El 23 de abril fue adoptado como Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor, aunque normalmente es conocido tan sólo como el Día del Libro.
La mayoría de los días dedicados a algún tema en concreto, están elegidos en base a algún acontecimiento importante que hace de ese día, una fecha especial para ese tema en concreto. Pero realmente el 23 de abril es un día que se ha ganado por derecho propio ser el Día del Libro, pues en ese día de 1564 nació William Shakespeare. En 1616 fallece Inca Garcilaso de la Vega. En 1902 nació Halldór Laxness. En 1918 nació Maurice Durón. En 1923 nació Manuel Mejía Vallejo. En 1981 fallece Josep Pla. Y por aproximación, el 22 de abril de 1616 nació Miguel de Cervantes y en 1899 nació Vladimir Nabokov. Todos ellos poetas o escritores consagrados que de alguna manera marcaron parte de la época en la que vivieron y nos legaron sus inmortales obras a todos los que nos nutrimos de la buena poesía y la buena literatura.
No voy a descubrir nada nuevo al hablar de los libros, pues todos sabemos que son un mundo completamente estructurado en el que podemos encontrar novelas de todo tipo, ficción, romance, aventuras, terror… donde sus autores nos harán vivir o revivir, historias al límite de la desesperación, de la cordura, del amor, de la virtud o de la ignominia… pero todas ellas nos abrirán una puerta a alguna nueva dimensión, a un mundo en el que en no pocas ocasiones nunca nos hemos adentrado y la verdad es que nunca nos hubiéramos adentrado de no ser por el ingenio de unos autores que han vivido y viven tan sólo para elaborar esas historias que nos hagan sumergirnos en un submundo completamente al margen de la realidad por unos minutos.
Otros libros, muy al contrario de la expuesto en el párrafo anterior, nos hablan tan sólo de realidades comprobables, tangibles, medibles y empíricas, que nos transmiten todo un mundo de conocimientos y saber para ampliar nuestros horizontes y poder llegar siempre más allá de lo que los mismos libros nos quieren enseñar… son los libros de texto, esos compañeros inseparables de largas tardes en que se entabla una dura lucha por absorber las ideas que sus páginas nos muestran y digerirlas bien hasta el punto de poder poner en práctica todo lo aprendido en ellos. ¡Benditos libros!
Sea cual fuere la temática y concepto del libro que tengamos en nuestras manos, siempre nos embarga la emoción de poder rozar su papel con nuestras manos, de poder oler ese especial y característico aroma que emana del papel impregnado en tinta de imprenta, ese ruido especial y emotivo con que nos regala el pasar de las páginas… siempre nos queda, sea cual fuere el libro, el placer de disfrutarlo, de saborearlo, de querer saber qué se esconde en su siguiente página, cómo va a desembarazarse el protagonista de su enclaustramiento o cómo se va a resolver esa ecuación que nos hará llegar hasta la proposición final.
No cabe decir a nadie que leer es una de las cosas más importantes de esta vida y sin la cual todas las personas quedaríamos huérfanas de una gran parte de nuestra historia, ya que son los libros donde se nos describe y narra la historia cercana o perdida en la noche de los tiempos, los libros que nos harán saber quiénes somos, dónde vamos y lo que igual es más importante, de dónde venimos, pues todos nosotros tenemos unos fuertes lazos con la tierra que nos ha visto nacer y todas la tradiciones y raíces que esa tierra en la que vimos la luz primera nos ha transmitido desde los albores de nuestro raciocinio.
Así concluyo esta breve loa al libro, con una frase del gran maestro Jorge Luis Borges; “Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”. Así pues, amigos todos, no os conforméis con ver la televisión, hablar con otra persona o practicar deportes, sed egoístas y quererlo todo, todo lo que nos puede transmitir y enseñar un libro, que nadie os prive del placer de leer y que nunca os falte un libro entre vuestras manos, y no esperéis a que un día como el 23 de abril alguien os regale un libro, quereos mucho y regalaros un libro tras otro hasta que hayáis leído todos los libros de este mundo.
Tan sólo amigos, os convido a leer. ¡Buena lectura!
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