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Rima Jotabé



Avales de poetas de todo el mundo para la Rima Jotabé



AVALES DE POETAS PARA LA RIMA JOTABÉ



Ángel Raúl Morinigo Inchausti

ÁNGEL RAÚL
MORINIGO INCHAUSTI
 
 
Ángel Raúl Morinigo Inchausti
 

Nace el 5 de mayo de 1979 en Juan León Mallorquín, pueblito de Paraguay, departamento Alto Paraná; actualmente reside en Ciudad del Este, capital del mismo departamento. Poeta autodidacta, músico y compositor.

Su lengua materna es el guaraní, idioma oficial junto con el español en Paraguay, también cultiva el portugués y otrora, el árabe.

Dentro del universo de la Rima Jotabé en la que orbita su pluma y vuela su alma, ha sido antologado en los libros:

Día del Libro en Clave de Jotabé.
Día Mundial de la Rima Jotabé (Ediciones de 2023 y 2024).
Homenaje a mi Bandera.
Jotabeísmo Primera Vanguardia del Siglo XXI.
V Congreso Internacional de la Rima Jotabé.
Poemas a la Unisinú.
San Pelayo en Nuestro Corazón.
XIII Certamen Poético Internacional Rima Jotabé.
De Mesopotamia a la Rima Jotabé, evolución de la poesía.
Documentación formal de composición de poemas en Rima Jotabé. 2024.
En los volúmenes 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9 de la serie «Homenajes».
Obtuvo el primer premio del Xlll Certamen Poético Internacional Rima Jotabé.

Participó como ponente en el V Congreso Internacional de la Rima Jotabé en San Pelayo, Colombia.

Estoy agradecido, comprometido y feliz con la Rima Jotabé y a la vez, orgulloso de pertenecer a la primera vanguardia poética del siglo XXI, el jotabeísmo, por eso he optado por vestir a mi musa solamente con la Rima Jotabé.

 
 
Aval - La Rima Jotabé, alforja de mis sueños
 

Para mí, conocer la Rima Jotabé ha sido el punto de inflexión que marcó para siempre la impronta de mi pluma y a la vez, es la parte sustancial para que la esencia de ese ser melancólico, soñador y taciturno, que vive en mi alma, al que llamo poeta; avergonzado a veces de su propia existencia, otras veces escondido en la etérea sombra de soles marchitos, o entre ruinas de templos paganos, buscando grimorios de antiguos rituales de civilizaciones perdidas, cuyas voces retumban en las piedras, donde tallaron con extraños símbolos sus saberes ancestrales; lentamente se asome al mundo de los hombres, como un Umul, vástago de la embriaguez de los dioses, cuyo abolengo permanece en la nebulosa oscuridad de los tiempos, envuelto en el indescifrable misterio de la vida.

Así, la Rima Jotabé ha sido y es, el portal, para que ese ser, con quien vivo y convivo entre espejismos y realidades de múltiples universos que nacen del caótico pensamiento de quien está consumido por la poesía, pueda emerger de la sombra, independiente y con vida propia, ya ajena a la voluntad del tirano que lo mantiene prisionero en la mortalidad de mi vana existencia.

No tiene pretensión de loores, mucho menos de laureles, ni su canto espera el arpegio de la lira del pasado; su único propósito es existir, encarnar en las palabras su mundo de quimeras y utopías para vivir y ser en sí mismo, el ente redivivo y guardián de la olvidada memoria nuestra después de mi partida.

Él se vestirá solamente con la Rima Jotabé y seré parte de su mundo abstracto, metafórico y perenne, donde navegaré en silencio por sus mares misteriosos, dichoso de haber sido una pequeña parte de su vida, sin más colaboración que el de haberle prestado mi aliento para derramar sus versos en la orilla del río de los sueños.

Por eso el poeta, ese Yo mío, pero ajeno a la vez y de otra realidad, ha vertido toda su alma en el crisol de la Rima Jotabé, esta neoclásica estructura donde cobra vida la vida de todas sus soledades, mientras grita para no morir de silencio y vuela, con el eco del sonido de su propia voz, entonces es… es llanto, es tristeza, es alegría; entonces… es poesía.

Entretanto yo, el efímero, el mortal, el egoísta.... firmo sus obras con mi nombre para permanecer unido por siempre a su esencia de lírica belleza.

 
     
 
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