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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
SILVY HAYDÉE BOJART
 
Poemas
 
Silvy Boiart

Silvy Haydée
Bojart

«Silvy Bojart»

Sierra de los Padres, Mar del Plata, Buenos Aires
(Argentina)

Un día

(Jotabé dodecasílabos)


Un día se cierra el libro de la vida;
sus páginas tiemblan y no hallan salida.

Las letras se encogen, buscando un sentido.
El gran autor cita al hombre arrepentido.
Se inflama el papel del vital contenido;
los arqueros se retiran del partido.

Jugamos cada día a ser invencibles;
las leyes divinas son incompatibles.

Si estamos en pie, revoquemos la herida.
Descarta el Hacedor el fruto podrido;
fermenta sus dones en vinos plausibles.



Autores de nuestra ocasión

(Jotabé)


Ser un pincel azul de inspiración,
acariciando un cielo de emoción.

Atesorar aromas de jazmín,
en mágico esplendor de amor sin fin.
Visualizar un ocaso carmín;
ser melodía junto al bailarín.

Lóbrego pantanal muta en vergel;
bello paraíso oculta un bretel.

Somos autores de nuestra ocasión;
naipes que sueñan con ser comodín.
Divina estrella, que alberga un cairel.



Celeridad del tiempo


(Jotabé hexadecasílabo)


Celeridad del tiempo, que orbita en un cuerpo de arena;
ilusión atemporal vertida en azúcar morena.

Ser un panecillo en el horno implacable de la vida,
salirnos a tiempo, para no quemar nuestra guarida.
Renacer en la victoria de la meta concebida,
sin retener el peso batallado de nuestra herida.

Dulzura plasmada en la madera añosa del destino.
Anillos vivenciales que tejen un sol serpentino.

Somos remolinos de estrellas, hilando cada escena;
verdades inmarcesibles en una estepa florida.
Luz que esboza rectitud o ensombrecido desatino.



Crisol de manjares


(Jotabé dodecasílabo)


Crisol de manjares es nuestra Argentina;
generosos platos sirven cada esquina.

Deliciosas y variadas empanadas
con carne, pescado, dulces y saladas;
de humita, pollo y jamón, tan deseadas.
Asados, milanesas y carbonadas.

El más rico dulce de leche está aquí.
La pizza bonaerense es un rubí.

Cuesta poner fin a tan vasta cocina.
Colorido encuentro dan nuestras picadas;
y el famoso mate al que siempre acudí.



Lluvia de rosas perfumadas


(Jotabé dodecasílabo)


En rauda lluvia de rosas perfumadas,
fluyen dos cuerpos cual áureas cascadas.

La pasión es humo, y el amor es llama.
La caricia es bálsamo en el pecho que ama.
Gris sábana muta en la luz que declama;
insomnes amantes encienden su cama.

Colmena que eriza los labios de miel,
en hondos vibratos de armonía fiel.

Noche que exalta las dulces bocanadas,
alientos sensibles que avivan su flama.
Ritual de erotismo sonroja la piel.



Nace el Rey en un establo


(Jotabé hexadecasílabo)


Nace el Rey en un establo, con su fuego universal;
en un escenario humilde con encanto divinal.

Adviene un dios a la Tierra, por un mundo atribulado;
humano, santo, divino, como un sol puro y sagrado.
Niño de luz que convoca, digno ejemplo venerado.
Ha de nacer en la vida, con sentimiento arraigado.

Navidad es un mensaje, que nos invita al encuentro,
alrededor de un gran árbol, que nos alumbra por dentro.

Nochebuena en el abrazo, con un gesto fraternal;
en la mano generosa, en el don atesorado.
El perdón y la paz crezcan en férvido reencuentro.



Un sueño a concretar


(Jotabé Rimipri)


Alegría, tu flor en el desierto,
encendía mi mente con su acierto.

Elegía mutada en devoción
escribía su ecuánime emoción.
Armonía, que dejó su canción;
resucitaría aquella ovación.

Desearía volverla a pintar,
acudiría a su luz entintar.

Amaría con arcoiris despierto,
emprendería la paz de su acción.
Día presente, un sueño a concretar.



Reposo almibarado


(Jotabea)


Un latido de tiempo, rugir de cada amante,
en plenarias caricias que alegran el semblante.

Agraciado esplendor, que flecha el subconsciente,
recitando en la luz, endulzando el ambiente.
Undívago presente, que no hiere ni miente;
el milagro de ser, la límpida corriente.

Jazmín que seca el sol, renacer de rocío;
el fugitivo instante que reposar ansío.

Navegar en la vida como un artista errante,
bosquejando la gracia contemplando el poniente.
Reposo almibarado; pincelada de estío.



El camino es la conciencia


(Jotabé dodecasílabo)


La vida puede ser un recto camino,
para quien obra sembrando un buen destino.

El camino es la conciencia que construye
al hombre, que con su percepción intuye,
que toda transgresión al amor destruye;
y la Justicia con dolor retribuye.

Nuestro rumbo se bifurca en la ignorancia.
Hay tiempos que exigen fe y perseverancia.

No es falta acceder a una copa de vino;
es falta quien en el vicio se diluye.
El exceso echa a perder nuestra ganancia.



Los sesenta granaderos


(Jotabem)


Sobre corceles montados;
blancos caballos alados.

Los sesenta granaderos
eran paisanos y arrieros.
Valientes, bravos, certeros;
cuyanos, nobles aceros.

En los Andes, la Cruzada,
por San Martín liderada.

Argentinos inspirados
por intrincados senderos
en cordillera nevada.



Sabia candela


(Jotabé dodecasílabo)


Fulge eternamente la sabia candela,
nombrando la celebridad de Mandela.

Noble defensor de derechos humanos;
librepensador de generosas manos.
Forjador de la igualdad con fines sanos,
haz de luz que nos hace sentir hermanos.

Educador que puede cambiar el mundo,
con un ideal en acción muy profundo.

Nelson ha dejado la paz de su estela;
chispa de amor que incendia valores vanos,
trayendo en su entereza un giro rotundo.



De la ciénaga a la cumbre


(2 Jotabems)


Desde la fosa abisal
de un universo causal.

Aprendo profundidad,
obro magnanimidad;
modelo ecuanimidad,
busco mi propia verdad.

Desde el azul del amor,
trasunto cada dolor.

Emerger de todo mal,
nadar en la libertad;
por la gracia del Señor!


De la ciénaga a la cumbre,
de la ceniza a la lumbre.

Despertamos redención
en la piel de la emoción.
¿Cómo saltar la ecuación,
que desvasta en su erosión?

Nos pule un mar interior,
educando lo inferior.

Sortear la podredumbre
con ánimo y devoción.
¡Que brille el ser superior!



Pluma viviente


(Jotabé)


Origen de inspiración literaria;
una carta de amor en la primaria.

Con entusiasmo aquella vocación;
con estudio, voluntad y emoción,
fue ganando respeto, admiración,
destellando a tiempo gran ovación.

Rima Jotabé de alcance mundial;
joya estrófica de cauce esencial.

Letrado paladín sin estatuaria;
un monumento activo en su misión.
Pluma viva poética especial.



Canto de vida


(Jotabé)


En un jardín de palabra florida,
nace el jotabé en un canto de vida.

Rima neoclásica inconfundible,
creada con amor inextinguible.
Digna de aprender, clara y comprensible.
Áurea joya de valor plausible.

Terzos y pareados prodigiosos;
versos originales y armoniosos.

Una mágica estructura expandida;
literario racimo inmarcesible
de frutos monórrimos novedosos.



Feroz realismo


(Jotabé dodecasílabo)


Tierras milenarias de crasos reptiles;
depredadores y criaturas hostiles.

Mandíbulas fuertes, con dientes serrados,
potentes fauces para enormes bocados.
De varios millones de años son datados,
acorde a los fósiles que han sido hallados.

Hoy tenemos los dinosaurios avianos;
son las aves de todos los meridianos.

Recreados en historias infantiles;
feroz realismo de tiempos pasados.
Bípedos remotos antidiluvianos.



Ser o no ser


(Jotabem Monosilábico heptasílabo)


Ser o no ser; sé bien.
Sed de luz en mi sien.

Flor de sal en tu piel;
son de tren en tu riel.
Mi rey, no me des hiel!
Soy tu paz y tu miel.

Sol del sur en los dos;
tú y yo en el gen de Dios.

Fluir en un gran mar zen;
ley del pez que va fiel.
De la cruz, ir en pos!



Jardín de delicias


(Jotabé dodecasílabo)


Tú, Valencia, ¡comunidad admirable!
¡Deja que ante tu mundo mi espíritu hable!

Eres reino que convive en armonía,
con los versos que transmiten eufonía.
Jardín de delicias, tu gastronomía;
mantel generoso que extiende alegría.

Jardines del Turia, ¿dónde está tu río?
¡Otrora corriese con libre albedrío!

Late en tus poblados ese trato amable,
que infunde en tu gente dulce algarabía.
¡Ciudad encantada, sentimiento mío!


Ganador del premio «Fulla del Taronger» del II concurso Internacional de poesía «Canto a Valencia»



Falla Valenciana

(Jotabé tridecasílabo)


Quemar lo que sobra, iluminar lo que falta.
Falla Valenciana, ¡que el renacer exalta!

Escenario dantesco, fiesta centenaria;
derrumbe de sombras con fe extraordinaria.
Es Valencia una antorcha de alma candelaria.
Crisol de culturas, bella flor pasionaria.

Caen las figuras en célebre sentencia.
Ciudad enmascarada en la luminiscencia .

Furor por un cambio, que en el cielo resalta;
flamígero grito que muerde la estatuaria.
Fulgor polícromo que despierta conciencia!



Rasguño traicionero


(Jotabé)


La espina del orgullo mortifica,
en medio del rosal que santifica.

Rasguño traicionero es la arrogancia,
que engendra la ceguera y la ignorancia.
Ego que ensalza ilusoria importancia;
¿olvido de nuestra fugaz estancia?

Pecado que no gusta arrodillarse,
con actitud humilde prosternarse.

Sólo el Ser Divino nos califica,
otorga su virtud en abundancia.
¡Hagamos que su luz pueda expresarse!



Canto florido


(Jotabem Kigo)


Vibra un canto florido,
dentro del nido.

Huella serpenteante,
agreste y destellante;
molino rutilante,
rueda fragante.

Perfume que exaspera
en primavera.

Bellamente vestido,
el campo es el amante
de una quimera.



Barco de letras


(Jotabé dodecasílabo)


Amigo entrañable de brazos abiertos;
mapa replegado de errores y aciertos.

Barco de letras, que navega en sapiencia,
orillando cada credo y cada ciencia.
Fiel compañía que aguarda con paciencia,
para salvarnos de toda negligencia.

Páginas que acreditan lo vivenciado;
intrépida tinta de lo imaginado.

Voces mudas que florecen en desiertos,
y en blanco papel desnudan su experiencia.
Libro noble, ¡compañero tan preciado!



Esposa del sol


(Jotabé)


Musa opalina que el sueño conjura;
bola de cristal donde el mar augura.

Reina callada, numen nacarado
que orquestas las aguas desde tu estrado.
Duelo y cortejo en tu imán plateado;
albo misterio del cielo colgado.

Doncella que eriza la piel del mundo
con su sortilegio y su don fecundo.

Esposa del sol que navega altura
con cabello envuelto en lienzo estrellado
teje con su luz un sentir profundo.



Noche mágica


(Jotabé)


Don divino de Feliz Navidad;
fuente de amor y prodigalidad.

Noche mágica de luces doradas.
Almas en sano júbilo encontradas,
en santo brillo de estrellas aladas,
donde florecen virtudes amadas.

Nace glorioso en humilde pesebre;
merecedor de que el mundo celebre.

Ser bendito de celeste heredad,
que ha de traer enseñanzas sagradas,
para que nunca un corazón se quiebre.



Hogar de aves


(Jotabé)


Erguida mole de sacra emoción;
santuario de flores, trino y canción.

Árbol noble, protector querubín;
rey lunisolar, grácil paladín.
Hoy te saluda el río cantarín;
mañana tu fruto, ofrenda y festín.

Templo del cielo, del ave su hogar.
Pulmón de la tierra, hondo respirar.

Ángel de madera, verde mansión,
que brinda sombra, fogata, aserrín.
Tu fornido tronco anhelo abrazar!



Libro que libras


(Jotabé dodecasílabo)


Abro tus páginas pobladas de vida.
Tu fondo blanco va sanando la herida.

Esa ancestral herida de la ignorancia,
que sana con cada autor en su prestancia
de aportarle al cerebro mayor sustancia,
cediendo a la lectura gran importancia.

Buenos servidores del conocimiento.
Cada biblioteca es como un monumento.

Amigo de papel, sublime guarida,
que luchas contra el error y su jactancia;
alumbras con tu saber cada momento.



Las mil odas de los pelistros


(Jotabé jitanjáfota)


Bordean el camino las resodas,
y cantan los pelistros sus mil odas.

Qué mágico paisaje entelezado
se ve desde el astal acristalado.
Perfuma el celafir amaderado;
en un cielo añil luce el firenado.

Las aguas de un arroyo cegrillero
brillan bajo un sol quistanio de enero.

Pronto se aveciduan las luces todas;
vuelve a sonidar el canto olvidado.
Los niños sueñan con el festinero.



Un viaje a La Falda


(Jotabé doecasílabo)


Córdoba es una gran provincia argentina,
que nos confiere una emoción repentina.

Pasar por sus pueblitos encantadores,
surcados por altas sierras y esplendores.
Extasiarse con sus pájaros cantores
por senderos de aromas embriagadores.

Tomar rumbo de Cosquín hasta La Falda;
sentir el entorno vibrando en mi espalda.

Hierbas que sanan en tierra campesina.
Mieles doradas con almíbar de flores.
Córdoba late en mi pecho cual guirnalda.



Esperanza encendida


(Jotabé dodecasílabo)


Tiernas manos te abrigan en noches frías;
dulce niño morador de fantasías.

Tu infancia es un tesoro de luz sagrada,
un clamor del alma bienaventurada.
Mágica candela que arde en la mirada.
Primera edad de genialidad sembrada.

Florida esencia que perfuma la vida,
carrusel de estrellas en piel conmovida.

Bella niñez, con tus luces extasías
cada rincón donde creas tu morada.
¡Todo niño es una esperanza encendida!



Fiesta diamantina


(Jotabé tridecasílabo)


Mágico cristal de estrella acaramelada,
labrado con amor, pulido por un hada.

Fiesta diamantina de flores que fulguran;
palomas de luz, que a los niños paz auguran.
Horas benditas que la pureza capturan,
y el vino de vida con prontitud apuran.

En ramilletes constelados de inocencia,
la infancia radia su lumínica presencia.

Cándido tesoro del alma pincelada,
que al mundo enternece con alas que maduran.
Mora la niñez en el hogar de la esencia.



Niñez que en amor destellas


(Jotabem)


La sonrisa de la luna
pinta una canción de cuna.

En tu techo mil estrellas,
y en tu mirar las centellas
que evoca las cosas bellas.
Niñez que en amor destellas.

Flor de infancia tan amada;
divina tierra soñada.

Ángel bendito que acuna
reino de alas y doncellas.
¡Sublime esfera encantada!



El jarrón de mi abuelita


(Jotabé)


Alumbra encantador el farolillo,
y deja de cantar el pajarillo.

La noche se ha pintado preciosita,
y pule con amor cada estrellita.
La luna asoma su triste carita;
se prende en mi pecho azul lucecita.

Desde el balcón se ven los hombrecitos;
parecen de juguete los autitos.

Vislumbro manchas en mi jarroncillo;
me remonta a la paz de mi abuelita.
Miro en el cielo sus tiernos ojitos.



Si soy con Dios


(Jotabé dodecasíalbo)


Orbe que se expande en sed contemplativa;
es el resplandor de una presencia viva.

Siembra sensibilidad en cada instante;
dice soy feliz, mirando hacia adelante,
fulge humanidad con pura luz constante,
contagia amor con brillo perseverante.

Es el regocijo su estado de gracia,
que se expande venciendo la gris falacia.

La felicidad de la bondad deriva
en correcto proceder edificante,
emanando candidez que nos agracia.



Ciudad de luces que lloran


(Jotabem)


Farolas que centellean
en calles que serpentean.

Ciudad de luna sensible,
con su azul inasequible
de un dinamismo plausible,
que sueña con lo imposible.

Sendas de luces que lloran
las historias que atesoran.

Urbe de ecos que pelean
en futuro inaccesible
de un ideal que demoran.



Desde mi terraza


(Jotabé tetradecasílabo con heterostiquios 6-8)


Desde mi terraza, con el corazón henchido,
observo la calle, con ojos de un mundo herido.

Ver desde lo alto; ser un ave de la altura.
Sentir cada paso, latir en cada figura.
Un balcón de cielo, con un alma que fulgura;
viendo silenciosa, presintiendo luz futura.

Cerca de las nubes, con la vista oxigenada.
El sol en mi rostro, calma emoción hermanada.

El aire congrega, contemplando lo sentido.
Lejana logro ver; lejano mi amor madura.
Es dulce el saber, cuando me integro a la nada.



Literato de temple creador


(Jotabé tridecasíalbo)


De muy niño, en las primeras cartas de amor,
nace el literato de temple creador.

Un día se enciende la llama innovadora,
estudiando a los clásicos hora tras hora.
Con don creativo surge cautivadora,
la nueva rima Jotabé, que el mundo adora.

Noble poeta, periodista; todo un hito.
Un hombre célebre de nombre Juan Benito.

Es para los jotaberos un gran honor,
contar con su excelente guía propulsora.
Que el mundo logre apreciar su genio bendito!



En esa estrella fugaz


(Jotabé octonario)


Visito los caminos de Dios con mis plantas desnudas;
piso la tierra de la paz, entre piedras puntiagudas.

Me cobijo bajo el ala metafísica del cielo;
que las plumas de las nubes sirvan de dulce consuelo.
Dejo soltar al viento el rebelde trigal de mi pelo;
conecto mi sensibilidad al arcilloso suelo.

Reflexiono en mis adentros sobre el valor de la paz.
El verde acuna mi pecho en un espléndido solaz.

Me vuelvo eco de la humanidad en sus vivencias crudas;
elevo una pleglaria entre flores por su desconsuelo;
Que se cumplan mis anhelos en esa estrella fugaz!



Con un sol en el pecho


(Jotabé dodecasílabo)


Emplumada paloma blanca y celeste,
ataviada de cielo y cantar agreste.

Despliega su vuelo mi linda Argentina,
entre cumbres y ríos, su luz divina;
portando un sol en el pecho, ella camina,
con huella floreciente y faz celestina.

Entre cuerdas de guitarra y paisanaje,
pincelando el esplendor de su paisaje.

Es tu sol un faro que mira al sudeste;
crisol de razas, verdor de tierra andina;
jovial escoltas al mundo en su viraje.



El poder de la palabra III


(Jotabé hexadecasílabo)


Expresiones de humilde posada y de lujosa estancia;
arcaica placidez estrófica en conciertos de infancia.

Ya todo se ha dicho, excepto una cosa; ¡nuestra verdad!
Verdad, que cuando despierta, comienza a ser heredad;
mensajera paloma que comunica libertad,
llevando entre sus alas, el sol de nuestra identidad.

Signos milenarios grabados en la piel de la roca;
un léxico sagrado, que al hambre material trastoca.

Códices subterráneos que pueden verter fragancia,
al noble buscador que desempolva inmortalidad,
sellando sierpes quejumbrosas y hostiles de su boca.



El poder de la palabra I


(Jotabé hexadecasílabo)


La palabra en sintonía con el alma, obra destino;
en su faz musical vibra como rosa y como espino.

Puede dibujar senda triste y camino de alegría;
ser la primavera que al mundo espiritual extasía,
con perfumes florales o cardales de rebeldía;
vocablo que teje en el telar de la sabiduría.

Letras engarzadas que danzan en un significado;
pujan por develar el fondo de todo lo creado.

Trazos fulgentes con acierto y sombrío desatino;
labios del poeta que parlan inefable ambrosía;
lenguas adivinas del futuro, presente y pasado.


(Jotabé ganador de Quinto Accésit del XI Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



Rubí asombroso


(Jotabé)


Asoma su cráneo portentoso
el purpúreo rey, rubí asombroso.

Va virtiendo su sangre en los cristales,
con rojas pinceladas matinales,
alejando las huestes abismales;
llega el haz a sanar todos los males.

Nace en el horizonte el nuevo día;
canta el sinsonte su oda de alegría.

Amanece un milagro prodigioso;
del divinal nombre, sus iniciales.
Despierta el sol la dulce algarabía.



Donde cabe el universo


(Jotabé hexadecasílabo)


El reflejo de la hoguera transparenta la mirada,
y en el calor del fuego, la piel se torna alcanforada.

Mirada contemplativa, donde cabe el universo,
fundiendo en sus pupilas los metales de cada verso.
Ojos que escudan con su brillo todo momento adverso;
doman al espíritu rebelde, y lo vuelven converso.

Miradas aterradoras que escandalizan el alma;
miradas piadosas, que infunden sentimientos de calma.

Umbrías pupilas, que alumbran la tarde enamorada,
y dejan ver, tras sus abismos, del amor el reverso.
Ojos de suaves plumajes, que acarician cada palma.



El teclado infinito del saber


(Jotabé Cúver hexadecasílabo)


I

En un teclado infinito, el saber se va interpretando.
La experiencia sonora de cada ser, se va irradiando.

Hasta alcanzar impredecibles escalas de lenguaje,
y que el cerebro pueda abordar el más amplio bagaje;
siendo los argonautas de un inconmensurable viaje.
Protagonistas y actores del mejor largometraje.

El hábil camarógrafo resulta ser la conciencia,
que monta escenografía para probar nuestra ciencia.

El drama de la vida, sabiamente nos va entrenando,
aguzando los sentidos en arduo peregrinaje.
Todo un libreto que alberga un sentido de trascendencia.


II

En un teclado infinito, el saber se va consumando
en la clave de sol de cada paso, se va plasmando.

Hasta alcanzar impredecibles escalas de expresiones,
e irse transformando en polifacéticas emociones.
Puede adquirir el saber, insospechadas dimensiones.
Llave de poder que origina grandes transformaciones.

El hábil camarógrafo resulta ser la sapiencia,
que eleva al conocimiento a realidad de vivencia.

El drama de la vida, sabiamente nos va educando,
y va enriqueciendo la calidad de nuestras acciones,
si al vivir añadimos amor, luz de fe y buena ciencia.



De la espina a la rosa


(Jotabé Rivol tridecasílabo)


La rosa encarnada en el jardín del ocaso,
sueña en convertirse en un mítico pegaso.

Es su llanto, perla de rocío que luce;
un mar de esmeralda, el anhelo que trasluce
el ritmo ancestral, bajo un sol que le conduce.
Camino de espinas, que lo banal reduce.

Esparce su perfume la sed del vivir,
en orbitales luces de un dulce sentir.

Quien olvida su rosa, a la espina abre paso;
cuando se eclipsa al ser, la tiniebla seduce.
De la tierra al cielo media un solo latir.



Eterna remembranza


(Jotabé tridecasílabo)


Cuando se enciende el árbol de la Navidad,
obra un sentimiento pródigo de hermandad.

Los rostros refulgen en prístina belleza;
el alma se embriaga de amor y de certeza.
Brilla en el éter la elevada realeza
del ser más sublime en acendrada entereza.

En santos aromas destella la esperanza,
nacida del Niño que suscita alabanza.

El corazón late un don de felicidad,
cuando se convierte en establo y fortaleza
del suceso divino que a todos alcanza.



Cromatismo sensible


(Jotabé Anverbo)


Albas prímulas de leve amanecer;
conjuro amarillo del atardecer.

Aire perfumado de naranjo en flor;
acuarela campestre del rojo amor,
grácil pintura de místico fervor.
Agasajo solar en sutil verdor.

Ocres trazos en extensos sembradíos,
y allá lejos, pintorescos caseríos.

Cánticos endrinos del anochecer,
en matices violetas contra el dolor.
Cromatismo sensible en los labrantíos.



Miraje del artista


(Jotabé dodecasílabo)


Alto propósito llevan los artistas,
con pincel o cincel, pulen mil aristas.

Cuántico trazo, sobre tapiz de cielo,
interpretando con mística su celo.
Soplo flamígero destructor de hielo;
gran alquimista del desértico suelo.

Desliz atávico, que labra mensaje,
sin buscar honores, prosigue su viaje.

Superior inteligencia que despistas
al ignaro, que no ve bajo tu velo;
¡hombre de polifacético miraje!



Lecho de rosas en florescencia


(Jotabé 5-7-5)


Brilla el silencio, como preciosa gema sobre tu frente.
Es tu perfume, tan bello sentimiento, que honra el
[ presente.

Mil sensaciones de abrazarse al influjo de tu presencia,
como la luna se abraza al horizonte de cada esencia.
Es tu caricia, la flama candelaria que arde en sapiencia;
mundo sensible, que conmueve mi pecho, dulce vivencia.

Vibran las horas, con la emoción que tejen nuestras
[ sonrisas.
Plumas, que al viento danzan, buscando cielos en las
[ cornisas.

Copas que brindan con el haz de los astros, y luz fulgente,
con dulce vino, sobre un lecho de rosas en florescencia.
Brilla el silencio, con el pulso encendido de azules brisas.



Patio andaluz


(Jotabé dodecasílabo)


Concierto de vida, que esboza tu luz,
recorre tu suelo, tu patio andaluz.

Claveles de gloria, testigos de amor,
aroman tu gracia, tu sol de rubor.
Farolas de hechizo, besos y fulgor,
adornan tus sombras, cadencias y ardor.

Bella Andalucía, que entonas vibrante
arpegios que tiemblan, cuerdas de alma errante.

Prodigio del cielo, flor del orozuz;
novia esperanzada, sed dulce y candor.
Azul callejuela, que aguarda anhelante.



Donde el mundo es plano


(Jotabé dodecasílabo)


Al parecer, el mundo se ha vuelto plano,
y su giro depende de cada mano.

Cabe todo el planeta en un celular;
instrumento, que es del cerebro, un hangar.
Dispositivo que nos hace viajar;
comunicación que llega a todo lar.

Una placa inteligente y colosal,
que emite y recepta la onda sideral.

Giro cibernético para el humano;
móvil que muestra el poder de imaginar.
Puente entre la materia y la faz mental.



Escala del sol al Jotabé


(Jotabé Numérico dodecasílabo)


Uno es el sol que nos prodiga la vida;
dos son los ojos que a su luz dan cabida.

Tres primarios, los colores principales;
cuatro los puntos básicos cardinales.
Mano y pie, con cinco dedos funcionales.
Seis, gestador de formas hexagonales.

Siete días pincelan nuestra semana;
ocho direcciones el espacio mana.

Nueve meses la madre a su niño anida.
Diez mandamientos, que advierten nuestros males...
¡Son once versos que el Jotabé engalana!



La mágica lámpara del Verbo


(Jotabemo Rimispal)


I

Letras que siembran un significado,
cosidas al libro de lo creado.

Sonido que rompe todo hermetismo,
ingresando la luz en todo abismo;
prodigioso, transmitiendo el altruismo.
Soplo que articula el conocer mismo.

Borlas que penden de un gigante pino;
astros que dan un giro repentino.

Verbo solar que plasma lo ideado;
mágica luz, lámpara de Aladino.
Rayo bendito que obra en lo soñado.


Il

Hilos que tejen el significado
en divino tapiz de lo creado.

Símbolos que atesoran hermetismo,
guardando de ignorancia y del abismo.
Palabras que aleccionan con altruismo,
logrando que nada sea lo mismo.

Letras bordadas en flamante pino;
árbol que ofrece fruto repentino.

Luz arquetípica de lo ideado,
evocando el don verbal de Aladino,
que, entre versos, dibuja lo soñado.



Esperanza diamantina


(Jotabé dodecasílabos)


Flor del cerezo que perfuma el jardín,
y aroma la piel de un río cantarín.

Manchas rojas, que sobre un verde esplendor,
pintan el vívido sueño del amor.
Son las amapolas que encienden furor,
en la pródiga estación que abre la flor.

Una turquesa esperanza diamantina
hace florecer el cielo de Argentina.

Preña la tierra un espíritu andarín,
empolvando a su paso el núbil rubor
de una florida princesa celestina.



El carrusel de la infancia


(Jotabé Terzimas hexadecasílabo)


Gira la nostalgia en la lenta marcha de un carrusel;
sólo un niño cabalgando sobre un mágico corcel.

Se ha mudado el jardín de la infancia al vacío virtual,
sin rubor de mejillas, sin aire puro y natural.
Los títeres y muñecos lloran su llanto abismal.
Se ha perdido la inocencia y su magia primaveral.

En desfile, cabizbajos, se han marchado los juguetes.
Ya no esperan el asombro de rotura de paquetes.

Van un carrusel y un corcel en las alas de un pincel.
Virtual, natural, abismal, primaveral ventanal.
Cristal que atesora juguetes, paquetes y bonetes.



Amor surrealista


(Jotabé Rebote dodecasílabo)


Ramo florido del beso sosegado,
imprime un recuerdo intenso solapado.

Embriaga una plácida brisa salada
en carmín de risa fresal salpicada,
que deja a la sed de mi rosa saciada,
y abre el ojal de mi blusa satinada.

Caricias de espumas de sal salvadoras;
aguas de una fuente versal saltadoras.

Mar de pasión, azul raso soleado.
Amor virgen de mariposa sanada;
flores del mundo abisal saludadoras.



Estructura divina


(Jotabé dodecasílabo)


En los jardines floridos y letrados,
surgen las voces de tiempos inspirados.

Dimana el Verbo sus rayos de esperanza,
en la luz que augura rima de bonanza.
Una estructura divina que se afianza,
y con sed de letra viva arde en pujanza.

Don de excelencia, es la Rima Jotabé;
fruto de su creador, que anima y ve.

Magistratura en versos pulimentados;
rítmica emoción que atesora enseñanza.
¡Siga el poeta a su rima donde esté!



La Madonna Sixtina


(Jotabé dodecasílabo)


Los santos Bárbara, Sixto y la Madonna,
asistidos de un dios, que les galardona.

De esmeraldas satenes surge grandeza;
castas esculturas suscitan pureza;
celeste tapiz de nubes, es belleza,
que, a sensibles rostros les suma nobleza.

El Papa muerto en brasas, señala el mundo.
Angelotes en sueño meditabundo.

Mansa mártir del hambre; ser que perdona.
Dones sensitivos de alta realeza.
Carmines y verdes son brillo fecundo.



La brújula del corazón


(Jotabé Amirrima)


Radiante enigma viene a revelar,
rastros de estrellas en el verbo amar.

No se rinde el cantor en su canción;
nomina las letras de su emoción.
Noches que engendran alta inspiración;
norte en la brújula del corazón.

Reconocer la voz de nuestro ser;
revestir de valor el proceder.

Rapsodia dulce para enamorar;
novilunio que anuncia la pasión.
Reminiscencia de un hondo querer.



Escuela de humanidad


(Jotabé tetradecasílabo con versos franceses)


Cuando el orbe, en su velo azul, brilla intermitente;
monta escenarios de luna y sol, entre la gente.

Dicen, que irradia espiritual luz hacia el espacio,
en haz de azurita, aguamarina y crisopacio.
Su extraño resplandor es, apenas, un prefacio,
de un mundo sombrío, que se exhibe cual solacio.

Planeta que anida una escuela de humanidad;
tablero de ajedrez, que abre duelo a la equidad.

Sed de corazones, que arremolina un presente,
saciando congoja en la luz del hiperespacio,
donde obra, ecuánime, el don de la divinidad.


(Poema ganador del Segundo Accésit del X Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



Flan por vacuna


(Jotabé dodecasílabo)


Ha llegado al convento un agreSor plan;
vacunar con estrategia a todo el clan.

No admiten agujas de ningún tenor;
azoradas Sores respiran pavor.
¿Juan Benito es monje letrado o doctor?;
¡corre trás las monjas llenas de terror!

En el campanario puso una salita;
de obispo a enfermero sorprende su cita.

Soraya persuade cociendo su flan;
¡Sor Bete!, exclama Rodríguez a su honor,
¡con tan rico postre, ya no habrá agujita!



Canto de inocencia


(Jotabé dodecasílabo)


Las cuerdas del río dimanan arpegios;
notas ancestrales, sentimientos regios.

Ribera encantada, que viste al paisaje;
canto de inocencia en translúcido encaje.
Cauce de esperanza, colosal linaje;
cinta milagrosa en un verde carruaje.

Brazo de montaña que fluye hacia el cielo,
destilando rocío y esquirlas de hielo.

Tu sangre de plata crea florilegios.
Espejo de nubes, místico pasaje;
vertiente sagrada del azul deshielo.



Pachamama


(Jotabem Bivocálico)


En el celeste pesebre;
es de reyes se celebre.

Pachamama, tan sagrada;
¡casa amada, tan armada!
Planta, aplasta, avanza, agrada;
vasta faz, tan trabajada.

Entre rehenes, ceder
fe de sed clemente, ser.

El eje presente enhebre,
alada paz, tan cantada.
Es prever el perecer.



¿ A qué has venido a este mundo?


(Jotabé)


Medita en tu don, no pierdas tu vida;
sana con virtud la palabra herida.

Reflexiona: ¿a qué has venido a este mundo?
¿Cuál es tu misión, tu anhelo profundo?
¿Es vano tu andar o es paso fecundo?
¿Estás vivo o transitas moribundo?

Misterioso collar de humanidad;
en el verbo divino habla verdad.

Cuando dejamos que la luz presida,
nos libramos del vagar errabundo;
y vamos hacia la felicidad.



Dedicado a Juana de Arco


(Jotabé Vereal dodecasílabo)


Doncella de Orléans, joven campesina;
¡toda una heroína; toda una heroína!

A los trece años, una gran visionaria;
veía a los santos, y no en estatuaria;
le hablaban en visión extraordinaria;
¡misión libertaria; misión libertaria!

Dios le encomendó presidir la batalla;
¡mujer de alta talla; mujer de alta talla!

Defender a Francia; tarea divina;
Juana guerrera, en proeza sanguinaria;
¡ni el fuego te calla; ni el fuego te calla!



Mi pequeño tigre


(Jotabé Misrimo)


I

Cabe el cielo en su mirada felina;
gato hechicero, de presencia albina.

Es Perlito, una mascota prudente;
un animal sereno e inteligente.
Parece, a veces, leerme la mente;
tigre pequeño de furia latente.

No se interesa tanto por la rata,
ni sobre el ave, su garra desata.

Lleva, discreto, su sabia rutina;
gran seductor, con la gata de enfrente.
De vez en cuando, nuestra voz acata.


Il

Perlito, muy niño fue abandonado;
su albo pelaje era un copo nevado.

Siendo bebé, quedó con madre ausente;
fue una tarde, que lo socorrí urgente.
Recuerdo su susto, en forma patente;
un blanco bocado entre lengua y diente.

Pandora, mi perra, es como su madre.
Ve al gato tan diestro; no hay quien le ladre.

Convive entre perros, y es respetado.
Mucho de siamés, en su antecedente;
¿siamesa su madre, o tal vez el padre?



La flor del perdón


(Jotabé Agudo)


Brilló en emoción la flor del perdón;
su raíz fue timón y corazón.

Allí lució, con amor, su carmín;
paz del verdor en solaz de jardín.
Dió a luz, azul manantial cantarín,
escribió candor, con su haz de plumín.

Quien perdonó, se logró perdonar;
comprendió que Dios mutó su accionar.

La actitud de humildad, obró razón;
evocó en su ser, cantar de violín;
logró empatizar y, así, escalonar.



El niño sol


(Jotabé Palabra tridecasíalbo)


Navidad es sueño dorado que renace,
cuando el Cristo, como nuestra esperanza, nace.

Es vida y dádiva la navidad del alma;
en un pesebre, bienaventurada calma.
Ávida la Navidad, florece en la palma.
El niño sol es resplandor, que al mundo encalma.

Fiesta santa es la Navidad, sin vanidad,
donde el corazón canta en su felicidad.

Que un don de templanza, esta Navidad abrace;
trayendo el amor, que a la humanidad ensalma.
Que algo nazca en nuestro interior en Navidad.



Al poeta


(Jotabé dodecasílabo)


Sé que escribes con tu sangre y con tu amor,
vertiendo en la hoja tu magia y tu color.

Sé que tu pluma, en el atardecer canta,
cuando el buen cielo la cubre con su manta.
Tinta nubífera, que azulina, encanta;
y que, en el alma poeta se hace cuanta.

Página de viva sensibilidad,
que habla los ecos de la eternidad.

Bella poesía de drama y candor;
trágico lamento, que al lector espanta.
Fuente visionaria de felicidad.



Azul esencia


(Jotabem Escala pentasílabo)


Reminiscencia;
azul esencia.

Representada
luz anhelada,
en mi jornada
ser como un hada.

Florecimiento,
amor sediento.

Condescendencia;
paz deseada,
sol que presiento.



Complicidad Sor-presiva


(Jotabé)


Las Sores azoradas trás las rejas,
confiesan sus pecados entre cejas.

Si el cura la curase a tal Sor-Presa,
ya no sería monja, sí princesa.
Proponen a Sor-Teo en amplia mesa,
sobre cuál de ellas la condena pesa.

Sor-prende una vela,ante la emoción;
su amiga Sor-da para la oración.

Al San-Cerdote todas las arvejas
le caen como una culpa que pesa.
Sór-Dida oculta su acto de Sor-Ción.



Virtud y pecado


(Jotabé tridecasílabo)


El orgullo apaga la luz de la humildad.
La lujuria ensombrece el don de castidad.

La faz iracunda y la paz muestran dualismo;
la pereza entorpece todo dinamismo;
la gula y la eutropelia no van por lo mismo
Y la envidia,al desinterés,traza un abismo.

El mundo camina entre virtud y pecado.
Somos un balance entre lo errado y acertado.

¿Quién ha de triunfar,la maldad o la bondad?
¿La sabia prudencia o el ignaro fanatismo?
¡Conciencia e ignorancia disputan el estrado!



Un tren de algarabía


(Jotabé)


Estrechez de palabras en tu boca,
abre un gris pasadizo que desboca.

Son tiempos entintados de agonía;
mi huella se deshace y extravía.
Resurjo de la noche al nuevo día,
transmutando tristeza en alegría.

Sueña mi pincel con el universo;
destella la emoción en cada verso.

La rima del poeta nos convoca,
trayéndonos un tren de algarabía
en la prosa de un mundo tan adverso.



La luna pinta de claveles rojos


(Jotabé)


La luna pinta de claveles rojos,
antiguos versos que arden en tus ojos.

Vibra la llama del amor fecundo;
bucea mi sed en tu mar profundo.
Quizá sea el amor puente a otro mundo
que incline mi ser a un salto rotundo.

La prosapia estelar de nuestro nido,
alienta la razón de un don perdido.

Puertas del tiempo descorren cerrojos.
En la lluvia de tus besos me inundo;
Y así nace la flor del bien querido!



La Gioconda


(Jotabé)

(Écfrasis del cuadro La Gioconda de Leonardo Da Vinci)


Bello fondo de paisaje y penumbra,
destaca la sonrisa que deslumbra.

La gracia femenina resplandece,
en el pincel del genio que florece.
Sereno mirar que al alma enternece;
eximio lienzo que al mundo estremece.

Oscuros vestidos exaltan su piel;
los ocres y verdes destilan su miel.

Guardan sus manos una paz que alumbra.
Es la Mona Lisa un amor que crece,
en tierra sensible que le sea fiel.


La Gioconda

 
     
   
     
 
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