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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
ALEJANDRO GONZÁLEZ TÁPANES
 
Poemas
 
Alejandro González Tápanes

Alejandro
González Tápanes

Ciego de Ávila (Cuba)

El áureo broche

(Jotabem)


La luna nos muestra un feto
en su circular libreto.

Se observa desde la orilla
con una visión sencilla
que no solo encanta, brilla
y la acurruca en su silla.

Siente como su derroche
se dispersa cada noche

convirtiéndose en un reto
para una rara sombrilla
o para el áureo broche.



Mis dedos sobre su piel


(Jotabé)


Parpadean mis dedos en la dura
corteza que bordea su hermosura.

Corteza epitelial y lisonjera,
especie de paloma mensajera
que acude a mis deseos y reitera
que sus encantos nadie los supera.

Sus vellos ruborizan, la demora
es que la inspiración halle la hora

donde la relación sea más pura,
menos mediática, quizá sincera
en los aspectos que el amor valora.



Por su creación más pura


(Jotabem)


Su saber es opulento
muestra de ese gran talento

cuando aborda la escritura
en artículos y es dura
la fusión de la armadura
que sostiene su figura.

Sus poemas le dan fe
a quienes toman el té

con tal agradecimiento
por su creación más pura,
por la Rima Jotabé.



El ruido no es obediente


(Jotabem)


Suena demasiado hiriente,
el ruido no es obediente.

Las barreras que construye
a la inspiración obstruye,
cada verso se diluye
y así el pensamiento fluye.

Ella cree que ha perdido
sus dones en el olvido

pero despertó su mente
de aquel sueño en el que huye
con el bañador ceñido.



Navidad, misa de Cristo


(Jotabem)


Navidad, misa de Cristo
dos formas en las que he visto

nombrar la celebración
que atrapa toda atención
cuando se oye la oración
que anuncia la aparición

de un pequeño soberano
que procede con su mano

milagrosa y dice: -existo,
sagrada es mi creación
para el bien del ser humano-.



Para mi corazón basta tu pecho


(Jotabé)


Desesperadas fueron mis canciones.
Melódicas y con buenas acciones.

Soñaban con un pícnic en la orilla
de aquella playa que en las noches brilla
cuando llega mi beso a tu mejilla
y solo el firmamento es quien lo pilla.

El firmamento convertido en techo
cubriendo las memorias de tal hecho

que sobrevive a mil generaciones
dejando un verso como coletilla
¡Para mi corazón basta tu pecho!



Antártida ortofráfica


(Jotabem)


Antártida ¿Quién diría?
Prima de la ortografía

con ese aspecto de coma
que se adelgaza y se asoma
-con un frío y seco aroma-
a la americana loma.

Le da significación
al signo de puntuación

que pausas ofrecería
al interior del idioma
que he traído a colación.



Tres colores en el pecho


(Jotabem)


Tres colores en el pecho
forjan a un cubano, hecho

y derecho hacia el futuro
llevando un paso seguro
de rojo, azul, blanco puro,
con el herraje más duro.

De eso es capaz mi bandera,
la que ondea en la ribera,

en la ciudad, sobre el techo.
La que respeto y auguro
que no falte quien la quiera.



Ellas aman molestar


(Jotabem)


Me he propuesto con cuidado
dejarlas solas a un lado.

Ellas aman molestar
y en las orejas, zumbar,
sobre todo visitar
sitios que osan apestar.

Esa ha sido su misión
quizá por una razón.

¡Ay, Moscas!, como han volado
por tener un bienestar
aunque limiten su opción.



Sus ojos...


(Jotabem)


Brillan tanto, no lo olvido
observarlos, solo pido.

Me recuerdan a ese cielo
al que extraño con anhelo
bajó el que un día mi abuelo
me dijo mira ese pelo

lo rojo y lindo que está,
baila rumba y chá chá chá

en un sensible pedido
con un azul de consuelo
del que acompañado va.



Ella, un valioso cristal


(Jotabem)


Su cuerpo es como el cristal
si se daña quedo mal

me pierdo en los recorridos
no asimilo los sentidos
los veo desposeídos
en ellos ya los latidos

de mi corazón no están,
no sé por dónde andarán.

Qué triste es un pedestal
con los momentos vividos
que desaparecerán.



Deja hallazgos en mi piel


(Jotabem)


Bésame y que sea cruel,
deja hallazgos en mi piel

dale a mis poros, sutura;
finaliza esta amargura
con esa verdad, tan pura
aunque suene un poco dura.

Presiento que me hará bien
dejar de ser el rehén

o la crin de ese corcel
que un día fuese tu cura
cuando sufrías desdén.



El rechazo


(Jotabem)


En el surco de la vida,
nace y se queda prendida

la libertad de un abrazo.
Él se establece en un lazo
viendo ser longevo al bazo
que se oprime con el brazo

cuando el proyectil ingresa
siendo parte de la mesa

que ahora se encuentra herida
por cuenta de aquel rechazo,
rechazo que duele y pesa.



El modelo de hombre


(Jotabem)


Mi abuelo me dijo, un hombre
debe respetar el nombre

de su sexo y del opuesto,
ha de ser valiente, honesto,
educar llevando al resto
de su familia, el modesto

modelo que han de seguir.
No le debe permitir

a la maldad que le asombre
ha de colocar un cesto
y presenciar su extinguir.



¡Es la Lola de Machado!


(Jotabem)


La Lola se va a los puertos
cuentan los relatos ciertos.

¡Es la Lola de Machado!
Esa, la que se ha marchado
con una copla a su lado
luego de haberla cantado

en San Fernando, su tierra
donde su raíz se encierra

como en eternos conciertos,
ella deja abandonado
el islote por la sierra.



El árbol desea escribir


(Jotabem)


Amigo sombra me das
y frondoso siempre estás.

Tus frutos sabrosos son,
tienen dentro la sazón
que encomienda al corazón
a latir viendo su don.

No se pudiera decir
que hay fuerzas para vivir

si se dejara detrás
un árbol que llega con
los ánimos de escribir.



Los niños...


(Jotabem)


Los niños son los cristales
alentadores, iguales

a los hechos para espejos,
ellos versan los reflejos
renovados de los viejos.
En popa son catalejos,

con un sentimiento puro
cosechan lo más seguro.

Sus ansias son manantiales
garzos en piel de azulejos
de tránsito hacia el futuro.



Nuestra gloriosa Alfonsina


(Jotabem)


Adentro del oleaje
de la parca hacía el viaje

nuestra gloriosa Alfonsina,
desde Suiza hasta Argentina.
Cada verso determina
kilómetros y camina

de la mano de Quiroga,
su amor, el que la interroga

durante un café; mensaje
eterno de letra fina
que por la historia dialoga.



El libro es...


(Jotabem)


El libro es del escritor
una prioridad mayor,

para el niño un material
didáctico, primordial
instructivo; colegial
desde su etapa inicial.

La lectura se encamina
en ellos como una espina

con altas dosis de amor
en su esencia epitelial
y su futuro ilumina.



Mi carcoca


(Jotabem)


Diverge sobre la roca
la divertida Carcoca.

Se alimenta de triquín,
la luz descubre el carín
de su poderosa crin
invitándola al festín

que se celebra en Tridal,
ese sitio colosal

donde cotu es lo que toca
beber sin mirar el fin
de su escena espiritual.



Poeta del modernismo


(Jotabem)


Amado Nervo, su espina
versada le determina,

el deseo de si mismo
de forjar el modernismo
con total paralelismo
dentro del coleccionismo

que había intentado usted
en conjunto con la red

de cuates en su Divina
República viendo un sismo
de letras en la pared.



Quisiera


(Jotabé)


Quisiera que mis letras encontraran
tus labios y jamás se separaran

para que cada roce fuera eterno
para poner calor al frío invierno
para que cada verso fuera tierno
y publicar su esencia en un cuaderno.

Quisiera sobornar a tu sonrisa
y ser el príncipe que armó la brisa

huracanada sin que dilataran
deseos que trascienden de gobierno
y que mi corazón te televisa.



Arlen, escritor divino


(Jotabem)


Me costó palabras dar
cuando triste vi llegar

la pluma que se escapó
del tintero que lloró
porque nunca imaginó
perder un amigo, no.

Desconfío del destino
porque estás en el camino

aún te puedo observar
donde mi rima gritó:
¡Arlen, escritor divino!



Viaje al Santuario del Cobre


(Jotabem)


Santiago de Cuba, abriste
las puertas y me pediste

que hiciera estancia en El Cobre
y me bautizara sobre
el suelo que limpia un pobre
evitando ser zozobre.

Tu ruego realidad
ante la divinidad:

la virgencita que existe,
cumplí portando el dolobre
de la solidaridad.



Infancia versificada


(Jotabem)


Un jotabero cubano
puso el lápiz en su mano

y a la infancia en un papel
le analizó su nivel
le encontró rastros de miel
y una nube de broquel

que su etapa defendía
con esperanza, armonía

con un saludo de hermano
con un mero verso fiel
que octosílabo vestía.



Los disfrutes del hogar


(Jotabem)


Su comodidad disfruto
y elogio cada minuto.

En sus recodos converso,
pongo corazón al verso.
El hogar, un universo;
siempre se mantiene terso

lo agradece su figura
de colonial estructura

con un pino diminuto
dentro del patio diverso
dándole más hermosura.



De la Rima Jotabé, Embajador


(Jotabem)


«Embajador de la Rima
Jotabé», justo en la cima.

Pues que honorable sorpresa
compartir la misma mesa
con usted que se interesa
y a sus once versos besa

con total sinceridad,
es agradable en verdad

ser la persona que anima
y desde Cuba la egresa
con rumbo a la eternidad.



Pateaba mi baloncito


(Jotabem)


Pateo mi baloncito
junto con un amiguito

dentro de aquella canchita
forjada en la terracita
de la adorable casita
donde estaba la niñita

con su primo el duendecillo
con un dulce panecillo

sentada sobre un banquito
bajo la feliz sombrita
escribiendo en mi librillo.



Expresando soy feliz


(Jotabem)


Tal vez por su cualidad
pero con sinceridad

hoy, a través de mi rima
me he trepado en la tarima
esa que aún no es la cima.
Como dijese mi prima,

versifica la matriz
conviértete en su raíz

ten la posibilidad
de no ser quien subestima
expresando soy feliz.



Azul, así lo pintaron


(Jotabem)


Azul, así lo pintaron
en el cielo se inspiraron

usando una pluma blanca
traída de Salamanca
posada sobre una banca
después que la mano franca

la dejase descansar,
extenuante fue su andar

como lo planificaron
en Ortiz, en Casablanca
o tal vez otro lugar.

 
     
 
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