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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
ENRIQUE PATRICIO DINTRANS ALARCÓN
 
Poemas
 
Enrique Ditrans Alarcón

Enrique Patricio
Dintrans Alarcón

Santiago de Chile (Chile)

Un argumento

(Jotabé decasílabo)


Un argumiento vuela contento
mientras engaña con esperpento.

Pasa silbante, casi desnudo,
suelta culebras en estornudo,
tuerce palabras, ley del embudo,
se autoproclama ser corajudo.

¿Es verdadera su fantasía?
¡vaya quimera, terca porfía!

Todo lo tiñe de «experimento»
tensa la cuerda del frío nudo
por la mentira de cada día.



Jotabé de la agonía


(Jotabé)


Furia de infame voz en ecos triza
el espejo de mi alma se horroriza.

¡Eres espina ciega, tos raspada
nube beligerante, que taimada
pasas cual ventolera huracanada
ante mi vista gris y fragmentada!

¿En qué dolor tu sueño fue locura?
y el camino de hiel mi sepultura?

Estertor del grito, piel de ceniza
¡Oh muerte, qué vacía tu mirada!
¡tan oculta y siniestra tu andadura!



Hoy me ha dicho


(Jotabé con estrambote)


Dolorosa ilusión que me haces daño
¿Por qué irrumpes, memoria del engaño?

Me encadenas, siniestro maleficio
que desbordas maligno y estulticio
socavando la fe cual orificio
en que el hombre no es más que un ser ficticio

A mi mismo reclamo con franqueza
que la paz se revela en entereza.

Una voz que libera desde antaño
y replica profunda en beneficio
hoy me ha dicho: ¡trasciende tu pereza!

Un sabor a cereza
aparece cruzando la frontera
en las sombras amargas de la espera.



¡Adiós Teresa, mi querida hermana!


(Jotabé decasílabo con estrambote)


De tu rostro hermana, tan querido
una estela me dice, te has ido.

Hay espigas brotando del cielo
son los panes de amor y consuelo.
eres hoja de paz del canelo
y la rosa que entrega su anhelo.

Eras tú, hermana golondrina
de los bosques una cantarina.

Y por eso canto dolorido
tu bondad de lágrimas pañuelo
en regazo del ave que trina.

Del pan fuiste madrina
en un horno de amistad creciente,
¡Maravilla llevarte presente!



El pato y la señora


(3 Jotabem)


I

En amargo y largo rato
del pantano sale un pato.

Va molesto y aletea
por el agua de la aldea
que invadieron con jalea
de perversa y vil ralea.

Unos niños le han oído
cuando pasa distraído

chapoteando junto al gato:
¿Quién es ése que alardea
por el charco, dolorido?


II

Con disparos de escopeta
o las piedras de una grieta

se ha llenado su camino:
"Yo soy pato florentino
y me inculpan desatino
cual si fuera mi destino"

Y adelanta sus razones
cuando le atan con cordones:

¡Salgan de la jugarreta
yo soy príncipe del vino
y dispensador de dones!


III

Entre tanto los halcones
han dejado los balcones.

Y se lanzan en picada
como el ojo de una espada
¡Quieren ver sacrificada,
esa voz del pato dada.

¿Qué será del pato ahora?
¡Ah, lo salva una señora!

Y se enfrenta a los bribones
con fiereza emancipada
en afortunada hora.



Voy pensando


(Jotabé decasílabo)


Es algo que me está sucediendo
por el caos que viene subiendo.

Y voy buscando una melodía
para sacarme esta duda mía
por hallar la generosa vía
con la que pueda limpiar el día.

¡Ah, la violencia sube ligera
en ideas, gestos, a la espera!

Voy pensando a veces y subiendo
intuición de valor, yo diría,
trabajar la Paz, cosa sincera.



Crisis en Santiago de Chile


(Jotabé decasílabo)


Mi ciudad, en una encrucijada
por oscuras alzas, provocada.

Metro de Santiago, cobras caro
dejando a muchos en desamparo
Brota la rebelión en un paro
que detiene las líneas, ¿es raro?

La gente camina, va molesta,
por abuso del cobro protesta.

¡Y los "expertos" van en picada
otra vez, con el mismo descaro,
defender medida tan funesta!



Paloma del espíritu


(Jotabé)


Tú volabas paloma en un suspiro
en destello de luz, en suave giro.

El aire fue la casa que cubría
el anhelo de paz y de alegría
que acunaba la tierna algarabía
como a rosa divina, cada día.

Yo soñaba mi hogar en los maderos
esparcidos por valles y senderos.

El raudal de las huellas de un papiro
y la pluma silente que caía
se volvieron mis fieles consejeros.



Luz de sombras


(Jotabé)


Me obligas, luz de sombras, a tu pacto,
el mismo que pretende ser exacto.

Más yo sé que tal vez no debería
concebir ilusión que llevaría,
a la ruina del sol que no sería
más que adiós en tinieblas y sangría.

Entonces pongo luz en quien seré
y en los muros y puertas que abriré.

Es momento de actuar y no me jacto
por llamar a tu luz que arrancaría
el raudal de prodigios que veré.



Del sabor del pan en cada cena


(Jotabé)


¿Quién dijo que el pan era castigo,
como el viento, la pasión del trigo?

Que la hermosa canción de la espiga
detiene los pasos de la hormiga
en los bordes de la luz amiga
cuando el pan le invita que nos diga

del sabor de tan bella faena
en las migas del pan y su pena.

¡Oh poema, en mi afán yo digo
del sabor que ni la miel consiga
cuando el pan se dona en cada cena.



Alborada de la palabra


(Jotabé)


¡Oh palabra que habitas en mi Nada!
Soy silencio de oscura campanada.

Nada digo que pueda replicarme
ni de lejos por donde descolgarme,
en tus signos quisiera yo quedarme
Soy espada disuelta en un desarme.

Yo sentí la ventisca que me ignora
como un giro del viento en su demora.

Oh, palabra, tan tierna es tu alborada
que de fiesta te has dado en fabricarme,
¡por tu sendas de luz camino ahora!



El amor pasando...


(Jotabé eneasílabo)


El amor es noticia bella,
es pasión y bendita huella.

El amor abre los misterios,
ilumina los cementerios
deshaciendo los vituperios.
Dulce voz, que derriba imperios.

El amor es sonrisa fina
un secreto de golondrina,

libertad de la sabia estrella
en hogares o monasterios
sanación de la cruel rutina.



Convocatoria maligna


(Jotabé)


Operadores disponibles, veo
a través de mi pálido testeo.

Se trata de anticipar soluciones
que tengan maquilladas intenciones
para capturar buenos corazones
y envenenar sus más bellas razones.

Operadores de faz luminosa,
de convicción sutil y tenebrosa

para quebrar el bello corifeo
y desatar las más bajas pasiones
hacia el infierno, fría mariposa.



El brillo de tu sentir


(Jotabem)


Yo tengo por bien cantar
las maravillas amar.

Las notas han de venir
en piano de un elixir
oídos del buen vivir
y nada quiero omitir.

Amor, tus ojos miran
y brillantes, suspiran.

Por ello no he de olvidar
el brillo de tu sentir,
que mis versos admiran.



Alopécico


(Jotabem)


Hay un tesoro escondido
en un terreno perdido.

Es una caja secreta
que me provoca rabieta
por su tenaz e indiscreta
canción de la voltereta.

¿Alopécico? parece,
la cabellera fenece.

Cremas y tiempo temido
por peregrina peineta
¡y la peluca no crece!



Llegará el día


(Jotabé eneasílabo)


Me gusta volver a nacer
nunca termina mi querer.

A veces me han visto morir
por entre las ruinas, venir
palabra viviente blandir
contra mis temores pulir.

Nunca quisiera yo dejar
a la belleza sin cantar

Soy adicto en el renacer;
más un día habré de morir.
y tendré feliz regresar.



A mi reina niña


(Jotabem heptasílabo)


A ver si ahora vienes
te doy mis parabienes

a entrar en un castillo
montada en un potrillo
dichosa con tu anillo
cantando como un grillo.

Mis árboles frondosos
y los pequeños osos

están a tus vaivenes
atentos a tu brillo,
¡te esperan muy dichosos!



Comfianza traicionada


(Jotabé)


¿Qué pensarás dolor arrinconado
por un puñal traidor inesperado?

¿Por cuál secreto entraste sigiloso
a hurguetear con aire tan morboso
divulgando sutil y melindroso
desde el sacro redil de mi reposo?

Ahora ves la sangre derramada
y te ríes con mueca depravada.

Pues el umbral que tú has traspasado
recaerá cual manotón de un oso
y tu faz quedará desfigurada.



Las tres sirenas


(Jotabé decasílabo)


Un pajarillo quiere volar
al escuchar sirenas cantar.

Las tres bellezas lo ven venir
cuando sus alas sienten batir
sus corazones han de latir
¡Ay dulce canto, bello elixir!

Rugen las aguas, mala canción
un viento loco, ¿con qué intención?

Voy navegando por ancho mar
con mil historias que compartir
y tres sirenas en atención.



Crónica de un Jotabé


(Jotabé)


El primero feliz va cantado
el segundo ríe con un dado.

Voz que retumbando va fecunda
¡Ay de monorrima furibunda
golpeas conciencia nauseabunda:
a salir de trampa rubicunda!

Atención, al grillo en su sonido,
su violín desborda en el latido.

¡Ah, Terzo!, ¿me das por descontado,
un rincón donde la paz abunda,
sin dolor ni candor restringido?



Mi laguna


(Jotabem)


Te doy mi terca laguna,
ella es mejor que ninguna.

Una laguna que duerme
en el espejo en que verme
aunque parezca dolerme
ya no puedo sostenerme.

Una laguna perdida
por las sirenas temida.

Vaya por ti la fortuna
si yo sabré desprenderme
de tu feroz embestida.



Noche tan bella


(Jotabé)


Camino de Belén, noche tan bella
los cielos brindan luz por una estrella.

María y San José han contemplado
el rostro de Jesús, el bienamado.
La paz tendrá un hogar, será un arado,
la tierra del amor multiplicado.

Un gallo va cantando la noticia
los niños hacen eco de la albricia

¡Ah, Santa Navidad que dejas huella,
la buena voluntad has desatado,
despiertas los anhelos de justicia!



El oro del infierno


(Jotabé)


Los expertos que piensan el gobierno
administran el oro del infierno.

Recogí los dolores de ojos idos
las miradas vacías por olvidos,
en que fueron los hombres divididos
por afanes del lucro reprimidos.

Pretenden reprimir al indigente,
extirpar su "presencia repelente".

La verdad es figura de lo eterno
dignidad, corazón en mis latidos.
¡Oh, justicia responde al prepotente!



Corren, corren...


(Jotabem heptasílabo)


Corren por los trigales
cuando llueve a raudales.

Se oye la voz perdida
de una niña mordida,
que grita por la herida
¡cuánto dolor anida!

¿y por qué las monedas
al saltar las veredas?

Vienen con los zorzales
en alegre partida,
de coloridas sedas.



Del fiscal literario


(Jotabé)


Furibundo, fiscal imaginario,
sermoneas del texto literario.

Hoy observas prendido en tu sigilo
las palabras que penden en un hilo
y las grabas en discos de vinilo
pertinaz derrotero de un estilo:

"¿Por qué todos, escriben cosas vanas
estulticias mediocres y livianas?

"Me revienta el estúpido falsario
sus melosas palabras, falso hilo",
lo declaras rompiendo las ventanas.



Por mi rosa


(Jotabem)


Porque mi rosa termina
llorando su propia ruina

marchitando su frescura
cual pregón que no madura
su emoción de piel basura,
la declaro mi hermosura.

Y por su candor sentido
es un sueño que, perdido

hace huella por su espina
-que refleja mi andadura,
no me doy por ofendido.



Voy descalza


(Jotabém)


Mi voz transita descalza
quizá con gritos en alza

Yo soy protesta que grita,
el humus de flor marchita,
agrio pregón que se agita,
por desverguenza que irrita.

Yo tengo mi fundamento;
y no les creo tal cuento.

¡La libertad se realza,
cuando la llama crepita
en este mismo momento!



Aterrizaje mágico


(2 Jotabém)


En tierra está Pirullín
tocando junto a Martín.

Junto al pato y un tambor
recrean himnos de honor;
invitan al picaflor
a ser maestro cantor.

El loro Krreco recita
poemas a Margarita.

¿Dónde va mi maletín
para curar el dolor,
cuando la flor se marchita?


Ella parece sufrir
pensando en gris porvenir.

Es que yo soy curandero
del solar picapedrero,
voy con jumento agorero
y luces por el sendero.

Pasa danzando la garza
al consumirse la zarza.

¿Con quién habré de venir,
yo que soy titiritero,
cuando la tristeza engarza?



Ahora


(Jotabém)


La espera cae sonora
ahora que un niño llora.

Hay pliegues de gris ausencia,
sentires en transparencia
mirada de la inocencia
al ritmo de bella ciencia.

El niño mira despierto
saliendo del desconcierto.

Su madre también añora,
decirle una sugerencia,
¡Sacarlo del gris desierto!



Andresio, el burro feliz


(2 Jotabém)


Voy en apacible viento
volando con un jumento.

Me rebuzna una canción
de los loros en acción;
maravilla de ocasión
¡Me deslumbra esta visión!

Allá muy lejos, el valle
y no me pierdo detalle.

Andresio busca un momento
de feliz aparición
en concurrida calle.


Al frente veo la Plaza
donde el dragón se disfraza.

Gentes del pueblo mirando
con un jolgorio pasando
los loros van conversando,
¡En mi cabeza volando!

Llevan vistosos pendones,
desbordan sus corazones.

Con singular calabaza
Andresio va meditando
en los rebeldes gorriones.



Maldición del Usurero

(Jotabé)


Tres brillantes al cinto en negro espacio
sembrado de rocío… muy despacio.

Las Pléyades le burlan que no alcanza
el Cazador con arco ni con lanza
siquiera a Aldebarán que a poco avanza,
a Sirio la apresura en su tardanza.

A su diestra al Can Minor lo jalea
porque aprese en su esquina a Casiopea.

Que escapa hacia Cefeo en su palacio
ver Cástor y Capella, brillo en danza,
¡la gran llama de Júpiter platea!.

 
     
   
     
 
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