Idiosincrasia

(Jotabé pentadecasílabo)


No aceptar al individuo siempre en su plenitud
desde vuestra infancia zigzaguea a la juventud.

Con mimo y mucho cuidado portamos el esqueje,
a base de golpes en la vida, pero mi deje
está por encima de la cabeza: yo soy peje
soñado en su dureza, en el devenir que me veje.

La planta nació, un cruce de espadas en nuestro nicho,
¿por qué pensar más en el otro, olvidando mi dicho?

La flor brota refulgente siempre: amor, senectud;
no quiero que me baste con colores y me aleje
de mis verdades: sufran tus opiniones, las ficho.


(Jotabé Finalista del XIV Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



Falsedad de plástico

(Jotabé dodecasílabo)


Vienen a por ti pájaros en bandada,
muchas rimas y canciones con amada.

Falsas las letras, meneos no sinceros,
de sus labios, mentiras, todo son peros,
¿y vocalizan sus flechas con esmeros?
No. No hay más que decir en estos eneros.

Herido de gravedad, sin rumbo cierto
en las bifurcaciones soy como un tuerto.

Momificado tras milenios, rosada
tu tez blanca, pechos, no son más que meros
vaivenes de posibles uniones. Muerto.



Quietud de alas

(Jotabé)


Cansado de las gentes que no hacen nada,
para ellos, nuestra vida momificada.

Miradas al ras del suelo, desenfreno
inexistente, espacio y cielo, seno
de mortandad, siempre mi velo, mi geno
blanco y azul, oscuridad, hielo, peno.

Sin ir más lejos pudiera ser fantoche
y expresión y sueño y carne de la noche.

Pero el tacto de tus pájaros, bandada
de vida, donde yo me acobarde, treno
mío suena sufrido de alma de toche.