Planeta bajo agua

(Jotabé dodecasílabo)


Glaciares y polos, al hielo perder
al nivel del océano hacen crecer.

Si Ártico y Antártida siguen hirviendo,
nuestros continentes se van encogiendo,
porque así las costas se irán sumergiendo
y muchos países desapareciendo.

Para que no continúe ese hervidero,
habrá que detener a ese invernadero.

Y si no se puede el calor detener,
nieve y hielo se seguirán derritiendo,
quedando bajo el agua, el planeta entero.



La vida hasta que se va

(Jotabé eneasílabo)


Cuando Dios al mundo creó
al hombre más favoreció.

Solo a él, le entregó una vida,
con la que podía enseguida
en su existencia permitida
aprovecharla sin medida.

Le pidió, que a ella, al tenerla,
jamás, se olvide de quererla.

Porque solamente esa le dio,
por un momento, hasta su ida;
a donde ya no podrá verla.



El libro de papel

(Jotabé tridecasílabo)


La biblioteca se está quedando vacía
y menos personas van a la librería.

Ha disminuido el interés por la lectura,
porque ya el libro, en papel, poco se procura;
y si no lo usa ni la persona madura,
viajarán sus páginas a la sepultura.

Si no se lee, nunca sabremos de historia;
al no quedar, ella escrita, en nuestra memoria.

«De la humanidad: las frases del día a día
en piedras, papiros y papel de escritura,
del libro que jamás podría ser escoria».



Reino de Valencia – Estado soberano

(Jotabé hexadecasílabo)


Llegó el Reino de Valencia, ese pueblo cristiano hispano,
a mil setecientos siete, como estado soberano.

Mantuvo desde el siglo seis, un marco legal rector,
cuando influencia de otros pueblos dio más cultura al
[ folklor
Durante ese período, nadie le quitó ese honor;
ni el mismo, Jaime Primero, siendo su conquistador.

Con la batalla de Almansa, la guerra de Sucesión,
le abolieron los fueros, y perdió el gobierno, función.

Pero nunca falló en su esencia el reinado valenciano,
porque hoy igual que ayer, esa etimología al valor,
tendrá un libro en sus memorias, y de emblema, un
[ corazón.



El indispensable que no ves

(Jotabé)


¿Qué tiempo sin agua o sin la comida;
o cuánto, sin aire, dura la vida?

Si te deshidratas con las sequías,
falleces por agua a los pocos días.
Pero en minutos, si aire no tendrías;
no dudes jamás, que te morirías.

También por hambre puedes perecer
cuando semanas dejas de comer.

¿Con cuál, ausente; se muere enseguida?
¿A cuál de los tres, fácil obtendrías?
¿Y de ellos, cuál; nunca podrías ver?



Complicidad inocente

(2 Jotabé)


Al segundo milenio, en un fin de año;
llegó un tirano para hacernos daño.

Recorriendo calle; abrazando gente:
ancianos, niños y a cualquiera enfrente.
Así como héroe: honesto y valiente;
y un pueblo ingenuo, lo hizo presidente.

Luego en el tiempo, mejoró en sus males
de asesorías internacionales.

Así corrompió, con truco y engaño;
a gobernantes de su continente:
fiando petróleo, y dando reales.


Antes de haber muerto, él por su amargura;
dejó en sucesión, su maldad más dura:

“A una milicia vuelta un pantanal
capaz de dañar su pueblo natal.
Erosionando en ellos: la moral…,
desde a un soldado, hasta un General”.

Su herencia ahora deja desunión,
pobreza, rencor y gran migración.

“Países cómplices, de una postura
que hacen inestable a la paz mundial;
al no ayudar a su liberación”.