Ofrenda

(Jotabé)


Se acuna en el recodo del camino
una añoranza inquieta, en torbellino.

Inútil traslucir, ver con medida
lo esencial, jamás tiene despedida;
la ausencia en ocasiones cobra vida
y una imagen tangible, se te olvida.

Desanclo nave, si mi pecho aguanta
ir por la multitud, lo que me espanta.

Voy a lugar alguno, sin destino,
no le temo a la muerte, comedida
la quietud anquilosa mi garganta.



Mi fe

(Jotabé)


Desperté con el guiño de la aurora
y agradecí por todo,sin demora.

Cubre Dios con un manto de esperanza
desterrando del alma, la añoranza,
me entrega luz,amor,paz y confianza;
correspondo al señor, con mi alabanza.

Abrir los ojos, siempre al nuevo día
es un regalo diario,una ambrosia.

Es por eso, para el hombre, en esta hora,
urge forjar un mundo sin venganza
que sea promisorio, en armonía.



Meditación

(Jotabé)


Me dominan espantos ancestrales
que suelen derribar a los mortales.

De mi mente tangible, se hacen dueños
con su sórdida máscara, risueños,
difícil aceptar en mis empeños
me timen, con sus himnos halagüeños.

Perdida la esperanza entre los muros
de una vida de encantos inseguros,

anuncian el presagio a los finales
y agotan la existencia de mis sueños
sumergidos, en fondos bien oscuros.