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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
MAGALI AGUILAR SOLORZA
 
Poemas Página 01
 
Magali Aguilar Solorza

Magali
Aguilar Solorza

México
Reside en Estados Unidos

El empeño de aprender

(Jotabé pentadecasílabo)


Viví con mucho miedo de comprender la gramática,
fundí mi fe para estudiarla y de ella soy fanática.

Diré, ¡divino es aprender y escribir poesía!
Preparé firme el pulso y va sin miedo cada día,
amé la noche de desvelo y la amo todavía,
dejé de pensar en la burla por voluntad mía.

Llegará la calma, porque ese pavor ya expiró,
valdrá la pena, la esperanza nuca me robó.

Pulí todo el esfuerzo, la escritura es abismática
logré perder miedo, de mis ojos ya no llovía,
será firme el empeño, tu sátira no me aisló.



Quizá


(Jotabé heptadecasílabo)


Soy la misteriosa ave en el cielo de tu sueño poético,
en el tempestivo viento va mi vuelo, fluye frenético.

Cariño, volveré, jamás dejaré a nuestro regio nido;
amor, sufrí la tempestad escarpada del cruel olvido.
─ Vidita, sólo concede un instante al tiempo, te lo pido,
retomemos el momento mágico y sea bien vivido.

¡Ay! Quizá, tu fiel golondrina peregrina pronto arribe,
y no permitas, que el afán de la distancia nos derribe.

Anhelo que no mantengas ese pensamiento sincrético.
─ Adaptaré mi destino a mi juramento prometido.
Ansío llegar ya, porque el necio orgullo no nos prescribe.



La vida se tuerce


(2 Jotabés)


Se sufre cuando la vida se tuerce,
toda la furia que su fuerza ejerce.

En diminutos pedazos destroza
por un silencio agudo que solloza
y del cuerpo la mente desembroza
ante la sombra negra que retoza.

Todo es confuso, se suspira fuego,
enloquecen los sentidos, ¡hay ruego!

Todo mal hace que la fe se esfuerce,
porque con tanta paz nos alboroza
para no perder calma ni sosiego.


Mas, se presenta en tenaz desafío
armado de lo que aqueja gran lío.

Llega la muerte feliz, placentera
sin piedad desaliento se genera,
a la tranquilidad sin pena altera
y sin querer el respiro acelera.

La vida no lleva real bravía,
va perdiendo esperanza, la armonía.

Bebe la claridad del basto río
pero débil va intrépida viajera
en ella todo entusiasmo moría.



Lujuria


(Jotabem Azza)

Ávido lapso mental,
exuberante y sexual.

Lujuria abraza demencia,
erótica turbulencia
exacerbada violencia
muestra pasión sin clemencia.

Superflua sentida loca,
la compulsiva sofoca.

Voraz, ardiente caudal
con adúltera presencia
delirio letal provoca.



Sesenta minutos de una vida


(Jotabé)


Son tantas las razones para amarte,
vidita, no me canso de adorarte.

En sesenta minutos de una vida,
pura pasión, mi corazón anida.
Gran afecto al sentirme bien querida,
a tu lado me siento bendecida.

Me aceptas como soy sin criticar,
porque no te permites doblegar.

Y ningún improperio ha de ganarte,
jamás dejas la lealtad herida.
No se te da el mentir o el engañar.



Mágica ilusión


(2 Jotabems)


Abismal oscuridad
entregas tu claridad.

Eres lágrima del cielo
que en mi sueño la pincelo
por azul de claro anhelo
de celestial fino velo.

Frente a largas centinelas
a mi vida la consuelas.

Tu tranquila bastedad,
en el suspirar enmielo
por tus bellas acuarelas.


Entre la magia en los sueños
de ti nos sentimos dueños.

Tú, caverna milagrosa
entre soledad cienosa,
que gentil encanto endiosa
y de espíritu cual diosa.

Refresca tu medra calma
la eterna oquedad de mi alma.

Con tus caminos sedeños
y por tu bondad grandiosa
toda humanidad ensalma.



El cultivador


(Jotabé tetradecasílabo)

a Jorge Francisco Isidoro Luis Borges


Es Jorge Luis Borges, literato universal,
figura en la historia y florece como el zarzal.

El más grande al cultivar, su real creación,
en ese mundo libresco de viva visión
al él renovar el lenguaje de la ficción,
Borges generó una imaginaria reacción.

Lo fantástico de su mental alegoría
es Nobel legado por fantástica autoría.

Sus puntos de vista fluyen como fiel caudal.
En fama internacional, total reputación
y en el presente, aun al futuro, lo forjaría.



Soy tu flor de lis


(Jotabé Monosilábico)


¡Ay! Sé que sin su miel un vil plus soy,
y por él, sí que se ve lo que doy.

¡Ay! Mi fiel zar, hoy tú sí, por mí ven,
en ti la paz hay por ser el gran sen
y si te doy mi fe, mi piel ya ten.
Sal, que voy con el fin de ver tu zen.

¡Oh, muy cruel! Me ves al fin en un tris,
Ray ven, a mi ser ve, ya no es más gris.

Cual mar de sed sin ley tras de sí voy,
él es el sol que me da luz y bien.
de su paz, yo soy su fiel flor de lis.



Total sinfonía la Rima Jotabé


(Jotabé dovigintasílabo)


Es deleite su dejo, beneficia, licor del siglo XXI, del bueno,
y gozo sorbo a sorbo su delicia, se paladea un gusto rico y
[ ameno.

Es libre mi pensar que reflexiona, mas sin temor, avanzo
[ practicando.
Aprender poesía me emociona, su esencial la llevaré
[ salivando.
Mi pulso, su verso lo dimensiona, mis inquietudes ya las
[ voy mezclando,
¡ay!, la Rima Jotábe me impresiona, que mientras viva iré
[ jotabeando.

Mas gracias al maestro que nos muestra, con voluntad,
[ amor, el aprender
y real actitud nos la demuestra, si un poema queremos
[ componer.

Ella nunca se viste de malicia, con mi sentir su estructura
[ faeno,
la gama del Jotábe me apasiona, su fino acorde ya se va
[ gestando
en armonía, en los libros se orquesta… Leer será tu fiel
[ apetecer.



Soberbia


(Jotabem)


Rapas fatuo despertar
altivo sentir llagar.

Soberbia fría perfecta,
victoriosa mas directa
suntuoso sentir humecta,
vanidad necia selecta.

Altanera rebosante,
engreída va tunante.

Apetitoso chalar,
hiriente orgullo, proyecta
belleza, bruto diamante.



Avaricia


(Jotabem)


Móndriga rica trastoca,
impío rigor provoca.

Ruin, ambiciosa avaricia,
letal miseria propicia
traición, estafa, injusticia;
carcome voraz codicia.

Mezquina acopia riqueza,
posee afán y viveza.

Vida apuñala, sofoca,
engaña morta malicia,
total descaro y vileza.



La ira


(Jotabem)


Sentimiento cruel indigna
total violencia maligna.

Ira nociva desgranza
brutal déspota templanza.
Encrespada siempre avanza
manifiesta fiel venganza.

Crece indignación funesta,
saña tórrida indigesta.

Delirio letal designa,
enerva desesperanza,
incivil consejo gesta.



Temporadas


(4 Jotabem Kigo)


Se viste de primor
con buen frescor.

La tierra abastecida,
porque su entraña anida
la pradera nutrida
y florecida.

Canta la primavera
a la biosfera.

Despunta su verdor,
fortalecer la vida
la rosalera.


Corre el agua deprisa,
con gran sonrisa.

Los dorados trigales,
los árboles frutales
en húmedos caudales,
gozan triunfales.

Enardece el verano,
abrasa el llano.

Firme vigor precisa
a débiles zarzales
por sol serrano.


El viento al susurrar,
eco ha de aunar.

Tiemblan las flores rojas,
vida, su suerte ahinojas.
Con tu soplo deshojas,
caen las hojas.

Multicolor otoño,
llora el madroño.

¡Ay fase! Tu almagrar
a la tierra despojas
de su retoño.


La soledad que abunda
llaga profunda.

El tiempo deja olvido,
velo gris por vestido.
Frío y vacío el nido,
sueño dormido.

Siembra cruel el invierno,
letal infierno.

Sin natura fecunda,
no existe año florido,
en lo eviterno.



Él, nuestro libro


(Jotabé de pie quebrado)


Con palabras escritas da finura
y grata es su lectura.

El libro es existencia que oxigena
la mente, las ideas, las ordena.
Es segunda memoria que almacena,
con enseñanza amena.

Al ser leído se mantiene vivo,
cual fiel egregio activo.

Nos acaricia el alma sin censura
y da sabiduría siempre plena,
con preciado cultivo.



Luna tierna


(Jotabé Oriental Haiku)


Nena de nácar, destella plena vida, tu sangre blanca
y tu suspiro de claridad nocturna, quejar arranca.

Sonriente miras del arrogante tiempo, fases sombrías,
a todas llenas con tu suave ternura de poesías.
Entre silencios, rezuman ya cansadas las lejanías,
y pardas nubes, esparcen aguacero por agonías.

Transitas luna, la solivianta sombra de ayer lejano,
cada faceta, tu plenitud destella por albo sano.

La noche y el día pasan embelesados con pasión franca.
Sangre escarlata, con claro mirar, dulce paz surcarías,
buscando siempre tu frescor rebosante del azul llano.



Sólo pido


(Jotabemo Encadenado de dos eslabones)


¡Hola, Tiempo! Serás mi fiel testigo,
que por el sendero mis pies persigo.

Mas, aunque lleve mi alma fenecida,
no dejaré mi zancada perdida
ni causaré letal sangrante herida,
ya que jamás me verán aturdida.

Mi destino jamás será fatal
y cuidaré mi andar por el zarzal.

Sólo le pido al tiempo, lento abrigo,
sé que no puedo darme por vencida,
por mi encendido espíritu vital.


Sólo le pido al tiempo, lento abrigo,
porque mi buena suerte la bendigo.

Sé que no puedo darme por vencida
aunque la multitud tan confundida.
Mi naturalidad está prendida,
al dejar firmes huellas en la vida.

Por mi encendido espíritu vital,
calmaré del agravio su caudal.

¡Hola, Tiempo! Serás mi fiel testigo,
mas, aunque lleve mi alma fenecida,
mi destino jamás será fatal.



Humano


(Jotabé Vereal dodecasílabo)


Humano aprovecha todo ese paisaje,
transcurre tu viaje, transcurre tu viaje.

Siente el sentimiento por eterna vida
de alegre momento que feliz anida,
en gentil ventura su verdad construida,
por paz merecida, por paz merecida.

Aun siendo pasible, ve, fluye impetuoso
como viento airoso, como viento airoso.

Fructifica el tiempo tu lento pasaje,
respira, disfruta toda alba florida,
siempre sé dichoso, siempre sé dichoso.



Hay que cambiar


(Jotabé Lauro Simétrico Abajo)




Si el viento hablara, nos describiría
su aciago ahogo, y se valoraría.

Somos una imperfecta brevedad
que va extraviando toda identidad
al parear rapaz comunidad
sin darnos cuenta en la realidad.

Del pueblo, que a su templo lo sulfura
y quita el oxígeno a su hermosura.

Si fuera noble paz ya surcaría,
cual hidalgo en ejemplo de igualdad
al revitalizar a su llanura.




Vivimos en un globo en mortandad
al cumplir el deber sin dignidad.

Sin la cruel densidad de la negrura
que bajo claro cielo azul lo jura,
con la proba generación ya pura,
ya digna, por ser, noble creatura.

Un hogar limpio reforestaría,
a la existencia no torturaría.

Un círculo por la felicidad
al reparar sangrante bregadura
con ímpetu real se vestiría.




Hablar de nuestra sociedad, fractura
letal la historia, porque la clorura.

Mas, si cambiara, su ego detendría
y la miseria se consolaría.
El vigor con fuerza se trenzaría
y la yerta soledad dormiría.

Y por bien colosal su voluntad
placentera, lejana de crueldad.

Ni mezquina realidad futura
y un mundo de valores fincaría,
mas necia es nuestra absurda vastedad.




Imagen de respeto sin frialdad,
alejados de ruda pravedad.

Luchar por todo bien, por la dulzura
de nuestra amada madre la natura,
y que su voz retumbe toda altura,
cual eco tempo de una partitura.

En cada amanecer florecería
esperanza, que casta nacería.

Debemos demostrarnos la piedad,
reverdecer la vida con frescura,
y al fin, el mortal mundo se uniría.




Total presencia su obra legaría,
al amanecer, salud urdiría.

Difícil suele ser la sociedad
sin sentimiento de la lealtad,
más, cuando se abastece de ruindad
al perder con raudal a su humildad.

Hay que auxiliar la raíz por ventura,
arrancando malezas de tristura.

Jamás el fruto, infierno sufriría
por soplo absurdo de la tempestad,
su corazón, iría con bravura.


(Jotabé ganador del Quinto Accésit del XII Certamen Poético Internacional Rima Jotabé)



Detén


(Jotabé)


De las erinus y morfas azules,
su natura es mejor que la regules.

Son el azul de importancia ecológica,
en la rica diversidad biológica.
Vamos, no actuemos con razón ilógica,
ante nuestra evolución morfológica.

Su vuelo es pulcro bajo el cielo azul
turquesa, que abraza al mar con su tul.

Por nobleza, su vida, la estimules.
Detén tu infernal actitud no lógica,
tal cual sensatez de máximo adul.



Natividad


(Jotabé)


Nacido en esta fría Nochebuena;
Jesús, hijo de la Virgen Morena.

Sanará el corazón de los pastores,
con amor educará pecadores,
a los justos, calmará sus dolores
y al mundo revivirá sus verdores.

Paz, amor al vivir con humildad,
en fraternal abrazo de bondad.

El niño Dios dará alegría plena
dando perdón, Él no gurda, rencores
y su presencia es: ¡Feliz Navidad!



Al Benemérito de las Letras Patrias


(Jotabé)


Fue gran renovador de poesía
lírica nacional, que fiel pulía.

Sus palabras quedaron bien impresas
entre la timidez del tiempo presas.
Mas sus ideas discurren ilesas,
al leerlas, sus letras, las procesas.

Hoy bordo tus ya nobles esperanzas,
en el sendero, frete al árbol danzas.

Lisímaco versar real vestía.
Modernista en cada renglón lo expresas
y valentía portas por templanzas.



Amo mi destino


(Jotabé eneasílabo)


En la vera de mi destino;
Raymundo llegó a mi camino.

Le conocí en el mes abril,
es todo un amante gentil.
Nos casamos por el civil,
suele ser tímido, viril.

La fortuna me favorece
con lo que la vida me ofrece.

Con amor, me dio hogar genuino
bajo la sombra del zarcil,
y nuestro huerto, fértil florece.



Por naturalidad


(Jotabé)


Naturaleza en gran evolución,
en el mundo importante cual raigón.

El hombre se empodera de riqueza,
los fracasos supera con grandeza,
su espíritu mantiene con destreza
y cuando ama, se entrega con nobleza.

Asume su responsabilidad,
muchos ignoran cuando da bondad.

Mas, aunque es un tremendo picarón,
su corazón aloja la pureza
al entregar su total humildad.



Cosmopolita y andaluz


(Jotabé)


Un nuevo ser al mundo plegaría
y su talento el pueblo lustraría.

San Pedro Mártir guarda su apreciada
niñez; Sevilla, en noble madrugada,
la luz primera lleva bien gravada
la cálida existencia cimentada.

Al modernista que el saber cultiva,
dramaturgo de escena reflexiva.

Manuel Machado existe día a día,
su huella literaria fue plasmada,
en dos mil veintidós aún activa.



Bajo su sombra mi querer


(Jotabé)


Ilusiones silvestres por amor.
!Ay¡ Floreciente fue real fulgor.

Hoy recuerdo con amor ese ayer,
fue raíz de profundo gran querer.
Un árbol que cuidamos al nacer
y poco a poco vimos su crecer.

Bajo su sombra me hiciste pecar
yo tan sólo me deje bien amar.

De su sombra disfruto su frescor,
cuidar su fruto, será mi deber,
esa buena semilla he de sembrar.



Retoños


(2 Jotabés hexadecasílabos)


Hay tres motivos de vida que con amor acuné.
Mi santa madre me dijo. — Para ti, yo los sembré.

Desde entonces bien los cuido, me obsequiaron
[ ambrosía.
Son nueve los capullitos, rozagantes de alegría.
Día con día los riego. ¡Que crezcan con armonía!
Alegran mi soledad, estos pimpollos de energía.

De su enramada hortaliza germina noble cultivo
y son once cogollitos, con gran entusiasmo vivo.

¡Que son ternuras gloriosas, velar por ellas juré!
Les diré como alejarse de la existencia sombría,
y construyan un futuro, sin orgullo tempestivo.


Anhelo un mañana estable, que ellos vivan sin malezas
y que once frutos prósperos, mantengan vivas purezas.

Afortunada al tenerlos, son múltiples bendiciones.
Cuando ríen soy dichosa por sus diversas versiones,
porque el corazón me entregan, me dan todo sin raciones.
De por vida nos amamos, soy la tía reflexiones.

Ja, ja, ja. Siempre me arrancan… ¡Ay! Múltiples carcajadas.
Ellos son la miel de mi alma, mis ilusiones negadas.

¡Ay! Son veintitrés motivos, son invaluables riquezas
la que vivir me motivan. Disculpen mis reacciones,
son raíces de mi tronco, brotes de mis alboradas.



Entreguemos


(2 Jotabés hexadecasílabos)


Niños y Niñas del mundo merecen pulcro lugar
una vida pura, digna sin temor a madurar.

Entreguemos un futuro con optimismo sincero.
Dar sabiduría clara por un legado certero;
ellos, son nuestra esperanza, mas lo grito, no me altero.
Poseen inteligencia para seguir el sendero.

Cuidemos nuestra semilla, que en fértil tierra germine
y la bondad se fecunde, su raudal paz origine.

Actuemos o nuestra herencia la tendrán que sepultar.
¿Qué futuro les dejamos? Con fortaleza reitero,
que por letal desenfreno la inepcia no los calcine.


Si en sus delicadas manos se manejara el gobierno,
se viviría sin pena, no existiría el infierno.

Este planeta es de todos, el futuro sólo de ellos.
Este presente, el pasado fue de esos necios, de aquellos
que dominaron la jungla, nos dejaron sin resuellos.
Llega la hora de un gran cambio, florecer sin atropellos.

Un mundo mejor dejemos y tenemos tiempo ahora,
para enmendar el fracaso, de este presente que mora.

Ellos poblarán con dicha no tendrán un yerto invierno.
Sanarán a los océanos y volverán hacer bellos.
Crecerá sana la vida, porque el buen juicio que mora.



Nuestra segunda memoria


(Jotabé)


Aún disfruto al noble amigo libro,
entre sus reflexiones plenas, vibro.

Es sabio, es el mejor de los maestros;
la segunda memoria sin secuestros;
el guía, que nos libra de siniestros
al leer la escritura por ancestros.

Que en diferentes lenguas dejan su obra,
muestras varios caminos sin zozobra.

Con su escritura la duda desfibro
y entre la huella firme de ecos diestros,
la razón del humano se recobra.



Un sentimiento al viento


(Jotabé)


Eres mi provinciana golondrina,
elevaste tu vuelo de Alfonsina.

Allá, tus alas bañadas de luna.
Irás en tiempo, la historia te acuna,
el lago no tendrá querella alguna
la sangre de la luna, tu fortuna.

Suerte de loco, por robarte un beso
te deshojaste por el sentir preso.

A la mar tu cuerpo cual perla fina.
La manecilla del reloj, aúna
el suspiro que fiel dejaste impreso.



Sorbizunto


(Jotabé jitanjáfora)


Sorbizunto, mi verdadero amigo
y su aprendida fiel lección bendigo.

Él calmó mi porberceret sediento,
me entregó siempre su conocimiento.
Con mágico belvelagui dio aliento
jamás sentí su furia o desaliento.

Fue larxitraga ventura en mi vida
porque en mi destino, saber anida.

A sus letanías sabias persigo,
con sus teorías, paso cimiento.
Cada repaso me hizo decidida.



Unidos por un mundo mejor


(Jotabé vigintasílabo con doble rima diferente)


Recordando felices ayeres entrelacen sus benditas
[ manos,
cuales importantes vivos seres, que fieles avanzan como
[ hermanos.

Toda su voluntad es precisa por dar total paz en sus
[ hogares,
pero el tiempo gira tan deprisa, derrite esperanza cual
[ glaciares.
Mas la unión tiene que ser concisa, para evitar riesgos
[ nucleares
y mantengan viva su sonrisa, sin trinar los robustos
[ palmares.

Para que Terra tenga mejora, reforesten muy bien a la
[ especie,
y lo que para bien se trasflora, quien en pronto futuro lo
[ aprecie.

Reducir el ritmo en sus placeres al ser cocientes comos
[ humanos
y pronto actúen con total prisa, para que el bienestar lo
[ palpares.
Mas hagan, que ante la nueva aurora, la calamidad jamás
[ arrecie.



Un maravilloso viaje… nos permite desplazarnos


(5 Jotabés hexadecasílabos)


—Hermano que quiero verte, con fortaleza abrazarnos.
De presentes proveerte, platicar hasta saciarnos.

Mi emoción es un quebranto. ¡Mi hermano menor llegó!
Con tanto amor lo diamanto. ¡Tras doce años regresó!
Hay felicidad con llanto, dicha mi alma desbordó.
Sus risas y voz es canto, mis ojos se devoró.

La fortuna es un camino de múltiples avenidas
que con respeto defino, por venturas ya vividas.

— Tu presencia me liberte, nademos hasta cansarnos
que la vida es un encanto, porque al fin, sí nos miró.
Inevitable el destino, por ilusiones vividas.


Por cada año trascurrido sentimiento y regocijo
que en el pensamiento anido, porque fiel los envalijo.

— Hermano al viajar contigo, nuestra infancia la memoro.
Miles de emociones traigo, no te enojes si es que lloro.
La fiel brisa es mi testigo, tu presencia la fervoro
y los segundos persigo, días lentos los imploro.

Deseé tanto este viaje, la felicidad nos «grant»,
un intrépido oleaje, por el regio «Lake Pleasant».

A cada instante lo cuido, todo ayer lo desvalijo.
Tus emociones las oigo, son para mí cual tesoro.
¡Al gozar a mi linaje! Tanta fe existe en «garant».


—Arribó mi sentimiento sobre este Valle del Sol,
¡Ay! Que hasta perdí el aliento, fue como bello arrebol.

En ese lago agradable como niños lo gozamos,
la suave brisa fue amable, con risas, lluvia birlamos
ante nuestro encuentro afable, porque tristeza bieldamos
con cariño conjugable del susurro que silbamos.

Oímos eco en el aire, nos fuimos al Gran Cañón
y sien hacer el desaire, su belleza es perfección.

Profundo es cada destiento por el claro tornasol
todo destino es cambiable, mas felices lo abordamos
antes que el tiempo conspire cual implacable ciclón.


— Coco, das paz al mimarnos, por la armonía que integras
y gracias por visitarnos, nuestro corazón alegras.

Eres la miel de la abeja, saturada de emociones,
endulzas esta mi queja con prudentes ilusiones.
A mi palabra perpleja la adiestras con bendiciones,
que Dios siempre te proteja por tus afables acciones.

¡Ay! Siento tanta alegría gracias por esta visita
Eres viva sinfonía de «allegro tempo» finita.

Gozamos al encontrarnos, con eufonía reintegras
la vida como pareja, porque nos das distracciones
de placentera armonía, tu dicha no se limita.


— Carnalita voy contento, me llevo únicos instantes,
y la experiencia recuento por días emocionantes.

Donde fluye la excelencia de la mágica ciudad.
Maravillosa vivencia por la gloriosa bondad
y ante la breve experiencia, se disfruta la humildad
ante la tórrida esencia de tu gran amenidad.

Phoenix es tierra la ardiente, por vergel tiene el desierto
entre cálida corriente que forman un gran concierto.

Mas irme tanto lamento, los días, se van errantes
pero vendré con frecuencia, gozo tu felicidad
es excelente ingrediente. ¡No es un sueño, estoy despierto!



No es fácil partir


(Jotabé)


Partí en una tarde lluviosa y gris,
me llevan mis pasos a otro país.

Es triste el alejarte de los que amas,
porque su presencia siempre la exclamas,
ya que un hogar, en tus sueños aclamas
y su añoranza bendita reclamas.

Dejar la amada familia, ¡es locura!,
y pronto el tiempo pasa la factura.

Pensando en aquel ayer no dormís
y sentimiento sincero derramas.
Estar con la familia, ¡Qué hermosura!



Feliz vuelo


(Jotabé hexadecasílabos)


¡Ay! Tan bella la miraban a la intrépida avecilla.
Va por el cielo cantando, su deseo a la lunilla.

Pero entre el viento, a lo lejos, fuerte silba un pajarito,
su presencia la hace frágil y le causa un dolorcito.
Ella se comparta dócil, él le invita un bailecito
y disfruta el dulce néctar, el amable tortolito.

Ven, a mi vergel te invito. ─¡No! Se enoja mi tatita.
Regamos la flor del árbol. ¡Ay! Canija Chiquitita.

Ahora en el cielo vuelan, acullá de su jaulilla.
─Usted suele ser ingrata, si sólo será un ratito,
Al pobre dejó muy frágil, que hasta fue por el curita.



Tiempo para mí


(Jotabé hexadecasílabo)


Urge de pie ya ponerme, pensar, un instante en mí.
Ser yo, salir de las fauces del abismo en que caí.

Sanar lo preciso. ¿Cuándo? No sé, pero así será,
y requiero toda calma, porque tiempo llevará
para lograr restaurarme, mi fe nunca morirá.
¡Sé que soy feliz!, que pronto, mi salud se raizará.

Del costal quitar las cargas, las que siempre traigo a
[ cuestas.
Tiraré miedos, desdichas, de estibas ya sobrepuestas.

¡Vivir!, y gritar anhelo, que del abismo salí.
Reiré como ayer y siempre, mi ser no se zanjará.
¡Ay, vida! Gracias ante este periodo que bien me orquestas.



Ante el mundo


(2 Jotabés dodecasílabos)


El dieciocho, en junio, dos mil veintidós,
enseñanza al mundo actual entregas vos.

Benito es un gran suceso su aventura,
un valioso legado en nueva estructura.
Forma parte en la literaria cultura,
y por siempre, en el vivo tiempo perdura.

Día Mundial de la Rima Jotabé
en mi ser y corazón ya la labré.

Y pese a tempestivos vientos en pros,
a la poesía la aupa de frescura;
tenga por seguro, que la versaré.


Le digo a usted, que esta humilde golondrina,
de estudiar bien su lección, nunca termina.

A través de una amistad lo conocí
y de su sabiduría me prendí.
Feliz voy siguiendo sus pasos, aquí
en el grupo Jotabeando latí.

Disfruto de la rima en todo momento,
escribo mi sentir tal cual y no miento.

Leer a los compañeros me fascina,
entre sus versos mi mente la nutrí,
y al ser su alumna, felicidad yo siento.



Suspiros


(Jotabem)


Frente a la pradera azul,
siempre fiel el abedul.

Coqueto, viste suspiros,
son múltiples sus respiros
por los sueños ya guajiros
entre los muertos papiros.

Van cautivos los presagios,
de este vendaval de adagios.

Sollozos del algazul,
son valiosos los zafiros
del raudal, ante naufragios.



Bendita eres


(Jotabé tetradecasílabo con heterostiquios 6-8)


Madre de mi vida, tu amor es mi fortaleza,
el que me cobija, cuando tu voz por mi reza.

Eres mi gran suerte, mi camino lo señalas,
al bien encauzarme de mis decisiones malas.
Cuando desfallezco, tu vida fiel me regalas;
te doy gracias mami, por vigorizar mis alas.

¡Madre de mi vida, perdona cada cardón!
Puedo volar lejos, más no de tu corazón.

Pese a las tristezas, nos saturas de riqueza.
A nuestro destino con sosiego lo acaudalas.
Bendita tú seas, por tu piadoso perdón.



Muchas felicidades Benito


(Jotabem trisílabo)


Naciendo,
sonriendo.

Bentura
procura,
fulgura
lisura.

Respira
inspira.

Rigiendo,
cordura
admira.



El alba brizna carmesí


(Jotabé Estructura)


¡Alegre! Festejo su cumpleaños.
¡Aleluya!, por sus felices años.

Benito, profusas felicidades.
Buena luz le entrega a sus amistades.
Brilla su constelación sin ruindades.
Beatitud refleja con bondades.

Contento el día cuando usted nació.
Cada buena fortuna se bebió.

Alfarero de múltiples peldaños.
Brizna su legado posteridades.
Con amor, la poesía lució.



Despiadado ser


(Jotabé Parmos)


La vida va perdiendo su frescor,
con sed enardecida de rencor.

En el frescor que aprecias de la vida,
hay rencor, al sentirla enardecida.
Hastío sufre por letal herida,
por tu desafío, cae rendida.

Cual herida paloma por hastío;
cae rendida la fe, en desafío.

Eres ser sombrío y letal tumor;
un tumor, que deja la paz derruida.
¡Sí, derruida! Con futuro sombrío.



Buen fruto


(Jotabé)


La azul pradera viste de candor,
alegre paz, florece sin temor.

Hay calma y sosiego en la humanidad,
¡Hoy vive en libertad! Sin fatuidad,
al enraizar la vida sin crueldad,
en un mundo de gran cordialidad.

La ignominia se impregna de bonanza,
fluye con ágil vuelo la esperanza.

Una ilusión se deja sin error,
con el fraternal gozo de bondad;
por bien, real fruto de buena crianza.



México


(2 Jotabés)


Nací del rojo barro mexicano,
un pueblo de mazorca y fino grano.

Jilotea la historia de mi tierra,
por tradición, costumbres uno aferra.
Venerar la raíz, la sed destierra,
se labra con afecto y va sin guerra.

Es patria de ancestral sentir creyente,
su fiel trabajadora y noble gente.

Lo mismo cuida el gran desierto y el llano,
que el campo, la montaña de la sierra
con gran afecto fértil y nutriente.


En México florecen sus rosales,
se sigue vivo, al brote de nopales.

Bendito origen, amplia su cultura;
notoria, que de norte al sur fulgura
vergel enverdecido de hermosura
por la naturaleza su ventura.

Sin importar la dulce tuna corten
su fuerza con espinas la conforten.

De abundantes y claros manantiales
su valor natural, total bravura
sus ríos tempestades las soporten.



Un día nublado


(Jotabé)


En el encapotado amanecer
llora por la borrasca de mi ser.

El alma se desploma por el viento,
va tempestivo su débil aliento.
Mas, desafiante, estalla el sufrimiento
y gotea silente pensamiento.

Raudal de augurios hay del mustio día,
la tarde umbrosa, triste se rendía.

A lo lejos destella su querer,
ennegrecido presagio es lamento
por el anochecer que se abatía.



Tu recuerdo


(3 Jotabés)


Será tu vida mi vida, mi amor,
iluminas mis días con tu albor.

Nuestro destino nadie lo detiene,
el día tu fragancia la mantiene,
la noche tu feliz recuerdo tiene;
mi respirar, tu latir lo sostiene.

Sublime la fragancia en primavera,
soy golondrina intrépida viajera.

De tus besos degusto su licor,
tu dulce néctar mi boca detiene
al gozar de cualquier feliz manera.


Será tu vida mi vida, mi cielo,
emprendemos feliz y dulce vuelo.

Nuestro destino nadie lo encarcela.
hagamos nuestra historia con candela
bendita suerte que no nos flagela,
tu corazón mi afecto lo consuela.

Sublime la fragancia en bastedad
un desafió. ¡Cuestión de lealtad!

De tus besos degusto su consuelo,
con rico néctar de sabor ciruela;
dulzura deliciosa, de ebriedad.


Será tu vida mi vida, mi juicio,
tu sencillez con entusiasmo albricio.

Nuestro destino nadie lo acribilla,
al viento el ansia de sutil semilla,
que acuna un sentimiento de rosilla,
mas adivina, !cual es mi rencilla!

Sublime la fragancia en alcarraza,
a nuestra ardiente devoción la abraza.

De tus besos degusto su solsticio
al catar el sabor de su boquilla
y aquellos días, gozo sin coraza.



Tu dulce mirada


(Jotabé)


Al despertar a tu lado, endiosada,
suspiro por sentirme enamorada.

Entre los aromáticos hinojos
somos felices como petirrojos,
porque a pesar de los densos abrojos
alzamos vuelo desde los rastrojos.

Las ventanas de tu alma se enaltecen,
mis sentimientos felices florecen.

Al verme reflejada en tu mirada
es un poema el cielo de tus ojos,
porque tus arrumacos me enardecen.



Aquí


(Jotabé Rivol)


No es natural la vida sin tu amor,
ni despertar anhelando tu albor.

¡Ay Cielo! Mi alma pierde su alegría
al pensar que en penumbra vagaría.
Una verdad mi dolor calmaría
y ninguna duda me cegaría.

Pero eres como el viento cruel que fluye;
mas soy la esclava, que contigo huye.

Tu maldad evaporó mi candor;
sabes, por ti yo nunca cambiaría.
Hoy nuestro camino, aquí se concluye.



Mi Nochebuena y Navidad


(Jotabé Espejo Invertido tridecasílabo)


El dos mil veintiuno nos quita lo sociable,
mas la humanidad, así vivirá sonriente.
Ella tiene magnífico sentir rotundo.

Un destino que nos deja huella imborrable
en cada suspiro de la vida curable.

Nos enardece nuestro espíritu inocente
por fe de fines nobles en hogar creyente,
porque nuestra Navidad será diferente;
¡se fueron! Sólo queda su casta doliente.

Duele palpar la muerte por cada segundo,
todo esto ha sido tan frenético en el mundo.


En horas de paz no habrá silencio rotundo,
nuestro sentimiento de amor será profundo.

Es Nochebuena y está la Navidad presente,
luces en el cielo destellan luz ferviente,
buen refugio la estrella polar nos oriente,
en un camino con toda salud naciente.

¡Avancemos! La buena ventura es palpable,
respiremos una celeste alba confiable.

Entreguemos al futuro un amor fecundo,
que el mundo tenga un azucarado aliciente
y viva cordial, con ejemplo predicable.



¡Qué bribón!


(Jotabé Anverbo hexadecasílabo con doble rima)


De la mente del mulato, las ya lánguidas quejuras,
frente a ese su afecto ingrato de sus negras amarguras.

Boca de aroma melisa, corteza verde entre el fuego.
¡Oh! Mas en nuestra repisa, los años cual día priego,
en angustia la cornisa por la furia de su riego.
¡Ay! De mis ojos la brisa, los bosques de lienzo ciego.

Huecos fríos los inviernos, por sus brazos de ladrón;
heridas en los avernos por raíces de un bribión.

De su veneno sulfato, ¡cielo gris en las llanuras!
Vida y muerte su pesquisa. ¡Vaya! Tanto el desapego.
¡Demonio de los infiernos, el granuja zorailón!



No me intimidas


(Jotabé)


Al cielo plegaria que te dé paz,
mas tu felicidad será fugaz.

Amedrentar no resulta jamás.
¡Acósame! La furia forjarás.
Hasta desprecio voraz obtendrás.
¡Sigue tal cual, y nunca sanarás!

Se buen humano, jamás amenaces;
aprende, las palabras son veraces.

También puedo llegar ha ser rapaz.
¡Hey, sarcástico! Nunca triunfarás.
Inequívoca voy, frente secuaces.



Allá en el panteón


(Jotabé 5-7-5)


Baila la muerte dentro del camposanto, polka florida.
Bebe tesgüino para olvidar las penas ¡la muy sufrida!

La trinche flaca siempre espera el momento de risa y
[ cantos;
la canijilla no pasa malos ratos, engaita santos
entre arrumacos, y los mete al sepulcro con sus encantos;
mientras las viudas lloran desconsoladas tristes
[ quebrantos.

A los borrachos, trastornados maridos, les vale pura
fiesta los rezos, pues como buenos machos van de
[ aventura.

Pues un traguito, no les volverá muda su voz curtida.
Con la Catrina si van a la cantina, no escuchan llantos.
Morir prefieren, a quejidos ingratos que den tortura.



Entre la lejanía


(Jotabé dodecasílabo)


La luna que viaja sonriente en el río,
trae paz con ella. ¡Feliz le sonrío!

Y recuerdos llegan, nada los silencia
al saber respuesta. ¡Grande mi querencia!
De su amor devoto fiel es su presencia,
ya no llora mi alma por feroz ausencia.

Yo sólo la miro sentada en la orilla,
en las aguas juega la blanca chiquilla.

Dichosos suspiros con amor envío.
Susurros ardientes la verdad sentencia,
lleva mis insomnios, y la ilusión brilla.



¡Un celular por favor!


(Jotabé dodecasílabo)


De los humanos eres necesidad,
convertida en su principal prioridad.

Su voluntad la ha raptado tu presencia;
a mi ver, eres buena y mala tendencia.
Celular; sin ti, sienten feroz ausencia,
te conviertes lentamente en su conciencia.

Obligación de estar siempre conectados,
y si no tienen datos, están frustrados.

No importa, gastar en ti futuridad;
para el mundo, eres una «real herencia»
de desapegos en núcleos viciados.



Somos carencia


(Jotabé eneasílabo)


El nacer, es amor. ¡Vivir!
Muerte da olvido, ¡hace sufrir!

Mas llegas ni malo, ni bueno,
pero avanzas con desenfreno
y vas tirando tu veneno,
el cielo llora queroseno.

Cada huella deja cenizas,
brisas sedientas y calizas.

Oras para no mal morir,
mas heredas sólo tu cieno,
hay lluvias débiles, plomizas.



El rancho


(Jotabé)


¡Pronto, corran! Mi Bilita decía.
Pues el ternero por fin nacería.

El rancho siempre vestía de hinojos,
cuando el jato abría recién los ojos.
Gritaba Abue. ¡Vamos, no quiero flojos!
No peleas, mucho menos enojos.

Al becerro hay que ponerle antibiótico.
Hasta Firulais, por ser un neurótico.

Su voz, fue melodiosa sinfonía.
Carmelita quitaba los abrojos;
en este hoy, sin ella, todo es caótico.



Mil novecientos cuarenta y nueve


(Jotabé Numérico)


Dieciséis de marzo al amanecer,
dos brazos acunaron tierno ser.

De veintisiete veranos un día
mi madre mil razones aprendía.
Con quince primaveras formaría
los cincuenta y cinco que construiría.

Tiene setenta y tres, mas no se rinde;
cien oraciones ampara su linde.

Cuatro estaciones tienen su querer,
y veinte siglos ella raizaría;
en cada uno, su amar jamás rescinde.



Te di


(Jotabem)


Te ame con total locura
y te entregué mi dulzura.

A tus caprichos cedí,
tu lealtad carecí.
Llanto de sangre bebí
por ceder con frenesí.

No fue por mala intención,
pero aprendí la lección.

Tu mentira hiel supura.
¡Claro sé que te perdí!
La querencia fue ficción.



La vida se va


(Jotabemo Rimispal de tres poemas)


La bravura del tiempo firme fluye;
es salvaje, el vigor con que diluye.

A la suerte la tienes que sembrar,
pero en todo momento ha de reinar
remolino que gira sin parar;
y jamás le podrás un tris ganar.

El respiro lo pierdes, ¿qué te queda?
Transitar lentamente la vereda.

Mas repara y a todo galope huye,
es el aire veloz que ha de triunfar;
porque grande es el duelo que se hereda.


¿Es siniestro el delirio que fiel fluye?
Sí, devasta el sosiego que diluye.

En el sueño se puede bien sembrar,
por la tierra, que amor ha de reinar.
Es amarga la ruta sin parar,
en el cauce del río ha de ganar.

¡Ay, la vida se va! ¡Silencio queda!
Afanosos buscamos la vereda.

La juventud desaforada huye,
el rayo que abrasa logra triunfar;
a pesar de todo, la muerte hereda.


El tic tac del reloj por siempre fluye;
con afán, a las horas las diluye.

Arrigada esperanza que sembrar.
Amaina el viento al dejarlo reinar,
a su ritmo, jamás querrá parar;
mas su curso lo apremia por ganar.

Sobre tierra, una cruz es lo que queda,
arden los pasos al pisar vereda.

Ligero intrépido bostezo huye.
Tan osado su vuelo de triunfar.
¡Ay, su historia sin fin! Sutil la hereda.



Claro que la patria duele


(Jotabem)


Los suspiros son labranza,
enraízan la añoranza.

En cada llaga sangrante
derrama dolor punzante;
al vuelo, águila migrante
el cielo surca triunfante.

¡La patria, sí que nos duele!
Ante el dolor, Dios consuele.

Con feroz eco que danza,
cual fiel amistad constante;
en el hoy, que el viento impele.



Al caer


(Jotabem)


Envejecen emociones,
al deshojar ilusiones.

México, nostalgia avivas
por el amor que cultivas
en las almas amativas
que acaecen tempestivas.

Hay en tu mantilla ardiente,
marchita vida crujiente.

¡Ay! Fugaz tiempo que impones,
por las promesas esquivas,
del necio viento impaciente.



Gran defecto


(Jotabé Terzimas hexadecasílabo)


¡Ay, vidita de mi vida! Vivir sin ti es mi martirio.
He de mantener distancia, porque amarte es mi delirio.

Vivir contigo no puedo, me duele mi corazón,
al discernir, que te puedes marcharte sin pretensión.
Ante tu pasión inquieta, ferviente es ya mi oración.
Ingrato ser que predica, tararear fiel perdón.

¡Ay! Ese tu amor es profano, tartamudea tu afecto.
¡Ya con celo, no hay consuelo! Ser infiel es tu defecto.

Es mi martirio, mi delirio; tu verdad no es un lirio.
Corazón, pretensión es tu oración; el perdón, mi don.
Mas tu afecto, tu defecto, la causa del desafecto.



Vida diaria


(Jotabé Rebote dodecasílabo)


Un dolor vehemente de mi alma mana,
pero mi rostro, muestra una risa sana.

Cariño de mil amores. ¡Qué querer!
¡Que tu corazón, no merece ceder!
¡Ay! Este nuestro afecto, le templa placer,
y no puedo adorar, mas nuca caer.

Tus ojos enajenan a mí mirar
y el susurro de tu ser, trova vagar.

Amor, tu vida la encarcelo lozana,
para que en el infierno, agote temer,
porque hay de la fe, el bien, que aclare rezar.



Hiere


(Jotabé)


Se colapsa la tundra y a diario muere,
el humano, ¡con furia cruel la hiere!

Perjudica al océano, ¡saquea!
Derrite a los glaciares, gran marea
provoca su ignorancia, ¡es una tea!,
y a la naturaleza la caldea.

La ambición de poder es inhumana
a la vida sin piedad la profana.

El avariento riqueza prefiere
la codicia es tornado que golpea
y su presencia en la tierra es ufana.



Fina francesa


(Jotabé)


La plaza de Trocadero es dichosa,
al fiel portar, una joya valiosa.

Es majestuoso arcoíris de amor
y, al Sena apasiona con su fulgor
ante férrea bondad y candor,
porque al mundo exhorta con firme honor.

Es una reina, emisora de paz,
pinta una real sonrisa en la faz.

Su lenguaje es luz de vistosa prosa,
que entona con respeto el trovador.
¡Doblega su belleza al más voraz!



Al hispanoamericano


(Jotabé hexadecasílabo)


Decía bilita Carmen: Cierto es, que la historia duele
ante la brutal conquista; mas, la pena no flagele.

Hispanoamericano, con orgullo y gran honor,
disfruta siempre la vida sin importar el dolor.
Ante miles de lamentos satúralos con amor,
por tu contagioso ritmo, feliz vive de fulgor.

Que sea de buen legado, tu altivez en la Nación
y tu linaje prospere, por victorioso raigón.

¡La mezcla de la conquista, la gloriosa paz enmiele!
«Europeos, blancos, criollos». ¡No hay que vivir con rencor!
La existencia es un ratito. ¡Perseveremos la unión!



Sonríe nuestra tarde


(Jotabé)


Intensa la saturación que abrasa
con la tenue sonrisa de su brasa.

Nuestro cielo se tiñe de rubor.
¡Ay! Majestuoso es su bello color
que se ruboriza de ardiente amor
cual emotiva y fervorosa flor.

Es mar frente a las peñas de escarlata,
nuestros ojos su hermosura rescata.

Elegante sonríe y nos enrasa
con suspiros matizado fervor,
al ver, esta hermosa tarde sensata.



En silencio


(Jotabé hexadecasílabo lipograma, sin las vocal «a»)


Mi juventud incipiente seduce tu piel ferviente.
Es tu delirio impetuoso, como fiel fuego furiente.

Eres como el sirimiri, sueles venir con el orto
y consigues seducirme, con sutil suspiro corto.
En el tórrido desierto, regio frenesí soporto;
sin resquemor, en silencio, contigo me reconforto.

En todo momento veo tu fino rostro en el cielo.
Mi ser, con fe te memoro, los ecos del viento enmielo.

Nuestro universo destelle como el esplendor luciente,
este tu existir fulgente. Mi destino lo conforto,
porque de mi vivir yerto, derrites gélido hielo.



Mea culpa


(Jotabé)


Hijas cierren el convento,
en la calles hay un jumento.

Mea culpa, mea culpa.
He de pedirle disculpa,
por mea máxima culpa;
pos total, todo me inculpa.

Inmenso defecto tiene,
rebuzna y no hay quien lo frene.

Es de carácter violento,
y de pensamiento Tulpa;
espero, no me condene.



A mi algodoncito


(3 Jotabé)


Porque amarte sólo es lo que sé
y mis versos impregno de fe.

Me abrazas en cada amanecer,
tal como lo hiciste, al yo nacer.
Gracias por tu valioso querer
tu amor siempre en mí, lo has de tejer.

Y se juntaron nuestros otoños,
es mejor disfrutar los madroños.

En el tiempo el ayer lo gravé,
los años corren no han de volver,
ni modo de ponernos los moños.


Vivir hoy, el aquí de este presente,
con feliz entusiasmo ferviente.

Madre los maizales jilotean,
las aves su querencia gorjean,
nuestras huellas felices milpean
y nuestros ojos al cielo husmean.

Sí, las añoranzas son bonitas
mas en el tiempo quedan escritas.

¡Vivamos! Que el ayer no violente
nuestras emociones que rumbean,
arrinconemos horas marchitas.


¡Ay! Mary, Mary de mis amores,
alejemos todos los temores.

Mi niña, te amamos demasiado.
Eres nuestro tesoro preciado,
un amor fiel, bendito, sagrado
y en nuestra vida bien arraigado.

Madre, madre de mi corazón,
ante tus lagrimas hay razón.

La distancia provoca que llores,
por abrupto tiempo prolongado,
tus hijos te pedimos perdón.



Amarlos es silencio


(Jotabé dodecasílabo)


Traiciones nefastas, terrible condena
al sangre sudar; por amar, nos gangrena.

Momentos felices sin celos murmuran
palabras sosiegas, amor aseguran.
Mentiras piadosas rumores perduran,
las falsas caricias, jamás conmensuran.

En este proceso la suerte se aferra,
los severos mares nos causan la guerra.

Mujeres sensibles. ¡Calvario condena!
La vida se vive y los daños maduran
en sed del silencio, quererlos, entierra.



Mukí


(Jotabé tridecasílabo)


Raíces de tu cuerpo las quieren segar.
Rarámuri, tus pasos no deben sangrar.

Nacientes alboradas la paz radiarán,
natales pisadas veredas forjarán.
Nativa y libre ser a tus ecos oirán,
nadie silencia tu voz, mas la versarán.

Evitan tu huella fiel. ¡Muri, feliz vive!
Eviterna es la lucha y tu alma sobrevive.

Rauda tarahumara eres y fiel al amar.
Nakarópari, tu origen lo raizarán.
Evidente es la paz real. ¡Qué te cautive!



Aprendí


(Jotabejoa)


Tu palabra es blasfemia de nefasta promesa,
es lección impetuosa, que al amarte me apresa.

Ilusiones me distes y me hundiste en desgracias.
¡Me querías, dijiste! ¡Pronunciaste falacias!
Mas ahora te insultan, mis palabras reacias.
De tus malas acciones aprendí sus audacias.

Tu amor es ominoso, la verdad se respira;
y desde mi trinchera, diviso cruel mentira.

Es lección impetuosa, que el amarte me apresa.
De tus malas acciones aprendí sus audacias;
y desde mi trinchera, diviso cruel mentira.



En silencio


(Jotabé hexadecasílabo lipograma sin la vocal «a»)


Mi juventud incipiente, seduce tu piel ferviente.
Es tu delirio impetuoso, como fiel fuego furiente.

Eres como el sirimiri, sueles venir con el orto
y consigues seducirme, con sutil suspiro corto.
En el tórrido desierto, regio frenesí soporto;
sin resquemor, en silencio, contigo me reconforto.

En todo momento veo tu fino rostro en el cielo.
Mi ser, con fe te memoro y los ecos del viento enmielo.

Nuestro universo destelle, como el esplendor luciente.
En este existir fulgente mi destino lo conforto,
porque de mi vivir yerto, derrites el gélido hielo.



La vida


(Jotabé Dodecasílabo)


La vida sorprende con penas amargas,
arrastra lamentos de férreas cargas.

Su viaje es finito, pesada su viga.
Suspira existencia, minutos mendiga.
Los años le pesan, el tiempo la hostiga,
han pasan los días sin que ella prosiga.

«En todo segundo pasamos corriendo;
jamás valoramos, vivimos jodiendo».

Mas ella se aferra, la cubren adargas
y no le importuna la muerte la siga.
Le afecta el futuro, que irá ya muriendo.



A las Sores


(Jotabé)


Las Sores, son clamorosas doncellas
y su escritura rima sin querellas.

Son ángeles con carita del sol,
diluyen la tintan con el zotol.
Entre rimas, pierden todo control.
De penitencia, limpian nistayol.

Manejan la métrica con candencia,
su buen son, estimula la conciencia.

Es emotiva la tendencia de ellas,
no se afligen, al cura dan jaibol
y hasta del obispo, logran anuencia.



Fiesta


(Jotabé)


Las rosas cantan dulce melodía;
anhelan, que el día por fin sonría.

Están de fiesta los vastos jardines.
Bailan, bailan con ritmo los jazmines.
Bullen los grillos, tocan los flautines,
en los árboles, trovan lo verdines.

El cielo grita, llora de contento;
al fin se aleja su oscuro lamento.

La primavera juventud lucía
y frente los arroyos saltarines,
el tiempo pasea, sin ser violento.



Alma roída


(Jotabé dodecasílabo)


El tiempo cabalga veloz por el mundo,
la luna derrama sollozo profundo.

Con fuerza patea a la intrépida vida,
le duele y le sangra lacerante herida.
Su corazón bélico de alma roída,
recibe del viento su voraz mordida.

Los viejos olivos suspiran olvidos,
su sombra en silencio, no acunan latidos.

Las horas ya cargan al intruso inmundo,
que se desvanece por la fe perdida;
rotan en silencio, callan sus quejidos.



Va desbocado


(Jotabé dodecasílabo)


Es ruado y galopa tajante en el mundo.
Suspira, suspira su pensar rotundo.

Con fuerza patea a la intrépida vida,
le duele y le sangra lacerante herida.
Su corazón bélico de alma roída,
recibe del viento su voraz mordida.

Arde su zancada, le quema el dolor,
las horas que carga pierden su valor.

Ante cortés muerte, solloza profundo
y se desvanece su razón perdida;
el señor tiempo, se siente vencedor.



Ella


(Jotabem bisílabo)


Dama
clama.

Luida
vida
cuida.
¡Brida!

Deja
reja.

¡Lama!
Huida
ceja.



Beber es de locos


(Jotabé Bivocálico)


-Loco. ¿Cómo? -Don loco. ¡Loco vos!
¡No! -Lo soñó mogrollo. Bobo sos.

Beberé. -¡Me estremeces en estrés!
Es de sed. En vez en vez es exprés.
-Perenne es. ¡Che, Bebes! -Pepele estés.
Menester es. -¡Espere, es en kermés!

Sólo Son Propongo. -Pospongo coro.
-¡Pos no, no morro! Son lo corroboro.

-Sos loco coloso. ¡Somos los dos!
¡Es Ester! -¡Espere, es éter! De tés
con ron, coco. -¡Son Rondós! Loco loro.



Dedicado a Netzahualcóyotl


(Jotabé Vereal)


Tenaz Netzahualcóyotl, feroz real felino,
la educación previno, la educación previno.

Erudito, arquitecto con decisión bravía,
su intelecto refleja lo que bien aducía.
La escritura fue canto, natural eufonía
que en el tiempo aullaría; que en el tiempo aullaría.

Cantó a la flor, al ave; porque palabra invade,
también al hombre y al jade, también al hombre y al jade.

«Brotamos en la tierra como maíz genuino,
por la raíz que arraiga basta sabiduría;
mas sacrificio invade, mas sacrificio invade».



Ser mejor


(Jotabem Escala hexasílabo)


Camaradería
la desmontaría.

Agradecimiento;
feliz argumento,
sin pensar violento
lo cual fiel ostento.

Benevolentísimo
es importantísimo.

Incrementaría
total complemento,
por mundo justísimo.



Lo imploro


(Jotabem hexasílabo)


Feliz Navidad
llena de bondad.

Inocente albor
entrega tu amor.
Quita el desamor,
otorga valor.

El mal tenga bien
en todo Belén.

Imploro piedad.
Se aleje el pavor.
¡La pandemia! Amén.



Le canto a la fauna


(Jotabem Misrrimo)


Yo le verso a toda la fauna bella
a la que sin temor damos querella.


Me asusta del humano su fiereza,
ya que abusa de letal fortaleza
desmedida, que lanza con vileza
a criaturas de grandiosa nobleza.

Tiene desmedida voracidad
y va engullendo con total crueldad.

En el mundo la soledad destella,
su actitud a la vida descorteza
ante tu derramada suciedad.


Es voraz hambrienta especie mortal;
y cree, que destruir es lo habitual.

A todo domestica por riqueza,
las especies caza con ligereza,
la vida la tortura con ateza.
¡Al mundo, va dejando en la pobreza!

Somos una cadena no indistinta.
¡Humano, vida en tus manos precinta!

¡Reacciona no seas demencial!
A Natura, tu actitud la despieza.
¡Yo le canto a todas la especie extinta!



Mal lider


(Jotabem Agudo)


Creció burlón incivil,
se crió, cual feroz cerril.

Tener el poder ansió.
Un gran país dominó
y con segregación guió,
la humanidad él hirió.

Jamás entendió razón
aquel infeliz sayón.

Le costó no ser gentil;
al fin, infeliz partió.
¡Por ser ruin! Su perdición.



En Navidad


(Jotabé Palabra)


Alegría exaltada en los hogares,
es esperanza pura en los altares.

Dar alegría sin remordimiento,
se debe disfrutar, vivir contento.
Dar alegría y amor por complemento,
porque la vida, no es un cruel lamento.

La alegría debe brillar bravía.
La humanidad, tener paz debería.

En Nochebuena, si alegría orares
con fe, destellaría el firmamento,
por corazones llenos de alegría.



Debemos recapacitar


(Jotabé)


La oscuridad es infinita, intensa;
la vida avanza débil, indefensa.

El «covid diecinueve» es muy letal,
para el humano el virus es mortal.
Ahora su futuro ya es crucial,
vivimos una situación brutal.

Besar contagia, igual que un buen saludo.
También por el toser y el estornudo.

A desaparecer está propensa.
¡No se puede tener vida social,
porque la muerte da dolor agudo!



Contigo


(Jotabem Escala pentasílabo)


Predilección,
voraz pasión.

Resplandeciente
amor ferviente,
la entrega siente,
mi ser no miente.

Esperanzada,
avanzo osada.

Renovación
busco ferviente,
sin temer nada.



Nos amamos


(Jotabé)


Bajo el embrujo de cálida noche,
nos deseamos sin ningún reproche.

Con sabor de ternura, calma evocas;
mas jadeante, a mi avidez alocas.
Con tu lengua ávida pasión provocas
y en la cueva de mi ansia desembocas.

¡Ay, me extasía tu dulce sedante!
¡Arde la lumbre de la alcoba amante!

Te entregué mi palacio sin derroche;
hoy, las mieles de mi magnolia invocas,
por inagotable entrega incesante.



Actuar


(Jotabé)


Dijo Dios: El humano ha de existir,
le concedo soltura de vivir.

Por la guerra, en codicia se armará,
y a su propia familia amputará.
Con ambición, la vida talará
y en penumbra a la tierra dejará.

Pues salvarla, es conciencia de actitud,
de ello depende su buena virtud.

La especie, en el futuro ha de sufrir
y con rencor, el pasado odiará.
¡Enmendemos ya nuestra ineptitud!



Reir hasta ahoragar el llanto


(Jotabé tetradecasílabo)


Embargan risa y llanto con sentida bravura,
atrapan con dureza, se alocan de ternura.

La tristeza se viste de alegría ferviente.
Del enojo se aleja con agrado valiente
y por amor inquieta, tiene que ser paciente,
para tener dulzura sin amargo pendiente.

Si la emoción dirige, sentimiento confunde.
En la cumbre te eleva, mas en abismo te hunde.

Vive feliz demencia, que una infeliz cordura.
El juicio no captures y libera a tu mente,
o la depresión grave, la euforia desenfunde.



Luto


(Jotabé octonario con doble rima)


Afrontar dolor materno por agonía fetal,
es vivir en el infierno, tras una aflicción letal.

Feroz destiempo que anida, frente a la fétida muerte.
Tanto sufrir en la vida, por angustia infeliz suerte.
Mas queda el alma abatida, triste corazón inerte
desangra la cruel herida, que la soledad le injerte.

Latido de mudo llanto, duelo de yermo vacío
al cubrir con negro manto, retoño de amor bravío.

Sangrante es el yerto invierno por doliente funeral,
la dulzura que no olvida, diluvio la pena vierte
Ilusión y desencanto por un futuro sombrío.



La vida perece


(Jotabem)


¡No hay paz! La desgracia abunda,
deja a la vida infecunda.

Cabalga la lacerante
arrastra inocencia errante
no hay paraíso fragante,
sólo agonía incesante.

Y los recuerdos airean,
en el cielo, ecos gorjean.

Ante la herida profunda
el sufrimiento es bramante,
las raíces no verdean.



Lavanderas


(Jotabé)


Primaveral clima llega sin frío,
hay seis mujeres al lado del río.

Traen cestas con ropas por lavar,
con ilusión las manchas por quitar.
Para enjuagar luego y al sol, a secar.
¡Es ardua la labor de desmanchar!

Hay viejas piedras, empapadas quedan.
Habladurías, sobre de ellas ruedan.

El cielo pinta presagio sombrío,
mas de tanto lavar no ha de pecar;
hay un cálido hogar donde ellas se hospedan.







Renacer


(Jotabé tridecasílabo con heterostiquios 6-7)


Amanece el día con perfumado aliento;
con brío, renace silvestre sentimiento.

Majestuoso fluye fiel aliento de cielo
y va despeinando las flores en su vuelo.
La naturaleza respira con anhelo
al enraizar ella, vida en un fértil suelo.

Abundante oasis en árido desierto,
es cálida brisa. Llorar siempre es incierto.

Eco entre las hojas, es susurro del viento.
La noche engalana con fino blanco velo,
porque flora y fauna, la tierra la han cubierto.



Morir


(Jotabem)


En el despertar sonriente
te doy mi pasión ferviente.

Sea Bendito tu amor
que bajo el azul albor,
él florece con candor
de verdadero fervor.

Eres razón del vivir,
vida, no me hagas sufrir.

Mi débil corazón siente,
no le causes cruel dolor,
que por ti puedo morir.



Rescatar


(Jotabea)


Silencio ya profundo se aferra con encono,
bastante ya es el tiempo viviendo en abandono.

Mas arden las cenizas, ¡tormento de vileza!,
y difíciles lapsus los que dejan tristeza.
Ahora, rescatemos del tiempo su llaneza,
bebiendo de tus labios, la miel de su grandeza.

Así, que gozaremos, ¡inmenso es el amor!
Será resplandeciente llenarnos de fulgor.

Es poco lo vivido ya todo lo perdono,
mas quiero disfrutarte cariño con terneza,
y atrapes mis sentidos, ¡beberme tu licor!



Aún mora


(Jotabem Espejo Invertido)


En pleno siglo veintiuno,
aún mora cruel racismo.
Es punzante gran herida,

hecha, sin crimen alguno;
por un infeliz asnuno.

Es verdadero lirismo
el que viste de civismo,
empuja más al abismo
con verdadero cinismo

al dejar la paz derruida
y la justicia destruida.


La humanidad aguerrida
a pesar de estar dolida,

encara brutal nazismo
y por igual al fascismo.
Gobierno teme golpismo
por negar un buen altruismo,

ha de ser el infortuno,
por proceder importuno.

La verdad jamás hundida
por razón el activismo,
que deja feroz tribuno.

 
     
   
     
 
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