La Gruta de San José se encuentra en el Parque Natural de la Sierra de Espadán, en el municipio de La Vall d’Uxò, en la Plana Baixa en la provincia de Castellón de la Plana de la comunidad Valenciana. Esta gruta alberga el río subterráneo navegable más largo de Europa con sólo unos 3 km conocidos, explorados y cartografiados, pues incluso a día de hoy, aún no se conoce dónde comienza el río ni dónde puede acabar la gruta, pues cada cierto tiempo se van abriendo nuevos tramos.
El río subterráneo más largo del mundo es el río Hamza, el cual fluye lentamente bajo la cuenca del Amazonas, pero no es visitable, siendo el río subterráneo visitable más largo del mundo, el Sistema Sac Actum de México, con una longitud total de 347,7 km, de los cuales 259 km son subterráneos.
La Gruta de San José, también conocida como la Fuente de San José, es un sistema de cuevas naturales que según los expertos, podemos tener la certeza de que ya era conocida por los habitantes de hace unos 17.000 años, ya que en algunas paredes de la entrada a la cueva, se pueden ver unas pinturas rupestres de las llamadas de «estilo esquemático» realizadas con pintura roja, en las que se puede ver una línea con un recorrido sinuoso, que se piensa que puede ser la representación de la propia cueva; y unas líneas entrecruzadas que bien podrían ser la cabeza de algún animal prehistórico.
La Gruta de San José se conformaron por el sistema Kárstico, es decir, por la descomposición química de algunas rocas como la dolomía o la caliza, que son los tipos de rocas que predominan en la cueva. Se estima que se pudieron conformar durante el Plioceno hace unos 2,5 millones de años, aunque se comenzarían a «tallar» sobre el Triásico, hace unos 250 millones de años.
En el siglo XVIII el botánico y naturalista valenciano Antonio José Cavanilles Palop (1745-1804), incluyó esta «Fuente de San José» en su libro «Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Población y Frutos del Reino de Valencia», y posteriormente numerosos investigadores también la han citado en sus trabajos.
La base del río subterráneo está compuesta de arcillas buntsandstein impermeables que impiden las filtraciones. La corriente del agua se desplaza de oeste a este al igual que el río de superficie Belcaire. El caudal medio del río subterráneo es de unos 100 l/s, llegando a alcanzar en las épocas de crecidas los 10 m3/s.
Hay que anotar que para que el río fuera siempre navegable en cualquier época del año, entre 1936 y 1950 se construyó una represa que garantizaba siempre un buen nivel de agua, el cual en algunos puntos llega a alcanzar los 12 metros de profundidad. Además, se mejoró la iluminación.
La primera vez documentada de la era moderna que se acometió la exploración de esta cueva fue en 1902 gracias a cuatro vecinos. En 1915 fue explorada por el historiador vilarealense Carlos Sarthou Carreres (1876-1971). En 1926 otro grupo de vecinos exploró otro tramo nuevo de la gruta. Pero se tuvo que esperar hasta 1954, para que la gruta fuera explorada por el primer grupo de espeleólogos, que fueron del Centro Excursionista de Valencia, confeccionando este grupo en 1958 el primer plano topográfico de la gruta. Entre 1958 y 1961 el barrenero nulense Antonio Bueso Mora, eliminó algunos sifones y otros elementos, para que las grutas fueran totalmente navegables. En 1960 Joaquín Saludes, investigador del Centro de Investigaciones y Actividades Subacuáticas de Valencia, volvió a ampliar el tramo conocido de la gruta, y en 1969 la galería seca, es decir, la parte de la gruta que no está inundada por el agua, se abrió definitivamente al público.
Posteriormente ha habido otras expediciones de exploradores y espeleólogos de Castellón y otros lugares, que han ido abriendo paso a nuevas galerías y, permitiendo de esta manera que en 1993 se pudiera cartografiar la gruta completamente hasta completar los 2,75 km. Y por último en 2016, esta distancia explorada y cartografiada aumentó aproximadamente hasta los 3 km.
Pero de todo lo conocido, explorado y cartografiado, tan sólo son visitables por agua unos 800 m. y por la galería seca unos 250 m. componiendo todo ello una visita de algo más de un kilómetro, que se puede realizar de dos maneras.
Una de ellas, la que podríamos llamar «familiar», la constituye un paseo en barca en la cual caben unas catorce personas más el barquero, que lleva a los visitantes hasta el primer embarcadero interior, el que está al principio de la ruta seca, y posteriormente los recoge en el segundo embarcadero interior, el que se encuentra al final de la ruta seca.
Y la otra posibilidad, que podríamos llamar «para aventureros», la constituye recorrer el tramo visitable de la gruta en un kayak, sencillo o doble. Esta opción, aunque es bastante más cara que la anterior, le confiere al paseo un tinte de aventura, la cual se complementa con el hecho de que, en la zona indicada, el visitante se puede bañar en las aguas interiores de la gruta. El agua no está muy fría, pues la cueva en todo momento del año mantiene una temperatura de 20ºC
La visita turística dura unos 40 minutos, y durante todo el trayecto podremos ver innumerables estalactitas y estalagmitas de incalculable belleza, obras de arte de la naturaleza que han tardado en modelarse millones de años.
A medida que los diferentes exploradores y espeleólogos han ido conquistando más terreno y abriendo nuevas fronteras en el interior de la cueva, a las diferentes salas y espacios les han ido poniendo nombres para poder situarlas en el mapa.
Así, el primer espacio que encontramos es la Sala de los murciélagos que tiene ocho metros de altura, y fue llamada así por que cuando se descubrió estaba llena de estos animales. Pasamos a la Boca del Forn, que es un antiguo sifón ensanchado. Luego llegamos al Lago Diana, con un ramal llamado Lago Azul, que es la zona que llega hasta los 12 m. de profundidad. Llegamos a un paso estrecho llamado la Galería de Sifones, y metros más allá se encuentra el primer embarcadero. A la vuelta pasamos por las salas llamadas; La Catedral; el Embudo; el Lago del Diablo; y El Penyal.
La parte no visitable también tiene sus nombres como puedan ser la Gran Sala Ensorrada; La Galería del Fang; La Playa; El Túnel; La Sala d’en Vicent; etc.
La Gruta de San José desde el año 2000 está declarada Monumento Histórico-Artístico.
La Vall d’Uxò es sinónimo de historia, aventura y tradición.
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