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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
CLAUDIA CAROLINA ORTIZ
 
Poemas
 
Claudia Ortiz - Karoclá Or

Claudia Carolina
Ortiz
«Karoclá Or»

Tres Lagunas (Dpto. Pilagás)
Provincia de Formosa (Argentina)

Al compás de un Jotabé

(Jotabé acróstico Sérmico pentadecasílabo)


¡Viva, resalte todo aquel forjador de una idea,
la que una creación al universo colorea.

¡Rima Jotabé, su génesis nació de un talento!
¡Jotabé cincelen al descomunal firmamento
y que en su latir: métrica, estrofas se hagan cimiento;
su rima se dota con versos, siendo su alimento (...)

¡Creador de la insigne Rima Jotabé que muestro:
Juan Benito Rodríguez Manzanares, gran maestro!

¡Chapó, loor... a su creación! Qué de ella se vea
al vuelo jotabero izar alto su nacimiento:
¡Jotabé rima bella que adorna el bagaje nuestro!

Acróstico: ¡Viva la Rima Jotabé y su creador, Juan...! ¡Chapó al Jotabé!



Luna shakesperiana


(Jotabé tridecasílabo)


Más de una vez, la luna, testigo señera
de encuentros furtivos; cálida compañera.

En la brisa nocturna ella espolvoreó
un poema perfecto, el que coloreó:
a la luna, al dulce Romeo y a mí. Empleó
en cada noche ¡una honda pasión! Ideó

iluminar las miradas, que en su fiel brillo
nos hizo extraviarnos en el largo pasillo

del soberano amor. Muy real y sincera
su noble impronta, una con la que flameó
la luz cándida de su deslizar sencillo.



La voz de la filantropía


(Jotabé acróstico Sérmico dodecasílabo)


Exhorto a viva voz por más empatía;
efusiva insto por más filantropía,

qué habite tenaz en cada ser humano,
cada amigo, conocido, cada hermano,
persona, que en su resquicio más lozano
ize castos valores en cada mano.

Filantropía: noble reina, qué ejerza
en cada mirada su brío y su fuerza.

Cada acción realizada en su porfía:
humano sea su origen soberano...
Impere el amor, ¡qué todo lo refuerza!


Acróstico: Exhorto efusiva qué cada persona ize filantropía; en cada humano impere.



Calor de los libros

(Jotabé tetradecasílabo)


En la calidez de sus hojas me sumergí
en infinitas ocasiones, que ya perdí

la cuenta. Inefable aprendizaje y travesía
de los que se desgrana en mi acervo todavía
un bagaje de páginas que en su cofradía
guarda la riqueza de contenidos que es mía.

¡Nobles libros que en sus latidos amalgamó,
la experiencia lectora que mi existir amó!

Evocar a cada libro fósil que leí
refleja en los nuevos la dicha que cada día
sapiencia en mi baúl de vida guarda y guardó.



Mi arpaqueñín


(Jotabé eneadecasílabo)


Al compás de mi arpaqueñín hilaridario y juerguero
[ acompaño
a mis horas libres. Cuándo no lo toco una orquestata lo
[ extraño.

En sus hebras disfruto oír discurrir melodisitas que son
dinosauriodonte placer; quiero su musical evolución.
Haré que en la sutileza de sus venas con vasta devoción
irriguen con efervescencia hondotota una musical pasión.

Arpaqueñín, para mí hiperónimo de acordes, qué tiene
[ embrujo,
uno que en mí destila de sus cuerdas notas con loable
[ lujo.

Estimado arpaqueñín, sé el sonido dulce de ahora y de
[ antaño:
¡en mis oídos, en el eco de mi melodioso corazón!
Con el son de tu cuerdadera cincelaré tu mejor dibujo.



Manos gallardas


(Jotabé tridecasílabo)


Que se destaque con frenesí en cada mano
un palpitar que sea loable artesano

de obras humanas que su discurrir contenga
propósitos que equidad en ellos sostenga.
Sin tinte, cada estrechar con él vaya y venga:
beneplácito, del que hidalguía se obtenga.

En cada apretón de manos se sintetiza
la magia intangible que algazara desliza.

Que en el amanecer de cada ser humano
la nobleza de las actos no se detenga.
Concordia: vida y realidad, armoniza.



En busca de Juan Benito...


(Jotabé hexadecasílabo)


La Catrina, muy casquivana, ha venido sigilosa
empañando el oxígeno de la brisa, que miedosa.

Le concedió pasar con su aspecto exangüe e inaudito.
Jactándose, con su pellejo sombrío, en un gran grito
sentenció: «¡Vengo a enroscar a la tuerca del Juan Benito!
¡Qué prepare su espíritu, porque bien arrugadito

terminará, cuándo lo desolle mi guadaña impune.
¡De mí no existe quien escape, corra... ya que a mí se une

todo: esqueleto, entrañas, huesos, uñas... ¡soy ventajosa!»
Así, que Juan Benito, será mosto para mi rito
y, chicha y aloja para mi voraz repertorio inmune.



La esencia peculiar de mi tierra natal


(Jotabé vigintasílabo)


Suelos de polvareda, lagunas, juncos, montes, palmares...
[ ¡Qué hermosa,
mi tierra! Ciñe a su existir una porfía labriega y candorosa!

Elijo una y mil veces recorrer por sus reconfortantes
[ latidos,
porque mi bella provincia, Formosa lleva consigo en sus
[ sentidos:
parajes, senderos, represas, reservas naturales, qué
[ prendidos
en su existencia hacen que disfrute sus aromas, en mí
[ bien cernidos.

La idiosincrasia del palpitar campestre de los pueblos de
[ mi tierra
transporta en ella un embrujo inherente que gozo
[ intangible en mí encierra.

Pirané, Ibarreta y Laguna Yema, localidades de Formosa,
lugares de tres, de los nueve añorados Departamentos
[ floridos
este año visité. Al calor del firmamento rural, mi alma se
[ aferra.



Los niños son fuertes


(Jotabé)


Traigo a los niños mi apretón de manos,
flores de este jardín, sean hermanos.

Que sus sonrisas puedan florecer;
sus sendas con luz al amanecer.
Griten el gozo que existe en su ser;
son las velas de Dios para encender.

Que sus sueños cada día florezcan;
que en sus jardines cada día crezcan

raíces fortísimas que en sus sanos
sueños, ellos tengan para verter:
latidos que en los días reverdezcan.



Al calor de una inherencia infante


(Jotabé pentadecasílabo)


Génesis cándida que en el bravor del mundo imprime
su párvula impronta particular, que de ella esgrime.

En su sangre límpida fluye manantial de miel
que manifiesta la nobleza espontánea y fiel;
la inherencia gallarda que destila de su piel
para cincelar flores en el mundo: ¡en su vergel!

Palpita al calor de sueños infantes que decora
con los colores de la inocencia que de él aflora.

Cada niño imprime y esgrime una candidez sublime.
Panal de miel; luz fiel a su piel, vergel de un clavel:
¡decora con lo que aflora su raíz soñadora!


(Jotabé ganador del Terer Premio del II Concurso Interncional de Poesía en rima Jotabé «Un Jotabé por la infancial»)



Follaje infante del jardín de la vida


(Jotabé Anverbo tridecasílabo)


Jardín solemne que al compás del sol su flor,
hasta la luna de adorno con su color!

Música y eco de una mirada florecida.
Ser con brillo inocente e innato de la vida;
semilla, siembra; estrella con luz consentida.
¡En ellos nobleza sublime sin medida!

Dulce infancia que en sus sinfonías, la euforia:
bello concierto de una existencia notoria.

Canto del natalicio de un genuino amor.
Ensueños infantes: poesía encendida,
que en su contenido párvulo, ¡gran historia!



Valor perenne de una evocación


(Jotabem)


Nostalgia de un corazón...
Recuerdo con emoción

la remembranza sagrada
de una efusiva mirada:
hogar, calidez soñada,
que prosigue en mí arraigada.

De su loable envoltura
el recuerdo aquí perdura.

Dulce y bella «evocación»
de una infancia decorada
con su intangible hermosura.



Mi añorada casita


(Jotabé vigintasílabo)


Si supieran, queridos amigos, ¡cuánto extraño mi noble
[ casita...!
Celebérrimo y soberano hogar, qué en la evocación más
[ pequeñita

halla en el eco de los resquicios más hondos de cada
[ rinconcito
una fragancia que todavía se extravía en mi corazoncito.
¡Pucha, universo de vivencias, cuánto extraño el sublime
[ calorcito
que al rememorarlo el bagaje natal se sella en cada
recuerdito!

¡Ay, tiempo pretérito que te has convertido hoy para mí en
[ un niñín!
Uno que en ese extinto y antiguo pasado atesoras el
[ pequeñín

recuerdo de la casita pequeñita ¡Evoco su gran miradita!
Rinconcito, corazoncito, calorcito, recuerdito: "baulcito".
Niñín, con un vestigio pequeñín, tiempo aquel eres en mi
[ fortín.



Palabras alicientes del optimismo


(Jotabé hexadecasílabo)


En mi palpitar singular, genuino y enfático imprimo
un despierto entusiasmo rimbombante que legitimo.

Decoro con significativo énfasis cada orilla
que con la gran incentivación de la elocuencia brilla
y, en cada firmamento particular como estampilla
han de ser cultivos, que comenzaron siendo semilla.

Cada impronta empuña con gran audacia en su fortaleza
una íntegra, descomunal y singular entereza...

- Imprimo y legitimo, yo Optimismo... digo y dirimo:
«¡Orilla, brilla como estampilla, semilla caudilla...
que fortaleza y entereza se divisa en tu llaneza!»



La génesis de mi suelo


(Jotabé pentadecasílabo)


Al norte de la Patria, mi Tres Lagunas querido,
es de los nueve Departamentos, el consentido

de Formosa, provincia veintitrés de la Argentina.
Treinta y ocho abriles guarda él de mí, Claudia Carolina.
Desde mil novecientos ochenta y tres disemina
cien porciento en su latir una existencia genuina.

Tres mil seiscientos once único Código Postal,
tres mil setecientos dieciocho el de área local.

En los dos ojos de su mirada veo el sentido
que en los doce meses su latir noble compagina.
Trescientos sesenta y cinco días: encanto anual!



Festejo jotabero


(Jotabé dodecasílabo)


Que una flor más en su efusivo jardín
decore el gran follaje de su fortín.

En el manifiesto de su inspiración
siga destilando la composición
de méritos que con gratificación
desenvainan aplausos y admiración.

El célebre legado de su sapiencia
se convierta en nosotros: perpetua herencia;

qué ella sea el más invaluable botín,
producto de su solemne creación.
¡Que brillen los faroles de su inherencia!



¡Oh, cálida Navidad!


(Jotabé)


¡Oh, cálida navidad que destila
el calor efusivo que compila!

Atesora en sus sublimes latidos
el valor célebre de sus sentidos...
De la fe: el latir y don, esgrimidos.
¡Enhebra los deseos más queridos!

De su existir desenrolla el encanto,
uno que a su discurrir lo hace canto;

canto dulce que con su ser estila
decorar con sus dones encendidos,
¡por eso a la navidad se ama tanto!



Latidos sobrios de la porfía


(Jotabé Anverbo decasílabo)


Valor soberano y magistral
con brillo singular; muy especial.

Brío garrafal de una envoltura:
¡íntegro, constante en su postura!
Vasija con agua mansa y pura;
esencia con loable frescura.

Porfía, en la vida: ¡sin medidas!
Sus luces en cada uno, ¡bien prendidas!

Acicate sobrio en su caudal;
firme en cada desembocadura...
Razones audaces: ¡encendidas!



Impronta de mi terruño


(Jotabé Numérico pentadecasílabo)


Al norte de la Patria, mi Tres Lagunas querido
es de los nueve Departamentos, el consentido

de Formosa, provincia veintitrés de la Argentina.
Treinta y ocho abriles guarda él de mí, Claudia Carolina.
Desde mil novecientos ochenta y tres disemina
cien porciento en su latir una existencia genuina.

Tres mil seiscientos once único Código Postal,
tres mil setecientos dieciocho el de área local.

En los dos ojos de su mirada veo el sentido
que en los doce meses su latir noble compagina.
Trescientos sesenta y cinco días: ¡encanto anual!



En una nube mis letras


(Jotabemo Rimispal)


1

Cómo recuerdo tu noble inocencia,
que desplegabas con gran elocuencia.

Destilabas un candor muy efusivo;
optimismo entusiasta e intempestivo.
Tu existir grato y significativo
llevaba consigo más de un motivo

para sonreír ¡No te olvidaré!
Un rincón especial te guardaré.

Resaltaré tu cálida existencia.
Un gran vacío se torna emotivo;
¡te evoco y sé que ya no te veré!


2

Cuántos sueños arropó tu inocencia
regados con una noble elocuencia.

Se escurrió con acicate efusivo,
tu brío y un agitar intempestivo:
¡quedó aquí el vuelo significativo!
Para recordarte sobra un motivo...

Instantes vividos no olvidaré.
Miles de sonrisas, las guardaré.

¡Recuerdo tu singular existencia!
Te dedico mi poema emotivo,
triste lo escribí; ya no te veré.



Aliento frío del año


(Jotabé decasílabo)


Vestido de frío, todo, el suelo:
duerme y despierta su andante vuelo.

Cubre aquí, allá con su brisa fría.
Temperatura baja que al día
decora con su soberanía,
ya que algidez por doquier rocía.

En el palpitar de mi Argentina
por varios meses se disemina,

frío aliento que con su desvelo
al sol, a la luna con su manía:
¡sella bruma, rocío y neblina!



Palabras alicientes del optimismo


(Jotabé Terzimas hexadecasílabo)


En mi palpitar singular, genuino y enfático imprimo
un despierto entusiasmo rimbombante que legitimo.

Decoro con significativo énfasis cada orilla
que con la gran incentivación de la elocuencia brilla
y, en cada firmamento particular como estampilla
han de ser cultivos, que comenzaron siendo semilla.

Cada impronta empuña con gran audacia en su fortaleza
una íntegra, descomunal y singular entereza...

- Imprimo y legitimo, yo Optimismo... digo y dirimo:
¡Orilla, brilla como estampilla, semilla caudilla,
que fortaleza y entereza se divisa en tu llaneza!



Estampilla perenne de una colosal añoranza


(Jotabé hexadecasílabo)


Voy meciendo en mi impronta un palpitar sincero, rogando
que no me derrumbe la nostalgia, tanta, tamizando

el descomunal nudo desolado, álgido, doliente.
Rememoro, mas quiero que aclare resumidamente
manifestando lo que pasa, satisfactoriamente
para no herida sucumbir o afecte terriblemente...

Gran tierra desconocida, (otro destino), novedosa;
con voluntad entusiasta diaria zarpo, poderosa

contrarrestando todo; el ingrato efecto tolerando...
Recordando una frase, en cada rincón continuamente:
- (...) «El agua es más fuerte que la roca...» Yo, ¿poco
[ colosa?



Al compás de la brisa viendo Francia

(Jotabé)


Con un gran vestido de pudelaje
y, despampanantes luces de encaje,

el firmamento retrata que existe.
Luce la esencia mágica que viste,
una razón noble que la reviste;
adornar a Francia: ¡en eso consiste!

Obra arquitectónica que dirime
admiración; que hasta el cielo lo esgrime.

Graba en ella el palpitar del bagaje
de «una impronta peculiar», que la asiste;
la despliega y en el universo imprime.

 
     
   
     
 
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