Aquí yo baldío como el son sin ella

(Jotabé)


Aquí yo baldío como el son sin ella.
Mueren animales por dejar su huella.

Retacos y críos, juegan en su vida,
cada día que pasa, cierra la herida.
Buscan policías otra arma homicida,
y yo aquí sentado, bebo mi bebida.

Cuántos y sonrojos dejaron pesares.
Son todos los números siempre algo impares.

Me rompo y descarto la una y la de aquella,
y vuelvo aceptando de la otra caída
si paso de día y no encuentro lugares.



No hacía falta conocerla tampoco

(Jotabé dodecasílabo)


No hacía falta conocerla tampoco
sin bosque que mío saliera barroco.

Pequeñas y dulces flores de otro prado.
Pétalos rodean, pistilo dorado.
Llueve sin clemencia en un suelo calado,
en rejas y orejas de otro antiguo arado.

Por no querer, yo ya no quiero de nada.
En mi huerto una sandía amelonada.

Me alimento de un recuerdo, me equivoco
y cada día lo riego con cuidado,
roble del que nace otra hoja lobulada.