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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
JUAN BENITO RODRÍGUEZ MANZANARES
 
Poemas
 
Juan Benito Rodríguez Manzanares

Juan Benito
Rodríguez Manzanares

Valencia (España)

Creador de la
Rima Jotab
é

Para mi amiga, la poeta María Herrera

(Jotabé)


Querida amiga y poeta María
te doy besos y versos a porfía.

Versos que nacen en mi corazón.
Besos que ávidos fluyen con pasión.
Y una amistad toda luz e ilusión
que a mi ser arrulla con emoción.

Bella y bondadosa María Herrera
te envío esta poesía viajera

para ofrecerte siempre un bello día
y en tu oído, cual hermosa canción,
decir que eres del amor, su bandera.



En paz conmigo mismo


(Jotabé)


Pensaba que el dinero y el poder
eran la clave para envejecer.

Pero al ir haciéndolo me di cuenta
que ni lo uno ni lo otro me contenta,
que mi cansada alma no la calienta
y en verdad no hacen que mejor me sienta.

Y tan sólo la amistad y el amor
a mi vida ofrecen luz y calor.

Muchos años me llevó comprender
que lo que a un espíritu bueno alienta,
es estar en paz con Nuestro Señor.



Guaguancó rebueno


(Jotabem)


Querido amigo y hermano
escucha este son cubano.

Pues este guaguancó frena
del mundo toda la pena.
Su son bien rebueno suena
alegrando a mi morena.

Que con su vivo bailar
a todos hace danzar.

Y del joven al anciano
este son los envenena
y los hace disfrutar.



Miami Beach

(Jotabé)


Ciudad de contrastes y fantasías,
de alegres noches y cálidos días.

De playas limpias con su agua templada.
Con esa Ocean Drive tan iluminada.
Y Española Way de vida perlada
y una gran gastronomía esmerada.

Y que maravilloso es pasear
en South Point junto a la orilla del mar.

¡Ay Miami Beach! Mil y una poesías
te va a dedicar mi alma enamorada
hasta que un día pueda regresar.



La sensualidad del amor


(Jotabé)


Suave licor que embriaga mis sentidos
sembrando mi alma de bellos gemidos.

Bendita esencia de amor voluptuoso.
Jadeos del más puro amor fogoso.
Vaivén que se quema en fuego ardoroso.
Placer que inunda el amor venturoso.

Un suspiro en un sensual frenesí
que disfruto gustoso junto a ti.

Haciendo de esos momentos vividos,
el recuerdo más hermoso y jugoso
que nunca jamás en mi ser sentí.



Rock


(Jotabé)


La música rock sonaba potente
haciendo convulsionar a la gente.

Guitarra al aire, suena en el averno,
y otra le replica desde el infierno.
Y con un grito fiero y sempiterno
a los rockers une en lazo fraterno.

Pues es el rock, un estilo de vida.
Tatuajes, chupa de cuero ceñida.

Música que te atrapa brutalmente
haciendo que un momento sea eterno
sanando tu ser de cualquier herida.



A San Vicente Ferrer


(3 Jotabem con estrambote)


¡Ay San Vicente Ferrer!
a ti te quiero ofrecer

mi cariño y oración,
que con total devoción
te elevo con ilusión
y una ferviente emoción.

Pues eres mi faro y guía
ofreciéndome a porfía

paz y amor para mi ser
que anida en mi corazón
y atesora el alma mía.


¡Ay San Vicente Ferrer!
Me haces no desfallecer,

al ver a la humanidad
llena de toda maldad,
que, a inocentes, sin piedad
los destroza con crueldad.

Haciendo que todo amor
se transforme en vil dolor.

Deja en mi alma florecer
esa flor de la beldad
con un fragante calor.


¡Ay San Vicente Ferrer!
Si yo volviera a nacer

en mi tierra valenciana,
¡la que tu amor engalana!,
todita mi fe cristiana
te ofrendaría con gana

esperando tu perdón
y tu santa bendición.

Y por siempre he de querer
el amor que de ti emana,
que es júbilo y salvación.

Con fruición,
Santo Patrón valenciano
mi vida, dejo en tu mano.



Mi amor, mi mujer


(Jotabé)


Mujer de fina estampa y galanura.
Mujer de bella y esbelta figura.

Dibuja una flor en mi corazón
que desprenda un bello aroma a ilusión.
Llenando mi alma de una sensación
que me haga vibrar de tierna emoción.

Pues eres mi sol, mi amor, mi alegría.
Y esa enamorada y fiel poesía

que nuestras vidas une con dulzura,
y esa impetuosa y fogosa pasión
que me empuja a amarte más cada día.



Pueblo saharaui


(2 Jotabé)


Te recuerdo Sahara Occidental,
caliente, y con una suerte fatal.

Te recuerdo cuando eras español
y tranquila ondeaba bajo el sol
la bandera española en un crisol
irisado como un bello arrebol.

Te recuerdo cuando fuiste invadida
dejándote en la tristeza sumida

haciendo que esa tierra fraternal
esté subyugada bajo un control
que la hace estar en letargo, dormida.


En tu propia tierra estás refugiada
allá donde crees, no te harán nada.

Allá donde tu voz nunca resuena.
Allá donde el amor se ha vuelto pena.
Allá donde te apresa la condena
de no tener más que la luna llena.

Al vuestro, quiero unir mi corazón
y que el mismo os transmita mi ilusión.

Sahara, alza tu voz siempre callada.
Sahara, vergel de caliente arena
lucha por lo que es tuyo, con pasión.



Sahara


(Jotabé decasílabo)


Sahara de fuego y sol ardiente
que recorres de oriente a occidente

todo el gran continente africano
uniendo pueblos, hermano a hermano
con esa, tu árida y seca mano
que el agua intenta atraer en vano.

Tierra donde no crece la rosa
y, aun así, te ves maravillosa

entre el cactus y la vil serpiente
y ese tu gesto, siempre lozano,
que te hace relucir tan hermosa.



Descubrimiento de América


(2 Jotabé)


Fue en Génova donde obró el nacimiento
del padre de un bello descubrimiento.

Una inmensa tierra, virgen y pura
repleta de yuca y fruta madura,
llena de bosque y agreste espesura
confiriéndole una gran hermosura.

Le pusieron América al jardín
de incontestable belleza sin fin.

Un fragante aroma en alas del viento
habla de una milenaria cultura
y de un alma tierna cual querubín.


Colón se llamó el gran aventurero
que, en extrema audacia y arrojo fiero,

atravesó el océano y el mar
sin tener ningún miedo a naufragar.
Pero, para su gesta comenzar
Luis Santangel lo debió financiar.

Y desde España, en Palos de Moguer,
a la India quería llegar y ver.

Mas, en su camino encontró primero
un cálido paraíso sin par,
que cual flor de abril, supo florecer.



El estrambobe


(Jotabé)


Quiero enseñaros qué es el estrambobe,
pero que tal cosa el sueño no os robe.

Pues el mismo es fácil de componer
y os voy a decir cómo se ha de hacer.
Tres versos añadidos deben ser.
Fin del Jotabé de nuestro querer.

El primero debe ser la mitad
de la métrica, y después conformad

un pareado que luzca y embobe
a todo aquel que lo vaya a leer.
Y el mismo amigos poetas rimad,

como veis, mirad.
Este estrambobe es nuestro “Plan Renove”
que a la poética de nuevo innove.



Madres de la Plaza de Mayo


(3 Jotabé)


Bravas madres de la Plaza de Mayo,
sacasteis espolón cual fiero gallo

para con él, con fuerza defender,
con tesón, sin miedo a desfallecer,
a ese mártir, a ese indefenso ser,
nacido de tus entrañas, mujer.

¡Tu hijo! Desaparecido y ausente.
¡Bendito y Santísimo Dios clemente!

Dame esa fuerza que aparte el desmayo
para nunca caer ni fenecer
ante el Poder del pasado y presente.


Los años comenzaron a pasar
y el optimismo comenzó a mermar.

Y muy a pesar de que en todo el mundo
para vuestra voz fue un suelo fecundo,
en vuestro pecho hay un dolor profundo
que muy vil crece segundo a segundo…

Pues a pesar del apoyo mundial
y ese gran despliegue internacional

vuestro ánimo y fe se pierde en el mar…
Y con vosotras chillo alto y rotundo...
¡Quiero ver de este trance su final!


Cada madre ha pasado a ser abuela,
pero aún continúa a duermevela

luciendo la llama de la esperanza
convertida en esa punta de lanza
que no genere ninguna venganza
pero que a todos nos dé la confianza

de que el mundo abrazará su mensaje
con valentía, firmeza y coraje...

¡Jamás abandonaré, aunque me duela!
Y a mi pequeño siempre voy a amar
rindiéndole este sentido homenaje.



Mi agradecimiento a Marta María


(Jotabé)

a Marta María Requeiro dueñas


Deseo ofrendar mi agradecimiento
con gran ilusión y harto de contento,

hacia una gran persona y gran mujer,
una gran poeta y un bello ser.
A quien de corazón quiero ofrecer
mi respeto por ese buen hacer

que nos regala a todos cada día
con su bella y sentida poesía.

Así, quiero tomarme este momento
para jotabear con gran placer
mi agradecimiento a Marta María.



A todos mis amigos jotaberos, ¡Feliz Navidad!


(Jotabé decasílabo)


En esta primera Navidad
de nuestra jotabera hermandad

quiero decir lleno de emoción,
con mi alma y todo mi corazón,
que siento toda vuestra pasión,
vuestro calor y vuestra ilusión

al componer bellos Jotabé,
que, leídos, con un buen café

son de mi alma la felicidad,
y de mi vida son la razón
por la que nunca os olvidaré.



Hongos con don mongol


(Jotabem monovocálico)


Todo lo tomo goloso...
Coco con ron oloroso,

dos bols con morro, con col…
Como, como con control
los hongos con don Mongol,
pronto, noto bobo gnomo

gozoso con gordo gorro…
Lloro, con horror… ¡Socorro!

Noto dolor bochornoso
como bronco torvo trol…
¿Hongos? No. Yo tomo porro (1).


1 Porro. Primera acepción del diccionario de la RAE (Real Academia Español), Puerro. Planta herbácea comestible de la familia de las liliáceas.



Feliz Cumple Marta


(Jotabem)


¡Ay querida amiga Marta!
Permíteme que comparta

de tu cumple la alegría,
con abrazos a porfía
repletos de algarabía…
Y esta bella poesía.

Espero seas feliz
y te rasques la nariz.

Guárdame un poco de tarta,
cumpleañera amiga mía,
aunque sea de perdiz.



Descubrimiento de América


(2 Jotabé)


Fue en Génova donde obró el nacimiento
del padre de un bello descubrimiento.

Una inmensa tierra, virgen y pura
repleta de yuca y fruta madura,
llena de bosque y agreste espesura
confiriéndole una gran hermosura.

Le pusieron América al jardín
de incontestable belleza sin fin.

Un fragante aroma en alas del viento
habla de una milenaria cultura
y de un alma tierna cual querubín.


Colón se llamó el gran aventurero
que, en extrema audacia y arrojo fiero,

atravesó el océano y el mar
sin tener ningún miedo a naufragar.
Pero, para su gesta comenzar
Luis Santangel lo debió financiar.

Y desde España, en Palos de Moguer,
a la India quería llegar y ver.

Mas, en su camino encontró primero
un cálido paraíso sin par,
que cual flor de abril, supo florecer.



A San Juan Bautista


(Jotabem bisílabo)

mi santo patrón


San
Juan


que
me
ve,

y...
mi

gran
fe
vi.



¡Maramín!


(Jotabem)


Gran amigo Maramín
amigo siempre hasta el fin.

Ha sido todo un placer
junto a mí poderte ver,
pues qué bueno que es saber
que lo más bello es tener

un amigo de verdad
rebosante de bondad,

Te digo incluso en latín
que me ha gustado leer
tu poema en gran beldad.



Para mi constipado amigo Maramin


(Jotabem)


Le sale del corazón,
y Marta tiene razón.

Cuando uno está constipado,
en gran extremo agotado,
y se encuentra acongojado
y del mundo algo cansado

Nuestro mal parece grande
y que a nuestro cuerpo mande.

Pero eres fuerte, ¡copón!
Al vil virus haz a un lado.
Tu verso de nuevo expande.



No hay excusa


(Jotabé con estrambote)


Nuestra querida Marta nos apremia
como profesora de una academia.

Y yo, cual alumno que no estudié,
gracias a este "calvot" aprenderé
a componer en Rima Jotabé
aun tomando mil tazas de café.

Así pues, aquí estoy jotabeando
de madrugada y gran sueño pasando.

Y cual si fuera una docta paremia
sabed que, a jotabear comencé
y sin parar, me estoy emocionando.

Y mi ilusión llenando
de un bello placer hecho poesía
que me acaricia el alma y da alegría.



Gracias


(Jotabé con estrambote)


Muchas gracias amigo Salvador
de este bello foro moderador.

Muchas gracias a todos, ¡de verdad!
Por la excelencia y total calidad
de vuestros poemas que en hermandad
nos hablan de paz, amor, libertad.

De unir nuestras voces y corazones.
De estrechar lazos entre las naciones.

Por eso igual que al oler una flor,
mi ser henchido de felicidad
rebosa de mil y una sensaciones

y bellas emociones,
cuando mi corazón contento ve
poesías en Rima Jotabé.



Oración del Papa Francisco

(Jotabé)


Su cuna en Buenos Aires fue el camino
que marcó el futuro de su destino.

Predicando de nuestro Redentor,
su Palabra con inmenso fervor.
Siendo el Papa Francisco, todo amor,
faro y guía de nuestro Salvador.

Padre santo, tú eres la luz del bien,
mi fuerza, mi esperanza y mi sostén.

Y de todo lo terreno y lo divino,
la enseñanza que te hace el buen pastor
por los siglos de los siglos. Amén.



Mujer Palestina


(4 Jotabém)


¡Ay mi querida mujer
de alma bella y bello ser!

Que tanto amor me transmites
y tanta paz nos emites…
La vida te ha hecho que grites
y la miseria visites.

Y en lugar de luz divina
que todo ámbito ilumina

has de ocultarte y correr,
haciendo que te marchites
al nacer en Palestina.


Es tu cara demacrada
la que habla sin decir nada.

Tu cansado corazón
desea sentir pasión.
Y tus tristes ojos son
un mar de desilusión.

Pues tu alma desearía
poder vivir cada día

de una forma sosegada,
y olvidar la sinrazón
de una vida yerma y fría.


Pues la guerra te ha quitado
a tus hijos de tu lado,

sumiéndote en amargura
que por tus poros supura,
siendo la cruel sepultura
de tu más bella dulzura.

Y de la forma más vil
te roban tu alma infantil.

Y al sentir que te han violado,
sangras toda tu ternura
de una manera febril.


Mujer palestina, quiero
gritar alto al mundo entero

tu manera de sufrir.
Y aun así quieres parir
niños que van a venir
a un lugar donde morir…

antes que aprender a andar.
Y sin derecho hi a hablar,

con hambre y frío severo
aprendes a malvivir
sin opción para soñar.



Mi dulce y bella María


(2 Jotabejomom)


Sé que por ti mataría
y no me arrepentiría,

mi hermosísima doncella,
radiante como una estrella
que amor y bondad destella,
pues tu luz es la más bella

que se refleja en el mar...
que jamás pude encontrar...

Y no me arrepentiría,
pues tu luz es la más bella,
que jamás pude encontrar,


Te amo de noche y de día,
mi dulce y bella María

Fuiste ni gran epopeya
y en mi ser hiciste mella.
Y rápida cual centella
en mí dejaste tu huella...

Que siempre voy a adorar,
y siempre te voy a amar...

Mi dulce y bella María,
en mí dejaste tu huella…
y siempre te voy a amar.



Himno de AICTEH


(Jotabém)


Con arrojo y gallardía
nuestra Academia a porfía,

le regala al mundo entero
su entendimiento puntero,
que es referente y señero
de un corazón siempre fiero.

Académicos de Honor
haciendo un mundo mejor

somos con gran alegría,
aportando con esmero,
nuestro saber, y valor.



Anciano


(3 Jotabém)


Cuando tienes veinte años
y te saltas los peldaños

sin temor, de tres en tres,
sin seguridad ni arnés...
¡sintiendo alas en los pies…!
los peligros nunca ves.

Usando de esa arrogancia
que en la juventud e infancia

nunca se advierten los daños,
mas, algún tiempo después
todo adquiere relevancia.


Los veinte a los treinta llaman
y a los setenta proclaman...

Y sin casi darnos cuenta,
la edad aumenta y aumenta,
y nuestro cuerpo lamenta
ya no tener esa empenta

que antaño siempre lucía
con insultante alegría.

Y nuestros músculos braman
dejando a nuestra osamenta
más curvada cada día.


Y recuerdas lo que eras…
y tan sólo son quimeras

de un pasado arrollador
que lucía en esplendor,
uniendo fuerza y amor,
belleza, luz y candor…

Pero nada pasa en vano,
y el tiempo dejó en tu mano

sus injurias más severas,
y te hace ver sin rubor,
que eres tan sólo un anciano.



Sembrar en los niños


(Jotabém)


Los niños son el futuro
y el presente bello y puro.

Luz de sol en la mañana,
albura cálida y sana,
que a todos de buena gana
con su inocencia engalana,

enseñando al mundo entero,
de un modo fino y certero,

y exento de todo apuro,
que, desde edad muy temprana,
del mundo son lo primero.


Mas, son como un libro abierto,
pero en blanco, claro advierto.

Un libro que hay que escribir
con verdades, sin mentir,
en el que hemos de añadir
lo bonito que es vivir…

con la verdad por bandera
y en lo alto de su cimera,

con la audacia de un experto,
sutil, al niño advertir
desde su infancia primera.


Mas, si quieres recoger
cuanto debe florecer,

lo primero has de sembrar
semillas del verbo amar,
en ese campo sin par
que es un niño por formar.

Fomentando en forma pura
su cariño a la cultura,

y su pasión por leer,
grande cual inmenso mar
tranquilo y de fina hechura.


Y en esa siembra hallarás
que a los niños formarás,

con excelsa educación,
dotándolos de opinión,
con poder de decisión
y una ferviente ilusión

por tener sabiduría
que acrecentar cada día.

No se puede pedir más,
pues no hay mejor sensación
que ayudarlos cada día.



A Elen Lackner


(Jotabém)


A Elen Lackner, gran rapsoda,
quiero obsequiarle esta oda

con excelsa gallardía,
pues su voz es melodía
que endulza la poesía
con extrema maestría.

Y unos vídeos que son
pedacitos de ilusión,

que burbujean cual soda
hechos con sabiduría
y una total emoción.


Y si hablamos de su piano,
debo besarle la mano,

pues son sus composiciones
luz y amor hechos canciones
tan llenos de sensaciones
que eleva nuestras pasiones.

Mi homenaje hecho poema
le ofrezco como una gema

desde mi amor valenciano,
uniendo los corazones
de forma bella y suprema.



El árbol de la vida


(Jotabé – Acentuación heroica)


El árbol de la vida habla por mí.
Te ruega que sus hojas, de alhelí,

respetes con extremo sentimiento,
con ese amor que quita el sufrimiento
y nunca nos ha hablado de lamento
pues él es todo vida, amor, contento.

La fuerza que nos hace caminar
con brío y con pasión cual bravo mar…

y empuja con dulzura y frenesí
al cálido perfume a paz del viento
que siempre con su luz… invita a amar.



¡Ay amor!


(Jotabéjo)


Tus ojos acarician mi alma entera,
es por eso mi amor que yo quisiera

formalizar un pacto con Cupido
para que, por mí, pierdas el sentido
y en el rincón más tierno y escondido,
besar tus labios de un rojo encendido.

Y sentir en ellos todo tu amor
pues son, cielo, puro fuego y calor.

Es por eso mi amor que yo quisiera
besar tus labios de un rojo encendido.
Pues son, cielo, puro fuego y calor.



Otro siete de enero

(Jotabé)


Un nuevo año cada siete de enero
añado otro más al quiero y no quiero.

Años antes de mirar adelante,
queriendo crecer y ser aspirante
a aquel mañana que vivió triunfante
y a manos llenas mi voz anhelante.

Y ahora sí pero no, es el futuro,
el tirar a dar al fruto maduro.

Yo que nunca quise ser usurero
sumo, y sumo otro en la piel del gigante,
que del peso claudicará, seguro.



Purullena suena en Jotabé

(Jotabé)


En Ribera del Fardes, Purullena
su gran IES en Jotabé se estrena.

Desbordando en ello tal alegría
que, con bellos poemas a porfía,
los adultos y la chavalería
con excelso amor a la poesía,

participarán de forma genial
en su buen concurso internacional,

ya que Purullena en Jotabé suena.
Y así, Juan Benito con hidalguía
al concurso ofrece todo su aval.



Para mi amiguita Alba

(Jotabém)

(La hija de mi amigo Jose Vicente Muñoz)


Alba, querida amiguita
inteligente y bonita.

Te deseo hermosa flor
un mundo lleno de amor,
y de niña y de mayor
una vida de un color

blanco como un bello armiño
y envuelta en un gran cariño.

Querida niña bendita
recibe con gran candor
un beso de mi yo niño.



Triste

(Jotabé)


La fría noche envuelve mi lamento,
causándome un imponente tormento.

Un estado próximo a la locura
en el cual la hiel en mi alma supura
rizándome el rizo de la amargura…
tiñendo de negro toda blancura.

Borrando tu recuerdo de mi mente,
dejándome de tu presencia ausente.

Esperando triste y nada contento,
que de nuevo un atisbo de dulzura
endulce mi maltratado presente.



Trepa

(Jotabé)


Es usted un esclavo de la vida.
Sí. Usted que piensa que está podrida.

Pero en sus entrañas vive enredado
luciendo palmito y enamorado
de todo cuanto la vida le ha dado,
y si está podrida, no le ha importado

cualquier cabeza pisar o chafar
para en esta vida poder trepar.

Pues ha de saber que es un fratricida,
pues podrir la vida no le ha afectado
para en ella sus metas alcanzar.



Traición

(Jotabé)


Voy por un camino lleno de penas
que me atacan como feroces hienas,

dejando todo mi ser al desnudo
y mi frágil cuerpo, ajado y huesudo,
yerto, cansado, pesaroso y mudo,
y con un dolor extremo y agudo

que oprime mi afable alma y corazón
con el cruel yugo de la sinrazón.

Conformando esas pesadas cadenas
que sin piedad y del modo más rudo
entretejió sobre mí, la traición.



Semana Santa Valenciana

(Jotabé)


Es la Semana Santa Valenciana
la luz que ilumina mi fe cristiana,

aunque en mi pecho se clave el dolor
de ver clavado al Cristo de mi amor.
Coronado en espinas de amargor
y la sangre cubriendo a mi Señor…

Sin fuerzas, destrozado y malherido,
¡Señor, cuánto debes haber sufrido!

Pues todavía en tu costado emana
un hilo de pena con suave olor
de corazón cansado y dolorido.


¡Cuánto me gustaría liberarte
y todos mis días poder velarte!

Y curar de tus clavos toda herida
y ofrecerte, Señor, toda mi vida
mientras te rezo una oración sentida
que alivie tu alma triste dolorida…

Y ungirte con aceite de azucena
mientras el aire huele a yerbabuena.

Y tus pies lavarte y después besarte
rozando tu cara con hiel curtida
hasta quitar de tu alma, toda pena.



Sabía que era puta… lo sabía

(Jotabé)


Sabía que era puta… lo sabía,
y que su cuerpo con gracia vendía.

Mas, era una puta tan salerosa,
con esos pezones color de rosa,
y esa palabrería tan graciosa…
que incluso la princesa más preciosa

no hubiera tenido nada que hacer
ante las armas de aquella mujer.

Sabía que era puta… lo sabía.
Pero era una puta tan primorosa…
que sin remedio, le di mi querer.



Regalo de Navidad

(Jotabém)


Quiero en esta Navidad
llena de amor y bondad,

regalar a manos llenas
amor y mil cosas buenas
que a todos quiten las penas,
y rompan esas cadenas

que atenazan tu albedrío,
y cual las aguas de un río

surcar vuestra voluntad
y gritar enhorabuenas
que calienten cualquier frío.


Es mi mensaje de paz
sincero, firme y tenaz

y tan fuerte como el lazo
que una madre con su abrazo
al calor de su regazo
pone ese firme ribazo

para cuidar a su niño
con extremado cariño.

Así de fuerte y veraz
es de la paz el retazo
que te ofrezco con un guiño.


Regala siempre tu amor
con bravura y con valor

sin mirar a quien lo das.
Sin un pero ni un quizás.
Y sin valorar jamás,
si a ti te pueden dar más.

Sé siempre muy generoso
con tu amor maravilloso

entregado con fervor.
Ayudar a los demás
es siempre lo más valioso.



Querida chavalería de Venezuela

(Jotabé)


A todos los alumnos de esta escuela
de mi añorada y bella Venezuela.

Es para mí un verdadero placer
que os agrade y siempre queráis leer,
tan bellos poemas de mi querer
que a mi alma de nuevo hacen renacer.

Bella Unidad “Gastón Parra Luzardo”,
blanca y pura como el más blanco nardo.

Oír vuestras lecturas mi alma anhela
pues habéis conseguido estremecer,
a mi corazón de curtido bardo.



Preso de ti

(Jotabé)


Llueve en el fondo de mi corazón
ahogando mi angustiada pasión,

en un mar falto de toda ternura
donde a mi alma con súbita premura
tus viles y malas artes tortura,
convirtiendo en vinagre mi dulzura.

No te bastó como a Judas, un beso,
emponzoñado de veneno avieso…

Quisiste matarme toda ilusión
de la manera más áspera y dura…
pues en ti sabías, que estaba preso.



¿Porqué?

(Jotabém)


Un triste color morado
cansino y desesperado,

luce donde años atrás
no hubiera dicho jamás
que, como un cruel mandamás,
o cual rudo fierabrás,

fueras a dejar tu marca,
cual aprendiz de la Parca…

Que, por el odio empujado,
en mí ya nunca verás
tu bella y dulce ojizarca.


Desde ese día primero
que con tu carácter fiero

tú, me perdiste el respeto
y me hundiste por completo…
y guardé como un secreto
que se esconde tras un seto,

para no dejarse ver…
y en silencio renacer,

pues al buen amor espero,
y a mi corazón prometo
luchar con fuerza… y vencer.



Policía, policía…

(Jotabém)


Policía, policía…
que se lleva el alma mía.

Ese hombre fuerte y ladrón
me ha robado el corazón
con tal fuerza y tal pasión…
que ha turbado mi razón

y ha destrozado mi vida
haciendo en ella una herida

por la cual se me escurría,
sin un hilo de ilusión,
la vida por él podrida.


Policía, policía…
me ha robado la alegría

y todos mis buenos años,
hechos de golpes y engaños,
vejaciones y regaños…
y curar todos los daños

hechos por su mano fuerte
que casi me da a la muerte.

Amor carnal ya no había.
Éramos unos extraños.
No quiero volver a verte.



Para los niños de Brasil

(Jotabé)


Queridos niños de Brasil
de alma y espíritu infantil.

Disfrutad con suma alegría
de esta agradable compañía
que por siempre, día con día,
os regala la poesía…

y este poeta muy contento,
pues aun sin brasileño acento,

os envía besitos, mil,
con aroma a la España mía,
que os acaricien como el viento.



Para Esther Abellán

(Jotabé)


Cual fina esencia de un mágico ser
es el aura de nuestra amiga Esther…

impregnada de tan bellos olores
e irisada de tan bellos colores…
que ni siquiera las más bellas flores
pudieran ocultar tus resplandores.

Pues destacas siempre donde tu gracia
derramas y regalas con audacia.

Pues sin duda eres una gran mujer
por entero envuelta en esos amores,
que nuestra sed de versos siempre sacia.


Grácil mano que bella poesía
compones arrullando el alma mía

con esa rima dulce y sugerente,
con tu amor en ellas siempre latente,
con tu toque cálido y vehemente…
y ese verbo cuidado y elocuente

con que a todos nos llenas de emoción
dejando a flor de piel la sensación,

que sentir tan intensa no creía,
acariciando mi alma suavemente
inundándola de vida y pasión.



Para Álex y Sara

(Jotabém)


Amigos, Álex y Sara
sé que la vida os depara

sólo su lado mejor,
una cama con calor,
y un futuro del color
que sólo pinta el amor.

Se os ve tan enamorados,
que mil destellos dorados

con gran ternura os prepara
ese embriagador licor
de vuestro amor ya casados.



Nuestro hijo

(Jotabé)


Mundos de látex faltos de calor
se interponen entre tú y mi amor,

creando una dura y sutil barrera
que a mi libido aturde y desespera,
embolsando del amor, la quimera
que podría cambiar mi vida entera.

Más, cielo, ahora mismo lo que quiero
es gozar tu amor dulce y pinturero.

Solazarme en tu sexo embriagador
sintiéndolo de forma placentera,
pues por besar a nuestro hijo, me muero.



¡Miguel Hernández!

(Jotabém)


Tuvo la suerte Orihuela
de ser el alma y la estela

de un poeta sin igual,
de pluma firme y cabal,
que aún imberbe y chaval,
y un gran problema filial,

supo amar la poesía,
y a escondidas la escribía.

Poeta sin ir a escuela.
Pastor alegre y jovial
que a la vida sonreía.


Miguel Hernández, poeta
republicano y esteta

que aun estando en prisión,
supo abrir su corazón
y escribir esa canción
de cebollas y emoción

para su hijo que comía
sólo eso día con día.

Tu obra, bardo, está repleta
de poemas con pasión
y más pena que alegría.



Mi triste yo

(Jotabé con estrambote)


El dulce alcohol corría por mis venas
llevándose tras él, todas mis penas.

Todas aquellas malas sensaciones
que me acechaban cual fieros halcones
ahuyentando todas mis emociones
y de mi ánima, las buenas acciones.

Sólo quedó conmigo, mi inconsciencia,
y esa botella llena de elocuencia

que disolvía todas mis cadenas
que se escondían en esos cajones
que como fieras, aullaban tu ausencia.

Nunca tuve clemencia
con mi corazón que tanto te amaba
mientras mi triste yo, me devoraba.



Mi novia muerta

(Jotabém)


La luna en su titilar
sobre el espejo del mar,

se abrió paso en mi memoria
de una manera notoria,
y a merced de esa vil noria,
igual estaba en la gloria

que sumido en el pillaje
más despreciable y salvaje

que pudiera recordar,
pues es mi vida una historia
de alegría y de coraje,


pues bien que me hirió el amor
causándome un gran dolor,

desde aquel día en el cerro
que en mí se grabó a hierro
los oficios de tu entierro.
Y a tu mirada me aferro

y al azul de su turquesa…
Y mi amor mi novia besa

posando una bella flor
en su tumba cual fiel perro
para mi amor, mi desea.



Matemáticas y matemáticos

(Jotabém)


Usando la matemática
de manera programática

a Einstein voy a emular,
y a Kronecker recordar,
a Banach rememorar,
y a Wiles no voy a olvidar.

Doy mil gracias a estas mentes
tan sumamente eminentes

y su conciencia pragmática,
pues es su genio sin par
quien nos hace diferentes.


Pues sea en modo binario
o nadando en un acuario,

el factor de equis calculan,
mil conjeturas simulan,
horas de sueño acumulan,
e incluso el espacio ondulan,

sin miedo a la teoría
que a retarlos se atrevía.

Pues siempre que es necesario,
la información reformulan,
sea de noche o de día.


De las mates su belleza
está en la naturaleza;

la concha del caracol,
la forma del ababol,
el poder nadar a crol,
un bello rayo de sol.

O esa empírica ecuación
que atrapa con emoción

el ingenio y la destreza
de mentes que son crisol,
de un futuro en formación.



Lo bella que es la paz

(Jotabé con estrambote)


Los pájaros volvieron a cantar
con unos brillantes trinos sin par

en medio de toda la destrucción
que la guerra causó en esa nación,
utilizando esa cruel munición…
de la gente… su odio e indignación.

Pero siempre hay quien sabe distinguir
qué es perder, qué es ganar y qué es morir.

Y desea todo poder gozar
entonando una inspirada canción
que nos muestre lo bello que es vivir,

haciéndonos sentir
en nuestro corazón, esencia y faz
lo bellísima que siempre es la paz.



La ranita Josefina

(Jotabém)


La ranita Josefina
de la charca es cosa fina.

Pega botes a montón
mientras canta una canción,
y ni el chapu, chapuzón
hace que calle su son.

Pues es su eterno croar,
gran alegría sin par.

Y aunque su voz no es divina.
como lo hace con pasión,
a todos va a enamorar.



La paz por bandera

(Jotabém con estrambote)


Reluce como una estrella,
y es la palabra más bella

que se pueda pronunciar,
y con ella enarbolar
cruzadas del verbo amar
en la tierra o en la mar.

Es la paz muestra bandera,
luz de hermosa primavera

que nos besa cual doncella,
que nos mima hasta alcanzar
de una forma dulce y vera

y así ungiera
mi corazón de calor,
y todo mi ser de amor.



La parca y yo

(Jotabém con estrambote)


Dama de gélida entraña
sirvienta de tu guadaña

con su filo tu sentencia
me asestarás sin clemencia
y con suma indiferencia,
tu golpe de más violencia

de forma vil y certera
hiriéndome hasta que muera.

Dama de mala calaña.
¡Puta de la providencia!
No me alargues más la espera.

Si yo pudiera,
doblegaría tu suerte
y a ti, te daría muerte.



La niña y los bombones

(Jotabém)


La niña va a merendar
a la orilla de la mar

con su abuela y con su abuelo,
mientras saca de un pañuelo,
un bombón que con recelo
deja a su lado en el suelo.

Más su abuela por la manta
prepara algo que le encanta

incluso más que jugar…
¡bombones sabor a cielo!
que mira en cara de santa.



Himno de la Orden Poético-Literaria Juan Benito

(Jotabém)


Con toda ilusión y amor
a esta Orden toda honor,

los Maestres apoyamos.
Junto a ella siempre estamos.
Su tradición veneramos
y sus mil glorias cantamos.

Nuestras mentes eruditas
guían las plumas benditas

que agitamos con fervor,
mientras que en alto alabamos…
¡Vivan las Artes Escritas!



Felicidades

(Jotabé)


Gracias por estar siempre ahí, amiga.
Por tu buen hacer sin mostrar fatiga.

Por estar siempre conmigo, a mi lado
al sentirme dulce y enamorado,
y cuando mi alma escupe al fracasado
que escribe versos, incierto y errado.

Hoy quiero ofrecerte todo mi amor,
darte gracias y pedirte un favor.

Escucha al rey que habita en mi barriga
que en tu aniversario clama exaltado,
¡Felicidades!, con todo fervor.



Esencias de Mistium

(Jotabém)


Es un inmenso placer
estos versos componer

para unos buenos poetas
recitadores y estetas,
de ánimas de amor repletas
que tienen entre sus metas…

luchar por la Asociación
con una enorme emoción,

y a Mistium de su querer
cargadita en sus maletas
llevan en el corazón.


Bellas Esencias queridas,
todas juntitas y unidas…

de Mistium sois lo mejor,
con ese fragante olor,
que desprende vuestro amor
que regaláis con dulzor.

Más fue la Esencia Rocío,
¡reina del corazón mío!

La Esencia de nuestras vidas.
Y como hija es un honor
gozar todo su tronío.



Esencia Joven de Mistium 2014 Rocío Rodríguez Ródenas

(Jotabé)


¡Ay Mistium que grande eres!
con tus hermosas mujeres,

que perfuman de alegrías
y mil bellas picardías…
nuestros más felices días
todo amor y poesías.

Preciosísima Rocío,
mi dulce cariño mío

de mejillas rosicleres,
de vitales fantasías
y un enorme poderío.


Disfruta tu año de Esencia
y esa gran efervescencia

que a Mistium siempre regalas,
abriendo grácil tus alas,
luciendo tus bellas galas
que a la mejor musa igualas.

Mistium sin ti no sería
esta patria nuestra y mía,

pues con tu sola presencia,
nuestra asociación avalas
con tu inmensa simpatía.



Esencia Gemma

(Jotabém)


Pin-Up, dulce y amorosa,
joven, bella y primorosa,

es nuestra esencia jovial,
de aroma primaveral,
explosiva y sin igual…
mas, sensible y especial.

Pues nuestra joven esencia,
brillante luz de Valencia,

es nuestra afable y hermosa,
Gemma, primor natural
de Mistium, quintaesencia.



Esencia de Mistium 2014 Cecilia Codina Masachs

(Jotabém)


Paz y una tranquila serenidad
repleta de una gran humanidad,

de una manera sutil y divina
nos la regala Cecilia Codina,
pues con su buen hacer nos ilumina
librándonos de toda mala espina.

Pues su voz dulce y aterciopelada,
consuela a la alma más necesitada,

a la más triste o llena de bondad
pues en su pausada voz se adivina
su esperanza y vida a Dios entregada.


En este gran año que eres la Esencia
de Mistium, con plenitud y excelencia,

te quiero regalar este poema,
que luzca en tu vida como una gema,
que en tu blasón se convierte en tu lema,
y que te aparte de todo problema.

Al ser nuestra Esencia te has convertido
en parte de este labrado tejido

que ofrecemos con valor y prudencia
y una enorme y bella alegría extrema
a quien ama el arte en cualquier sentido.



Esencia de Mistium 2013 Neus Tomás Gómez

(Jotabém)


Está nuestra Asociación
hecha de amor e ilusión,

i esas personas sin par
que al hecho de recitar
pocos pueden igualar,
pues un aroma a azahar

se respira en el ambiente,
inundando totalmente

nuestro absorto corazón,
cuando hablan del verbo amar
de una forma vehemente.


Mas, en nuestra Asociación,
como una gran bendición,

también tenemos pintores
que a Mistium cubren de amores,
y fotos en mil colores
de fotógrafos de honores

que sólo plasman belleza
con extrema sutileza

y una fragante emoción
que los hacen los mejores,
con una enorme grandeza.


Mas, de Mistium excelencia
es su perfumada esencia.

Esa persona loable
con un arrojo imparable
y de espíritu admirable,
que siempre ha echado un cable

para que esta Asociación
de artística vocación,

en el mundo y en Valencia
de una manera admirable
tenga rango y posición.


Y en esta edición primera,
quien de todos mereciera

ser nuestra esencia olorosa,
cual la más fulgente rosa,
es nuestra Neus hermosa,
que con su ayuda valiosa,

pone su grano de arena
para quitarnos la pena

y ser nuestra compañera,
la amiga siempre animosa
de alma amable y serena.


Neus, con todo cariño
y un grato y cómplice guiño

te nombro de este año esencia,
de Mistium, por tu excelencia
y por tu ayuda y presencia
y por la fuerza y potencia

con que este año has inundado
cuanto hemos realizado.

Y como si fuera un niño,
agradezco tu existencia
y el amor que nos has dado.



El elefantito cantante

(Jotabém)


Tengo un gato saltarín
que hace piruetas sin fin

hacia atrás y hacia delante,
y tras un paso elegante
pega un bote de gigante
y monta en el elefante

arañando al pobrecito
que dolido pega un grito,

que se oyó hasta en Pekín.
Convirtiéndose en cantante
nuestro amigo elefantito.



Así es Noemía

(Jotabé)


Vive en México una bella señora
de fina piel y ojos color aurora,

que es encantadora, que es primorosa…
que tiene talle y prestancia de diosa…
que a todos da de forma generosa,
luz y ánimo de manera copiosa,

con extremo cariño y alegría…
¡Así es mi añorada Noemía!

Una mujer que a todos enamora
y que de la manera más mimosa,
te envuelve con su dulce simpatía.



Armada Española

(Jotabém)


Como una imparable ola
es nuestra Armada Española,

que con bravura en la mar
siempre vamos a luchar,
e incluso la vida dar
y por España, ¡ganar!

Y tan sólo la victoria
perviva en nuestra memoria.

Nuestra Armada alto enarbola
el valor con que ofrendar
a España, su eterna gloria.



Amor de padre

(Jotabém)


Antes de dormir, un cuento
oye el niño muy atento.

Pues con inmensa ternura
y una infinita dulzura…
su buen padre da lectura
a una grandiosa aventura

que lo lleva con Morfeo
sin un solo parpadeo.

El padre, os digo y no miento,
al niño ama con locura
des del primer balbuceo.



A mi querida madre

(Jotabéa)


A mi querida madre, que me ha dado la vida
y sin pedirme nada, sin ninguna medida,

siempre me ofreció todo; su sempiterno amor,
sus palabras más dulces envueltas en calor,
sus cálidas caricias sanando mi dolor…
Y aguantaba en silencio, mi enojo y mal humor.

A mi querida madre, que sin protagonismo
me enseñó a ser un hombre, con un extremo altruismo…

Este poema quiero de forma merecida,
brindarle con cariño con todo mi fervor,
pues gracias a su empeño, conseguí ser, yo mismo.



A mi gran amigo Evandro Valladares

(Jotabé eneasílabo)


Amigo Evandro Valladares,
¡felicidades a millares!

Deseo enviarle este día
de amor y gran algarabía,
¡vivas y abrazos a porfía!
Y esta sentida poesía.

Deseándole lo mejor,
y de la familia el calor.

Con esta glosa de juglares
y desde nuestra lejanía...
reciba un saludo, y honor.



A Juan Ramón Jiménez

(Jotabém)


¡Ay querido Juan Ramón!
Con respeto y emoción,

esta bella poesía
que nace del alma mía,
con mi mayor alegría
y en gratitud a porfía

hoy te quiero dedicar,
pues tú me enseñaste a amar

con extrema fruición
mientras que tu obra leía
en Valencia junto al mar.


Buen y fiel republicano
de fina hechura en la mano.

Que con arte y con salero,
letra a letra y con esmero,
le diste vida a Platero,
el cual, en el mundo entero,

sinónimo es de algodón
dulce y tierno cual bombón,

que en un tranquilo verano,
de mi amor puro y sincero
hizo una bella canción.



La Casa Verde

(Sinopsis poética de la inmortal obra de Mario Vargas Llosa del mismo nombre.)

(Jotabé eneasílabo)


La Casa Verde fue solaz
de tranquila gente de paz,

pues don Anselmo repartía
sexo y amores a porfía,
sin esperar que alguien querría
incendiar su sueño un buen día.

Tocando el arpa en las cantinas
su vida arrastra en las esquinas.

Y nunca pudo ser capaz
de extraerse con valentía,
de la miseria, sus espinas.


Pero la Chunga se salvó
del lupanar que se incendió.

Siendo de Don Anselmo hija,
nada mejor la regocija
que señoritas sin sortija
su amor den de forma prolija.

Nace en el Verde lupanar
y el mismo vuelve a refundar.

Mas, don Anselmo al fin murió.
Y el cura triste lo cobija
mientras su alma empieza a volar.



Hoy confieso

(Jotabém)


Confieso que en mi ilusión,
toda armonía y fruición,

me solazo en tu carita
serena, dulce y bonita,
que a mi corazón agita
y a mi libido lo excita.

Dejando mi alma volar
mucho más allá del mar,

y en mi viejo corazón
el amor raudo palpita
convidándome a soñar.


Confieso que era mi vida,
que la amaba sin medida.

Y que ella era la primera,
¡bella luz de primavera!
Que a mi corazón lo ungiera
de paz dulce y verdadera…

O eso pensaba mi ser,
el cual le dio mi querer

hasta que una cruel herida
de una vil flor agorera,
hizo a la diosa, mujer.


Hoy confieso que he pecado
por estar enamorado

de un amor que era imposible,
de belleza irresistible…
que, de forma irremisible,
aunque casi imperceptible,

me condujo a la miseria…
a la locura e histeria

de sentirme abandonado
y como un trasto inservible
ser pasto de la laceria.



Ese gran grano

(Jotabé)


Miré su cara y sólo vi su grano,
enorme como el cuerpo de un marrano.

Insolente, muy royo y reventón,
relleno como un sabroso bombón,
pero no de un licor suave y dulzón
sino de un caldo entre blanco y marrón

que de su cuerpo quería escapar
e igual que un pájaro libre volar.

Se le veía tan robusto y sano
que sería toda una sinrazón,
querer a ese prodigio reventar.



El reto

(Jotabé)


Acepto el reto de la poesía,
pero voy a escribirla de la mía.

Aunque me gusta escribir un soneto,
Allá donde puedo... siempre la meto.
Esto... una poesía con respeto,
que nada tiene que ver con "el teto".

Así pienso que aquí te dejaré
un poema de sencillo abecé

henchido humor y gran simpatía
que ha brotado en mi teclado quieto...
un poema compuesto en Jotabé.



Contar

(Jotabém)


Pepito quiere contar
y le vamos a ayudar.

Contaremos hasta tres
del derecho y des revés,
uno, dos y tres, ¿lo ves?
tres, dos y uno y después

entre alegres volteretas
encontrará nuevas metas

donde además de jugar
contará hasta veintitrés
chupando unas piruletas.



Vuela mi corazón a Venezuela

(Jotabé)


Raudo mi corazón a Venezuela
vuela alto dejando una aurea estela,

que marca e ilumina mi camino
hasta los pies del bello monte andino,
donde me encontraré con mi destino
en la brisa del Caribe azulino.

En pos de esa tierra mis pies dirijo
donde en Zulia encontraré cobijo,

y un gran calor en sus gentes y escuela,
que con fraternal amor nacarino,
me mimaran, como una madre a un hijo.



Tu ego

(Jotabé)


Tu ego te encumbra en un falso cielo
donde reinan el odio y el recelo.

Y desde el cual me arrojas al olvido,
injustificado e inmerecido
donde al amor sin duda lo ha vencido,
el demonio más fiero y más temido.

El vil demonio de la ingratitud
que te ata a una vida de esclavitud,

y te sepulta en el frío desvelo
del silencio más cruel y escarnecido,
castigando mi alma con acritud.



Tras tres cervezas

(Jotabém)


Estoy sentado en un bar
no muy lejos de la mar,

donde soy un forastero,
donde no hay julio ni enero,
donde no soy el primero…
donde nada es verdadero,

y a la vez nada es mentira
y en el aire se respira

un ambiente singular
que incluso suena a sincero,
mientas la noche me mira.



Taller, Rima Jotabé

(Jotabé)


Estimados docentes, estudiantes,
y amantes de la lengua de Cervantes,

que en ganas asistís a este taller
de Rima Jotabé de mi querer,
deseosos de la misma aprender
para poder en ella componer,

bellos versos en dulce poesía
que tu corazón llene de alegría,

y os conviertan en fieles caminantes
de la senda del grato quehacer
de componer Jotabés todo el día.



Si naces para martillo…

(Jotabé decasílabo)


Érase una vez una mujer
tan acostumbrada a padecer,

que ya casi en su ser no sentía
cuando la cruel vida su alma hería,
convirtiendo en pura fantasía
todos sus momentos de alegría.

Esos que quiso y nunca vivió.
Esos que su sino amordazó.

Y esperaba y quería querer
a quien le dijera, vida mía.
Mas, con esa esperanza, murió.



Romero de Buñol

(Jotabé)


El fragante aroma de poesía,
sin remedio enamora el alma mía,

igual que un radiante rayo de sol
baña de luz mi querido Buñol,
pintando su esencia de un arrebol
mágico, como el alma de un crisol

que se funde en ese aroma sincero,
que sólo desprende al aire, el romero.

Mas, no esa planta de bella armonía,
sino el genial, Romero de Buñol,
amigo, gran poeta y compañero.



Pintor

(Jotabé)


Pinta, pintor. Píntame un cuadro hermoso.
Píntame el alma. Píntame gozoso.

Refleja mi alegría en cada trazo,
plasma mi hombría, plasma mi regazo.
Plasma en tu blanco lienzo mi embarazo,
o de mi niño, su primer abrazo.

Mas, llama a la vida con tus pinceles,
corona a este mundo con tus laureles,

con ese genio encendido y fogoso
que firme y hábil maneja tu brazo
haciéndonos saborear tus mieles.


Osado maestro, altivo pintor,
píntame joven, píntame mayor,

marcando bien mis rasgos de mujer,
o que fui un robusto hombre al nacer.
Plasma en tus trazos mi rabia y querer
o bien, un bucólico amanecer

que me transmita pena o alegría
y que el trazo surque la alegoría

de colorear al mismo color
y rescate del fondo de mi ser,
mi luz, mi oscuridad… mi fantasía.



Para Mariano, Lila y Versos Peregrinos

(Jotabé)


Ha sido un verdadero y gran placer
participar en este menester

de hacer una décima encadenada
que surgiera de un alma enamorada
llena de inmensa luz e ilusionada
y envuelta en un aura bella y dorada.

Los poetas de Versos Peregrinos
vivaces y ágiles en nuestros sinos,

a la voz de Mariano, a componer
décimas nos pusimos, con cuidada
dulzura y bellos versos cristalinos.



La semana

(7 poemas en Rima Jotabé)


Lunes

Los lunes no debieran existir.
Ni al trabajo o al ‘cole’ tener que ir.

Sobrevolar del domingo al martes,
durmiendo el lunes hasta que te hartes…
debería ser en todas partes.
Operando nuestras más bellas artes,

en los quehaceres que dicta Morfeo,
y no pienses que en realidad bromeo,

pues no hay nada peor de digerir,
que un lunes triste y gris con el que enartes
a tus ganas de seguir de bureo.


Martes

En martes, ni te cases ni te embarques,
ni a tu destino con un refrán marques.

El martes como cualquier otro día,
es bueno para estar de algarabía,
embarcarse en un baro o en un tranvía,
o sin miedo casarse al mediodía.

Hay veces que al cargar con una fama,
su buena o su mala suerte derrama,

como los niños el agua en los parques
cogiéndole a algo sin saber, manía,
que sin más motivo, nuestra alma inflama.


Miércoles

El miércoles es quizá en la semana,
un día que se vive en cierta gana,

pues de ella, no ha sido nunca el primero,
tampoco está en medio como un florero,
no lo salpica el botellón perrero,
ni tiene un refrán, erróneo o certero.

Es simplemente, tan sólo un día,
en el que enjugar pena o alegría,

y esperar de la manera más sana,
la llegada del jueves medianero,
que al “finde” hace ojitos con picardía.


Jueves

¡Estás en el medio como los jueves!
nos dice el saber popular, y mueves

la cara con absoluta certeza,
pues como ese dicho popular reza,
para indicar, molestia, sin pereza
pones de ejemplo al jueves con presteza,

pues en dos sin más, la semana parte
con más pena y tristeza, que con arte.

Mas, pasar por su sutil aro debes
para emprender con máxima fiereza,
lo que el fin de semana quiera darte.


Viernes

El viernes siempre ha sido un día grande
y al igual que el caballo, ande o no ande,

me quedo con él, para irme de fiesta.
Pero no una fiestecita modesta,
sino una que inspire un cantar de gesta
y mi barriga deje descompuesta.

Pues para calmar mi pancha dolida
siempre me queda echar una dormida.

Ya que antes que mi cuerpo me demande,
echar todas las tardes una siesta…
¡Quiero vivir a todo tren la vida!


Sábado

El sábado es un día familiar
con el gran encanto de pasear

con los niños, la suegra y tu mujer.
Viendo a los peques alegres correr,
mientras que su carrera por crecer
a tu bolsillo lo hacen padecer.

Mas, quiero a mis hijitos con locura.
Y amo a mi esposa con suma ternura.

Mas, esta época no debe pasar
sin que de ella deba reconocer,
que fueron días de bella lisura.


Domingo

El domingo es día de descansar
y de toda la semana olvidar.

Sofá, película, siesta, cerveza,
hacerse amigote de la pereza,
pues no puede existir mayor riqueza
que agarrarse a vivir bien con firmeza.

Y si el vil lunes tu descanso ataca
pegando mil coces como una haca…

aférrate con fuerza a reposar…
libera del lunes a tu cabeza…
y vuélvete a dormir en tu butaca.



Junto al Turia

(Jotabé)


Bellas son las piernas que amo cerradas,
torneadas columnas sonrosadas

que en su cúspide guarda la pasión
que aturde por completo mi razón,
y coquetea con mi corazón
elevando mi ánimo juguetón.

Mirando cara a cara a su lujuria
haciendo que nuestros cuerpos con furia,

sublimen sus almas enamoradas.
Disfrutándonos con gran emoción
junto a las cañas de mi río Turia.



Hojitas del Oriente

(Jotabém)


Como Hojitas del Oriente,
es tu amor siempre indulgente.

Delicado cual mimosas
que tus palabras hermosas
envuelven con luz de diosas,
entre calma y bellas rosas.

Noemía, ¡amiga mía!
Ten mi amistad a porfía,

pues la misma es la simiente
de mis ansias deseosas,
de poder verte algún día.



Hallowen

(Jotabém)


En esta noche de brujas
los más buenos son granujas,

los más malos, buena gente,
el correcto un insolente,
y el más panoli es pariente
del monstruo más indecente,

del más feroz animal
o de un ente fantasmal

clavado con mil agujas,
o luciendo un gran tridente
de tamaño colosal.


Pues Halloween nos convida
a dar la vuelta a la vida

y poner todo al revés,
lo que era ya no lo es,
las cabras tienen dos pies,
los mudos hablan inglés,

el zombi ya no va lento,
el vampiro no es sangriento,

y el niño luce una herida
que le ha infligido el marqués,
y aun así sigue contento.


Chucherías los chiquillos
piden siempre los muy pillos.

Los mayores en la cena
olvidan toda la pena
y esa invisible cadena
que a su corazón condena.

Pues hoy todo es alegría
entre magia y brujería

que hace titilar con brillos
bajo una gran luna llena
nuestra mejor fantasía.



Familia y amigos

(Jotabé)


Ni las joyas, mansiones o dinero
en tu vida deben ser lo primero.

Pues en tu vida han de reinar valores
envueltos en fraternales amores,
pues familia y amigos son actores
de un mundo lleno de dulces sabores,

que deben ser tu camino a seguir,
y en paz y armonía siempre reír

cuidando siempre a todos con esmero,
y en un mundo de brillantes colores,
con tu familia y amigos, ¡vivir!



El lobo, Caperu y el leñador

(Jotabém dialogado)


(Es un diálogo entre el lobo Feroz, Caperucita y el leñador, que acaba narrando el narrador. Comienza a hablar el lobo Feroz.)


- Dime tú Caperucita…
¿A dónde vas tan bonita?

- Ya estamos con esa historia
que cualquier lobo en euforia
repite como una noria
con una risa notoria

mientras acecha a una niña
como un ave de rapiña.

Mas esta niña chiquita
saboreará la gloria
tras darle una buena piña.


Voy a casa de mi abuela
para darle esta ciruela.

- Pues huye del leñador
que es un gran conquistador,
y al cobijo del calor
te querrá hacer el amor.

- ¡Pues mira tú cuantas penas
surcan por ello mis venas!

Este lobo se recela
que induciéndome temor,
seré una de sus cenas.


Quita de mi vista lobo
y deja de hacer el bobo

- Adiós Caperu, buen día,
y no pierdas tu alegría
si ves que con osadía
el vil leñador te espía.

- Conozco bien el final
y tu ataque criminal.

- Ya me voy, no te jorobo,
mas no todo es cortesía…
ni del hombre más cabal.


- Y el lobo de mil amores
partió raudo entre las flores.

Mas el leñador altivo
actuando como un furtivo,
a Caperu sin motivo
asaltó en modo vivo.

La niña creyó morir
al ver que no pudo huir.

Reserva algunos temores
para el joven atractivo…
¡También él te puede herir!



Desolación

(Jotabé)


Triste miro el fondo de una botella.
Mi vida flotaba ahogada en ella,

envuelta en la espuma de una cerveza
que con gran desdén y extrema fiereza,
me mira y se ríe de mi torpeza…
mientas lloro al recordar tu belleza.

Un fuerte dolor oprime mi ser
al recordar tus ojazos, mujer.

Maldigo mil veces mi mala estrella,
y busco en el alcohol fortaleza
para no matarme al amanecer.



Del amor y del odio

(Jotabé)


Tan sólo una vez en toda la vida
se entrega un amor puro y sin medida.

Un amor que derrite al mismo hielo,
que es tu refugio, tu abrigo y consuelo,
y con gran ternura te eleva al cielo
tan suave como un fino terciopelo,

que te acaricia, te mima y te acuna
mecido por los rayos de la luna,

en brazos de una tierna anochecida
dulce como el más dulce caramelo
que sudor, vida y gemidos aúna.


Con tu amor entretejes la bandera
que de todo invierno hace primavera,

y con la que tu corazón creía,
que esa llama que en su interior ardía,
sería por siempre pura alegría,
y que nunca jamás se apagaría.

Mas, se encargó la cruel realidad
de cercenar nuestra oportunidad

como si un fiero maleficio fuera
cegando el brillo que nos envolvía
con brutal y tranquila impunidad.


Nuestro tiempo vivido tan hermoso
en aras de un ardiente amor fogoso,

fue tornando nuestra especial ternura
en un mar de desolada amargura,
donde el cielo que alcanzó mi dulzura,
mataste y le diste cruel sepultura,

con la más absoluta indiferencia,
que de nuestro amor firmó la sentencia

que lo condenó a hundirse en el foso
donde muere el amor y la cordura,
y al vil odio le hace tener presencia.


Y donde en un tiempo reinó el amor,
tan sólo floreció odio y dolor…

Y un abismal y profundo vacío
que hundió en la miseria al amor mío,
pisoteado por el desvarío
que en locura tornó nuestro albedrío.

Del amor al odio sólo hay un beso…
Del odio al amor, un adiós espeso…

A Satán vendería sin temor
mis recuerdos y corazón baldío,
por sentir en mí tu dulce embeleso.



De tu hermano y amigo Juan Benito

(Jotabé)


La larga espera aumenta la impaciencia
de este poeta que desde Valencia,

espera el día de poder viajar
allende el horizonte, a ultramar,
para aliviar mi alma de este penar
de no poder a mi amigo estrechar.

Hermano y amigo Pedro, recibe
un abrazo lleno de mar caribe

y de lago de Maracaibo, esencia
de Zulia, que he conseguido engastar
en mi corazón, como un buen oribe.



Con todo mi corazón

(Jotabé)


Os extiendo mi mano agradecida
con un amor que no tiene medida.

Con la esperanza que la poesía
que siempre ha vivido en el alma mía,
guie vuestras plumas con gallardía
rimando con belleza y harmonía,

Jotabés y cien mil bellos poemas
que sean vuestros preciados emblemas,

y siempre os acompañen en la vida,
componiendo con diestra maestría
poesías hermosas y supremas.



Cien mil mariposas

(Jotabé)


Revolotean cien mil mariposas
entre hermosos lirios y bellas rosas,

en pos del sutil aroma almizclado
que al amante febril y enamorado,
cubre de un bello manto satinado,
hecho en gemidos y cielo azulado.

Y de ese blanco jugo del amor,
que a tu ser ofrezco harto de calor

mientras recorro tus curvas hermosas
y me acomodo en tu monte anillado,
saboreando su ácido dulzor.



Añoranzas de amor

(Jotabé)


Un día cualquiera por la mañana
cuando el sol se posaba en mi ventana

y su calor comenzaba a sentir,
dulce y suave creí su voz oír
y en mi recuerdo su dulce gemir
con fuerza hizo mi corazón latir.

¡Cómo te echo de menos, amor mío!
¡Cómo te quiero, te añoro y te ansío!

¡Cómo recuerdo tu boca lozana!
Sin ti no vale la pena vivir.
Sin ti mi corazón, ya no es mío.



A Pedro Yajure

(Jotabé)


Desde Venezuela, allende Caribe,
a un amigo le escribo, y él me escribe.

Des de la amistad y la cortesía,
hablamos de rimas y poesía,
y de los Jotabés del alma mía
que con tanta dulzura y maestría

compone mi amigo Pedro Yajure,
y no hace falta que os prometa o jure

que en poesía Pedro es un oribe.
A tu salud brindo con alegría,
mas, deja que por ti, mi copa apure.



Tú serás mi esposa

(Jotabé)


Aroma y calor, hermosa alegría,
cómo rebosa amor el alma mía,

ante tus bellos ojos verde mar,
esos pechos jugosos cual manjar,
tu sensual cuerpo que me invita a amar,
y tu alma que venero en un altar,

desde aquella noche íntima y dichosa,
de cálidos besos… y lujuriosa,

que en el amanecer del nuevo día,
tu sonrosada piel me hizo gritar…
¡Que por siempre tú, serías mi esposa!



Otra Discusión

(Jotabé)


De nuevo discutimos en mi casa.
A veces pienso que el tiempo no pasa

entre una discusión y la siguiente,
pues su presencia en casa es tan frecuente,
que mi semblante antaño tan sonriente,
ahora tan sólo hace que lamente,

una existencia vacía de todo…
de todo eso que de uno u otro modo,

el duende del amor mañoso casa,
haciendo germinar esa simiente,
que nos hace luchar codo con codo.


Tras gritar, algo me atenazó el pecho,
me retiré y me recosté en mi lecho.

Aquella conocida situación,
de gritos, que inunda la habitación,
tan sólo son una repetición,
de una misma grosera discusión.

En un momento sentí no poder
aguantar más aquel atardecer,

pues mi vida convertida en barbecho,
ya no encontraba ninguna razón,
para amar, igual que lo hacía ayer.


Era tanta mi aflicción e impotencia,
que se me quedó pequeña Valencia

para consolar mi alma compungida,
y sin pensar me fui de esa guarida,
que por siempre fue mi hogar y mi herida.
Así cansado busqué una salida,

que subido en el tren juzgué cobarde
después de haber descansado esa tarde.

Las riñas agotaron mi paciencia,
y, ¡te quiero!, aunque lejos de mi vida.
Espero y deseo, que Dios te guarde.



Machito

(Jotabé)


A la pobre luz de una discoteca,
cuando se confunde lunar con peca,

juguetón te pedí bailar conmigo,
tú, suave dijiste, “Ve, yo te sigo”,
y mientras acomodabas tu abrigo,
me susurré a mí mismo, “me la ligo”.

Y atusé con el peine mi cabello,
sin duda del lugar, era el más bello,

y pensé, “Qué suerte tengo muñeca”,
si piensas que deseo ser tu amigo,
así estimarás un beso en el cuello.


- ¡Hola muchachito! ¿Cómo te llamas?
- ¿Muchachito dices? ¿Qué es lo que tramas?

- Nada bonico. ¡Qué simpático que eres!
Aunque a pesar de ese tupé no esperes
que sea la mejor de tus mujeres.
Por cierto bonico, ¿Qué es lo que quieres?

Esta tía me ha arrugado el tupé.
O es muy tonta o funciona con parné.

- Pues verás no me andaré por las ramas,
deseaba que en mi persona vieras
no a quien te puede convidar a té,


sino al hombre que después de bailar.
a un cubalibre te iba a convidar,

para luego salir juntos de fiesta,
a una “disco” bastante mejor que ésta,
pero ahora ya ves, solo me resta,
desearte que tengas buena siesta.

- Perdona pero no estaba escuchando,
mi novio se viene contoneando,

y aunque ha sido un placer poderte hablar,
tu conversación simplemente apesta.
Así que, adiós, y que te vayan dando.



Leandra

(Jotabé)


¡Ay madre mía del alma querida!
camino y guía de toda mi vida.

Te quiero tanto que mi corazón
rebosa henchido de dulce emoción,
sintiendo el amor que con gran fruición
me regalabas con tierna ilusión,

sin esperar nunca mi gratitud.
¡Qué gran mujer de extremada virtud!

Hoy te recuerdo cansada y vencida
por un malnacido cáncer ladrón,
que me dejó tristeza y solitud.



Infidelidad

(Jotabé)


Cada noche le confieso a mi cama,
que muero, pues sé que tu alma no me ama,

aunque aún soy custodio celoso,
de tu semblante lascivo y hermoso,
y ese porte báquico y lujurioso,
que atormenta mi ser, pues soy tu esposo.

El hombre al que juraste amor eterno
y ahora condenas al mismo infierno

con el veneno que hilvana la trama,
de tu engaño nocturno y alevoso,
que espero pagues duro en el averno.



Estamos tan enamorados

(Jotabé)


Cariño, estamos tan enamorados
que mil millones de ángeles alados

no podrían expresar nuestro amor.
Ni el más avezado y diestro pintor,
dispone en su paleta ese color
que el mismo cielo envidia con fervor.

Tan enamorados, que hasta las flores
se avergüenzan de sus bellos olores

ante nuestros aromas almizclados
y nuestro porte de gallardo albor
que sólo al mismo amor rinde honores.



Diego

(Jotabé)


Papá, quiero que sepas que te quiero
y que tus consejos son lo primero

y que siempre te tengo muy presente
en el momento bueno y el doliente.
Y aunque está lejana tu voz ausente,
tu recuerdo sigue vivo en mi mente.

Y tu amor anida en mi corazón
inundándome de gran emoción.

Hoy recuerdo tu carácter austero,
algo complejo y un tanto absorbente,
mas, siempre has sido mi guía y patrón.



Candor

(Jotabé)


Impregnada en un barato perfume,
la calle ronda y su vida no asume,

pues envidia a todas esas mujeres,
que no precisan vender sus placeres,
ni estar bajo la ley de mercaderes,
que solo buscan hinchar sus haberes.

Teniendo que vender ratos de amor,
entre susurros faltos de calor.

Y recordó cuando aún siendo implume,
en su patria y haciendo los deberes,
soñaba un mundo lleno de candor.



Aún me despierto…

(Jotabé)


Aún me despierto cada mañana,
envuelta en el sudor que mi alma emana,

cuando recuerdo esa noche de abril,
y esa imagen de hombre fuerte y viril,
que sin astucia y de manera vil
miró mis senos de forma febril,

desnudando mi alma y mi corazón,
y de un tirón un seno y mi pezón,

que estrujó con cruel lujuria malsana,
mientras cubría mi boca gentil,
con un mar de agria desesperación.


Mi cuerpo sin remedio cayó al suelo
entre amargos gritos de desconsuelo

que una mano en mi garganta ahogaba,
mientras que con la otra me desnudaba
y mi sexo fuerte me desgarraba,
haciéndome vomitar sangre y baba.

Desde la más absoluta impotencia,
entre lágrimas rogaba clemencia,

pero sólo pude mirar al cielo,
mientras que cruelmente me amenazaba
infligiéndome una injusta sentencia.


Aún me levanto sintiendo el roce
del áspero respirar de su goce,

y en mi nuca el jadeo de su aliento,
y en mi vientre la presión del momento,
en que su semen como un vil tormento,
a mi ser entregó como alimento.

Aún me despierto viendo la luna
en los ojos de mi mala fortuna,

pero aunque mis entrañas me destroce,
mi espíritu se emociona contento,
cuando veo a mi niñito en la cuna.



¡A la mujer de mis sueños!

(Jotabé acróstico)


Tiemblo nervioso como un colegial,
En presencia de tu cuerpo sensual,

Que quiebra sin remedio mi razón,
Ungiendo mis ganas a la sazón
Intensa y dulce de tu corazón,
Engastado con perlas de pasión.

Relucientes cual bella primavera,
Osada, perfumada y pinturera.

Amor de mi alma, sincero y jovial,
No me prives nunca de la emoción,
Alta y sana, de gritar por doquiera…



Zulo

(Jotabeí)


I

Abrió los ojos sin poder ver nada,
tan sólo una oscuridad afilada,

que con rabia sus pupilas carpía,
y el cuerpo y el alma le estremecía,
comenzando a rumiar esa agonía,
que su triste corazón presentía.

Un nudo a su garganta atenazó
y en la absoluta miseria lo hundió,

pues sobre él sentía pesar la espada,
que a su amarga realidad lo unía
mientras su miedo a su juicio violó.


II

Poca cosa alcanzaba a recordar,
antes que, en aquel zulo despertar.

Aquella carta con una amenaza
en la que prometían darle caza
y matarlo a él, y a toda su raza,
aunque se escudasen en la coraza,

que les ofreciera la policía,
pues su casta cobijo no tendría,

si con su ‘causa’, no fuera a ayudar,
y prefiriera utilizar la maza,
que su autodestrucción iniciaría.


III

Después, poco más hay en su recuerdo
que no le haga sentirse como un lerdo.

Pues no bastó su escolta personal,
ni vestirse de manera informal,
para que una aciaga tarde invernal,
bajo un antiquísimo soportal,

a su escolta le dieran un balazo
y a él le asestaran un gran mazazo,

dejándolo inconsciente como un cerdo,
y privado de su fuerza vital
lo ocultaran como un perro en un pazo.


IV

Un húmedo frío la espalda entera,
le empuja a recordar quien es… quien era,

pues aun sin saber quién lo ha secuestrado,
sabe que la suerte no está a su lado,
y que su cargo, en las urnas votado,
a su cabeza, precio ha colocado,

y a su vida ha puesto caducidad…
la que ahora presiente en soledad,

sintiendo que una gota traicionera,
a toda su esperanza ha acorralado,
y ha humillado a su serenidad.


V

De nuevo ese dolor en mi cabeza
mientras pienso con extrema certeza,

que lo que en breve me ha de acontecer,
nadie, ni mi familia lo ha de ver,
y nunca llegaremos a entender,
por qué he de pagar con mi propio ser,

ayudar a ninguna causa ajena,
que sólo me hunde en una inmensa pena,

y que aunque esa causa fuera la pieza…
la clave para lograr su poder…
¡Espero sea su propia condena!


VI

Las sombras se disipan poco a poco,
y lo que alcanzo a ver me vuelve loco.

Apenas un reducido cuadrado,
de no más de metro y medio de lado…
el techo en telarañas alfombrado,
y algunos herrajes en un costado,

que me agita, mi corazón agobia
y alerta mi dormida claustrofobia,

cuando estirando el brazo el techo toco,
y aún he de mantenerlo doblado,
de la manera más burda y oprobia.


VII

Por vez primera allí, sus ojos lloran,
y aún sin querer sus labios imploran,

rogando a voz en grito una salida
a esta cruel pesadilla que su vida,
empieza a podrir del mundo escondida…
¡Cómo se acuerda de su Ana querida!

Aquel cajón, frío, yermo y oscuro,
en su mente pone el letal cianuro,

mientras sus manos nerviosas exploran,
esa oscura estancia tan comprimida,
en la que hallará una luz, seguro.


VIII

El día de hoy deja atrás al de ayer,
como el de mañana volverá a hacer,

y el tiempo sin querer se ha convertido,
en su enemigo más cruel y temido,
pues no sabe si hay luz o si ha llovido,
o cuánto tiempo puede haber dormido.

Ni una palabra con él han cruzado,
ni siquiera a insultarle se han dignado.

Sólo le pasan algo de comer,
por un orificio muy restringido
sin coger lo que él mismo ha expulsado.


IX

Hace mucho tiempo que su figura,
tristemente siente con amargura,

que levantarla no lo puede hacer.
Tan sólo un metro es lo que alcanza a ver.
Y su cubículo comienza a oler,
hasta que su alma creyó no poder.

Pero hasta donde se puede aguantar,
o cuanto dolor puedes soportar,

no se sabe en brazos de la locura.
Has de estar al borde de fallecer
para tu aguante poder valorar


X

Fuera, un día sin más, ya no es lo mismo.
Abandonan su hermético mutismo,

y un fuerte jaleo lo envuelve todo.
No entiende por qué obran de ese modo,
aunque intuye que más se hunde en el lodo…
que hondo enterrará su nombre y apodo,

pues el tiempo ha matado su ilusión
y por completo toda salvación.

De nuevo vuelve a llorar en su abismo,
que como un desgarrado y triste epodo,
será su mortaja y condenación.


XI

Los herrajes se abren por vez primera
y con ello, ser liberado espera.

No le importa por qué ha sucedido
o cuánto tiempo preso ha transcurrido.
Mas su rescate no ha sido admitido
y a pagarlo no se han comprometido.

De entre la luz que ciega su visión,
distingue de un pistola el cañón.

Sabe que no verá la primavera
y entiende que su tiempo ha concluido,
cuando un tiro, enmudece su oración.



Un orfebre de la poesía

(Jotabé)


Me definió Teresa Espasa un día,
como, un orfebre de la poesía.

Y como quiero ser agradecido,
con este poema harto conmovido,
deseo ofrendarle un, ¡Gracias!, florido,
desde mi ánimo más enardecido.

Pues como poeta es para mí oro,
poder engastar los versos que adoro,

con hilos de mágica picardía,
en la joya que a mi ser da sentido…
¡mi poesía!, mi mayor tesoro.



Rocío

(Jotabé)


Al calor del más jovial albedrío
vive, siente y ama, mi hija Rocío.

Que henchida de una profunda emoción,
convierte cuánto toca con su don,
en un mundo de mágica ilusión
que sabe plasmar renglón a renglón.

Pues es mi joven y bella escritora
la envidia del ocaso y de la aurora,

y el empuje de este corazón mío
que envuelve en la más bella sensación,
y a todos sin excepción, enamora.



Pintadas

(Jotabém)


Blancas casas encaladas
de luminosas fachadas.

Cómo os recuerdo en mi mente
cuando imberbe y prepotente,
con esa rabia inocente
de mi juventud ardiente,

mancillé vuestra blancura
y vuestra alma blanca y pura

con un millón de pintadas,
pues de niño e inconsciente,
hice más de una locura.



Maltratos

(Jotabé)


De nuevo el espejo sufre el morado,
de la última paliza que me has dado.

De nuevo en mis huesos siento el dolor,
que siempre me ha producido tu amor.
Pero, ahora sólo siento temor,
de ti y de tu puño castigador,

con el que me has hecho más de una herida,
y siempre me has destrozado la vida,

pues incluso un ojo me has reventado
contra el pico de nuestro aparador…
¡Manuela! ¡No me pegues más, querida!



Gemma

(Jotabé)


Dulces risas y una gran alegría
envuelven y endulzan la vida mía.

Al ver a Gemma, de alma primorosa,
rizarse el cabello como una diosa,
pintar sus uñas de forma grandiosa…
o hablar de manera suave y mimosa,

de ti, de mí, de todos… de la vida,
o de Amy, su cantante preferida.

Dulce hija que pintas con harmonía
tu bello mundo de una forma hermosa,
disfruta el mismo con tu alma florida.



Antonia (La andaluza)

(Jotabé)


Ojos tranquilos, calma a flor de piel,
con su semblante dulce cual la miel,

siempre en nuestra “Tertulia la Buhardilla”,
sosegada y de manera sencilla,
sus buenas poesías lee de guilla,
con esa mirada, pícara y pilla,

que las mujeres de andaluza cuna,
componen en su alma como ninguna.

En alto me declaro esclavo fiel,
de su mirada, olor a seguidilla,
y de sus poemas, color de luna.



Poeta

(Jotabé)


Poeta inspirado y de voz rasgada,
de verso ácido y de pluma afilada,

compón para mi ego una poesía,
atormentada, indiferente o fría
que me eleve al cielo de un claro día,
o me hunda en la más cruel melancolía.

Pero que, al leerla, mis emociones
rujan fuerte como cien mil leones,

buscando en tus bellos versos morada,
en la que ahogar mi triste agonía,
convirtiéndola en dulces sensaciones.



Para mi amada

(Jotabém)


Esos tus labios carnosos,
rojos, suaves y esponjosos,

abren la puerta dormida,
de mi lado más suicida,
que a gritos, con furia erguida,
contra ti empuja mi vida,

uniéndome a tu destino,
igual como un peregrino,

con gran fe y pies temblorosos,
la esperanza en él anida,
de ver el fin del camino.


Amada de mis amores,
¡cómo te envidian las flores!,

cómo te envidio yo mismo,
cuando mi propio egoísmo,
crea entre tú y yo ese abismo,
frío y lleno de cinismo,

del cual tu amor es el puente,
limpio, sincero y prudente,

que pinta el mal de colores,
tornando en bello lirismo,
mi actitud más insolente.


¡Ay cielo cuánta paciencia!,
plena de amor e indulgencia,

me demuestras día a día,
en mi cólera más fría,
o en mis horas de alegría,
consiguiendo que sonría,

como un niño y su juguete,
como un bebé y su chupete,

como un hombre que en esencia,
vivir sin ti no podría,
aunque la vida me rete.



Noemía Mía

(Jotabé)


México lindo, sol de mis amores,
¡cuánta belleza ciñen tus colores!

Y cuánto amor allá en la lejanía,
me regala mi amiga Noemía,
con esa palabra en dulce armonía,
que acaricia mi vida día a día,

colmando su verbo todo mi amor,
entre aromas de amistad y fervor.

Nunca me rindieron tantos honores,
como lo hizo tu sincera alegría
envuelta en un delicioso sabor.



No me obligues

(Jotabé)


Háblame de amor, de paz de igualdad,
de esperanza, vida y fraternidad,

pero no me digas qué debo hacer,
a qué dios implorar o qué comer,
qué lengua hablar o patria defender,
pues nunca jamás te he de agradecer

que intentes manipular mi albedrío,
pues como las aguas de un bravo río,

para errar quiero tener potestad,
y actuar como crea menester,
sin implicar a nadie en ningún lio.



Nino Bravo

(Jotabé)


De mis tiempos de mozo fiel compañero,
es este arrullo, “te quiero, te quiero”,

que en el aire cual himno enamorado,
resonaba hermoso, aterciopelado,
con esa voz que ni un ángel alado,
poder jamás hubiera imaginado.

Pues fue la voz de Nino Bravo un don,
que nos regaló en forma de canción,

en mil melodías con fino esmero,
que tus fieles nunca hemos olvidado,
y cantamos henchidos de emoción.



El grano

(Jotabé)


En la punta de la nariz un grano,
grande, como el fruto del avellano,

adorna tu cara de tal manera,
que si alguna persona no lo viera,
muy prudente o más bien, muy ciega fuera,
pues ese enorme tamaño quisiera,

la sandía o el más grande melón.
Pero… ¡Aparta del grano reventón!

Ya que si apretarlo piensas, marrano,
el infierno de Dante nos espera,
cubierto con mi peor maldición.



El calendario

(12 poemas en Rima Jotabé)


Enero

Enero lluvioso, enero frío,
¿en dónde guardarás el amor mío?

Entre las nieves del alba temprana,
o en tu regazo mientras una nana,
se desliza esperando la mañana,
envuelta entre lino y mullida lana.

Enero nevado que clama hogar,
junto a los leños y su crepitar,

mirando correr con grueso atavío,
a niños y viejos tras mi ventana,
mientras el cielo gris vuelve a nevar.


Febrero

De febrero nos cuentan que está loco,
los refranes o dichos, que no es poco.

Teniendo en pleno invierno un veranillo,
que bien aprovechaba de chiquillo,
comenzando en el arte del flequillo,
y peinármelo como todo un pillo.

¡Ay febrero con tus veintiocho días!
Raudo pasas repartiendo alegrías

Haciendo que rime risa con coco,
que vuelvan las paellas con tomillo,
y que tus venturas sean las mías.


Marzo

Marzo lluvioso, ventoso y fallero,
De entre los meses el más follonero.

Explosión de luz, color y alegría,
de galantes aromas a porfía,
y de esas mujeres que cada día,
lucen su palmito con gallardía,

en este terruño que enamorados,
nuestra Virgen de los Desamparados

tiene a los valencianos por entero.
Marzo de ofrendas, luz y algarabía,
redime en tu fuego nuestros pecados.


Abril

En abril aguas mil, nos dice el dicho,
y no lo dice por puro capricho,

pues es un mes de lluvia y primavera,
esa que dicen que la sangre altera,
y la vida en nosotros acelera,
mientras el amor dulce nos espera.

Mágico mes en que nació el poeta,
que en serio o haciendo una pedorreta,

antes de ocupar un vistoso nicho,
haceros reír o gozar quisiera,
con su pluma, de pasiones repleta.


Mayo

Mayo florido, mayo majestuoso,
de todo el año, el mes más hermoso,

Mes que a la niña convierte en mujer,
mes que su aroma es un puro placer,
poniendo en la boca el verbo querer,
que el amor en nuestra alma hace crecer.

Mes que a la mujer que te ha concebido,
ofrendas tu homenaje más sentido,

anacarado, filial, jubiloso
pues de bien nacido es agradecer
la vida, a la mujer que ha parido.


Junio

Las flores de mayo, al calor dan paso,
y bajo un cielo claro, azul y raso,

los primeros atisbos de calor,
puntean la frente de ágil sudor,
llevando a la gente del interior,
hasta un hotel o bien un parador,

en un primer escarceo estival,
buscando esos baños de agua y de sal.

Pero el “finde” se acaba y sin retraso,
debes de volver a tu agotador,
trabajo de jornada semanal.


Julio

Pasamos el solsticio de verano,
y ya con ese temblor en la mano,

que provoca el, “efecto vacaciones”,
comienzas a encaminar tus acciones,
hacia esos pueblos donde sus patrones,
su fiesta inician con vino y jamones.

Verbenas y una santa procesión,
que sus fieles con sana devoción,

alumbran con una vela en la mano.
Mientras los jóvenes en los rincones,
de besos cubren su nueva emoción.


Agosto

Toda la costa es un puro vivero,
bares y restaurantes con esmero,

cuidan bien la fuente de sus ingresos.
Los bañistas entre cremas y besos,
lo disfrutan todo aunque dejen tiesos,
esos números rojos que sus sesos,

devanarán buscando una salida,
a un gasto estival, casi sin medida.

Pero como bien dice el refranero…
“Sarna con gusto…” Así que traviesos,
planeamos la próxima comida.


Septiembre

¡Ay septiembre! ¡Madre mía cómo eres!
A los niños abrumas con deberes,

y a los mayores regalas el mal,
de ese síndrome postvacacional,
que nos recuerda al periodo estival,
aunque de forma obligada y formal,

volvemos al trabajo y a la escuela,
dejándonos el sol una secuela,

que aunque en el pasar del tiempo superes,
tu sistema festivo-emocional,
hasta enero te tendrá en duermevela.


Octubre

Mes que no hace ni frío ni calor,
y en el cual, las visitas al doctor,

se suceden a menudo y deprisa,
pues igual un día vas sin camisa,
y te enferma la única fría brisa.
O igual te abrigas hasta causar risa,

y ese día te hace un sol justiciero,
y como has cargado hasta con sombrero,

sientes hervirte en tu propio sudor,
el cual te marca oloroso la sisa,
mientras deseas que llegue febrero.


Noviembre

El frío tras de nosotros asoma,
y la verdad… ¡ya no es cosa de broma!

Ahora sí, se ha acabado el verano,
el frío comienza a aturdir mi mano,
y otra vez mis quehaceres, chano chano,
convierten al tedio en soberano,

de largos días de aspecto cansado,
recordando mares de gran calado,

o la subida de esa breve loma,
que bien sabes de un modo raso y llano,
lo que queda para estar a su lado.


Diciembre

Diciembre es el mes de la Navidad,
de buenos propósitos y hermandad,

cuando sin pensar siempre perdonamos,
las ofensas que con celo guardamos,
buscando en ellos sentirnos hermanos,
de personas que igual, no respetamos.

Mes en el cual los grandes almacenes,
al llenarse de papas y de nenes,

hacen su ‘agosto’ con facilidad,
mientras nuestros bolsillos nos rascamos,
y otra vez menguan todos nuestros bienes.



Azuma

(Jotabé)


Cuando mi vida la envuelve la bruma,
grito con todas mis fuerzas, ¡Azuma!

Y en un momento vuelve mi cordura,
pues ante cualquier tipo de amargura,
Azuma, de la manera más pura,
convierte toda mi pena en dulzura.

Azuma no está en ningún diccionario,
aunque mi boca la dice a diario,

pues no existe palabra como Azuma,
que sin ningún bombo ni floritura,
mi vida libere de su calvario.



Amor de mujer

(Jotabé)


En este mundo no hay mejor placer,
que ser amado por una mujer.

Rodear con tus brazos su cintura…
Hablarle en el oído con dulzura…
Y sentir crecer en ti la locura,
mientras aprendes su sensual figura,

beso a beso y con gozo placentero,
tanto que ni el más radiante lucero,

tu singular luz podría esconder,
ni hacerme olvidar tu dulce ternura,
que cuido y mimo con todo mi esmero.



Yasert D’ Lima

(Jotabé)


Mi bienquerida Yaseret de Lima,
poetisa que en descubrir la rima,

conocida en el nombre, Jotabé,
al abrigo y aroma de un fiel café
se ciñó a su estudio como un corsé
haciendo lucir su obra cual glasé,

con un poema lindo cual natura,
expresivo y colmado de ventura.

el cual es un canto a la vida y mima,
palabra por palabra cual plaqué,
que exprese su amor con suma dulzura.



Sólo entre aquella gente

(Jotabé)


Estaba solo entre toda esa gente,
tan próximo a ellos pero tan ausente,

que a pesar de escuchar fuerte sus voces,
sentir su aliento y padecer sus roces,
y unos fortuitos golpes como coces,
sus silencios me atacaron feroces,

haciéndome pensar en el dualismo
que ampara por entero a mi egoísmo,

fomentando que mi ego se acreciente,
entre verdades y engaños atroces,
que tan sólo cavan mi propio abismo.



Soldado de reemplazo

(Jotabé)


¡Soldado! El turuta ha tocado diana,
de la litera álzate sin desgana.

Abandona de Morfeo los brazos,
y con amplia variedad de codazos,
traza un sinuoso vaivén de bandazos,
sin pensar en esos tímidos lazos,

que la distancia teje en soledad,
y que uno confunde con amistad.

Pues al acabar esa insulsa arana,
y de tu terruño admires sus pazos,
de nuevo vivirás tu realidad.



Payasito

(Jotabém)


Son las siete de la tarde,
todo el público hace alarde,

con la voz a pleno grito,
chillando y tocando el pito,
llamando al gran payasito,
¡de los niños, favorito!

Mientras que entre bambalinas,
oculto tras las cortinas,

triste el payasito arde,
en ese fuego maldito,
que solo le clava espinas.


Pues eran las seis y media,
cuando surgió la tragedia.

Payasito fue advertido,
que su esposa e hijo querido,
¡Ay! Habían fallecido.
¡Dejando su ser herido!

Compuso su maquillaje,
y chilló harto coraje.

¡Viva la tragicomedia!
Y actuó en lloros sumido,
sin mostrar un mal visaje.



Omaira

(Jotabé)


Omaira, nombre lindo y misterioso,
gracia de una mujer de rostro hermoso,

que Pamplona gozosa vio nacer,
y en Facebook sabe hacerse de querer,
repartiendo alegría por doquier,
con su saber estar, decir y hacer.

Pues siempre tiene esa palabra amable,
y esa sonrisa sugerente y afable,

que a todos regala con gesto airoso,
haciendo de su embeleso un placer,
y de su amistad, un don envidiable.



Ojos rasgados

(Jotabé)


Miré sus bellos ojos fijamente,
sus finos rasgos me hablaron de oriente.

De una tierra que su alma carcomía,
y su índole de mujer disminuía,
sumiéndola un poco más cada día,
bajo el peso de la inmensa agonía,

que la obligaba a vender sus favores,
día tras día a todos los postores,

que ansiosos y con la libido ardiente,
le introducían bien su felonía,
sin el más mínimo de los rubores.


¡Ay hermosa mujer de rasgados ojos!
Tú que cansada de sufrir abrojos,

Deseaste probar suerte y fortuna,
más allá de donde habita la luna,
escapando de miserias y hambruna,
sin sospechar que tu piel de aceituna,

no andaría por un mejor lugar,
que donde niña tuviste tu hogar,

pues la vida a tu ser puso cerrojos,
suprimiendo tus sonrisas una a una
al saberte carne de lupanar.


Hoy lamento tenerte frente a frente,
y en tus ojos ver el miedo al presente,

que la mella de amor de tu pasado,
tu alegre albedrío ha fiscalizado,
haciendo de tu cuerpo patria y estado,
de quien el poder tiene de su lado.

Mujer, tus lindos ojos sigo viendo,
profundos y de tristeza muriendo.

Abandona tu vida, hasta hoy carente,
de esos mimos que tanto has deseado,
y no dejes que te sigan hiriendo.



Mala mujer

(Jotabé)


Qué no daría por volver a ver,
el carmín de esos tus labios, mujer.

Ese encarnado encendido que antaño,
era mi luz, cobijo y abrigaño,
y hoy esconden furtivos el engaño,
que me fuerza a irme de ti hogaño.

Tras sentir que tu boca traicionera,
gravó a fuego en mi piel tu quimera.

La cual mi razón hizo enloquecer,
condenó mi duende a vagar huraño,
y que mi vida a tus pies se rindiera.



La niña

(Jotabé)


La niña juega, déjala jugar,
la niña canta, déjala cantar.

Déjala disfrutar de su niñez,
que ella ilumine su rosada tez
y alegre su alma como un almirez,
antes que los años con avidez,

en el más triste olvido deje inerte,
sus juegos y muñecas a su suerte,

abandonando sus rizos sin par,
y su edad adulta con altivez,
condene una parte de ella a la muerte.



La amada del viento

(Jotabé)


El suave viento rozaba su cara,
como un celoso amante que velara,

esas pocas primaveras en flor
de su tersa faz llena de candor,
que luciera la joven al calor,
que sólo puede ofrecer el amor.

Mientras el vagar de una tierna hoja,
por el viento mecida se le antoja,

alcanzar su rostro y sobre él se para,
provocándole un ligero picor,
que de su grácil semblante despoja.


De su mano un rápido movimiento,
libra su faz de todo sufrimiento,

Volviendo su lisura angelical,
a emanar paz libre de todo mal.
Mientras airado el viento en el marjal,
brama inquieto su alarido infernal.

¡Que nada la faz de mi amada roce!
¡Y que ni una mueca de mal esboce!

Sea grato y eterno este momento,
pues aún sin un contacto carnal,
nada impedirá que mi alma la goce.



El bisoño

(Jotabé)


Recuerdo la última hoja de ese otoño,
que del árbol cansada en ser retoño,

se aventuró al vacío y suspendida,
revolcose en el viento complacida,
sintiendo cuanto mejoró su vida,
sin valuar ésta en su justa medida.

Su sueño se hizo añicos en el suelo,
arrancándole algún día de duelo.

Y de ello doy fe pues siendo bisoño,
aquel porrazo me causó una herida,
para la que nunca encontré consuelo.



Canción para mi niño muerto

(Jotabé)


Ese niño yerto en aquella caja,
clavó en mí su fría tez cual navaja.

Destrozándome el pecho y sentimiento,
reavivando el viejo sufrimiento,
que pensaba llevado por el viento,
donde la voz nunca habla de lamento.

Donde en roca se torna el corazón,
tras una venda de gruesa aflicción.

Pero fue el acre olor de su mortaja,
o quizá fue su aspecto somnoliento,
quien golpeó sin tregua mi razón,


creando en mi recuerdo la figura,
de un pequeñín de cálida lisura,

y piel blanca como la de un armiño,
al que todas las noches con cariño,
besaba sus mejillas con aliño,
pues ese tierno infante era mi niño.

El hijo que mi esposa en sus entrañas,
concibió y luego parió con sus mañas,

Cuidó y amamantó con gran ternura,
mientras mi hijo con un pícaro guiño,
reía todas las pizpirigañas.


Pensaba mi vida llena de dicha,
hasta que el cruel destino movió ficha,

y un drogadicto triste y tembloroso,
de muy mala ley y corazón buboso,
mi paz golpeó en derribo y acoso,
llenándome de un vacío espantoso.

Mi ánima llorosa gritaba herida,
y mi voz enmudecía aterida

con la realidad de mi desdicha,
pues al cubrir de tristeza aquel foso
en él enterraba mi propia vida.



¡Bendito Benedetti!

(Jotabé)


Tenía falta la literatura
de la pluma amable, crítica y pura,

de un amante que nos hizo entender
que para amar, papel no ha menester,
y que al conjugar el verbo querer,
ni una estrella azul debemos poseer.

¡Bendito Benedetti! Voz osada
que defendió de forma encarnizada,

el amor y la vida y la amargura…
y nos regaló el inmenso placer
de su fiel poesía enamorada.


Poeta uruguayo por su nación,
mundial siempre ha sido su proyección.

Pues aún con el alma comprometida,
en denunciar la maldad fratricida…
¿Cómo obviar el poema, Bienvenida?
Y su sensibilidad sin medida.

¡Bendito Benedetti! Voz viajera
que de Montevideo a la Albufera,

el aire ha impregnado de esa emoción,
que nunca a nadie pasa inadvertida,
y mi alma convirtió en su costalera.



Sentirte

(Jotabé)


Quiero sentirte muy dentro de mi ser.
Deseo sentir que ardo en tu querer.

Quiero que me llenes con tu alegría
pues sin ella tan sólo moriría,
en un mar le lastimera agonía,
que incluso oscurece la luz del día.

Ámame esta noche y siempre cariño,
con un amor blanco como un armiño.

Hazme de nuevo sentirme mujer
atracando tu amor en mi bahía,
y a nuestra locura, hagamos un guiño.



Amada mía

(Jotabé con estrambote)


En mis labios reposa el dulce aroma
que suave, como plumón de paloma,

acaricia mi alma y mi corazón,
me envuelve en una encendida pasión,
y a abandonarse invita a mi razón
en juegos de cálida sensación.

Ese dulce aroma, cariño mío,
es tu amor, puro cual blanco rocío,

que a mi corazón enseñó su idioma
hecho de esperanzas y de ilusión
que sin querer subyuga mi albedrío.

Mas, cual sereno río
que tranquilo fluye en la primavera…
¡Tu alma siempre será mi compañera!

 
     
   
     
 
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