Inicio Juan Benito
 
 


Artículos



ARTÍCULO 239

REINO DE VALENCIA

Reino de Valencia

Volver a Reino de Valencia

Volver a Artículos

 
 

EL PRECIO DE LA TRAICIÓN

 

 
 

Hace pocas fechas el diario Levante-EMV en sus páginas, recogía una noticia que hacía referencia a la Diputación de Valencia, y por la cual, ésta le ofrecía a la RACV, (Real Academia de Cultura Valenciana) la cantidad de 33.000€ de subvención si en sus comunicados externos utilizaba la normativa secesionista de la catalanista AVL (Academia Valenciana de la Lengua).

Esto es una verdadera vergüenza para los valencianos, para los valencianistas y para todas las personas que tengan un mínimo de entendimiento, pues dar una subvención ‘a cambio de’, no es dar una subvención, sino comprar algo por un precio concreto y en este caso es la compra de la catalanización de la RACV, pues en un muy alto porcentaje, las personas tan sólo vemos y nos quedamos en ‘lo exterior’, en las capas de fuera sin intentar profundizar en el meollo de los temas, y si el pueblo valenciano ve que desde la RACV están emitiendo sus diversos escritos en la secesionista normativa de la AVL, para todos constará que la RACV se ha vendido al catalanismo, sin indagar más en ningún aspecto, y desde ese momento será vilipendiada y tratada de catalanista, con lo que la misión de esos irrisorios 33.000€ se habrá completado.

Y si no lo hace, pues ya sabe la RACV, primero le darán la subvención, y en cuanto comprueben que no escribe en la secesionista normativa de la AVL, le quitarán la subvención. Es decir, o pasas por el aro que te propongo, o te quedarás sin nada y poco a poco te irás muriendo sola por los rincones. ¡Patético!

Pero esta manera de proceder no es nueva, de hecho, es una de las más arraigadas formas de conseguir lo anhelado, puesto que algo similar ya ocurrió cuando los sacerdotes le pagaron a Judas 30 monedas para que entregara a Jesucristo, y de eso ya hace unos 2.000 años. Ahora es la Diputación de Valencia la que paga 33.000€ para que la RACV se entregue al catalanismo.

Por otro lado, también es una verdadera vergüenza que mientras que a la RACV la están ‘chantajeando’ con 33.000€ para que se catalanice, la catalanista AVL, recibió el pasado año 2015, una cantidad de 2.934.510€ (Wikipedia) para que catalanice todo cuanto toca, ya que todo lo que emana de esta catalanista entidad, es puro secesionismo lingüístico, pues muy al contrario de lo que nos han hecho entender por secesionismo lingüístico, adjudicándole este ‘apellido’ a los que seguimos las Normas del Puig, los secesionistas son los que quieren que abandonemos nuestras queridas y arraigadas Normas del Puig, en pro de utilizar la normativa fabriana, en pro de utilizar el catalán puro crudo y duro.

Así, la RACV, desde que cogió el testigo de Lo Rat Penat, de manos del poeta Xavier Casp i Vercher, de codificar y velar por la lengua valenciana, lo ha estado haciendo de manera impecable, dotando a la milenaria y bienquerida lengua valenciana de todo y cuanto le ha hecho falta en cada momento, gracias a un equipo de personas que desde siempre han velado por la pureza de la lengua valenciana, por tal motivo, no hacía ninguna falta que se creara una nueva entidad, y mucho menos, blindarla en el Estatuto de Autonomía, pero según lo pactado entre Jordi Pujol y Eduardo Zaplana, (Diario Valencia hui, miércoles 30 de enero de 2008), en el Pacto de Reus, el pago para que los nacionalistas catalanes apoyaran el gobierno de José María Aznar, fue la venta de la lengua valenciana para que fuera absorbida por la lengua catalana (Uiquipèdia) y que paulatinamente la lengua valenciana fuera desapareciendo de todos los rincones del mundo hasta que fuera como si nunca hubiera existido.

Por tal motivo, lingüísticamente no hacía falta la creación de la catalanista AVL, compuesta por académicos catalanistas y renegados valencianistas como su actual presidente Ramón Ferrer, que es peor, -pues de él hay grabaciones donde defiende a capa y espada la lengua valenciana-, pero al final esta entidad se creó como pago del citado Pacto de Reus, con el único fin de exterminar la lengua valenciana de la faz de la tierra, pues aunque esta entidad hable de ‘valenciano', lo cierto es que al valenciano lo consideran como una variante del catalán, por lo tanto para ellos el valenciano, tan sólo es catalán, aunque todos, incluso ellos, sabemos que no es así.

Mal tema es que entidades como la Diputación de Valencia pongan un mínimo precio a la catalanización de la RACV, pero debido a la deriva que llevan las entidades públicas valencianas, no es de extrañar, y lo verdaderamente extraño, es que hayan llegado hasta la cantidad de 33.000€

 
 
 
Fuente:
Revista Reino de Valencia 101, página 17 - Septiembre/Octubre 2016
 
 
 
 
     
   
 
    Amigos conectados     Arriba