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ARTÍCULO 274

EL MONÁRQUICO

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AMIGOS Y AMIGAS, COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS

 

 
 

Queridos lectores, en esta ocasión quiero hacer una reflexión sobre un tema que en los últimos tiempos se ha generalizado en exceso y está en boca de todos, unos haciendo uso de él y otros, como es este caso, comentando su mal uso.

Permitidme hoy hablar de esa deformación, más políticamente correcta, (y que cada uno entienda esta expresión como estime oportuno), que lingüística, me estoy refiriendo a esa repetición innecesaria y continua de las mismas palabras con los dos géneros. Extremo este del todo incorrecto, pues simplemente es, pegarle unas grandes patadas a nuestra gramática y a nuestro bello idioma español, así, queridos amigos, hemos de tener el suficiente valor, la suficiente convicción, y el suficiente sentido común para poder volver a la normalidad lingüística.

Así para contextualizar el tema, voy a apuntar que la RAE, la Real Academia Española, entidad que, como luce en su logotipo, “Limpia, fija y da esplendor” a la lengua española, evidentemente, se ha pronunciado varias veces en este sentido, diciendo en una de las ocasiones que;

“Este tipo de desdoblamiento son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico”.

Y añade;

“En los sustantivos que designan seres animados existe la posibilidad del uso genérico del masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos.”

Y habla del femenino en estos términos.

“La mención explícita del femenino solo se justifica cuando la oposición de sexos es relevante en el contexto, en frases como, ‘El desarrollo evolutivo es similar en los niños y las niñas de esa edad’.

Además, como apunte extra a lo que cita la RAE, quiero anotar que también está admitido el uso de ambos géneros en la misma frase y en el mismo contexto, cuando las palabras son totalmente diferentes, como, señoras y caballeros, o, toro y vaca. Pero nunca no cuando la palabra es la misma y tan sólo cambia la desinencia que indica el género de la palabra, como, amigos y amigas.

Así, la RAE concluye que;

“La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas. Por tanto, deben evitarse estas repeticiones, que generan dificultades sintácticas y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos. Por ello, es incorrecto emplear el femenino para aludir conjuntamente a ambos sexos, con independencia del número de individuos de cada sexo que formen parte del conjunto.”

Así, en el caso del ejemplo de la expresión “los compañeros” es la única forma correcta de referirse a un grupo donde todos sus miembros fueran hombres, y, además, también es la única forma correcta para denominar a un colectivo donde hubiera hombres y mujeres, aunque el número de compañeras fuera superior al de compañeros. Y sólo se utilizaría, compañeras, cuando el colectivo estuviera formado en exclusiva por mujeres.

En otro comunicado dice la RAE.

“Consecuentemente, los nombres apelativos masculinos, cuando se emplean en plural, pueden incluir en su designación a seres de uno y otro sexo: Los hombres prehistóricos se vestían con pieles de animales; y de la referencia no quedan excluidas las mujeres prehistóricas.”

Con un ejemplo más cercano, es muy usual poder decir, “Estos gatos no cesan de maullar”, y en la expresión evidentemente, estarían incluidas las gatas. Pues para hacer mención a las gatas, no deberíamos decir “Estos gatos y gatas no cesan de maullar”, ya que nos encontraríamos de nuevo con que el demostrativo “estos”, es masculino y plural, y no concordaría con gatas. Con lo cual, para poder realizar el desdoblamiento, deberíamos decir, “Estos gatos y estas gatas no cesan de maullar”, con lo que la economía del lenguaje se ve herida de muerte.

Así, con respecto a le anterior, veces nos olvidamos, continúa diciendo la RAE;

“Que en la lengua [española] está prevista la posibilidad de referirse a colectivos mixtos a través del género gramatical masculino, posibilidad en la que no debe verse intención discriminatoria alguna, sino la aplicación de la ley lingüística de la economía expresiva. Por otra parte, el afán por evitar esa supuesta discriminación lingüística, unido al deseo de mitigar la pesadez en la expresión provocada por tales repeticiones, ha suscitado la creación de soluciones artificiosas que contravienen las normas de la gramática como decir, las y los ciudadanos.”

Este extremo que comenta la RAE, se puede ver muy claro, pues en español siempre tenemos que observar una concordancia de género entre artículos y sustantivos, y se ve muy claramente que “las”, y “ciudadanos” no concuerdan en género.

Y rizando el rizo de lo absurdo en el presente tema, la RAE continúa diciendo.

“Para evitar las engorrosas repeticiones a que da lugar la reciente e innecesaria costumbre de hacer siempre explícita la alusión a los dos sexos (los niños y las niñas, los ciudadanos y ciudadanas), ha comenzado a usarse en carteles y circulares el símbolo de la arroba (@) como recurso gráfico para integrar en una sola palabra las formas masculina y femenina del sustantivo, ya que este signo parece incluir en su trazo las vocales a y o. Pero debe tenerse en cuenta que la arroba no es un signo lingüístico y, por ello, su uso en estos casos es inadmisible desde el punto de vista normativo; a esto se añade la imposibilidad de aplicar esta fórmula integradora en muchos casos sin dar lugar a graves inconsistencias, como ocurre si decimos, El Día del niñ@ poniendo en niño una arroba, pues la contracción “del” solo es válida para el masculino niño.”

Con esta incongruencia de utilizar la @ como vocal doble, además de lo apuntado por la RAE, quisiera añadir, la completa imposibilidad de poder pronunciar una palabra a la que voluntariamente se le añade el símbolo arroba como vocal doble, pues no tiene un sonido definido y su pronunciación es imposible, haciendo su lectura un tanto compleja y absurda

Tras haber leído muchos artículos, comunicados y dictámenes de la RAE en este sentido, he considerado oportuno romper una lanza en favor de nuestro querido idioma españolo, el cual hablamos casi 600 millones de personas en todo el mundo, y que por desconocimiento de unos y por la subida al carro de un buenismo político de otros, hace que lo estemos degradando con tantas repeticiones innecesarias por parte de algunos colectivos, que llegan a saturar el oído de quienes oímos un discurso repleto de palabras desdobladas por su género.

Asimismo, quiero decir que el correcto uso de la lengua, no tiene nada que ver con las reivindicaciones sociales que se puedan realizar y que a buen seguro todas ellas serán necesarias.

Con este artículo no quiero polemizar sobre ningún asunto en concreto, tan sólo arrojar un poco de luz sobre un tema del cual, en ocasiones no se tiene demasiada información al respecto.

 
 
 
Fuente:
http://www.elmonarquico.com/texto-diario/mostrar/967060/amigos-amigas-companeros-companeras
 
 
 
 
     
   
 
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