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ARTÍCULO 456

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ACUEDUCTO DE PEÑA CORTADA

 

 
 

La Comunidad Valenciana es muy rica en todo tipo de monumentos, y algunos de ellos son tan excesivamente grandes y monumentales que, no sólo están ubicados en un municipio, sino que forman parte de varios de ellos. Este es el caso del Acueducto de Peña Cortada, el cual, tomando como base sus restos conocidos, se extiende por las localidades de Tuéjar, Chelva, Calles y Domeño (el viejo) en la comarca de Los Serranos, también llamada Comarca de la Serranía. Hay que apuntar que a este acueducto también se le conoce como el «Acueducto de La Serrada» o «Acueducto de la Serranía», por el hecho de extenderse por los citados municipios de la Comarca de Los Serranos. Además, es comparable en todos los sentidos a otros acueductos de España como puedan ser el de Segovia o el de Los Milagros de Mérida.

Este acueducto es muy especial por muchos motivos que iremos descubriendo. Esta colosal obra de ingeniería hidráulica se debe a los romanos, y fue construida entre los siglos I y II de nuestra era.

El acueducto comienza en el azud o nacimiento del río Tuéjar, a 585 msnm y a escasos kilómetros de la población, siendo este río uno de los afluentes del río Turia.

La longitud conocida del acueducto es de 28,6 kilómetros, los cuales están divididos en varios tramos muy diferentes, teniendo tramos que se corresponden a los llamados «acueductos puente», y tramos que pertenecen a los denominados «acueductos viaductos».

Entre los tramos correspondientes a acueductos puente, hay que citar principalmente el que podríamos decir que es la «foto» del acueducto. Se corresponde con el tramo que une ambas partes del barranco de la Cueva del Gato en la localidad de Calles, el cual tiene una longitud de 36 metros, una profundidad máxima de 33 metros y una anchura de 2,1 metros. Este puente tiene tres arcos de medio punto y se sustenta con los gruesos pilares construidos con sillares rectangulares escalonados utilizando el método que los romanos denominaban «opus quadratum», es decir «a escuadra», los cuales están fundamentados directamente sobre la roca viva del lecho del barranco. Sobre este puente se situaba el «specus», que era la parte por donde circulaba el agua.

Otros tramos del acueducto puente son:

El Puente de la Rambla de Alcotas, también en Calles; del cual Gaspar Juan Escolano (1560-1619) en 1611 y Vicente Mares Martínez (1633-1695) en 1681, constataron que esta parte del acueducto tenía seis arcos. Pero en 1795, Antonio José de Cavanilles (1745-1804), constató que ya sólo le quedaba un arco sustentado por dos pilas y una tercera pila casi derruida que es lo que ha llegado hasta nuestros días.

También hay que dar fe de la existencia del Puente del barranco del Convento en Chelva con sólo un arco. Y de cinco puentes más en Calles. El Puente del barranco del Zurdo, del que apenas queda nada. Y de los puentes de sólo un arco, llamados; de la Torre de Castro; del barranco de Cabras; del barranco del tío roque; del Arenal; y de la Olivera del Arquillo.

En sus tramos de acueducto viaducto hay que comenzar por nombrar el tramo que da nombre a todo el conjunto, el tramo de «Peña cortada», el cual es una hendidura excavada en la montaña que tiene 50 metros de largo, 22 de alto y unos dos metros de ancho, realmente es una obra «faraónica» y altamente inusual en este tipo de construcciones, pues lo habitual sería que se hubiese horadado un túnel en la montaña, pero hay arqueólogos e historiadores que opinan que esto fue así para que, la piedra caliza que obtenía de esa angosta gruta artificial que estaban excavando, sirviera como sillares para el colosal puente del barranco de la Cueva del Gato.

De cualquier manera, atravesar el puente de la Cueva del Gato sobrecoge por la altura y por el agravante de no disponer de pretiles, pero pasar por el interior de la gruta artificial también sobrecoge por la sensación de claustrofobia que puede llegar a dar.

Otras partes del acueducto viaducto son los casi 300 metros de los once túneles horadados en la montaña con una altura entre 1,50 y 1,90 y una anchura entre 1 y 1,20 metros, los cuales tienen el techo abovedado y cuentan con ventanas repartidas por todo el trayecto para que proporcionaran luz natural a ese sistema de túneles destinados a transportar el agua desde Túejar hasta… realmente no se sabe hasta donde, pues realmente hay canalizaciones hasta Domeño (el viejo). Hablo de Domeño el viejo, pues el pueblo original, «el viejo», fue inundado cuando se construyó el Embalse de Loriguilla en 1979, trasladándose el pueblo varios kilómetros al este.

A partir de Domeño no se han encontrado más restos del acueducto, de esta manera, han surgido varias hipótesis de hasta dónde podría llegar el acueducto.

Una de ellas es que el acueducto nunca se llegó a terminar de construir, por lo tanto, esta teoría nos diría que el mismo nunca llegó a funcionar y no podríamos saber dónde podría haber llegado.

Otra teoría habla de que podría acabar en Villar del Arzobispo, pues en esta localidad hay numerosísimas inscripciones y villas romanas, además de tener muchas explotaciones agrícolas. Esta teoría viene dada por el hecho de que el «specus» estaba a cielo abierto, y las canalizaciones de agua para el consumo humano, según el arquitecto clásico Marco Vitrubio Polión (¿-ca. 15 a. C) debían estar cubiertos.

Otra de las teorías dice que podría acabar en Sagunto o Liria, pero ambas ciudades cuentan con sus respectivos sistemas de regadío y de agua potable, y no sería muy factible que este acueducto acabara en las citadas poblaciones. En este sentido, ya en 1538 Pere Antoni Beutter (1490-1554) se preguntaba por la función real del acueducto y a qué poblaciones llegaría su ámbito de influencia y, más recientemente, en 2020, el historiador Miquel R. Martí Maties, en el VI Congreso Internacional de Ingeniería Romana, celebrado Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), apuntó que estos tramos conocidos serían parte de un acueducto mucho más grande, el cual acabaría en la capital del Turia, en el centro de Valencia, y el mismo tendría una longitud total de 98,6 kilómetros, constituyéndose como el más largo de España, sobrepasando 23 kilómetros al de Cádiz y, el sexto más largo del mundo, quedándose por delante del Aqua Marcia, en Italia que tiene 91 kilómetros de longitud, o el de Colonia en Alemania, que tiene 95kilómetros de longitud.

Como apunte extra comentar que, en Chelva se encuentra el llamado «Balcón del Diablo». Según cuentan, una parte del trazado original romano se les derrumbó a los propios romanos debido a las filtraciones de agua, así que cambiaron el trazado del acueducto, pero esto hizo que en una pared de la montaña quedara una abertura sin nada que la continuara, quedando abierta y sin protección a un enorme barranco.
El acueducto de Peña Cortada, fue declarado BIC (Bien de Interés Cultual) en 2004.
Para los amantes del senderismo, actualmente hay muchos tramos del acueducto que son parte de numerosas rutas de senderismo. Y para todas las personas es un bello paraje lleno de cosas inusuales que merecen ser vistas por lo menos, una vez en la vida.

La Comunidad Valenciana es sinónimo de grandes obras de ingeniería romana.

 
 
 

Fuente:
El Periódico de Aquí

 
 
 
 
     
   
 
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