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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
BRYAN SAID MORENO CEBALLOS
 
Poemas
 
Saïd Moreno

Bryan Said
Moreno Ceballos

«Saïd Morion»
«Saïd Morne»
«Saïd Moreno»
«Saïd Gadwen»

Dosquebradas, Risaralda (Colombia)

Delicias de mi tierra

(4 Jotabés)


I

A ver mijo, probá pues este plato,
así te hará sentir un muy buen rato.

Vení aquí parcero a disfrutar
de la bandeja paisa que probar:
arroz con los frijoles, ¡qué manjar!
Carne, chorizo y huevo al paladar.

No falta el aguacate que se come,
tampoco el chicharrón, ¡qué rico ome!
Ni qué decir que ahora no es barato

comprarse un huevo pa’ poder fritar,
mejor una empanada que me tome


II

o qué sé yo, con carne desmechada,
y con una buena chicharronada.

¡Qué chimba pues, comerme una lechona!
Con su dorada piel, bien sabrosona,
y mi panza que alegre se emociona
al ver que en cada plato se raciona

la deliciosa carne, tan jugosa
al sentir su boca’o, ¡qué sabrosa!

No dudes en probarla aderezada,
con un toque de hogao, en esta zona,
explosión de sabores que rebosa.


III

También aborrajado yo quisiera,
sentir ese sabor, sin más espera,

un plátano maduro que aplasta’o
es un rico manjar bien sazona’o,
rellenito de queso, asegura’o
pa’l antojo que tengo emociona’o.

Incluso está el sancocho de costilla.
¡Un caldo espeso, es una maravilla

con su yuca y su plátano, y comiera
la papa y el cilantro, cautiva’o,
reconfortante sopa en esta villa.


IV

¡Qué cosa más berraca, se me antoja
una arepa de chócolo que arroja

ese tierno maíz, esa textura
suave en mi paladar, sensación pura!
Y se despierta en mí, esa ternura
de un placer culinario que me cura,

y aunque mi dieta diga lo contrario,
no lo puedo evitar, me es necesario

que en cada boca’o mi antojo acoja,
pudiéndolo sentir con tal dulzura
en cada desayuno que hago a diario.



Estampa del desdén


(Jotabem heptasílabo)


La casa va vestida
de fealdad, sin vida.

La hicieron con pereza,
sin arte ni destreza.
No hay nada de belleza
ni en su más leve pieza.

La dueña, vieja terca,
de lo tacaña es puerca.

Tan mal está construida
que en poca sutileza
ni el más chambón se acerca.



Orgulloso de ser pagano


(Jotabé tridecasílabo)


Ser pagano es mi gran enorgullecimiento,
pues ser cristiano incompatibilidad siento.

Marchar por las sendas de autoaprendizaje,
espiritualizando el sagrado paisaje
armonizaríamos, con todo el boscaje
si se ideologizaba el saber que atraje.

En Latinoamérica el pagano ahora
vive la vida tan sensibilizadora.

Es admirabilísimo en cada momento
que en caracterizaciones de su linaje
piense en autodeterminación que lo honora.



Naturaleza verde


(Jotabé 5-7-5)


Los pastizales danzantes en el viento. Mañana fría.
¡Qué bellas flores! Tañendo con sus hojas dan sinfonía.

Se peina el bosque su verde cabellera. Huele a natura.
Un árbol viejo, se baña con la lluvia que da frescura.
La hierba pinta, de los valles el lienzo con su pintura.
En clorofila se visten las praderas, color que dura.

La madre tierra cubre con sus alfombras, aquel paisaje
de tonos verdes, su aromática seda nos da el follaje.

Montes agrestes, luciendo sus verdores con alegría.
Las aves cantan en extensos jardines, fragancia pura.
De la campiña la laguna refleja, glauco ropaje.



En busco del conocimiento del todo


(3 Jotabejos tridecasílabos)


I

En mi onírica vida que luce lozana
pretendiendo alcanzar esa estrella lejana.

Vagando en la oscuridad sin hallar la brecha
del lugar eminente que deja una trecha,
siempre fui una sombra cuando todo me acecha
sin la luz que me guíe do la senda estrecha.

Temeroso sin lustre en la bruma cautiva
no he podido acceder por tiniebla furtiva.

Pretendiendo alcanzar esa estrella lejana
sin la luz que me guíe do la senda estrecha
no he podido acceder por tiniebla furtiva.


II

Sacro farol que luciente en congoja espero
de radiante pergeño se encumbra somero.

Bajo la nube que opaca lo que es visible
cual humo del volcán haciéndome imposible
el poder conseguir en un tiempo intangible
sobre el orbe el reino del cielo inasequible.

No hay sosiego en búsqueda de las potestades
de ciencias sublimes que ocultan las deidades.

De radiante pergeño se encumbra somero
sobre el orbe el reino del cielo inasequible
de ciencias sublimes que ocultan las deidades.


III

Si busco la sapiencia en mi sendero vivo
más allá del silencio a ignorantes esquivo.

Con sus negros vapores que ostentan distantes
empañando mi ser bajo nieblas constantes,
escarnios que se muestran viles y distantes
por su atezado ceño en burlas petulantes.

Son seres prepotentes que parecen llagas
que en altivas miradas son hirientes dagas.

Más allá del silencio a ignorantes esquivo
por su atezado ceño en burlas petulantes
que en altivas miradas son hirientes dagas.



Goteras


(Jotabem)


De la lluvia soy esquivo
en el lugar donde vivo.

En casa hay tanta gotera
que parece que lloviera
hacia dentro más que afuera.
¡Cielo roto por do quiera!

Si mirases todo el techo
notarás que está mal hecho.

Aunque lo agradezco altivo
el tener casa siquiera
pienso que esta es un desecho.



En busca del conocimiento del todo


(3 Jotabejos tridecasílabos)


I

En mi onírica vida que luce lozana
pretendiendo alcanzar esa estrella lejana.

Vagando en la oscuridad sin hallar la brecha
del lugar eminente que deja una trecha
siempre fui una sombra cuando todo me acecha
sin la luz que me guíe do la senda estrecha.

Temeroso sin lustre en la bruma cautiva
no he podido acceder por tiniebla furtiva.

Pretendiendo alcanzar esa estrella lejana
sin la luz que me guíe do la senda estrecha
no he podido acceder por tiniebla furtiva.


II

Sacro farol que luciente en congoja espero
de radiante pergeño se encumbra somero.

Bajo la nube que opaca lo que es visible
cual humo del volcán haciéndome imposible
el poder conseguir en un tiempo intangible
sobre el orbe el reino del cielo inasequible.

No hay sosiego en búsqueda de las potestades
de ciencias sublimes que ocultan las deidades.

De radiante pergeño se encumbra somero
sobre el orbe el reino del cielo inasequible
de ciencias sublimes que ocultan las deidades.


III

Si busco la sapiencia en mi sendero vivo
más allá del silencio a ignorantes esquivo.

Con sus negros vapores que ostentan distantes
empañando mi ser bajo nieblas constantes
escarnios que se muestran viles y distantes
por su atezado ceño en burlas petulantes.

Son seres prepotentes que parecen llagas
que en altivas miradas son hirientes dagas.

Más allá del silencio a ignorantes esquivo
por su atezado ceño en burlas petulantes
que en altivas miradas son hirientes dagas.


(Poema ganador del Segundo Premio del XI Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



Su mirada invernal


(Jotabea)


Su mirada es el invierno que todo congela
punzante cual carámbano a mi corazón hiela.

Su mirada es noche helada que da oscuridad
me arropa con su manto al brindar gris soledad,
sus ojos son luceros que en su pura frialdad
ya no calientan mi alma, retorno en tempestad.

Su mirada es día gélido sin luz que guía
el camino que conduce a mi esencia sombría.

Su mirada de invierno, que frío hace que duela
mi noche tan oscura en tristura y oquedad
del sol que en mí se apaga, ya en mí no existe el día.



Mis célicos sueños


(Jotabé Cúver tridecasílabo con rima doble y versos franceses)


I

Soñé que soñaba, en las nubes rosadas
y un ángel pintaba, al albor pinceladas.

Creí que creía, en la magia de un vuelo
que mi alma quería, al dejar su desvelo
ser luz en el día, entre el cian terciopelo
del alba sombría, al yacer en el cielo.

Sentí que sentiste, el ocaso silente
en tanto te fuiste, al mirar el poniente.

Pensé que pensaba, en las flores aladas
del prado que guía, al confín de su velo
cual sol que se viste, en dorado candente.


II

Soñé que soñaba, en las nubes sedosas
y un ángel llevaba, en sus manos mil rosas.

Creí que creía, en la magia de un canto
sublime armonía, entregando su encanto
aquel que volvía, a sonar entretanto
sólo es sinfonía, en el célico manto.

Sentí que sentiste, el ocaso rojizo
pincel que teñiste, en la luna que brizo.

Pensé que pensaba, en las flores airosas
que dan fantasía, en perfume de helianto
y en música diste, al tañer un hechizo.


III

Soñé que soñaba, en las nubes danzantes
y un ángel cantaba, en jardines colgantes.

Creí que creía, en la magia de un sueño
que frágil lucía, anhelando ser dueño
del valle que enfría, el candor que risueño
en calma dormía, arropado en ensueño.

Sentí que sentiste, el ocaso fundirse
del tono que insiste, en ser grana al zurcirse.

Pensé que pensaba, en las flores fragantes
y en ellas solía, aromar el pergeño
de un ángel que existe, al soñar y dormirse.



Navidad del Niño Dios


(Jotabejom)


El reír del niño suena
en la dulce nochebuena.

Te diré que es la verdad
con mucha felicidad
que el traer prosperidad
es regalo en Navidad.

Sentirás en su landós
el llegar del niño Dios.

En la dulce nochebuena
es regalo en Navidad
el llegar del niño Dios.



Mágico romance


(5 Jotabea con doble rima)


I

Sumergido en el ponto, de tus ojos naufrago
si te bebo de pronto, con tu boca me embriago.

Son tus besos caricias, en fragante hidromiel
al sentir las pudicias, desnudando tu piel
cual manjar de delicias, perfumadas de miel
con deseos y ardicias, entre tonos pastel.

Tu belleza de ensueño, corazón que me hechiza
es un mágico sueño, que a mi ser hipnotiza.

En tus labios remonto, como barca en el lago
con un roce propicias, el amor puro y fiel
al mirar tu pergeño, que tu tez se adoniza.


II

Beberé del brebaje, de tus labios carmín
pues fenezco en estiaje, cual sediento jazmín.

Irradiando pureza, con tu esencia divina
eres tú la terneza, que entre tu alma hialina
puedo ver tu lindeza, como blanca calina
con tu boca cereza, de tu faz blanquecina.

En intensos rubíes, que con besos se endulce
de tu aroma y rocíes, el almíbar más dulce.

Diamantino oleaje, de la mar al confín
de tus ojos clareza, tu mirada perlina
cual la luna sonríes, sobre nube agridulce.


III

Sonrojadas mejillas, en pincel y acuarela
como frescas frutillas, que tu rostro pincela.

Esbozando tu aliento, con pinturas oníricas
es sentir en el viento, melodías tan líricas
que con flautas ostento, las sonatas vampíricas
en el quinto elemento, de tus artes empíricas.

En el lienzo de idilios, se han teñido las flores
cual los cándidos lilios, obsequiando colores.

Con sutiles vainillas, de tu piel se constela
en mador y te siento, cual candencias tan píricas
al llegar pervigilios, en pasión de rubores.


IV

Es tu voz sinfonía, bella musa hechicera
la exquisita ambrosía, de tu esencia lumbrera.

Suave elíxir que evoca, de tu piel dulce olor
tu semblante me invoca, cual conjuro de amor
y mi cuerpo te toca, como abeja en tu flor
al probar con mi boca, de tu fruto el sabor.

En tu célico rostro, resplandecen tus ojos
son luceros que premostro, de la esfera a manojos.

Es el viento armonía, la canción más dulcera
que al danzarte provoca, tu anhelado pudor
y ante ti yo me postro, por tus tiernos sonrojos.


V

Al verter de rocío, purificas mi esencia
con tu cuerpo en el mío, de sentir tu presencia.

En la mística danza, de la luna en la mar
su reflejo no alcanza, tu belleza abrasar
con la luz que nos lanza, tú reluces de estar
como estrella que avanza, por el cielo al brillar.

Es tu amor sempiterno, mi utopía anhelada
al creer que en lo eterno, yaces tú dulce amada.

Tu pasión es estío, de arrebol tu querencia
es tu hermosa semblanza, néctar suave y manjar
cual ardor del averno, tu caricia soñada.


(Poema ganador del Tercer Accésit del X Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



El pesebre


(Jotabé palabra)


Pesebre humilde donde el niño nace
con María y José en la cuna yace.

Llegan hacia el pesebre reyes magos
evitando en soldados sus estragos
circundando el pesebre en esos lagos
a ofrecer al niño Dios sus halagos.

Cuando sobre el pesebre se celebre
la navidad con regalos de orfebre.

En el pesebre quiere que lo abrace
el niño Dios que junto a los rezagos
juega con la doncella en el pesebre.

 
     
   
     
 
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