Inicio Juan Benito
 
 

Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
ANA ISABEL VELASCO ORTÍZ
 
Poemas
 
Ana Isabel Velasco Ortiz

Ana Isabel
Velasco Ortíz

Vitoria, Álava, País Vasco (España)

Valencia y El Cid

(Jotabemo eneasílabo)


El pensamiento se entrecierra
y aún, firme al cuerpo se aferra.

Ya no quiero esta despedida,
quiero, no sentir la partida,
mudarme brisa detenida
en esta tierra prometida.

Este adiós se torna veneno,
gran tormenta que estalla en trueno.

Sin remedio mi alma se cierra
No habrá retorno, tan solo ida,
de añoranza, el corazón, lleno.


Desterrado, llegué a esta tierra,
la tomé mía en cruenta guerra.

Valencia, cual dulce bebida,
restañó mi alma ¡tan herida!
Su luz me retornó la vida
y recobré la paz perdida.

Me detengo en su mar sereno
y el pasado, lo doy por bueno.

Partir, morir, ya no me aterra,
Me iré como llama encendida,
con el corazón, de sol, pleno.



Cuéntame Valencia


(Jotabemo)


Te cuento de Valencia y su paisaje,
lugar, en el que terminó mi viaje.

Érase de una playa Malvarrosa,
donde el mar se vuelve calmo y reposa.
Sol eterno que en la arena se posa
y el alma torna feliz mariposa.

El corazón quiere vivir la vida,
detener el adiós, la despedida.

Estrené tu amor como un nuevo traje.
Cerca del Turia, te prendí una rosa,
quedé a tu lado y olvidé la partida.


La ciudad habla su propio lenguaje,
escuchamos susurrar el mensaje.

Érase de arte y ciencia misteriosa.
Catedral que mira el cielo y le esposa.
Lonja de la seda mágica y hermosa.
Barrio del Carmen de figura airosa.

Aquí encontré la esperanza perdida.
El amor fiel que no guarda medida.

Recorro calles con este bagaje.
Tomo tu mano y tu risa dichosa.
Siempre cerca de esa rosa prendida.


Ganador del premio «Fulla del Taronger» del II concurso Internacional de poesía «Canto a Valencia»



Luna blanca


(Jotabemo)


En la oscuridad se enciende la luna,
es filo de guadaña, es blanca cuna.

Y dibuja en el cielo tu figura,
los ojos, tus labios, pelo y cintura.
Te miro hasta perder toda cordura.
Siento que mi alma, la tuya captura.

Luego, te desvaneces al momento,
te tornas brisa, quiebras el aliento.

Te he perdido y mi alma vuelve a ser una.
Quiero romper del cielo su armadura,
alcanzarte la piel, el pensamiento.


Vencido, sin esperanza ninguna,
la luna blanca, mi dolor acuna.

¡Que las sombras no cieguen luz tan pura
que la pena y el mal de amores conjura!
Que me trae paz, sosiego y dulzura,
que mi pasión herida cose y cura.

Lágrimas claras que se lleva el viento,
el corazón vuelve a tomar asiento.

Así deseo mudar de fortuna,
ganar la partida en esta locura,
no ver más tu cuerpo en el firmamento.


(Jotabé ganador del Tercer Premio del XII Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



Niña


(Jotabemo)


Niña alegre con su blanco vestido,
sin pasado, sin futuro vivido.

Tiempo feliz de risa y caramelo
de amor sincero, sin ningún recelo.
Sueños y estrellas colgando del cielo,
eran su pasión, su mayor anhelo.

Se hizo mayor y buscó otra frontera.
Quería ser alma libre y ligera.

Ahora, el tiempo feliz se ha perdido.
El cielo solo es un oscuro velo
que presagia el fin de la primavera.


A veces, se pregunta quién ha sido.
A veces, quiere retornar al nido.

Vestir de blanco, lazos en el pelo,
sentir que ya no siente ningún duelo,
que la noche no traerá desvelo,
que al fin regresará, que alzará el vuelo.

En ir y venir recorre la acera.
Triste, sola, perdida en su quimera.

Alguien le pagará su amor fingido,
ella se tornará cuerpo de hielo,
alma que no volverá a ser lo que era.



Muerte


(Jotabé Entrelazado decasílabo)


Este tiempo amargo ¡tan extraño!
desdibuja los días del año.

Nos acerca al borde del ocaso,
envuelve, quiebra, detiene el paso
y, como vino olvidado en vaso,
el final se nos hace fracaso.

Solo una vez más, añoro verte.
sentir la nostalgia de quererte.

Distancia que me hace ¡tanto daño!
Amante herido por cielo raso,
ansiando que le mude la suerte.


Este tiempo de dolor y muerte,
me regresa el temor de perderte.

Lejos, tan lejos de tu presencia,
estoy desbordado por la ausencia,
perdida mi razón y paciencia,
yo, maldigo esta intensa querencia.

Sin remedio, evoco lo vivido.
Retoño como el árbol caído.

Aunque ya sienta mi cuerpo inerte,
respiro sin descanso tu esencia
porque temo el adiós y tu olvido.



Agonía


(2 Jotabé eneasílabos)


Tu boca, agua fresca de caño.
Es tu suave piel, fino paño.

Tus cabellos, mansa laguna.
Ojos transparentes de luna.
Tu cuerpo me mece, me acuna.
Me hundo en fina arena de duna.

Paraíso recién soñado
Entre tus brazos encontrado.

¡Qué sutil! ¡Qué hermoso tu engaño!
Porque no quiero duda alguna
Me presiento de ti colmado.


Mentira que es mi feliz huida.
Destino del alma perdida.

Un juego incierto, sin decoro.
Buscarte porque eres tesoro
que se esconde cuando te adoro.
Cuando te aspiro poro a poro.

Dejarme hacer, es sufrimiento.
Tu abandono, mi sentimiento.

Agonía siempre querida
que sin lágrimas río y lloro.
Que me das la muerte y el aliento.



Arcoíris


(Jotabé)


Eres de azul claro, de azul oscuro.
Mudas en extraño cian. De ti adjuro.

Te tiñes de rojo si por ti clamo.
Tornas tenue naranja si te llamo.
Demoras el encuentro cuando te amo.
Te haces aroma de violeta en ramo.

Amarillo es el color de tu enfado.
Verde el volver de tu afecto añorado.

Arco Iris que se asoma tras el muro.
Entre el blanco lino, tu amor reclamo.
Tal y como quise haberte soñado.



Volverte a ver


(Jotabem)


Es extraño volver a verte
pasado el tiempo de quererte.

Somos otros. Hemos cambiado.
Yo, más paciente, más callado.
Tú, con el brillo trasnochado
Rotos tras el sendero andado.

Un saludo breve, ligero.
Tú finges. Yo, no soy sincero.

Aprendí a vivir sin tenerte.
Maldigo el haberte encontrado
porque todavía te quiero.



Vivir


(Jotabé decasílabo)


Como si no existiera un mañana,
mi corazón en vivir se afana.

Tal vez porque me siento cansado.
Algo mayor, el cuerpo diezmado.
De tristezas y errores, quebrado.
Del tiempo que fue y ya queda ajado.

Tras el triste lamento, regreso.
Me miro hondo. Me imagino ileso.

Desde dentro la sonrisa emana.
Serena el camino que está andado.
Es una ilusión fugaz, un beso.


Como si no te hubiera querido
como si no hubieras existido,

aspiro el aire de cada día.
La Luz del sol es mi única guía.
Nada el alma me enreda, me lía.
No añoro tu lejana alegría.

Reniego de lo que ayer vivimos
Del amor que entonces nos tuvimos.

Te niego y, comprendo que te has ido.
Tu ausencia me duele todavía
¿Qué queda de todo lo que fuimos?



Mal de amores


(Jotabé)


¡Qué difícil esconder sentimientos!
¡Qué difícil guardar mis pensamientos!

No alcanzo a comprender esta locura
que de todo lo que he vivido, adjura.
Para este mal no hay remedio ni cura.
Que me roba la razón, la cordura.

Me pierdo en tus ojos negros, serenos.
En esos labios de pasión tan llenos.

Tus brazos me traen fugaces vientos
que me llevan donde el amor perdura.
El que me niegan tus besos ajenos.



Camino del río


(2 Jotabé dodecasílabo)


Camino del río te digo mi pena.
Caminito entre estrellas y luna llena.

Me enhebras el brazo. Susurras te quiero.
Aspiro tu aroma. Lavanda y romero.
Encuentro tu boca. Un beso. El más sincero.
El amor me consume. Me desespero.

Tú, eres fugaz. Ligera como la brisa.
Pronto sé que te irás. Te alcanza la prisa.

A mí, me envolverá la tristeza plena.
Gritaré al paso del tiempo que te espero.
Que aún me queman tus pupilas, tu risa.


Camino del río se me va la vida.
Caminito amargo del alma dolida.

Donde te busqué los labios bajo el cielo.
Donde nos fundimos en un mismo anhelo.
La niebla cubre el sendero, teje un velo.
No te siento pese a mi empeño, mi celo.

Me pregunto si encontraste tu destino.
Si viviste pasión o cruel desatino.

Me duele tanto tu eterna despedida
que el corazón rendido no haya consuelo
por más que, cerca del río, haga el camino.


(Poema Finalista del IX Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



Declaración


(Jotabé eneasílabo)


Mírame que te estoy mirando.
Bésame que te estoy besando.

Te entrego toda mi ternura.
La pasión presente y futura.
Siénteme como una aventura.
Olvida la paz, la cordura.

Dame una palabra sincera.
Quédate conmigo. A mi vera.

No me digas que estoy soñando.
Compartamos esta locura.
Termina con tan larga espera.



Diciembre


(Jotabemom)


Te doy las nieves de enero
que perduran en febrero.

De marzo, ese sol radiante.
Agua de abril abundante.
De color, mayo cambiante.
Junio de pasión mutante.

En julio, intenso latido.
Para agosto, ya te has ido.

Aún septiembre te espero.
Octubre, suave piel de ante.
En noviembre te he perdido.


Diciembre es para mí entero.
Regreso al vértice cero.

Días de pena constante.
De mirada vigilante.
Por si vuelves un instante.
Por si añoras ser mi amante.

Pensar ¡Cuanto te he querido!
¡Cuantos meses te he sentido!

Te grito. Me desespero.
Soy como alma en pena andante
que no se rinde a tu olvido.



Palabras


(Jotabé)


Las palabras no se las lleva el viento
Llegan. Se enredan. Siempre en movimiento.

Palabras que son distintos colores,
diversas formas sonidos, sabores.
Palabras que rinden falsos honores.
Que se llevan y regresan amores

Ellas guardan alegrías y penas,
mañanas de sol y noches serenas.

Palabras que desbordan sentimiento
Que encienden y calman ¡tantos temores!
Palabras para darte a manos llenas.



Si te quedas


(Jotabé)


Si te quedas, mejor, no esperes nada.
No tendrás pasiones de madrugada.

No seré el amante tan deseado.
El que siempre habías imaginado.
Ese de corazón atormentado.
A tu piel, prisionero encadenado.

Si te quedas, mi amor será sincero.
Te envolverá como viento ligero.

Será una oración sentida, callada.
Un hombro donde llorar el pasado.
Un abrazarte. Un sentir que te quiero.



Sin tregua


(Jotabé eneasílabo)


Quererte es batalla perdida.
Rasgar una vez más la herida.

Avanzo por tu piel ardiente.
Recorro tu cuerpo silente.
Alcanzo tu boca que miente.
Todo en ti permanece ausente.

Tu abandono es arma certera
que mi corazón desespera.

En amarte entrego la vida
aunque tu alma ya no me siente
aunque me mate esta quimera.



Nostalgia


(Jotabemo)


La nostalgia es una pena serena.
Llega. Toma asiento. Todo lo llena.

Dejo que me atrape con su latido.
Que me regrese al tiempo ya vivido.
Que retorne lo que creí perdido.
Lo escondido a fuerza de tanto olvido.

El pasado vuelve. Se hace presente.
En él, abandono sentido y mente.

Esta añoranza es mi dulce condena.
Mi dolor. Mi tormento más querido.
¡No te vayas! ¡Déjame que te aliente!


Nostalgia de noches de luna llena.
De tu cuerpo fundido con la arena.

Tu mirada serena fue mi nido.
El despertar de un corazón dormido.
Alcanzar ese placer escondido
Rozando abismos. Lo no permitido.

Amor efímero que estás latente.
Que mi alma busca, desea, presiente.

Si tú no estás, mi vida me es ajena.
Nostalgia de aquel sueño no cumplido.
Porque estás por siempre lejana, ausente.


(Poema ganador del Sexto Accésit del VIII Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



Luz de sol


(2 Jotabé)


Quién te ha visto y quién otra vez te viera,
luz de sol rompiendo la primavera.

Tu cuerpo envuelto en el aire ligero.
Ese caminar resuelto, altanero.
Tus ojos negros, un decir te quiero.
El corazón sin heridas, entero.

Corres al encuentro de cada día.
Tu alma, fundirnos en abrazo ansía.

Besos que sellan el tiempo de espera.
Andar entrelazados el sendero
y, aquel cielo azul como único guía.


En ese instante quedas detenida.
Momento feliz que ocupa mi vida.

Ahora solo tengo lo perdido.
Esta espera es un corazón dolido
Otra primavera llena de olvido
por lo que nunca fue y pudo haber sido.

¡Quién pudiera regresarte a mi lado!
¡Quién volverte del adiós, del pasado!

Tanto duele tu amarga despedida
que me engaño y siento que no te has ido
aunque por dentro, el sol se haya quebrado.



Lluvia


(2 Jotabé)


Lluvia que llega impetuosa y ligera
anunciando una nueva primavera.

Agua que riega tierra y corazones.
Que mueve molinos y sensaciones.
Que arrastra y renueva viejas pasiones.
Que fluye serena o a borbotones.

La lluvia me cala gota tras gota.
Música recibida nota a nota.

Me alborota el sentido, el alma entera.
Me quiebro, me rindo sin condiciones.
Manantial que limpia, que no se agota.


Llueve y regreso a la juventud ida
cuando todo eran destellos de vida.

Tus ojos claros de luz reflejada
sobre el río de corriente calmada.
Y, desde la noche a la madrugada,
yo quería perderme en tu mirada.

El tiempo es torrente veloz, herido.
Imposible detener lo vivido.

Me empapo de tu adiós, tu despedida.
Instante líquido en mi alma callada
que aún grita ¡Mi amor, cuánto te he querido!



Tierra


(2 Jotabé)


Mi horizonte es esta tierra cercana
que descubro como un ser de alma llana.

Se crece con el sudor de su gente.
Se abre y quiebra con la mala simiente.
Atesora un gran corazón latente.
A ratos feliz, a ratos doliente.

Entre la fresca hierba, el trigo y las flores
esconde alegrías, penas, amores.

Siento su calor terciopelo y lana.
Me arropa como a un niño durmiente
Me trae del arco iris los colores.


Aquí el tiempo se para, se detiene
y da igual si un año va y otro viene.

Algunos llegan y dicen que me aman.
Los más, por larga vida al cielo claman.
Ella ruega lo que otros no reclaman.
Que regrese. Que sus ojos me llaman.

La tierra me tiene preso, me enreda.
Y al fin, sus raíces se me hacen seda.

Lo que perdí, un fugaz suspiro tiene.
Las lágrimas que sus ojos derraman,
dicen que tras la muerte, el amor queda.



Fuego


(2 Jotabé)


Me quedo en tu imagen de fuego ardiente.
La que permanece intacta en mi mente.

Llamas en tus ojos siempre encendidos.
Brasas guardan tus labios prohibidos.
Luz, nuestros cuerpos de pasión rendidos.
Cenizas amargas tras ser vencidos.

Te encuentro entre las sábanas de lino.
A sorbos te bebo como el buen vino.

Quiero consumirme en tu piel candente
Fundirme contigo, quedar unidos
Ser tú mi único, mi último destino.


Te miro, te vistes, no dices nada.
Y no me acostumbro a verte callada.

Te vas sin un reproche, sin lamentos.
Quedo a solas con negros pensamientos.
Me entregas estos fugaces momentos.
¡Están tan vacíos de sentimientos!

Tu calor huido, me trae el invierno.
¡Quiero arder, perecer en el infierno!

Mi alma muere en esta noche estrellada
y tú, te avivarás con otros vientos.
Yo, soñaré que tu amor es eterno



Viento


(Jotabé)


No sé qué me llega con este viento
que me deja vacía, sin aliento.

Es un torrente veloz que no cesa.
A ratos me lastima. A ratos, besa.
Mi alma siente que el pasado regresa
que el futuro ya no es una promesa.

Brisa dulce de placeres extraños.
Aire cruel de errores y desengaños.

Huracán que recoge mi lamento
que en su remolino me tiene presa.
Y grita ¿Qué fue de ti en estos años?


Anhelo la respuesta más certera.
Y encuentro mi corazón que te espera

No sé dónde quedaron las pasiones,
la juventud, aquellas ilusiones.
Me alejo de estas amargas visiones.
No quiero consuelo, otras redenciones.

Quiero dejar atrás el desaliento.
Ir. Volver. No tener ningún asiento.

Olvidar quién soy, lo que entonces era.
Volar. No sentir falsas compasiones.
Ser solo eterna brisa en movimiento.


(Mención de Honor del I Concurso Internacional de Poesía el Mundo suena en Jotabé)



Destino


(Jotabé)


Cualquier motivo es bueno para amarte
y no hayo la manera de olvidarte.

Me digo que nunca tuve tu risa,
tu corazón que se me hacía brisa,
tus labios tan ajenos a mi prisa,
tu imagen, aun luz que todo lo irisa.

Me pierdo en este extraño desatino
que llena mi copa de amargo vino.

Es un no terminar de recordarte,
volver al instante de tu sonrisa
al latido de mi único destino.



Tardes de cine


(Jotabé)


Quiero volver al cine del pasado.
Intentemos regresar lo olvidado.

Finjamos que el tiempo se ha detenido,
que cada instante puede ser vivido.
Finjamos que el amor no se ha perdido,
que somos un corazón, un latido.

Y tú querrás ver la del pistolero.
Yo, una de final amable, ligero.

No importa que todo esté terminado,
que el cine del barrio lo hayan derruido.
Un sábado más te añoro. Te espero.



Entre cristales


(Jotabé)


Busqué su mirada tras la ventana
Ella encontró la mía una mañana

En el cristal dibujé un corazón
Ella me envió besos de pasión
¡Fue tan hermoso olvidar la razón!
¡Sentir que latíamos en un son!

El tiempo de la juventud pasó
Al poco la ventana se cerró

Este recuerdo es añoranza vana
donde permanece aquella ilusión
que tiempo atrás, compartimos tú y yo.



A veces

(Jotabé)


A veces me paro y vuelvo a tenerte
Pienso que nunca dejé de quererte

Y este amor, te regresa del pasado
como si nunca te hubieras marchado
como si aún estuvieras a mi lado
para decirte cuánto te he amado.

Todo lo que fue nuestro, lo vivido
me reconcilia con tu adiós, tu olvido

Tal vez ya no pueda rozarte, verte
escuchar tu latido apasionado
pero a veces siento que no te has ido.



Luna llena

(Jotabé)


Luna de cielo tan clara, tan llena
Te miro y me traes una vieja pena

El sueño que pudo ser y no ha sido
Un tiempo feliz por siempre perdido
cuando todo estaba por ser vivido
cuando era fácil perder el sentido

Luna de noche negra, triste, oscura
Me devuelves esa extraña cordura

que guarda mi alma rota y la serena
por más que quiera seguir el latido
de un amor tan cercano a la locura.

(Poema ganador del Undécimo Accésit del,
VI Certamen Poético Internacional, Rima Jotabé)

 
     
   
     
 
    Amigos conectados     Arriba