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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
LINA ESCALANTE
 
Poemas
 
Lina Escalante

Lina
Escalante

Entre Ríos (Argentina)

¡Qué suerte!

(Jotabé)


¡Pero qué suerte! Se cumplió tu sueño,
porque de ese viaje, te hiciste dueño.

Afirman, la tercera es la vencida,
es bueno, disfrutar esta salida.
Pues seguro será muy divertida,
iremos de paseo a la Florida.

Visitaremos a doña María,
que ofreció su casa con alegría.

Quedaremos en un lugar de ensueño,
María será nuestra consentida
y nos regalará su simpatía.



Hermanados por los versos


(Jotabé)


Hace años surgieron los Jotaberos,
grupo de damas y de caballeros.

Y en un clima de camaradería,
con mucho esmero, también alegría,
componen bellas rimas cada día,
cuya temática, siempre varía.

Están hermanados por ser geniales,
con sus versos tiernos y naturales.

Y en este gran grupo de Jotaberos,
hay clima de respeto, de armonía,
pues todos ellos, son fenomenales.



Bella morena


(Jotabé Trirrima dodecasílabo)


La nena corría por el arenal,
podía serena, mirar un panal.

Hoy, vendo mi fanal, Elena decía.
Jimena, todo su jornal gastaría,
pues ella al final, pena no sentiría.
Una cena tan nutricional, haría.

El lindo cardenal, se oía cual quena
y lucía tan sensacional, Jimena.

Cantaría tan plena y profesional.
Mientras Elena, el ventanal limpiaría.
Natural sonreía, bella morena.



Hacen bien


(Jotabé Abecedario)


Amo Botánica, cura dolencias,
encuentro fácil generar, herencias.

Inusual jardín, Karla lo mostraba;
naturalmente, Ñatita ordenaba,
pomelos, quinotos ricos, sacaba.
Teresa, únicamente ventilaba.

Walter, Xavier y Zenón, aplastaron
bien cajitas, deshechos encontraron.

Fertilizantes grandes,hay imprudencias,
juntando Karla los memorizaba.
Norberto, Ñata, orondos pasearon.



Manitos que llegan


(Jotabé)


Manitos muy suaves, cual terciopelo,
caricias tan dulces de caramelo.

Las manos de mi nieto dan vigor,
juegan inquietas como picaflor;
palmeando alegres son un primor,
modelan masas, eximio escultor.

Manos que bailan con una canción,
mis ojos se nublan por la emoción.

Entrelazar las manos, es mi anhelo.
Tan agradecida estoy mi Señor,
porque sus manos son mi bendición.



Época memorable


(Jotabé)


Esas manitos volaron curiosas,
sobre las teclas como mariposas.

Cada falange se fue estilizando,
las manos, con práctica agilizando,
suaves o enérgicas ejecutando
las partituras y manos jugando.

En las manos, el tiempo fue implacable
porque abrir el piano, ya no es tan viable.

Hoy sus manos se mueven dolorosas
porque entumecidas fueron quedando.
Nostalgia; de una época memorable.



Bajo la sombra coral


(Jotabé pentadecasílabo)


Las estolas carmines suelen bordear el río,
me sorprende su belleza y solamente sonrío.

En el follaje oscuro notable del litoral,
hallo bajo su sombra, placer de paz sin igual.
Escucho entre las ramas el trino de un cardenal,
y una leyenda de amor, resultó incondicional.

Sobre el río Paraná, debido al fuego y al dolor,
el cuerpo de la joven se transformó en una flor.

La leyenda de Anahí, pertenece al suelo mío.
En mi bella Argentina, el ceibo es la flor nacional,
es verde opaco, salpicado con sangre y valor.



Caminamos


(Jotabé)


En una hermosa tarde de verano,
tranquilos caminamos de la mano.

Nos entendimos con nuestras miradas,
tan cómplices, tan inquietas cual hadas,
y tan puras como aquellas bandadas
que marcaban el mar con estocadas.

Las olas se agitaban sin cesar,
sobre las rocas iban a descansar.

Y el febo, extraordinario artesano
pintando esas postales tan soñadas,
las que en la retina, iban a quedar.



Libre


(Jotabem)


Allá al pie de la montaña,
relucía la cabaña.

Donde la niña jugaba
y un pañuelo, ella bordaba,
el ceño la delataba,
y un engaño recordaba.

Pues dañó por un momento
cual puñal su pensamiento.

Su mente era una maraña,
y con Dios ella soñaba,
y añoraba ir al convento.



La promesa


(Jotabem)


Caminaba la doncella,
dama elegante y tan bella.

En esa tarde de estío
miraba ese sembradío,
su corazón tuvo frío,
y el alma apagó su brío.

Él no supo valorar,
pues se fue sin avisar.

Ella divisó una estrella
en el paraje sombrío,
prometiendo no llorar.



Caminamos


(Jotabé)


En una hermosa tarde de verano,
tranquilos caminamos de la mano.

Nos entendimos con nuestras miradas,
tan cómplices, tan inquietas cual hadas,
y tan puras como aquellas bandadas,
que marcaban el mar con estocadas.

Las olas se agitaban sin cesar,
sobre rocas iban a descansar.

Y el Febo, extraordinario artesano,
pintando esas postales tan soñadas,
las que en la retina iban a quedar.

 
     
   
     
 
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