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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
LUIS ANTONIO BEAUXIS CÓNSUL
 
Poemas
 
Luis Antonio Beauxis Cónsul

Luis Antonio
Beauxis Cónsul

Montevideo (Uruguay)

Pintor de luz

(Jotabé)


Sorolla Joaquín, de luz pintor
que, a raudales, brota en cada color.

Alcanzaste el sitial más elevado,
mas sin dejar lo popular de lado.
Tus lienzos son Concejo y son Mercado,
damas, playas, palmeras, pan, pescado…

El valenciano mar, al que el sol baña,
te inspiró en lo profundo de tu entraña.

Tu pincel, desbordándose de amor,
continúa brillando en tu legado,
inundando de luz a toda España.



Desamparo


(Jotabé)


Niña Amparo, precioso bibelot,
perdida enamorada de un ninot.

Doncel que la cautiva con su encanto
de caballero envuelto en rico manto.
Amparo lo contempla, tanto y tanto,
que de sus claros ojos mana el llanto.

Con voz quebrada ella suplica luego:
¡Indúltalo, Señor, yo te lo ruego!

Tristes suenan las notas de un fagot.
Amparo se estremece con espanto
y el doncel se desploma ¡envuelto en fuego!



Falla en Valencia


(Jotabé)


A ver cuánta inspiración en ella halla
a Valencia arriba Manuel de Falla.

El Maestro se instala en el balcón
y, a sus pies, se despliega la función:
todo el Pueblo se enciende de emoción
reviviendo la añeja tradición.

Majestuosa la Fallera Mayor.
La Mascletá se inflama en su fragor.

La alegría que, por doquier, estalla.
Don Manuel tararea una canción
plena en fiestas de luz y de color.



Invierno en Jotabé


(Jotabé)


Aunque no es verano una golondrina,
cuando parte el invierno se avecina

y otras aves no dicen ya ni ¡pío!
Está helado su trino con el frío.
Está helado también el pecho mío.
Todo es blanco, muy blanco hasta el hastío…

Cuesta mucho salir por la mañana
con bufanda, gorro y guantes de lana

y está un árbol desnudo en cada esquina
aguardando el regreso del estío.
¿Podría ser la próxima semana?



Gol


(Jotabé)


En Qatar realizan el Mundial.
Mucho brillo mas… ¡todo está muy mal!

alvo para los Amos del Balón
que acumulan millón sobre millón,
que brindan pan y circo a la afición
y barren la miseria hacia un rincón.

Despilfarran dinero en los desiertos
mientras debajo dejan muchos muertos.

Mejor buscar el Bien Universal,
lo exigen la razón y el corazón.
Sería ése el mayor de los aciertos.



Compás


(Jotabé)


Dos por cuatro que enciende el corazón.
Dos por cuatro que derrama emoción.

Dos por cuatro del arrabal y el fango.
Dos por cuatro en salones de alto rango.
Dos por cuatro del ricachón guarango.
Dos por cuatro del reo sin un mango.

Dos por cuatro sangrando en cada herida.
Dos por cuatro de muerte y de por vida…

Dos por cuatro, gime el bandoneón.
Dos por cuatro ¡sinónimo de Tango!
Dos por cuatro que el alma nunca olvida.



Regreso


(Jotabé)


Un barco se divisa, está lejano.
Viene su proa hendiendo el mar arcano.

Se entremezclan vítores con lamentos.
Descienden, cual espectros macilentos,
dieciocho marineros harapientos
que, al comienzo del viaje, eran doscientos…

Se han de inscribir sus nombres en la Historia,
señalando una página de gloria.

Los comanda Juan Sebastián Elcano
que ha sabido encontrar los buenos vientos
para tornar a España la Victoria.



Parábola


(Jotabé)


Está jugando, ajeno al bien y al mal,
el niño con su copa de cristal.

Se le ocurre llenarla con arena
y el cristal de la copa ya no suena.
Embargado se siente por la pena,
mas el jardín le ofrece una azucena.

Entroniza en la arena aquella flor
y alza la copa ¡igual que un triunfador!

Aunque veas lejano tu ideal.
Aunque mude, por completo, tu escena.
Acaso el porvenir será mejor…



La patera


(Jotabé)


Esos niños que abordan la patera
van en pos de una nueva primavera.

Huyendo están, huyendo de la guerra,
huyendo de una trampa que se cierra,
de un odio irracional que les aterra,
de una hambruna que a sus huesos se aferra.

Es su cruel desamparo tan rotundo
que se aventuran sobre el mar profundo.

¡Peregrina esperanza pasajera!
La de arribar a hospitalaria tierra
y ¡al fin! hallar su lugar en el mundo…



El principito


(Jotabé)


Su asteroide el Principito abandona,
quiere explorar los Mundos de la zona.

Primero encuentra un Rey, muy majestuoso.
Luego un hombre, en extremo, vanidoso.
Después un bebedor ¡qué vergonzoso!
También un farolero sin reposo…

Al fin halla en la Tierra un compañero
al que pedir: ¡Dibújame un cordero!

Principito, tu recuerdo emociona.
De aquí marchaste a un sitio más hermoso.
¡Que estés feliz! Es todo cuanto espero.



Mañana


(Jotabé)


Más allá de la Historia valenciana
la Ciudad vive el hoy ¡sueña el mañana!

Un mañana brillante ¡de oro puro!
Iluminando hasta lo más obscuro.
Buque insignia que navega seguro
capeando hasta el temporal más duro…

Llevando siempre al frente la Verdad.
Con orgullo y también con humildad.

Con ese Mar que se abre y que la hermana
abrazando a los Pueblos del futuro
¡que han de forjar la nueva Humanidad!



Valencia


(Jotabé)


La hambruna quedó atrás y hay pan a espuertas.
Valencia a Mio Cid le abre sus puertas.

Fragante como naranja madura.
Brillante como la gema más pura.
Rebosante de ciencia y de cultura.
Resonante final de una aventura.

Entra en la urbe la hueste castellana
alegre cual repique de campana.

Valencia tiene dos cosas muy ciertas:
Una herencia de gloria que perdura
y un constante avanzar hacia el mañana…



Campeador


(Jotabé)


El varón que en buena hora ciñó espada
a Valencia llegó con su mesnada.

No le ciega ese sol abrasador.
No le aturde el moro con su atambor.
No le arredra de la lucha el fragor.
No en vano es nombrado: ¡Campeador!

El Cid, Rodrigo Díaz de Vivar,
dejó de sus ancestros el solar

sin que su honra fuese menoscabada:
¡Buen vasallo si hubiese buen señor!
Trocó la estepa por el ancho mar...



Oasis


(Jotabé)


Vagaba mi fantasma en el desierto.
Dio con un oasis aún abierto.

Allí sumido en medio de la arena.
Allí sumido en medio de la pena.
Allí sumido en una culpa ajena.
Allí sumido enterrado cual mena…

cual mena de una mina muy profunda,
ofreciéndome aquello que no abunda

para volver la vida a este ser muerto
que su sed aplacó en el agua buena
¡y mi alma triste se tornó jocunda!



Melancolía


(Jotabé)


Las serpientes de esta melancolía
me matan, por completo, la alegría.

Me envuelven de un modo que no controlo.
Me inoculan su ponzoña con dolo.
Me corroen por dentro cual vitriolo.
Me dejan más helado que en el polo…

Tal vez con la rotundidez de un trueno
Me toparé con el contraveneno.

Sera llegado entonces el gran día
para que no me sienta ya tan solo
y ¡al fin! recuperar todo lo bueno.



Drama


(Jotabé)


La blanca luna que en el cielo brilla
clavó en mi pecho argentada cuchilla.

Toda mi sangre congeló el espanto
al evocar a aquella que amé tanto.
Tanto fue mi lamento ¡tanto el llanto!,
que la noche extendió de luto un manto

cual si estuviese yendo a un velatorio.
Se elevó de la tierra un oratorio

al resonar las doce en la capilla
y hasta las losas de este camposanto
vieron el drama de don Juan Tenorio…



Ícaro


(Jotabé)


Del dédalo de Creta alzando vuelo,
Ícaro con sus alas surcó el cielo.

Mientras volaba en la celeste esfera,
haciendo algo que creía quimera
le embargó sensación tan placentera.
Su dicha no sería duradera…

Cegado por las nubes de arrebol
el azul le embriagó más que alcohol.

Y así su padre vio con desconsuelo
derretirse de las alas la cera
¡en vano intento de alcanzar el Sol!



Perdición


(Jotabé)


Del bosque se internaron en lo arcano
en procura del roble más anciano.

Iban alegremente las dos damas
por los senderos de intrincadas tramas.
Encontraron el muérdago en las ramas
y en un altar pagano ardieron flamas.

Promesas de ventura y de opulencia
les nublaron, de pronto, la conciencia.

Inútil resistir. ¡Todo fue en vano!
Las devoró aquel suelo hecho de lamas
cual presas de fatal evanescencia…



Ella


(Jotabé)


Sacerdotisa de un templo lejano.
Jamás se ha de invocar su nombre en vano.

Deidad pagana a la que no se reza.
Mujer, desde los pies a la cabeza
que deslumbra radiante de belleza
y seduce con arte y gentileza.

Cálida cual la brisa del estío.
Única dueña de todo lo mío:

las obras de mi mente y de mi mano,
de mi debilidad y fortaleza
y de mi compulsión y mi albedrío…



Plus Ultra


(Jotabé)


Madre era tu Destino manifiesto,
escrito en un oscuro palimpsesto.

En la noche del tiempo del olvido
fuiste esposa sin ver a tu marido,
un hombre al que ni habías conocido
y en papeles te había requerido.

Adiós dijiste al río y la montaña
cuando aquel barco te arrancó de España.

Cumpliste, sin habértelo propuesto,
un heroico y sublime cometido:
¡nuestra América es hija de tu entraña!



Frida


(Jotabé)


En su lecho doliente yace Frida.
Está quebrada, rota. Está partida.

Ni siquiera halla alivio en la pintura.
Es su rostro un retrato de amargura.
Se desgarra en jirones su figura.
Echa en falta caricias y ternura…

Echa en falta al infiel Diego Rivera,
al que ofrendó su amor de primavera,

y aunque de esa traición sangra una herida
que la atormenta cruel, que jamás cura:
¡ha de esperar, por él, la vida entera!



Tan sublime amor


(Jotabé)


Tan abnegado, tan sublime amor
sintió Machado y también Leonor.

La cruel dolencia de ella trajo espanto
a la pareja que se amaba tanto.
Iba el Duero crecido por el llanto
y gemían las aves con su canto

anticipando un final tremebundo
que iba a causar el dolor más profundo…

En su tumba siempre se ve una flor,
roja nota en el blanco camposanto,
recordando ese amor a todo el mundo.



Matador


(Jotabé)


Al metálico son de la trompeta
entró con su capote y su muleta,

con su traje de luces relumbrón
diseñado para aquella ocasión.
Arrojó la montera a la afición
y se lanzó a ganarse una ovación…

Cayó el postrer clavel de una guirnalda.
Un trueno estremeció hasta la Giralda.

La Muerte, con macabra jugarreta,
con su mano huesuda hundió el pitón
¡y fue la arena enseña roja y gualda!


(Poema Finalista del VIII Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



A Soria


(Jotabé)


Soria, noble y leal, oye mi ruego:
Quiero impregnar mi pluma con tu fuego.

Quisiera ir del Mirón a tu Sagrado
Corazón, allá en lo alto encaramado,
Valonsadero con su fresco prado
y recorrer tu calle del Collado…

Quisiera andar del Duero la ribera
que reverdece en cada primavera.

Ciudad que enamoró a Gerardo Diego.
Ciudad que Leonor vio con Machado.
¡Ciudad que Bécquer legendaria hiciera!


(Poesía ganadora una Mención en el I Concurso Poético en Rima Jotabé Jotabeando USA)



Rimas sencillas


(Jotabé)


Que vayan estas rimas bien sencillas
del Río de la Plata en las orillas.

Nuestra fecunda tierra americana,
nuestro origen y hogar que nos hermana,
una Patria común será mañana
sin otra raza que la Raza Humana.

Y aunque el presente se presente duro
el camino trazado está seguro:

el continente de las maravillas
será Nación más justa y soberana
avanzando sin pausa hacia el futuro…



El último templario


(Jotabé)


Sin ver su ilustre estirpe deshonrada.
Sin mancillar jamás su invicta espada.

Sin ceder al traidor ni ante el falsario.
Sin temer a la Muerte y su sudario.
Soportó estoicamente aquel calvario,
enfrentándose a todo temerario.

Álvar Yáñez el Señor de Bembibre,
jamás vio El Bierzo otro de igual calibre.

Feliz marchó a reunirse con su amada.
Entregó el alma el Último Templario
y así logró ¡por fin! sentirse libre…


(Finalista del I Concurso Internacional de Poesía el Mundo suena en Jotabé)



América del sur


(Jotabé)


Sudamérica: un viento bienhechor
sopla llevando a todos paz y amor.

Despierta Chile en la región andina
junto al Perú, con rosa y sin espina.
Brasil, de encantos mil, ya se adivina
con Bolivia y su costa peregrina.

Guyana y Surinam, también los hay,
Venezuela, Colombia y Paraguay.

Radiante, bajo el sol, brilla Ecuador.
Catarata de luz baña Argentina
¡y late el corazón del Uruguay!



Quevedo Dixit

(Jotabé)

La acción del Tiempo no perdona nada
ya sea sumisa testa o coronada.

Apacigua al mayor de los enojos.
Atempera al mayor de los arrojos.
Aminora los múltiples antojos
que encendieran ardientes labios rojos.

Yo no pretendo resultar tan fuerte
para evitar correr la misma suerte…

“Vencida de la edad sentí mi espada,
Y no hallé cosa en que poner los ojos
Que no fuese recuerdo de la muerte.”


(Poema ganador del Quinto Accésit del VII Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)

 
     
   
     
 
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