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Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé



Rima Jotabé



Directorio de poetas que escriben en Rima Jotabé en lenguas diferentes al Español

Directorio de Poetas que escriben en rima Jotabé en español
 
 
FABIO JAIR AVELLANEDA CASTILLO
 
Poemas
 
Fabio Jair Avellaneda

Fabio Jair
Avellaneda Castillo

Valencia (Venezuela)

Desliz

(Jotabé octonario lipograma sin la vocal «a»)


Quiero fundir nuestros sueños como el río y sus
[ murmullos,
como el silbido y el viento, como luz en los cocuyos.

Nuestros pechos en un ritmo de lirismo y percusión
por los golpes piel con piel; nos vemos sin intención
de corregir en el mundo su discorde condición
de no entender que queremos seguir del bolero el son.

Logro escribir dulces versos en el rubor de tu pecho,
porque tú eres el licor que es vertido sobre el lecho.

El roce de nuestros vellos son mis dioses, que son tuyos,
me estremezco en lo profundo, convirtiéndote en visión,
puede ser que este temblor me levite y cruje el techo.



El color del viento


(Jotabé hexadecasílabo)


¿De qué color es el viento? ¿Qué oculta su transparencia?
La calma y la languidez las dibujan su presencia.

Las franjas del arcoíris no matizan su tintura;
a veces de azul celeste nos parece su frescura
con rubíes y esmeraldas de excesiva floritura,
pero, si se arremolina, pinta un gris en la pavura.

Sobre el mar deja luciérnagas en la espuma inmaculada
porque el sol juega con prismas de la marea salada.

Mi paleta de pintor quiere pincelar su esencia,
pero depende del tono de mi euforia o mi tristura,
y sus invisibles ondas mecen mi alma en desbandada.



Corazón de papel


(Jotabem Agudo)


Mi corazón de papel
lloró y pagó su arancel.

Salí con el sol vivaz
pues me sentí muy audaz,
y terminé en Alcatraz,
me encadenó un mal disfraz.

Yo morí al vivir sin ti,
sé que al final te perdí.

Y se marchitó en mi piel
la flor que me dio la paz,
ya jamás me redimí.



Paraulata navideña


(Jotabé Palabra)


Paraulata, que cantas aguinaldos,
tráeme en Navidad los buenos saldos.

La torda paraulata al niño espera,
le canta villancicos en la estera.
La ingenua paraulata se exaspera,
confunde Navidad con primavera.

La paraulata pica la hojalata
y adorna al arbolito con su pata.

La paraulata, el grillo y los heraldos
de tanto cantar tienen carraspera,
no para de trinar la paraulata.



Se nos olvida


(Jotabe)


Vivir, se nos olvida; en ocasiones
nos llena de agradables sensaciones.

Dejar la puerta abierta a la alegría
que llega con la luz de cada día,
se logra sin maldad, sin rebeldía
en el oscuro sol de la porfía.

Alegre, es la amistad de buena gente,
y siempre es el amor el referente.

La alegría la viven corazones
que no ponen obstáculo en la vía,
para que otra persona se accidente.



Balas, dinero y billete


(Jotabea con versos franceses)


Lo malo de las balas, lo bueno del dinero;
al filo del alambre, amor aventurero.

Asaltando de día, de noche derrochando
lingotes de pasión, nos iremos quemando
entre el fuego cruzado, si nos están buscando
es porque a nuestro amor ya lo están envidiando.

Ven, Reina de los bancos, sométeme y somete
a aquel que se interponga con su arma de juguete.

Sabes, Bonnie querida, que fumando te espero,
mientras pules el rifle para seguir matando.
Nunca nos faltarán la suerte y el billete.



Impericias


(Jotabé)


Debuto en el amor, mis impericias
podrían serte inútiles caricias.

Mientras pruebo el sabor del vino añejo
que saca de su nido a mi vencejo,
de a poco, me desvistes y me dejo,
me estiras y me encojes, no me quejo.

Me enseñas los jardines de tu boca
me enseñas que se toca y no se toca.

Nada sobre mi cuerpo desperdicias;
después de castigarme con tu rejo,
la lava deja flácida mi roca.



La dama del armiño


(Jotabe)

(Écfrasis del cuadro La dama del armino de Leonardo da Vinci)


La joven acaricia con ternura
al armiño y resalta en la negrura.

La sombra se aproxima sigilosa,
devela una sonrisa misteriosa
que acaricia la piel algodonosa
con sus dedos tan largos cuando posa.

Detrás de su mirada tan sensual,
se anhela el embeleso consensual.

El ábaco de perlas, a la altura
de la dama agraciada y silenciosa
que Da Vinci pintó al natural.


La dama del armiño - Leonardo da Vinci



De satén


(Jotabem)


Para mal o para bien,
estoy hecho de satén.

Orlo la cama, acobijo
a quien me usa, y no le exijo;
me repliega el regocijo
y termino desprolijo.

Por el frío, una cobija
me convierte en baratija.

Hoy me guardan con desdén
porque un sueño me maldijo,
a otra piel soy como lija.



Avestruz


(Jotabé tridecasílabo 6+7)


Bajo de la tierra, solo están las lombrices
y los corazones llenos de cicatrices.

¿Quién convertirá desechos en nutrientes,
si, entre sus recuerdos , desechos de las mentes,
no ha llorado un árbol de tallos florecientes,
que taló ex profeso por ansias persistentes?

Evita el verdor quien se roba la luz
del sol y le cava al humano una cruz.

Quienes sodomizan la natura, felices
egoístas, sádicos...no son inteligentes,
o ¿se enterrarán cual miedoso avestruz?



Se nos olvida


(Jotabé)


Vivir, se nos olvida en ocasiones,
nos llena de agradables sensaciones.

Dejar la puerta abierta a la alegría
que llega con la luz de cada día,
se logra sin maldad, sin rebeldía
en el oscuro sol de la porfía.

Alegre, es la amistad de buena gente,
y siempre es el amor el referente.

La alegría la viven corazones
que no ponen obstáculo en la vía,
para que otra persona se accidente.



Paraulata


(Jotabé hexadecasilabo)


Paraulata, paraulata, con tu trinar optimista
acompañas los bordones del alicaído arpista.

Cuando de las sombras grises se muestra la gasa añil,
aleteas esperanzas; en tus ojos de candil
se inspiran las mariposas, el canario y el paujil;
no habrán noches quejumbrosas ni un nuevo cuadro febril.

Al oírte ya no lucho con la brisa inusitada,
pues tu trino me da fuerzas, paraulata alborozada.

Asomada en la ventana das ánimo al sonetista
que pensaba no vería la luna nueva de abril;
trina, que al trinar espantas a la bruma despiadada.



Quebrantahuesos


(2 Jotabea con versos franceses)


Soy carroña en los dientes de un ser que me domina,
soy quien clama y te mira; eres ser impetuoso
que en el árido suelo me lanza a la jojoba.

Te contemplan mis sueños montados en la encina,
y me expongo a tus ojos como en una vitrIna.

Tus besos se convierten en juego peligroso,
me arrancas la camisa con tus garras de Oso;
con tu ritual salvaje ya me pones nervioso,
la forma en que me abordas me ha dejado capcioso.

Reluce tu sudor como una estrella nova,
me arrastras a tus pies y aúllas como loba.


Cuando crujen mis huesos desnudos en la alcoba,
el espacio en la asíntota de pasión nos los roba.

Soy el ébano ardiente, frágil y deseoso
por quemarse en la llama de tu infierno y, ansioso,
sacrifico a mi alfil ante tu rey coloso
de marfil que me ataca rígido y lujurioso.

Como el quebrantahuesos, me lanzas en la esquina
del damero, me elevas con tu furia asesina.

Desgarras mi peón de miel y de caoba,
y mi alfil humillado, al entrar en reposo,
recoge la miseria que tiene tu toxina

 
     
   
     
 
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