César Agustín
Talledo Saavedra

Callao (Perú)

Un bello vergel

(Jotabé con estrambote)


Persiste aun grato follaje de amor,
de aquel árbol, nuestro árbol, su fulgor.

Siendo niños se juega en redondel,
en columpio al viento risa a granel,
en noches de luna era un tierno hotel,
de nombres y apodos era un vergel.

En silencio anida hoy un gran blasón,
de recuerdos y amores su pasión.

De años su sombra en plácido candor,
de siembra y gozo su amado laurel,
nuestra historia un adiós del corazón.

Su albur dulce ilusión,
que a todos bella ramada encantó,
y su tibieza de invierno hechizó.



Un nuevo mañana

(Jotabé con estrambote)


Su adelanto de la ciencia embelesa,
del milenio su augusta voz expresa.

Son el futuro de nueva alborada,
que nace la noche de adiós postrada,
y el futuro de una urbe angustiada,
que siente aliviar de amor extasiada.

Su siembra del saber lo vuelve aliado,
de un cambio acorde a funcional estado.

Han de hallar de virtud tierna promesa,
de alumbrar al mundo su paz ansiada,
su canto un bello sueño consagrado.

Son los niños su agrado,
de urdir la vida de halagos y honesta,
concebir en versos gentil floresta.



Adiós Alfonsina... del mar

(Jotabé octonario con estrambote)


La mar en su murmullo recoge su alma desolada,
un sendero de pena y congoja su voz desgarrada.

Su pesar refleja de sus versos cruel enfermedad,
de niña trabaja de obrera y dormita en soledad;
atormenta su neurosis de angustia, y de ansiedad,
su sentir es trágico y sufre dolor en sociedad.

Su temática es feminista original y reflexiva,
deambula las noches de luna de sentirse cautiva.

Su obra desnuda el tormento de vivir acongojada,
es acogida en placer su belleza y noble piedad,
se rodea con lo mejor de las letras, no es esquiva.

Su nombre es voz furtiva,
lene versos afloran en su canto sentido en calma.
En playa La Perla dijo adiós al pesar de su alma.


(En el quinto verso se aplica un hiato poético
En el octavo verso aplica una sinéresis)



Luceros del saber

(Jotabé con estrambote)


Son el alma pura de la cultura,
del saber su espíritu de aventura.

En ellos está escrito bella historia,
el conocer el pasado es su gloria,
el devenir del tiempo en la memoria,
su legado a la ciencia muy notoria.

De narración su texto se engalana,
descifra lo místico y voz mundana.

Son el tesoro que brinda ternura,
tierno bagaje un canto de victoria,
al hombre de noble pasión hermana.

Es luz que brilla ufana,
en el quehacer del lector querido,
que atesora el lenguaje más florido.



En busca del jovelo

(Jotabé jitanjáfora con estrambote)


Qué tal el reinor maestro Benito,
a Cervantes lo ha dejado tormito.

Al verso mongeir algo sin docencia,
al tener que pontelar de su ausencia;
al sollogar del ritmo su paciencia,
y conjugar munlusca sin licencia.

Su retórica encomar tal ternura,
de su alegoría en lumde tersura.

Qué decir, permingo un sutil escrito,
de silabas que nebonda presencia,
al formar gromeko de su cordura.

Un jovelo en ventura,
ha nacido de dastiar su pasado,
al estudiar un jermadar legado.



La virtud de su canto

(Jotabé octonario)


De un hogar pobre, tierno sentir místico y su tristeza,
su causar y pensar de amor, su soledad y pobreza.

Su expresión lírica plasma del ritmo y fina cadencia,
sus versos un lucero de la pluma en grata docencia;
de la noticia escrita es reconocida su presencia,
en París adopta del arte alma pura cual tendencia.

Y del romance su amada Ana queda cual dulce sueño,
su vida en pobre ilusión sin hallar fervor hogareño.

Autor prolífico, su diestra obra albergo su grandeza,
un culto refinado y la estrofa centro de su esencia.
La paz espiritual de su canto hecho gloria, su ensueño.



El color de a amistad

(Jotabemo)


I

En sociedad todos somos iguales,
cada quien en su raza, señoriales.

El color de piel sublime y vistoso,
que enaltece en la vida lo glorioso;
y en un destello se vuelve virtuoso,
en su sonrisa brilla lo afectuoso.

Retozan los niños en su alegría,
viven un mundo pleno en fantasía.

Sin barreras de linajes sociales,
juntos sienten un gesto venturoso,
que hermana de pasión y lozanía.


II

Su aroma irradia deseos cordiales,
rompe dogmas de actitudes banales.

Divierten de amor y placer gozoso,
su drama es de felicidad dichoso;
brilla de nobleza su arte pomposo,
un blanco pañuelo agitan virtuoso.

De colores celebran su hidalguía,
su tierno amor bien los libertaría.

Brotan risas de albor y pasionales,
todos juntos en paz, algo faustuoso;
llanto y clamor, sublime melodía.



La agonía de un sueño

(Jotabé hexadecasílabo)


De familia humilde, lector desde niño su coraje,
escribe desde muy joven, da vida su aprendizaje.

Se vincula con grandes poetas, destaca en lectura,
visita asiduo estand de libros, bagajes de cultura;
integra tertulia de Orihuela escribe de ventura,
en Madrid compartió letras y concibió su ternura.

Se une a la guerra civil, es nombrado comisionado,
compuso poesía en servicio, a muerte condenado.

Se conmuta su pena, su encierro agita su celaje,
muere prisión de alicante, su gloria ahora perdura.
Un tierno poeta que hoy merece su obra doctorado.



Una vista majestuosa

(Jotabé tetradecasílabo)


En mi país, tierno Perú, hermoso paisaje
brilla en el norte, su playa única, su oleaje.

Algo ilusorio, su avistamiento de ballenas,
de julio hasta octubre surcan las aguas serenas;
llegan del ártico a la costa norte en decenas,
deslumbra su imponente figura… tan amenas.

La gente se siente feliz de bella aventura,
goza de la mar y su atractiva gran criatura.

El crepúsculo torna de hechizo su celaje,
la huida del sol, sortilegio en blancas arenas,
queda quieta la noche, romántica dulzura.



Lazos de pasión

(Jotabé)


Del amor su canto tierno embeleso,
y aroma su encanto en plácido beso.

Su pasión se gesta en tierna caricia,
que brota del alma en sí una delicia.
y del hogar fecunda en dulce albricia,
de sueños calla en placer su codicia.

En versos luce su amante ternura,
del querer siente de amar su dulzura.

Todo es un placer querido y travieso,
que funge cariño en la hora propicia,
en su lecho de inquietante hermosura.



Mi casa de campo

(Jotabé)


Tu amor de ternura mi cariñito,
del querer mi sentir un regalito.

De flores el umbral nuestra casita,
de aroma en magnolia la posadita;
su amanecer en tierna mañanita,
su atardecer la brisa una mantita.

Felices somos en nuestro banquillo,
donde jugamos hacerte un cerquillo.

Cantando vamos por el caminito,
del campo te regalo una florcita,
que la sembré siendo solo un chiquillo.