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ARTÍCULO 181

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LA PAZ

 

 
 

La paz es algo etéreo que todos tenemos en la boca cuando lo necesitamos, al igual que incluso el más ateo más convencido tiene a Dios en la boca cuando se encuentra en una situación extremadamente crítica. Pero al igual que el ateo lo vuelve a ser con más convicción que nunca una vez pasada esa situación extrema, la paz se nos vuelve a escapar de la boca convertida en utopía en cuanto el viento silva suavemente y las aguas vuelven a su cauce.

Aun así, cada uno tiene su paz, su versión y visión de la paz.

Los sacerdotes en el rito de la misa católica, llega un momento en el que dice “Daros la paz”, y los feligreses nos damos la mano como si el simple hecho de darnos la mano fuera motivo suficiente para que haya paz.

Un saludo muy extendido sobre todo entre nuestros mayores que habitan los bellos pueblos de nuestro reino es, “A la paz de dios”, imagino que haciendo referencia a que dios es todo paz y amor.

También en el oficio de la misa cristiana, una de las últimas frases es, “Podéis ir en paz”, intentando transmitir todo un bello repertorio de buenos augurios para todos los feligreses, aunque la verdad es que cada una día a día ha de lidiar con sus demonios internos.

En otro plano nos encontramos con frases algo más metafísicas como la de Eleaonor Roosevelt, “No basta con hablar de paz. Uno debe creer en ella y trabajar para conseguirla.”, en la que nos indica de manera clara que la paz no es algo etéreo que debemos aclamar cuando llega un momento de gloria o exaltación del alma, sino que hemos de trabajar por ella, porque esa paz sea tan real que podamos tocarla y verla alrededor de nosotros como un niño inquieto entre los columpios del parque.

Pero quizá la frase más bonita que he escuchado nunca con respecto a la paz, sea la que dijo el gran Mahatma Gandhi, “No hay camino para la paz, la paz es el camino”. De una manera muy clara y concisa nos transmite la enseñanza de que no tenemos que buscar la paz, no tenemos que dar la paz, no tenemos que recibir la paz, no tenemos que llevar la paz arriba o abajo o lucirla como una bandera para que todos podamos ver lo buenas personas que somos, aunque nuestro lado oscuro lo sea tanto como una noche sin luna…

Simplemente hemos de vivir en paz sin intentar nada más, sin intentar darla o recibirla, tan sólo viviéndola, y si todos consiguiéramos poder vivir en paz, vivir la paz, nuestras relaciones con nuestros semejantes serían mucho mejor, pues como nos dice Mahatma Gandhi, no tendríamos que intentar llegar hasta la paz, pues nosotros seríamos la paz.

Aun así, nuestros políticos, dirigentes y personas de poder, en no pocas ocasiones nos hacen vivir verdaderos infiernos y guerras, pues no todas las guerras se ejecutan con armas y en un frente, y así, cuando vean que es el momento oportuno y nos “regalen” la paz, estemos siempre eternamente agradecidos a ellos.

Pero además, como las personas a veces tenemos tan poca memoria, nos hace falta que nos pongan un día expresamente en nuestro calendario, y este es el 23 de septiembre, para que no se nos olvide que la paz existe y que está ahí, y que no es un recuerdo falaz de cuando unos cuantos creían en esa utopía que nunca supimos hacer realidad.

Queridos amigos, no permitamos que nos politicen la paz, que nos la vendan un día en concreto o que sea el arma arrojadiza que algunas personas puedan utilizar impunemente.

Vivamos la paz, seamos la paz.

Para acabar, quisiera volver a repetir la frase de Gandhi, pues es una de las mejores y más bellas frases que nunca podrás escuchar, “No hay camino para la paz, la paz es el camino”.

 
 
 
Fuente:
Programa Lasartes del 12 de septiembre de 2014
 
 
 
 
     
   
 
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