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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
LUIS ENRIQUE FERNÁNDEZ RUÍZ
 
Poemas
 
Luis Enrique Fernández Ruíz

Luis Enrique
Fernández Ruíz

Villaflores, Chiapas México
La luna es una

(Jotabem acróstico)


La luna tiembla de frío,
Al reflejarse en el río

Luce un halo de quimera.
Universal, placentera,
Novedosa en primavera;
Alumbra por donde quiera.

Eclipsada y sin temor
Sólo a mí me da su amor.

Una noche en el estío
No vi que ella me sonriera,
Apagó antes su fulgor.



Canción de cuna


(Jotabém Acróstico)


Riza sus rizos la luna,
El niño duerme en su cuna.

Despistado caracol,
Ocultaste en tu overol
Noventa gotas de sol
¡Dale al niño el girasol!

A mi amor hecho de armiño
La luna azul le hizo un guiño.

Una camisa moruna,
Nimbos, velos de arrebol
Atavían a mi niño.



Coronación


(Jotabé)


Observo el cielo gris enmarañado,
la voz azul del pájaro encantado

se quiebra con el viento en sinfonía.
Se esfuma en el ocaso el triste día,
me atrapa la brutal melancolía
y olor a sueño trae mi agonía.

Se pierde mi mirada entre las cosas
cual blancas y embusteras mariposas

que buscan la virtud, sueño dorado.
La noche abrazo con el alma mía
y me coronan las sublimes rosas.



Desafío


(Jotabém)


Todo es verde en el vergel
y amarillo el naranjel;

es muy blanca tu ternura
al igual que tu hermosura.
En la fuente que murmura
hay rubor y gran locura.

Y te abraza el viento frío
con la lluvia en el estío,

tiernas hojas de laurel
acarician tu cintura,
respondiendo al desafío.



Ilusión de amor


(Jotabém)


Yo nací para quererte,
llora mi alma por no verte.

Cuelgo la luna encendida
para iluminar tu vida,
aún me sangra la herida
por la triste despedida.

Provocas que me desvele
¡Si no pienso en ti me duele!

Antes que llegue mi muerte
de blanco estarás vestida,
sin que nada te recele.



Primaveral


(Jotabé decasílabo)


En tu cuerpo terso cual la seda,
mi pasión sus hilos desenreda.

Primorosa, eterna primavera,
delicada flor de enredadera,
dame tú el frescor de tu palmera
con gran frenesí por vez primera.

Ayer viví sin ti en la penuria,
todos se burlaban de mi incuria.

Caminando voy por la vereda
bajo un sol que brilla en la pradera.
¡Me das tu amor pleno! y sin injuria.



Apóstol


(Jotabéa)


Envuelto con el viento que sopla con furor,
vaga errante un apóstol, rezando con fervor.

En su alma delirante que se ha palidecido,
aflora su esperanza, cual soñador cupido.
Al prójimo respeta, jamás lo ha ofendido,
predica el evangelio de amor se ha revestido.

Si caen las estrellas, las pone en un florero,
el cielo resplandece, cual flor de invernadero.

Estalla en el silencio, su voz con gran vigor.
Son tantas sus proezas que ha sido bendecido
y ofrece sus plegarias, poniendo a Dios primero.



Fantasía


(Jotabé tetradecasílabo)


Y llegó la aurora con sus ráfagas de viento,
aliviando penas, encendiendo el firmamento.

Caminas por los prados, sonriente y sin recelo
y te premia la dicha con el fulgor del cielo.
Pasaste muchos años en busca de tu anhelo,
tejiendo al instante, lienzo fino en terciopelo.

En tu corazón herido, triste y compungido,
en tus azules ojos que se habían perdido,

hundiste tus pesares, mataste el sufrimiento.
Las fragancias rojas hoy desprendes de tu pelo;
hay mariposas blancas en tu jardín florido.



Tormento


(Jotabé)


Con todos los recuerdos en mi mente
me acerco a ti para besar tu frente,

mueve las hojas a su gusto el viento
causando mal presagio al pensamiento;
incrédulo, sufriendo mi tormento
me consumo en fatal remordimiento.

En mi dolor con toda el alma digo
que vivo y muero por estar contigo

y te guardo en mis sueños libremente.
Por mis ansias de amarte me lamento
y al destino cruel sin querer maldigo.



Fulgor de sol


(Jotabé)


Tu faz hermosa y tu sonrisa admiro,
con grandes ansias por tu amor suspiro

y me invade la calma al contemplarte,
pues sé que no soy digno de mirarte.
Aunque nunca yo pueda conquistarte
bien disfruto en mis sueños adorarte,

tú en mis brazos, rendida y consagrada,
complacida buscando la alborada.

Para ti es todo el aire que respiro
y mi corazón sólo para amarte.
Fulgor de sol, mi luna en madrugada.



Loco


(Jotabém)


Muchas penas has pasado
y tú por mí hasta has llorado...

Algún día volveré,
tu tristeza apagaré,
para siempre te amaré,
sólo para ti seré.

Flor fragante y natural,
mujercita angelical;

como un loco enamorado
yo tu amor conquistaré
para bien o para mal.



Polifemo


(Jotabém con estrambote)


Perdido en la oscuridad
se aferra a su soledad.

Él se siente confundido
y muy triste se ha sentido
con su corazón partido,
no tiene lo que ha querido.

Polifemo, enamorado
con Galatea ha soñado

y por actuar con maldad,
el desprecio ha conseguido,
su amor ella le ha negado.

Despechado,
maldice a su mala suerte
y se burla de la muerte.



Juan Benito


(Jotabé)


Envuelto con su risa en elegancia
y perpetuando su arte en consonancia,

Juan Benito por todo el universo
difunde su palabra con el verso;
siempre está en la rima Jotabé inmerso,
nunca ha tenido resultado adverso.

De sus obras él se siente orgulloso
cual cisne de plumaje primoroso;

amado por obrar sin arrogancia,
afable y bondadoso, no perverso,
ante todos se muestra jubiloso.



Odiseo


(Jotabém)


Sufriendo porque la adora
en silencio gime y llora

hundido en un mar de arena.
El destino lo condena
a pagar por culpa ajena,
nunca vi tan triste escena.

La poderosa Atenea,
la dicha para él desea...

Penélope no la ignora,
le brinda su amor sin pena
a Odiseo en la Odisea.



Separación


(Jotabém con estrambote)


Y tu amor fue un don divino,
luz de sol en mi camino.

Y mató a mi vehemencia
tu brutal indiferencia;
reproches, celos y ausencia
agotaron mi paciencia.

Y fue un placer conocerte,
la locura de quererte

con mi corazón genuino;
tal vez nos faltó prudencia.
Turbado aplaudí a mi suerte

y al perderte
tomó otro rumbo mi vida
cual veleta en su caída.



Amor tardío


(Jotabé)


Brilla el sol al nacer el nuevo día
y una voz suave se alza en armonía.

En mi mirada trémula fulgura
una sonrisa tuya de ternura;
contemplo embelesado tu hermosura
y me olvido del mal que me tortura.

Llega el amor con su cantar sonoro,
las aves en el árbol seco en coro,

ebrias trinan, hay gran algarabía.
Con las brisas y el viento que murmura,
esperaré el invierno con decoro.



Recuerdo fugaz


(Jotabé)


Me sangra el corazón sólo con verte,
la verdad, jamás podré aborrecerte.

Tu sonrisa quedó en mi pensamiento
y olor a flor en cada verso siento;
un recuerdo fugaz arrastra el viento,
nace la ilusión, muere el descontento.

Capaz de dominar a todo el mundo,
fuiste un sueño, el deseo más profundo.

Le aposté al destino para tenerte,
complacido quedé por un momento.
Hoy sin ti, soy bohemio y vagabundo.



Vesania

(Jotabém)

Sendero que no termina
bajo un sol que me calcina.

Con ansia tenaz de amarte
te busco en alguna parte,
la vesania de encontrarte,
y así poder regalarte

mi corazón desbordado
que un día estuvo abollado.

Que la luz que me ilumina
me dé el don para adorarte
para morir a tu lado.



Quimera


(Jotabé)


El corazón me grita en desvarío:
Llena de amor el cauce de aquel río,

sofoca el llanto suave que envenena;
con tu dolor delatas culpa ajena
turbando la quietud del alma buena;
verás que así podrás curar tu pena.

Hago cumplir con creces mi deseo
y extasiado en fantasías me veo.

A la llegada del ardiente estío
se extingue un mal pesar que me enajena.
Benditos son los sueños de Morfeo.



Plegaria

(Jotabém)


Vengo a entregarte mi canto,
Cristo, señor sacrosanto.

Dicen que fui un pecador,
mi alma no guarda rencor,
hoy te ofrendo con fervor,
mis preces, versos de amor.

¡Cristo, señor prodigioso!
Junto a ti soy muy dichoso.

Protégeme con tu manto,
Jesucristo redentor,
hijo del Dios milagroso.



Tierno amanecer

(Jotabé)


Baña al paisaje la rosada aurora,
el jilguero rojo, en el árbol mora.

Allá en el templo, en dulce letanía
se alaba a Dios que da la luz del día;
en los montes aflora la alegría,
yace la vida plena en armonía.

Con aires de princesa, la mañana
camina por los prados bien ufana,

parece que la brisa la enamora.
El cielo se pintó de fantasía
y la palabra en versos de obsidiana.



Mi vejez

(Jotabém con estrambote)

Entre sombras de amargura
la soledad me tortura.

Mi piel luce maltratada
y mi mirada cansada;
se hunde mi vida en la nada,
tengo el alma enmarañada.

Va muriendo en el poniente
el sol que brilló sonriente

y me hiere más la ternura
de la luna sonrojada
que yo miro indiferente.

Ciertamente,
ya me estoy poniendo viejo...
que el invierno llegue dejo.



Desamparado

(2 Jotabém)


Y sucedió en noche buena,
bien recuerdo, triste escena.

Un niño tocó a mi puerta
con su manecita yerta,
como un ángel que deserta,
su alma ya traía muerta.

Con voz de melancolía,
huérfano soy, me decía.

Cuando me contó su pena
le dejé la puerta abierta
y le ofrecí compañía.


Traje limpio con corbata,
en su cuello cruz de plata,

es lo que más anhelaba.
Solito en el mundo estaba,
su padre lo maltrataba
y la gente lo humillaba.

Vagaba en la noche oscura,
dormía entre la basura,

¡Ah, qué vida tan ingrata!
Un dolor lo atormentaba;
le di mi amor y ternura.



Desvalida

(Jotabé)


Te encontré en un estado lastimoso,
subyugada en castillo tenebroso.

Estabas desvalida, casi inerte,
maldecías al destino y a tu suerte.
Templé mi corazón para quererte
y con un beso se alejó la muerte.

Te cuidé como el pájaro en su nido,
regamos juntos el jardín florido.

Y fuiste para mí un regalo hermoso,
Dios me dio la gran dicha de tenerte.
Lo nuestro no ha quedado en el olvido.



Flor Lozana

(Jotabém)


Vivo sin poder tenerte,
tengo miedo de quererte.

Flor lozana tempranera,
de mil rosas, la primera;
tú naciste en primavera,
del amor haciendo hoguera.

Con la luz de tu mirada,
como luna enamorada

haces que mi amor despierte
y se forme una quimera,
en una gran llamarada.



Un amor en agonía


(Jotabé)


Dame tus besos, siempre le decía,
en su lecho trémula en agonía.

Estréchame en tus brazos suavemente,
tú y yo nos adoramos locamente;
poco importa lo que piense la gente,
en mis sueños te amé fervientemente.

Su mirada inspiraba compasión,
había perdido ella la razón,

pero nadie su pena comprendía.
Su vida se apagaba lentamente
y en su alma germinaba la ilusión.

 
     
   
     
 
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