luz con sus reflejos.

En un lago sereno , en su pureza,
ver un cuerpo de agua con su belleza,
fue vislumbrar con débil extrañeza
la sensación del doble, una rareza.

Los espejos del hoy son inquietantes,
son algo que no son, ¡alucinantes!

Como el primer espejo, son manejos...
ser y no ser, a la vez... así empieza,
a entrar la eternidad y sus instantes.



Cielo

(Jotabé)


Miro el cielo lejano y misterioso
y sueño con un vuelo silencioso.

En el que puedo vencer mi tristeza,
buscando mundos de ignota belleza,
donde acrisolar ansias de nobleza,
juzgar la vida con mayor certeza.

Un cielo de libertad infinita,
donde la luna radiante palpita.

Cielo de azul silencio melodioso,
que acaricia mi vuelo con tibieza
en el mágico sueño que me habita.



Vida

(Jotabé)


Fluorescentes luciérnagas inquietas
o pobres sueños de alas incompletas...

La vida puede ser duro camino,
o el disfrute de un vivir cristalino;
un transcurrir difícil y mezquino,
o un favorable viaje hacia el destino.

A veces la vida es solo bondad,
o es complicada y llena de ansiedad.

La vida es mixtura en dosis secretas
de risa con llanto en un vaso fino,
donde une penas con felicidad.



Silencio

(Jotabé)


El silencio es refugio sanador,
cuando el alma desea paz y amor...

Hay silencios más fuertes que gritar,
que flotan en el aire al palpitar;
silencios necesarios al pensar
y en los momentos de amar y soñar.

En silencio llora el dolor, el alma
y con silencio recobra la calma.

Hay silencios que indican esplendor
cuando en silencio decidimos dar
el amor que destella en cada palma.



Sueño sideral

(Jotabé)


Nuevo viaje asombroso y sideral,
en sueños voy tras la luz espacial.

Con mis ansias cósmicas yo soy dueño
de otras galaxias de raro diseño
y quiero conseguir con gran empeño,
ser un mago que alcanzara su ensueño.

Siento en el alma un inquieto esplendor,
que me otorga, por fin el contralor.

Entonces preparo una guerra astral,
con ardides, en combate pequeño
se escucha el fragor... ¡del despertador!



Grillos

(Jotabé)


En un fárrago de sueños extraños
cantan sus cantos los grillos huraños.

Sus voces ya chillonas, ya estridentes,
son parte de mis senderos ardientes...
Ahora vuelo entre árboles silentes
guiado por grillos de cuerpos lucientes.

Despierto asombrado: en algún rincón,
¿hay grillos y chirridos de canción?

Voy al patio: grillos de todos tamaños
dan inicio a su canto intermitente...
la brisa lo convierte en emoción.



Caminos

(Jotabé)


Una azul lejanía es mi destino,
al pensar recorrer otro camino,

de desconocidas bifurcaciones,
que me inunden el alma de emociones,
que tengan fantasías y ficciones,
y el viaje y los sueños sean millones.

Quiero caminos con brillo de luna,
que dasandarlos, sea con fortuna.

Un ignoto sendero peregrino,
con sitios, aventuras y atracciones:
experiencia feliz como ninguna.



El mar...

(Jotabé)


Sentir el mar desde la roca plena,
impregna del sonido que resuena:

Como coros de voces azuladas,
murmullos de partículas saladas,
mágica canción de sirenas-hadas,
entre claras olas tornasoladas.

Mar azul, sempiterna claridad,
olvido de dolor y soledad.

Pleno de recuerdos que concatena,
en el viento con cósmicas charadas,
que retumban con luz, en libertad.



La flor

(Jotabé)


Lejos del sol, en negra soledad,
dejaron la semilla sin piedad.

Padeció lluvias en días de vientos.
Tierra solícita, vio sus momentos.
Nació la bella planta, tal los cuentos,
madre de la flor de blancos pigmentos.

Una blanca flor que besa la luna,
en cósmica luz le da su fortuna.

No sabe la flor su fugacidad,
efímera vida, breves fragmentos,
tiene pronto fin, sin pena ninguna.



Soledad

(Jotabé)


En la triste soledad en que vivo,
deseo tu risa y su eco festivo.

Nada tiene sentido en la mañana
al despertar con el alba temprana,
sin tu palabra flotando liviana,
ni la paz de saber que estás cercana.

No existe la luz, es todo un abismo,
verte a mi lado, solo un espejismo.

Falta la magia, el hechizo furtivo
de la luna que brillaba lejana
cuando tu amor y mi amor era el mismo.



Noche

(Jotabé)


Noche silenciosa y llena de encanto,
cubierta por el cielo como un manto.

Con ella va la brisa en libertad,
y el río la acompaña en soledad;
las estrellas le dan su claridad,
pero su misterio es la eternidad.

Su silencio está impregnado del sueño
que se quema en el aire como un leño...

Es por eso, en las noches de quebranto,
nos cubre con su manto de piedad,
haciendo que el dolor sea un ensueño.



Sueños...

(Jotabé)


Con la magia inefable de los sueños,
conozco mundos de raros diseños,

donde las huellas van hacia la altura,
en busca de una estrella que fulgura,
que brille indemne en un mar sin bravura
guiando un velero lleno de aventura.

Entonces despierto a cada mañana
sin saber qué es mi quimera lejana.

Traduzco mi sueño en sueños pequeños,
los voy consiguiendo en forma segura,
a la luz del sol que del cielo emana.



Mariposa

(Jotabé)


Te amo mariposa, en tus bellos vuelos,
porque das alas, a mi alma en sus duelos.

Invitas a pensar en nuevos mundos
de colores y cielos más profundos,
donde el tiempo se cuente por segundos
y los días en sueños vagabundos.

Amo el brillo de luna de tus alas,
y el candor fascinante de tus galas.

Quiero entender tus dones en los cielos,
convertirlos en reflejos rotundos,
que rueden los senderos que señalas.



Luna

(Jotabé)


Es de noche en la tibia primavera,
y va por el cielo una luna añera...

Es cuando el alma se desliza en vuelos,
buscando entre nubes de suaves velos,
el sueño que roto, es tan solo duelos,
y la luna ve sus tiernos desvelos.

La luna en el espacio sin estrellas
es la señal convertida en centellas.

Y dispersa sus brillos cual quimera,
en un cielo de chispas en revuelos
donde el alma dejó sus tristes huellas.



Tiempo

(Jotabé)


Tibio y perfumado el aire trasciende
y pleno de magia al espacio asciende.

La tarde se puebla de alas y trinos,
el viento apaga los ruidos cansinos,
las plantas y sus verdes azulinos
anuncian en el éter nuevos sinos.

Un tiempo de momentos ensoñados,
de brisa estelar y días dorados.

Un bello tiempo de amor que se prende
de almas que esperan felices destinos,
mientras transitan instantes soñados.



Golondrinas

(Jotabé)


Entre las nubes vuelan golondrinas,
hacen piruetas como danzarinas.

Vagan por el aire en vuelos errantes,
déjanse caer algunos instantes,
para levantarse en giros brillantes,
perdiéndose entre luces rutilantes.

Con perfecto orden surcan el espacio,
sus alas batiendo el viento reacio.

Curvas y quiebros tienen sus rutinas,
brillan sus plumas negro-alucinantes
si rozan el agua al volar despacio.



Es la primavera

(Jotabé)


Época de canciones y de flores,
de trinos mágicos y de verdores.

Es la azul primavera, fascinante,
serenata de grillos, delirante;
espacio claro en un tiempo brillante
y colibríes en vuelo constante.

Desborda el corazón con alegría
cuando el amor ya no es melancolía.

Todo recobra su brillo y fulgores,
el amor se percibe apasionante
y la tristeza es una sinfonía.



Espejos

(Jotabé)


De agua fueron los primeros espejos,
y esparcieron la luz con sus reflejos.

Ver un cuerpo de agua con su belleza,
en un lago sereno, en su pureza,
fue vislumbrar con débil extrañeza
la sensación del doble... una rareza.

Ahora, los espejos, inquietantes...
son algo que no son ¡alucinantes!

Como el primer espejo, son manejos...
ser y no ser, a la vez, así empieza,
a entrar la eternidad y sus instantes.



Límites

(Jotabé)


Romper límites , seguir adelante
para alcanzar un destino brillante...

es primordial para lograr la meta.
El sueño te da fórmula secreta
de desarrollar la idea completa,
y llegar al fin , con en alma quieta.

Seguir la pasión con trabajo duro,
y siempre sintiendo el triunfo seguro.

No aceptes límites , sé un delirante,
escucha el decir de tu mente inquieta
y sigue tu sueño , apunta al futuro.



Colibrí

(Jotabé)


Iridiscente espíritu volando
pareces mis instantes divagando.

Creación del amor , pájaro flor,
mensajero de sueños y de amor,
instante arrebolado de candor
eres lleno de magia y de esplendor.

Tu vuelo significa independencia,
tus alas son en sí , la resistencia.

Tornasolada ilusión , voy soñando,
colibrí , pajarillo - resplandor,
sutileza del ser , ¡tan solo esencia!



Llovizna

(Jotabé)


Llovizna gris , sin sueños y sin luna,
extraño murmullo que mi alma acuna,

que recobra recuerdos del olvido,
aquellos del amor anochecido,
que el corazón cuidaba estremecido,
como a un pequeño pajarillo herido.

Hoy la llovizna con rumor de viento
se ha mimetizado en mi pensamiento...

Su sonido secreto como runa
es un recuerdo en mi mente fundido
y forma parte de mi sentimiento.



La flor marchita

(Jotabé)


Su tristeza es igual que la distancia
que recorre una flor sin su fragancia.

Ya no provoca un bello sentimiento
ni alegría , como en algún momento;
nadie entiende su triste sufrimiento
ni su ahogado vegetal lamento.

Sus pétalos marchitos se volaron
y en fugaz remolino se extraviaron.

Perdida para siempre su arrogancia
es un despojo que desarma el viento:
su perfume y esplendor ya terminaron.