Camila
Gutiérrez
Loja (Ecuador)
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Ya no es lo mismo
(Jotabé decasílabo)
Me di cuenta cuando volví a verte,
fue como si volviera a tenerte.
Aunque ya no se sienta lo mismo,
voy saliendo de aquel hondo abismo,
no olvides, gracias a tu cinismo,
ya borraste todo ilusionismo.
Te lo digo sin rencor alguno,
ya que siento que es más oportuno.
Aunque esa sensación de quererte,
Provoca a lastimarme yo mismo,
Recuerdos ya no existe ninguno.
Junto a ti
(Jotabé)
En tus brazos me siento protegida,
y así será en el resto de mi vida.
Tú, mi mayor demostración de amor,
junto a ti no existe ningún dolor,
porque junto a ti perdí mi temor,
en tus brazos encontré aquel calor.
Recuerda, eso no lo logra cualquiera,
Aunque lo intente, por más que quisiera.
Y aunque tú siempre me des acogida,
yo sé que esto puede causar pavor,
el que te ame más de lo que pudiera.
(Segundo Accésit para estudiantes del III Concurso Internacional de Poesía El mundo suena en Jotabé)
Tu olvido
(Jotabé)
Ya no duele aquel día que te fuiste,
Porque ya sé que nunca me quisiste.
A pesar de los momentos vividos,
formas parte de todos mis olvidos,
y sé que ambos estamos convencidos,
tus recuerdos están oscurecidos.
Aunque eso no será lo que quería,
Siempre fuiste lo mejor que tenía.
Al llegar el momento que volviste
ya nos volvimos dos desconocidos
y tú sabías que es lo que temía.
Por ti mismo
(Jotabé dodecasílabo)
Nadie quiere peleas, peor más guerras,
porque tu propia tranquilidad entierras.
Esto no te lo digo en un buen sentido,
Porque ni la paloma blanca ha venido,
Pero eso, no es porque ella no haya querido,
sino porque tú no se lo has permitido.
Solo les hago un llamado por la paz,
Es algo de que tú no eres incapaz.
Pero luego cuando este temor encierras,
Tú te sentirás un poco confundido,
Pero por fin todo llegará a la paz.
Naturaleza mía
(Jotabé eneasílabo)
Conozco el gran poder que tienes,
pero no, cómo lo mantienes.
Todo este cambio que has vivido
no es algo que tú hayas querido,
tampoco te lo has merecido,
pero evitarlo no has podido.
Culpa del hombre y su ignorancia,
que te destruye con constancia.
Pero al final lo malo obtienes,
y luego el hombre arrepentido
dará razón de tu importancia.
Mi lugar
(Jotabé decasílabo)
Y al mirar el cielo tan hermoso,
se ilumina ese pasto verdoso.
Escuchar el silbido del viento,
Con un sonido tan suave y lento,
Aquello que me pone contento,
Y se me impregna en el pensamiento.
Siempre será mi lugar de ensueño,
De cuando aún era muy pequeño.
Y su paisaje tan luminoso,
Hace que se olvide mi lamento,
De cualquier pequeño desempeño.
La excepción
(Jotabé dodecasílabo)
Ya no sé en qué nos estamos convirtiendo,
y eso es lo que a mí más me está enfureciendo.
Al ver ese espectáculo doloroso,
o pensándolo mejor algo horroroso,
aunque sabiendo que no era rencoroso,
todos provocamos lo más desastroso.
Y es que aquí ya no existe excepción alguna,
es que pues, cada acción es inoportuna.
Sé que luego te estarás arrepintiendo,
al no poder encontrar ya nada hermoso,
y mucho más una pequeña laguna.
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