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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
ALEXÉI OCAÑA VIERA
 
Poemas
 
Alexei Ocaña Viera

Alexéi
Ocaña Viera

Santa Clara, Villa Clara
(Cuba)

Ilusión

(Jotabem)

«La tarde se ha dormido»
Antonio Machado



Sobre el cielo florecido
ya la tarde se ha dormido.

Sin tu sonrisa presiento
que voy perdiendo el aliento
como un retoño sediento
entre las alas del viento.

En mi memoria he guardado
el dulce beso soñado.

Y te abrazo sorprendido
mientras miro el firmamento
algo viejo y fatigado.



Zunzún

(Jotabem)

Zunzún, detalle del viento
Adolfo Martí Fuentes


En mi pupila te posas,
espadachín de las rosas.

Bajo la miel del umbral
libas la luz estival;
con tu encanto sideral
fluye alegre el manantial.

Cuando me miras, yo siento,
que resplandece el momento.

Mientras sonrío, reposas
en un tallo de coral:
Zunzún, detalle del viento.



La tarde

(Jotabem)


Arde la tarde serena
en la pupila de arena.

De las olas solo es suma
todo aquello que se esfuma;
en el nácar de la espuma
la luz al pájaro pluma.

Bajo el dulce cocotero
bebe su sombra el viajero.

Es la vida una cadena,
un recuerdo. La yagruma
reverdece en el madero.



Bajo la luna calada…

(Jotabem)


Bajo la luna calada
bebí su ardiente mirada.

No dejaba de soñar,
invitándome a sacar
todas las perlas del mar
sin temor a naufragar.

Y se puso transparente
mientras besaba su frente.

Como viva llamarada
rozó mi tez al probar
la dócil miel del poniente.



Angustia

(Jotabem)


Abrir los ojos y ver
otro nuevo amanecer.

Este extraño sentimiento
que se apropia del momento
donde me abrazas y siento
cada sorbo de tu aliento.

Y pareciera locura
bajo esta recia armadura.

¿Si no volviese a nacer
guardaría el firmamento
la brevedad que perdura?



Abuelo

(Jotabem)

y yo -pastor pequeñuelo
al pie de una cañabrava-
Jesús Orta Ruiz


En las tardes me esperaba
al pie de una cañabrava.

Y yo -pastor pequeñuelo
sobre la palma del suelo-
veía brotar del cielo
cada historia del abuelo.

Por los tallos de la brisa
florecía su sonrisa.

A su lado imaginaba
ser el mágico consuelo,
vivir sus sueños sin prisa.


(Finalista del XIII Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



La llamada tardía

(Jotabem)


En la profunda pradera
trepida la primavera.

Y la siento tan distante
junto a la fronda fragante
que quisiera ser su amante
sin derramar el instante.

Por los pétalos aflora
cuando sonríe la aurora.

Hoy enjuga su cadera
bajo la flor del semblante
y en mi pupila se dora.



Ocaso

(Jotebem)


cenit de una primavera
Jorge Guillén



Vuela la tarde. Titila
en la lejana pupila.

Junto al iris nacarado
el horizonte calado
reverdece enamorado
en las espigas del prado.

Por los pistilos de cera
abre las alas, espera.

Entre las nubes oscila,
sorbe el pétalo dorado
-cenit de una primavera-.



Duelo

(Jotabem)


En el sonido más leve
vuela el pájaro de nieve.

No me mira. Diminuto,
urde la sombra del luto;
sobre el álgido minuto
sus alas hienden el fruto.

Como un despojo sin nido
revoletea el olvido.

La mortaja del relieve
ronda mi párpado enjuto...
grazna el silencio dormido.



Valencia

(Jotabem)


Lecho de luna y arena
entre la brisa serena.

¿Cómo olvidar tu mirada
junto a la torre calada:
celeste espuma perlada
al despertar la alborada?

Fluye al instante a la piel
cual aroma de clavel.

Tu sonrisa azul, amena,
roza las nubes sentada
sobre los tallos de miel.



Éxtasis

(Jotabem)


Sueña dulce en la ventana
a la luz de la mañana.

Como un diamante pulido
centellea su vestido
bajo el azul embebido
en el ardiente latido.

Las nubes besan el cielo,
la fragancia y el anhelo.

En el calado de lana
apenas siente el zumbido
que se esparce con el vuelo.


(Jotabé ganador del Sexto Accésit del XI Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



Eco

(Jotabé)


Cala la brisa la piel de la aurora.
Vuelan las aves, el cielo se dora.

Abraza la luz el dulce latido,
el beso distante, el iris perdido
en el horizonte, junto a Cupido...
y las nubes arden en el sonido.

Cerca del alma el arroyo titila,
florecen los sueños en la pupila.

Despierta el paisaje, la voz aflora;
reluce en los labios el eco herido
y el alba en el párpado se deshila.


Nota: El motivo del poema es Eco, ninfa de la mitología griega.



Helena

(Jotabem)


Era agradable, graciosa,
algo menuda y hermosa.

Reluce la primavera...
dejo mis sueños afuera
donde la brisa me espera
como una eterna viajera.

La luz cansada se anida
en mi mente y en mi vida.

Brillabas como una diosa,
en el arte eras pionera,
y en el amor...no se olvida.



Los amantes de Teruel

(Jotabem)


Hoy la luz ha despertado
la pasión en el mercado.

Recuerdo aún su sonrisa
tan fresca como la brisa.
Los años marchan sin prisa
sobre mi humilde camisa.

Bésame, por Dios, que muero
como si fuera el primero

en vestir de verde al prado...
Mientras pensaba en la misa
me besó con dulce esmero.



Melancolía

(Jotabé)


El verde reluce tras fino velo:
dulce melodía brota del cielo.

Miro lo real, esplende el futuro,
firme y distante si no me apresuro.
Vuelve el pasado sensible, maduro,
pleno de ensueños, amoroso, puro...

La brisa fragante de esta llanura,
enardece el canto que en mí perdura.

La nostalgia despierta sobre el suelo:
renace el instante donde procuro
rebosar mi alma de paz y ternura.



Diana

(Jotabé)


Siento en tus labios suave melodía,
desnudas mi alma con dulce armonía.

Ante mis ojos tu imagen fulgura
plena de amor, apasionada y pura.
Besos que enardecen, tarde madura,
destila tu piel fragancia y dulzura.

Florece el verde sobre el vasto suelo,
murmulla el arroyo, reluce el cielo.

Siembras en mis años tanta alegría:
miro al poniente con febril locura
y la luz se anida bajo tu velo.



Poesía

(Jotabé)


Tiembla una parte de mí que es tu parte,
sublime el deseo, así es el arte.

Abro la ventana, tu ser fulgura,
y mientras mueves tus alas perdura
ante mis pobres ojos tal finura
que preso en tus labios mi voz madura.

Con la adarga despierta cual Quijote
siento en mi corazón el suave trote.

Este instante profundo de crearte:
plena de luz realzas la dulzura
y en mansos versos entregas tu dote.



Justo al frente del olivo

(Jotabem)


Justo al frente del olivo
renace mi canto vivo.

Tardes perdidas y muertas
florecen si las despiertas
ante las profundas huertas
entre manos más expertas.

Canta glorioso el sinsonte
revestido por el monte.

Es el tono ilustrativo
por donde se abren las puertas
y reluce el horizonte.



Cautivo

(Jotabem)


En el oscuro portal
cantaba triste el zorzal.

Suave y cálida criatura:
el monte crece, perdura,
frágil trina la llanura,
despierta su imagen pura.

Más la diosa del progreso
no le dejó inmune, ileso.

Endulzaba al manantial
con deslumbrante ternura
hasta el día en que fue preso.



La bruja y el elefante

(Jotabé)


El tiempo, dulce burbuja,
en las manos de una bruja.

Yo era joven y elegante,
sin futuro, trepidante,
nada agreste ni parlante,
de las noches fiel amante...

Con la marcha de los años
crecieron más los engaños.

En el ojo de la aguja
entra a prisa un elefante
cubierto con finos paños.



Ana (2)

(Jotabem)


Mientras observas la luna
mi voz se aviva en la duna.

Desbordado de emociones
procuro en ti finos dones
con deslumbrantes razones
para que surjan pasiones.

Suave y cálida es la brisa
que enardece tu sonrisa.

Hoy comienza mi fortuna:
con agrado me propones
besar la aurora sin prisa.



Musa celosa

(Jotabem)


Si volviera a bajar muda
la endulzaré con Neruda.

Como salida de un cuento
deja mi voz sin aliento,
suave estampa en movimiento
esplende todo al momento.

Cuando muestra su semblante
quedo rendido al instante.

Es arisca, algo menuda...
Si no me encuentra contento
no consiente que le cante.



A la Virgen de los Desamparados

(Jotabem)


Del instante más profundo
hoy regreso moribundo.

En el candor de mis penas
siento las tristes faenas,
suaves y dulces cadenas
florecen entre mis venas.

Al amparo de tus ojos
se dormirán mis enojos.

Quiero conocer el mundo,
andar por otras arenas,
irme al cielo sin despojos.



Retrato

(Jotabem)


La luz sus cabellos dora
al resplandor de la aurora.

Cuando el instante se duerme
sueña apacible con verme,
descubre su mano inerme
y yo vuelvo a distraerme.

En el lienzo su figura
reluce plácida y pura.

Con la vista me devora,
jamás deja de quererme,
es un sueño sin cordura.



Mi obra

(Jotabem)


Siempre llega la mañana
a través de mi ventana.

Al escribir sólo pienso,
soy cual infante indefenso,
más prendido como incienso
me depuro entre lo inmenso.

Mis letras algo inseguras
instruyen voces futuras.

No me figuro sin Ana,
diosa vertida en lo intenso,
plena de amor y dulzuras.



Gloria

(Jotabem)


Quién pudiera frente al mar
en sus labios naufragar.

Ya sin fortuna, perplejo,
nada maduro ni viejo,
triunfante como un cangrejo
me deprimo ante el espejo.

Su figura lustre prosa
entre mis ojos reposa.

Quién pudiera imaginar,
la vida es sólo un reflejo
al arbitrio de una diosa.



Ana

(Jotabem)


Observas la luna y pienso
plasmar su luz en el lienzo.

Desbordado de emociones
procuro en ti finos dones
con deslumbrantes razones
para que surjan pasiones.

Suave y cálida es la brisa
que despierta tu sonrisa.

Volver ha sido el comienzo
y con dulzura propones
besar la aurora sin prisa.

 
     
   
     
 
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