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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
JOSÉ LINO GONZÁLEZ HERNÁNDEZ
 
Poemas
 
Jsé Lino González Hernández

José Lino
González Hernández

Calabazar, Boyeros,
La Habana (Cuba)

Diálogo convincente

(Jotabeím dialogado)


1

— No estás alegre. ¿Estás triste?
¡…Con el premio que obtuviste!

— ¿Triste yo…? No. Alegre estoy.
Es que, yo soy como soy…
y si cabizbajo voy
es por ayer, no por hoy.

— No vengas con esa treta,
ya cumpliste bien la meta.

— Tú, buen ánimo me diste,
eres mi amigo, mi acoy …
— Más, dudo ser un poeta.


2

— ¿Por qué te niegas el estro,
si vienes de buen ancestro?

— Porque albergo la ilusión
de lograr la inspiración…
— Entonces, con más razón,
libera tu corazón.

— He incursionado, es decir,
y tratado de escribir.

— Pues hazlo, tú eres maestro,
te falta resolución
y lo debes admitir.


3

— Nunca tendré yo el honor
deser como tú, escritor.

— No te sientas incapaz,
prueba, escribe una vez más.
— Si lo hago, sé me dirás,
no está tan malo…, quizás…

— No adivines lo que pienso.
¡Este mundo es bello, inmenso…!

— Más yo como buen lector
leo, no escribo, además…
— Pronto tendrás buen comienzo.


4

— ¿El crear, no lo concibes,
o te aburres cuando escribes?

— Me aburro si escribo o leo,
todo en derredor es feo,
lo bueno jamás lo veo,
nunca sé lo que deseo…

— ¿Por qué no comprendes que…?
— ¿Soy un ser de poca fe?

— A tal conclusión no arribes.
¿Eres creyente o ateo?
— Ni siquiera, yo lo sé.


5

— Tu mal, es mal de conciencia,
dudas de tu inteligencia.

— No me creo inteligente.
No llego a ser coherente.
Siento envidia de la gente
que al escribir nunca miente.

— Te niegas siempre a ti mismo
con enorme pesimismo.

— Pues sí, no creo en tal ciencia…
— Así, tan torpe de mente
te irás directo al abismo.


6

— Leí tu primer soneto,
y por eso te respeto…

— Mi soneto es poca cosa,
tiene una rima horrorosa.
Ni en poesía, ni en prosa
podré lograr obra hermosa…

— Obtendrás gran poesía
si lo intentas cada día.

— Todo lo dejo incompleto.
— Pues nunca el lector te acosa,
si escribes con hidalguía.


7

— Sé que debo superarme.
¿Tú quisieras ayudarme?

— Mañana mismo iniciamos
un minicurso y hagamos
al poeta que soñamos,
ya verás que lo logramos.

— No estaría tan seguro,
más, nos lo dirá el futuro.

— Pues ya voy a prepararme
con las técnicas y vamos
por lecciones, sin apuro.


8

— De la métrica ya hablamos
y del ritmo, lo iniciamos

con la rima. ¡Muy importante!
Si consonante, asonante,
si es vocal o consonante…
— ¡Todo esto es interesante!

— Son técnicas especiales
al escribir, muy puntuales.

— ¿Con esto ya terminamos?
— Recalquemos al instante
las que son elementales.


9

— ¿Esta es una nueva rima
que al leer, tanto te anima?

— Es la rima JOTABÉ:
Es un nuevo estilo que
en diversas formas se
rima bien, se oye y se ve…

— Veo un estilo profundo,
parece un cambio rotundo.

— Sí, lo es, y está en la cima
porque es muy buena y por que
se impone por todo el mundo.


10

— Tú la escribiste y leíste.
¿Me explicas en qué consiste?

— Se parte de un pareado
sigue un cuarteto rimado,
otro par intercalado
y un terceto bien logrado…

— Lo explicas bien, sin desdén,
voy a incursionar también.

— Es muy fácil, como viste.
Con esto hemos terminado
y tu nota es de: MUY BIEN.


11

— Por lo que tienes impreso,
ya vas teniendo progreso

— Pretendo recomenzar
porque debo mejorar
la forma de redactar
y quiero perfeccionar...

— Si ya aprobaste tu curso…
¿Cuál es tu nuevo discurso?

— Me convenciste. Por eso,
prometo participar
en el próximo Concurso.



Tropezones


(Jotabeím)


1

Nunca te pude explicar
mi ingenua forma de amar,

ni lo mucho que sufrí,
desde el día en que te vi
y me enamoré de ti.
Porque nunca me atreví

revelar mi infante exceso,
de querer robarte un beso;

mas, hoy, quiero confesar:
Muy contrito guardo en mí
aquel amor inconfeso.


2

Eres de las enfermeras
que si curarme quisieras,

paliaras mi sufrimiento,
con alivio a mi tormento.
Mas, si no me das aliento
seguiré sangrando y siento;

que no basta tu amistad,
tu amor sí, no tu bondad.

Si así no lo comprendieras,
mis mil síntomas, presiento
pueden ser mi enfermedad.


3

Desde el encante, endeudado
pagaría lo pactado…

Mas, pido amor, no dinero,
es por eso el desespero.
Tan así, lo considero,
que por mil años te espero.

Lo afirmo sin devaneo:
Mi objetivo es el deseo

de amarte y de ser amado.
Distantes, también te quiero
y más te amo, si te veo.


4

Siento, ser un peregrino
del meandro del camino…

Me agobia tanto la espera
que a mi cerebro exaspera
y por mucho que la quiera
digo en conclusión certera:

Si en ella, mi ser no anida,
para no morir suicida;

-siendo mi amor tan genuino-,
si no quiere que yo muera,
que me devuelva la vida.


5

Por orzar nuestros caminos
fusilemos los mohínos…

Vayamos fieles, unidos,
afinemos los sentidos,
oigamos bien los latidos
de corazones sufridos.

Afirmemos lo acordado
y si así, lo hemos pactado,

juntemos nuestros destinos,
dejemos ya los vencidos
caminos, que se han cruzado.


6

¿Qué se agota mi paciencia?
Me escuchará por prudencia…

Si no es ella, no es ninguna,
lo diré en cualquier tribuna.
Le brindo el Sol y la Luna
y digo sin duda alguna:

Ha de ser mía, temprano,
dicho así, (a lo mejicano),

-mi esperanza es la insistencia-,
“Me he de comer esa tuna,
aunque me espine la mano”


7

Termina este cruel tormento,
que disloca el pensamiento

y a mi corazón también.
No me trates con desdén,
de tu amor, soy el rehén,
aunque ya no vea bien…

No aumentes más mis enojos,
quiero saciar mis antojos:

Es muy cierto, así lo siento,
por seguir cautivo en
la neblina de tus ojos.


8

Necesito un aliciente,
un consejo que me aliente…

a su observación, me alisto.
Desde enero no la he visto,
todo lo tengo previsto,
por verla, siempre estoy listo.

Se ha formado un aguacero
que no escampa, mas espero,

responda sinceramente:
¿Muero por su amor, o insisto?
¡Dígame usted, Caballero!


9

Ni en quedo logro decirte:
me conformo con oírte.

Si no anuncias tu llegada,
-aunque te soñaba amada-
me sorprende tu mirada.
¿Quieres usar mi almohada,

para en silencio admirarte?
Pero no, no puedo hablarte

del himeneo a pedirte
y sigo como en la nada,
con asombro de mirarte.


10

Me mantuviste cautivo
de un efecto lenitivo…

Aunque ya me desesperan
ideas que me laceran.
¡Al fin!, para que la oyeran,
para que todos dijeran…

explicaste tu “receta”,
cumpliste muy bien la meta:

Así, me mantienes vivo,
sin que mis deseos fueran
utopías de un poeta.


11

Si por tu causa fallezco
sabiendo lo que te ofrezco,

sufrirás mucho al amar,
pues no lograrás soñar,
ni a tu corazón callar.
Entonces, debo pensar:

¿Solo porque estás dolida
me dices que no hay salida?

Si es así, me lo merezco.
He crecido para dar
tropezones en la vida.


(Poema ganador del Primer Accésit del VII Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



Validez de un sueño


(Jotabé)


Porque amo sin ser amado,
por su amor estoy hadado;

por convencerla me empeño,
de los rescoldos me adueño,
por el sentir que diseño,
deviene sopor mi ensueño.

Sumido en un sueño inmenso,
me causa arrobo, estoy tenso.

De ella sigo enamorado:
Si estoy despierto: “la sueño”,
si estoy dormido: “la pienso”.



Sin devaneo

(Jotabém)


La invoco insistentemente
aunque se mantenga ausente;

por ella siempre suspiro,
por su belleza la admiro,
por conquistarla me inspiro.
No renuncio, porque aspiro…

despierto o dado a Morfeo,
siento un ardiente deseo.

La pienso ante mí, presente;
pues sueño, cuando la miro
y cuando sueño, la veo.



Ofrecimiento

(Jotabé)


Te quejas sin razón cada momento;
sin embargo, te ofrezco lo que siento.

Te quejas del futuro, ¿qué te augura?
No comprendes tu error ni tu clausura,
si aceptas mi mensaje con mesura
podrás reconocer que en mí perdura…

la gran incertidumbre que me cansa;
y si al menos tuviera la esperanza,

de que aceptes mi sano sentimiento:
te prometo vivir con cierta holgura
y más aún, vivir con cierta holganza.

 
     
   
     
 
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