Tiempo de porcelana

(Jotabem)


Hoy te quiero amar, amor
sin treguas y sin dolor

en el pan de la mañana
en la luz que deshilvana
con claridad de campana
la esperanza cotidiana

en mis retoños benditos
en los rebeldes escritos.

Necesito amarte, amor
en tiempos de porcelana
con minutos infinitos…


Sin pausa, te quiero preso
y cautivo, lo confieso,

y la noche iluminada
por la luna acorralada
en la red de tu mirada
dice que soy deseada

Te quiero, reverdecida,
con la tristeza dormida

pulso a pulso, beso a beso,
con festines de llegada
con hambre de despedida.


(Poema ganador del Primer Accésit del VIII Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



Voz viajera

(Jotabem)


Como la vida no para
vivo como si volara.

Con bailar de pasajera
no lloro, me lluevo entera
no escribo, soy voz viajera,
voz como si resurgiera

y me entrego, me destilo
entre mis flores de tilo.

Celebro que me besara
todo, clavo y dicha, hoguera
que arde al misterioso estilo.



Y pasan las estaciones

(Jotabem)


Y pasan las estaciones
con sus veloces tacones.

Otoños de hojas cobrizas
inviernos, nubes plomizas,
primaveras voladizas
veranos de aves rojizas

y el mar, gris, verde, celeste
siempre es el mar, suave, agreste…

Y pasan las ocasiones
y tú todavía hechizas
como el mar, al sur y al este.



Puede ser una fiesta

(Jotabé)


Estos versos son salvajes
de beber en los paisajes

Se entretienen en colores
de guayabos y de amores
de canciones y dulzores
y en besos, de mil sabores

Estos versos son protesta
ruegos que nadie contesta

y no escuchan los mensajes
que la vida sin rencores
bien puede ser una fiesta.



Como la vida no para

(Jotabé)


Como la vida no para
vivo como si volara.

Con volar de pasajera
no lloro, me lluevo entera
no escribo, soy voz viajera,
voz como si resurgiera

y me entrego, me destilo
entre mis flores de tilo.

Celebro que me besara
todo, clavo y dicha, hoguera
que arde al misterioso estilo.



La abeja Ada

(Jotabé infantil)


Ada es una abeja obrera
audaz y muy callejera

de viaje se fue en tranvía
de rojo y blanco vestía
con joyas de fantasía
y a malva del campo olía

Cuando al polo se acercaba
¡qué frío, frío! pensaba

La abejita aventurera
volvió al panal, ¡qué alegría!
con sus flores que adoraba



Niños viejos

(Jotabé)


Los años en el patio hicieron cuna
prendidos a caprichos de la luna.

La música, llovizna de colores
resurge la armonía en los verdores
nostalgia de ojos vivos y sabores
de besos niños, cálidos rumores.

Medalla que rodando dulce rueda
viajera, de memoria en gris y seda.

En tiempos de partida sin fortuna
el patio, evocación de ecos pintores,
vendrá a jugar veloz, por la arboleda.

(Poema Finalista del,
VI Certamen Poético Internacional, Rima Jotabé)