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Rima Jotabé



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SOBRE LA RIMA JOTABÉ



Salvador González Moles

SALVADOR
GONZÁLEZ MOLES




 
 
 
 
Salvador González Moles
 

Doctor en medicina y cirujía jubilado. Direcotr literario de la revista digital Eco y latido. Moderador del foro poético Mundo Poesía, y un poeta clásico bueno entre los mejores.

Autor de libros como el poemario Ingeniería y poesía, el cual tiene la cualidad que todos sus poemas se adaptan a alguna estructura clásica.

Vigo, Pontevedra (España)

 
 
 
El Terzo en la Rima Jotabé:
Impresiones de un principiante
 
13 de agosto 2018
Artíclo escrito para la web oficial de la Rima Jotabé
 
 
 

La Rima Jotabé nació hace casi una década; en el año 2019 cumple diez años de la mano del Profesor Don Juan Benito Rodríguez Manzanares, escritor, académico, dramaturgo y poeta valenciano.

Durante estos casi diez años de existencia el crecimiento de la popularidad de la citada estructura ha ido aumentando de forma exponencial gracias a que su creador ha hecho el esfuerzo de ir presentándola en los más diversos ambientes literarios tanto en el territorio nacional como fuera de esta geografía. Resultado de este esfuerzo es que la Rima Jotabé es ya conocida en todo el mundo hispanohablante y en otras zonas donde el español no es lengua oficial. También la ingente cantidad de poetas que escriben o han escrito bajo esta forma de expresión poética da idea de la extraordinaria difusión y aceptación de esta forma literaria. Muchos son los certámenes celebrados y que están programados para que los que escribimos en esta estructura presentemos nuestras obras. Así mismo, se ha puesto de manifiesto en ellos la calidad de las obras presentadas sobresaliendo, como es natural, las ganadoras.

La Rima Jotabé es, en esencia, una forma neoclásica de poesía que está supeditada a la composición con métrica y rima; esto más que encorsetarla la hace armónica y delicada, siempre y cuando el poeta ponga todas sus capacidades en hacerla así y en conferirle estas características. Por lo tanto, al igual que los catorce versos de un soneto pueden ser el cauce para la más alta poesía y al mismo tiempo convertirse en algo insufrible para el lector, la Rima Jotabé puede resultar ser el armazón sobre el cual se construya el más bello de los poemas y también puede ser una forma más de expresión de la mediocridad de los que hacemos versos. El armazón, la estructura, jamás será la responsable de que algunos la maltraten o la maltratemos hasta tal punto de quebrar sus pilares como si de hormigón armado se tratara. En efecto, podría suceder que sometiésemos a la estructura a un sobrepeso tal que llegase a ser derribada y, por el contrario, que lo que se construya sobre sus redes sea tan liviano que cualquier golpe de viento se llevase lo que entre sus retículas hay escrito. Ésta podría constituir la primera reflexión de esta serie que hago desde estos primeros contactos con la Rima Jotabé.

La citada rima es conocido consta de un pareado inicial, un cuerpo de cuatro versos monorrimo, otro pareado y el terzo. Este último, en sus tres versos lleva la rima del primer pareado, la del cuerpo monorrimo y la del segundo pareado. Esta combinación de rimas en el terzo tiene algunas características que son el objeto de estas reflexiones. Si el terzo se considerase independiente del poema nos encontraríamos con una estrofa que participa de las características de la libre versificación, y esto en palabras de su propio creador. Pero, aunque se pueda considerar acertada esta apreciación, el terzo es, si no hay estrambote, la parte conclusiva de un poema completo y como tal hay que considerarlo. El terzo, pues, no puede ser entendido como el lugar de conjunción de las tres rimas anteriores sin más; el terzo, en palabras del Profesor Don Juan Benito Rodríguez Manzanares, es el alma del poema cuando el cuerpo monorrimo es, digamos, el lugar donde se encuentran las tirantas que sujetan la edificación. A los pareados se les podría conferir la misión de los ligeros arbotantes que dan solidez a este precioso, permítaseme la expresión, edificio gótico. Por lo tanto, ya tenemos una nave central –el cuerpo monorrimo–, una cimentación –el terzo–, y unos elementos de sustentación más ligeros pero que producen solidez imprescindible, en los pareados. Ésta sería la segunda reflexión que dejaría sobre la mesa para su debate y consideración.

La tercera reflexión trata sobre el aspecto concreto del Terzo. Se ha expresado con anterioridad lo que no es. Esta estrofa no es la conjunción mera de las rimas de las tres estrofas anteriores, eso sería otra cosa distinta a esta importante parte de la Rima Jotabé. Primero señalaré unos problemas que me han surgido a la hora de su redacción. En primer lugar, la rima del primer y segundo versos, están suficientemente alejadas de sus fuentes –el primer pareado y el cuerpo monorrimo– para hacerse claramente perceptibles, por lo tanto, puedo imaginar que en la concepción de su creador no era éste un fin primordial. Quien se acerque la Rima Jotabé pensando sólo en rimas puede estar cometiendo un error que le dificulte su total comprensión. La rima del tercer verso del terzo si es perceptible lo cual sirve de forma determinante en la función de cierre del poema. Esta posibilidad que se da solo en el tercer y último verso del terzo, y del poema, debe ser explotada con habilidad por ser lo último de la conclusión del poema. En mi opinión un verso fallido en esa posición puede arruinar no sólo la estrofa sino el poema completo. La rima en este verso conclusivo adquiere una importancia capital que, en mi opinión, es menos transcendente en los otros dos versos del terzo. Entonces, si no es la rima, salvo en el tercer verso, lo más importante de esta estrofa, ¿qué es lo importante? Sin duda la contundencia del mensaje, lo que se dice, como se dice, qué figuras retóricas se emplean, en definitiva, cómo se concluye. Traigo aquí dos citas que me parecen totalmente extrapolables, aparte que la comparación del terzo con el segundo terceto de un soneto no la veo, en absoluto descabellada. La primera cita es de Dámaso Alonso cuando se refería a las liras. Él decía de las preciosas liras que eran una continua invitación al refreno del poeta que debía de huir de elementos superfluos que produjesen desdoro y distrajesen del contenido esencial de la lira. Nada más acertado porque los que hemos incursionado en la composición en liras (forma predilecta para Fray Luis de Leon y San Juan de la Cruz) hemos comprobado con desilusión que un atisbo de ripio arruinaba todo el trabajo anterior, en cambio, un buen manejo de las rimas en el trabajo de una lira puede dar resultados sorprendentes en especial para el propio autor. ¿Qué tiene que ver lo que decía Dámaso Alonso de las liras con nuestro terzo? Tal como yo lo veo, insisto desde la posición del recién llegado, nada más ni nada menos que los que componemos en Rima Jotabé al llegar al terzo debemos detener nuestros impulsos y pensar “con refreno” qué vamos a dejar en esos tres versos, tal vez en un principio sin echar demasiadas cuentas a la rima, después trabajaremos ese aspecto. De esos momentos de sosiego depende la brillantez del final de nuestro poema, insisto luego colocaremos las guindas de las rimas y al tercer verso el adorno definitivo de su última palabra.

¿Qué decir del contenido? Vuelvo a recurrir a una cita que me ha hecho meditar sobre el tema. Mi pensamiento se centra ahora en el concepto de envío, remate, retornelo, vuelta, nombres éstos con los que se conoce a la parte final de un poema, y que consiste en una estructura corta normalmente. Por ejemplo, en la sextina, el remate está constituido por tres endecasílabos, añadidos a las seis estrofas y contienen las seis palabras de la rima de toda la sextina. En la Canción, el poeta se dirige a la propia Canción en el remate o envío.
Pues bien, con estos dos elementos, siempre a mi modesto entender, estamos en condiciones de abordar la composición de nuestro terzo con ciertas garantías de éxito. En definitiva, se trata de hacer un análisis reposado de lo expresado en las tres estrofas precedentes y obtener los conceptos que van a ocupar los tres versos del terzo e ir encajando esos conceptos en los tres versos haciéndonos a posteriori con las rimas apropiadas. Si lo hacemos así estoy seguro que despreciaremos algunas rimas y, al encontrar las justas, nos producirán un grado de satisfacción que nos hará felices.

Como conclusión unos puntos finales

1º El terzo en la Rima Jotabé es la indudable parte conclusiva y, como tal, cimiento y alma del poema.

2º El terzo participa de forma clara del concepto de la libre versificación.

3º En el terzo la rima tiene una importancia más limitada a excepción del tercer verso del mismo. La rima característica del terzo puede y debe adaptarse una vez se haya pensado su mensaje íntimo.

4º Unos momentos de reflexión y relectura de las estrofas anteriores son imprescindibles para su composición.

5º El terzo, como remate que es del poema debe hacer alusión a los elementos que hemos tratado en las estrofas precedentes.

6º No existen rimas fáciles, sino versos fáciles, al fin de cuentas la rima viene determinada por dos o tres letras al final de un verso. Lo importante es el propio desarrollo del verso que culmina en la rima.

 

Al profesor, académico, dramaturgo y poeta

Don Juan Benito Rodríguez Manzanares.



La Rima Jotabé

(Jotabé)


Estos versos en Rima Jotabé
a su artífice, al cabo, ofreceré.

Satisfechos de su cuaderna vía
poetas del mester de clerecía
me hablaron y al oír me parecía
sentir en el albor su maestría.

Y crucé del poema el ecuador
meditando sosegado esta labor.

Lo susodicho así presentaré
–como nueva, la antigua poesía–
al vate, dramaturgo y profesor.

 

Muchas gracias por todo, profesor.

Fdo.: Salvador González Moles

 
 
 
     
   
 
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