Estoy enamorado

(2 Jotabés)


Sujeto de tus aguas voy cantando,
entre risas y versos alternando.

Cómo no hacerlo estoy enamorado,
sintiendo que siento total agrado
estar en esplendor junto a tu lado,
sintiéndome soy muy afortunado.

Sostengo entre mis labios ese te amo,
concebido aquella tarde que aclamo.

El viento ya se cuela presagiando;
mientras yo ya me siento descansado
y grito un mil te quiero en el declamo.


Regresas nuevamente al pensamiento
singularidad que me lleva el viento.

Como tropa de aromas enjaulada
voy adherido a tus alas bella hada
desatando el alba en locura amada
te beso hasta sentirte consagrada.

Amor del ayer y dulce mañana
eres tu quien me traslada al nirvana.

Contigo existo en un excelso cuento
empatía oleosa, entusiasmada
bella diosa ahora por fin humana.



Voy hacia ti

(Jotabé)


Jamás imaginé tanta dulzura
que cierran los deseos con premura.

Tus manos acarician mis tormentos,
con la fuerza vital de tus momentos
qué trae esencia vital en los vientos,
produciendo gozo y muchos contentos.

Me encanta sentir tu aroma en cada hora,
cuando este bardo grita que te adora.

Estos versos son para ti ternura,
proclamados en nuestros bellos cuentos
donde voy hacia ti amor sin demora.



Me resucita

(Jotabé)


Me resucita saber que subsistes,
para entregarme tu candor existes.

Mi lumbre son colores fantasía,
al despertar con toda la alegría
pensando en el amor de cada día,
convertido en la fuente alegoría.

En mi habitación te miro emoción,
por saber que compartes la pasión.

Tus abrazos hacen que me conquistes,
haciendo extraviar a flama agonía
y convertirla en bella sensación.



Hoy

(Jotabé eneasílabo)


Hoy cierra los ojos y piensa
en esa inmensa recompensa.

El amor es un sentimiento
y el olvido ese gran tormento,
se lo va cabalgando el viento,
para vivir ahora un cuento.

Eres el color y la gloria,
para guardarle en la memoria.

Fiel nuestra alma siempre propensa,
aletear con pensamiento
hasta conseguir la victoria.



Me encantas

(Jotabé)


La atmósfera se hiela sin esa esencia,
propia de tu calor con tu presencia.

Bien sabes que me encanta tu figura;
tanto pero tanto, estoy en locura
al sentir ese fuego por premura,
de este sentimiento siento fulgura.

Eres felicidad de fantasía;
por tanto ya es eterna esta alegría.

No pienses más y vente con la urgencia,
no soporto y no pienses aventura,
fémina ternura y alegoría.



Levedad

(Jotabem)


Indefinida manera
de ver a la primavera.


En instante de alegría,
al cantar esta elegía
con dulzor y alegoría,
hasta ir a la fantasía.

Sentado bajo el silencio
calma y un te amo evidencio.

Eterna es esa somera,
en quimeras de armonía
donde yo te providencio.



Hoy eres destellos demi corazón

(Jotabea Acróstico Doble Sérmico con versos franceses)


AHORA eres el faro DESTELLO para mi alma.
DESEO ese desvelo DULCE placer en calma.

PAZ que fluye en el verso AMOR magia destino
CON delicada esencia BRINDANDO con buen vino
AROMA arrullo en nido CON calor que defino
SAGRADO es el conjuro MIEL para el peregrino

EN blanca alegoría Sueño y mucho te pienso
ALCORZA de cascadas ECLIPSE en este ascenso

VIVENCIAL existencia EN delirio que empalma
FELICIDAD de risas ANHELO iris divino
COMPLETA el universo VIAJERO en sentir denso.



Savia de amor

(Jotabé)


Acógeme entre tus brazos amada;
savia de dulce amor en la mirada

Descansa en el olor de la ilusión;
aliento perpetuo, imán eclosión
que emerge en océanos de pasión,
cuyo azote son alas en poción

Surten torrentes de ínfima ternura
candil de deseos en tu figura

Te amo como la jungla enamorada
revestida con loca ensoñación,
siembra cronológico que fulgura.

Para ti mujer

(Jotabé)


Un nuevo amanecer, un nuevo día
con amor y dicha en tu fantasía

Mujer, escultura primaveral
delineada con porte peral
aire sutil, aroma liberal
te deseo con aire sideral

Cuando te miro deseo pasión,
que destella de tú fascinación

Deseo bifurcar en la alegría,
por palpitar tu piel mujer yeral
y cumplir con mi feliz ilusión



Atentado Sri Lanka

(Jotabé)


Maléfico el atentado en Sri Lanka
que fragmenta el ama silente blanca.

La maldad rompe la tranquilidad;
acaso se ha perdido la humildad,
tornándose el humano en vanidad
y ni ante Dios muestra la sumidad.

La paz viste de quimera alborada
cuando la bala mata y no se apiada.

El noble sentimiento se desbanca
debemos recobrar ya la equidad
no armas, sí unión de vida esperanzada.