
Cèlia
Roca Martín
Barcelona (España)
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Hasta Santiago desde la Comunidad Valenciana
(3 Jotabés)
Voy soñando caricias de palmera,
ósculos de azahar y primavera.
Menguan los campanarios de Orihuela,
sus viejas techumbres de ocre y canela
y su fe bordada en satén y tela;
Hurchillo y Callosa velan mi estela.
Llevo en los pies la tierra del poeta
y amargas rodadas de su carreta.
Donde muere el sol, rielan Albatera
y la promesa cian de Compostela
bajo una danza de fuego y violeta.
Templa el caminar el peso del cielo
en las largas madrugadas de hielo.
La campiña se perla de rosada,
del bermellón de flores de granada
y brotes de buganvilla morada
que trepan prendidos a la mirada.
Laten en Realengo el limonero
y el naranjo bajo cirros de acero.
Y una luna más, crecerá el anhelo
ciego de que una nueva madrugada
se cobije tras su último lucero.
El abrazo verde de Elche recibe
con frescos siseos de acequia y aljibe.
Íbera, romana, árabe y cristiana,
añorante de una dama lejana,
de piedra caliza y belleza arcana,
tomada de su patria ilicitana.
Orgullosa de un Misterio y un palmar
cuyo ramaje juega a hacerse mar.
A su paso, el peregrino percibe
esa alma añosa, brillante y galana
que le dará alas para continuar. |