Soy un Custodio de la rima Jotabé y lo seré hasta el último día de mi vida, porque gracias a ella puedo dar testimonio que ha sido mi perfecta medicina y, llegó a mí en la época que el mundo estaba agobiado por la pandemia y cuando mi corazón quiso dejar de funcionar... y me visitó la temible muerte.
Estaba en una sala de UCI y tuve la oportunidad de dialogar con Dios para pedirle perdón, y lloré como lloramos los hombres que tenemos sentimientos, le escribí el poema: «De la muerte me he salvado». Lo publiqué y fue acertado.
Conocí una poeta argentina quien me indicó cómo se debería escribir la nueva forma de componer poesía neoclásica y empecé a escribir versos muy sencillos que nacían desde lo más profundo de mi corazón, logrando ser revisados por el creador de este movimiento literario del nuevo siglo: el Jotabeísmo.
Qué honor saber que he escrito tres libros en Rima Jotabé y que el maestro Juan Benito Rodríguez Manzanares ha sido mi revisor de estilo y prologuista.
El último de ellos tiene cien poemas en diferentes variantes, donde les expreso mis humildes sentimientos y le verso a Dios, a la vida, a mis amados padres, a mi mujer Miriam del Carmen Mercado Arrieta, a todos mis hijos, los cachacos y los costeños, al medio ambiente que está siendo maltratado por el ser humano, a nuestra madre tierra quebrantada por la guerra.
La Rima Jotabé merece ser custodiada y enseñada a los niños porque con ella aprenderán a versar por los caminos de la vida, aprenderán a querer, a soñar, a amar a la aves, a sus maestros, a la paz que tanto requiere el mundo.
La rima es como el agua cristalina que nace arriba en la montaña y baja pura a refrescar el ecosistema para que tengamos felicidad en nuestras vidas.
Es como la orquídea de mi tierra floreciendo en el balcón, es como el amor, es comprensión, es hipérbole, metáfora, símil o cualquier expresión que nos ayuda a calmar el dolor por el amor, es bálsamo para curar el mal porque en mi caso me levanto rimando y esta estructura poética mundial por San Pelayo vengo enseñando y, con gran agrado a diario y por varios colectivos culturales voy presentando.
La Rima Jotabé es mi medicina, para mi corazón es la mejor aspirina.
Me ha permitido vivir feliz por siempre.
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